Capítulo 26.
Los lobos aullaron, lloraron junto a sus humanos y hablaron en sincronía. — En vida o muerte, nuestras vidas están unidas y así pasemos mil infiernos nos encontraremos, nuestro amado destino.
Varios minutos transcurrieron, y un profundo silencio invadió aquella habitación, sus ojos ya no tenían rastros de lágrimas. Mutuamente alfa y omega se habían encargado de limpiar cada gota del cristalino líquido.
En medio de aquel silencio; un pensamiento con un objetivo muy claro, invadió a TaeHyung. Cercanía, más contacto con su omega, lo deseaba, anhelaba desesperadamente estar un poco más cerca de aquel cuerpo, aroma y presencia.
Una parte de su conciencia le gritaba que no debía continuar. Ya había tenido suficiente con echar un vistazo al torso del omega, ya había invadido suficiente espacio personal. Se atrevió a tocarlo, algo que dijo que no haría. Claro que no fue con malas intenciones... Aun así lo tocó, delineó la piel ajena, y percibió un poco del calor que emanaba aquel cuerpo.
Y ahora quería más, solo un poco más.
No deseaba incomodar al omega, suficiente había tenido con que lo tocaran en el pasado. Tenía miedo de invadir aquel cuerpo, y sobrepasar límites que se aferraba a trazar para no detonar alguna reacción dolorosa en el castaño.
¿Pero que podía hacer? Si justo después de ese relato, sus ansias por abrazarlo, cubrirlo con un manto invisible y hacerlo sentir seguro; eran más fuertes. Solo deseaba borrar todos los rastros de tristeza y miedo de su omega, su amado destino.
Tanta lucha interna fue inútil, simplemente dejó que su corazón callara a su conciencia y tomara la decisión.
El alfa dejó caer su cuerpo sobre el omega, con cuidado de no aplastarlo. Su corazón le gritaba que hacia lo correcto. Solo un poquito más de cercanía, solo eso. Por un momento, un pequeño instante en donde no pasaría nada más que un roce de cuerpos.
— Me avisas si no te dejo respirar. — JungKook sonrió y lo abrazó. — ¿Puedo quedarme aquí...? — Inquirió al acercar su rostro al cuello del omega. — Quiero embriagarme con tu aroma.
— No tienes que preguntarlo, pero...
— ¿Pero qué? — Se reincorporó un poco, y conectó miradas con el omega.
— Nada, olvídalo.
— Dímelo, no te guardes nada. — Acarició la mejilla del castaño.
— No vayas a pensar que... Déjalo así, olvídalo TaeHyung. — Apartó su rostro.
— Mírame hermosura... — Pidió dulcemente. — Tus ojitos mirando a los míos, y habla. — Con delicadeza tomó el rostro del omega. — Mueve esos hermosos labios y dime lo que te niegas a dejar salir. — JungKook se sonrojó, apretó sus labios intentando esconderlos de la mirada de TaeHyung. — ¿Te incomoda como estamos ahora? — JungKook negó con su cabeza. — Entonces, ¿Te molesta que quiera sentir tu aroma directamente de tu cuello? — Otro movimiento de la cabeza ajena le dio una respuesta silenciosa. — Por favor dime, soy divino pero no adivino, y no puedo descifrar lo que querías decirme.
— ¿Con que divino? — Inquirió divertido.
— Claro, pero no más divino que mí destino... — Le sonrió. — Es decir, tu, mi hermosura, mi omega...
— Se le salió lo dizque romántico a mi humano virginal.
— Shh, déjalo, a mi humano asustadizo le gusta.
— No molestes lobo loco. — Seguía sonriéndole al castaño.
— Quien viera al alfa gruñón. — Bromeó JungKook. — Frente a otras personas pones cara de limón amargo, y aquí conmigo eres una fresita dulce.
— JungKook...
— Si me regañas, lloro. — Hizo un puchero al percibir el cambio de tono en la voz del alfa.
— Lloras y te beso.
— ¿Un beso?
— Sí, un beso... — Humectó sus labios.
— ¿Dónde me darías el beso?
— Aquí... — Besó una mejilla del omega. — Y aquí también. — Dejó un piquito en uno de los parpados del castaño.
— Acabas de besarme y no estoy llorando. — Expresó muy sonriente.
— Era un simulacro. — Con su dedo indice acarició los labios del omega. — Ahora dime, ¿Cuál es el pero...?
— Es que dijiste que querías embriagarte con mi aroma...
— Sí, eso es lo que más deseo en este momento.
— ¿Y si te da resaca?
— ¿Resaca?
— Sí, porque mi aroma ha estado oculto por tanto tiempo, que te puedo decir que estoy fermentado. — Una risilla traviesa se hizo presente. — Y eso te traerá una fuerte resaca...
— Con que fermentado. — Sonrió de lado y negó con su cabeza. — Que ocurrente me saliste.
— Iralo, mi humano asustadizo se las da de gracioso.
— Cooky, mi niño lindo es feliz, y sonríe... — Aulló al ver la aconejada sonrisa. — Al humano virginal y a mí nos gusta verlo de esa manera.
— Los estamos escuchando. — Hablaron al unísono.
En ese momento los cuatro dejaron de ocultar sus pensamientos.
— Y nosotros a ustedes. — Contestó Tata.
— Deja de decirle virginal al virgen de Tae. — Pidió JungKook.
— ¡Hermosura!
— ¡Humano asustadizo! — JungKook se carcajeó. — Tú también eres virgen, bueno los dos somos vírgenes, no molestes al alfa.
— ¡Cooky! — Su carcajada fue silenciada. — No menciones nuestra virginidad...
— Somos cuatro vírgenes. — Interrumpió TaeHyung. — Qué bonito sonrojo veo en tus mejillas, omega.
— Alfa virginal no me digas esas cosas. — Dejó de abrazar a TaeHyung y cubrió su rostro.
— No molestes a mi niño lindo. — Gruñó. — ¿Le muerdo una pata? — Le preguntó a JungKook.
— ¿Qué? No, no hagas eso Tata. — Dejó ver su rostro nuevamente. — Les va a doler a los dos.
— No importa que me duela. — Expresó. — Yo aguanto con tal de que el humano virgen deje de molestarte...
TaeHyung rodó los ojos al escuchar a su lobo. — Hermosura no hables con ese lobo loco. — Le gruñó a su lobo.
— No me gruñas humano descerebrado.
— Hermosura, no le hables, no me gusta.
— ¿Celoso? — Inquirió divertido Tata.
— ¡Claro que no!
— Se te olvida que siento lo que sientes, ¿Verdad? — Sus colmillos se asomaron en una sonrisa lobuna. — Estás celoso de que mi niño lindo hable con este guapo lobo.
— ¿En serio estás celoso de Tata? — Inquirió Cooky.
— Uy, le hierve su sangre pura de alfa virginal.
TaeHyung no le contestó.
— Deja su sangre virginal en paz y no molestes al alfa, lobito. — Pidió Cooky.
— No puedo creer que estés celoso de mí, si serás zopenco, somos uno mismo.
JungKook solo reía por la pequeña pelea.
— Disculpen, pero será que mi fermentado omega nos dirá lo que hace rato se niega a decirme. — TaeHyung ignoró por completo las burlas de su lobo.
— Habla mi niño lindo...
JungKook dejó de reír y habló tan rápido que Tata y TaeHyung no entendieron lo que dijo.
— Caray, mi omega rapea como profesional.
— Hermosura, creo que nos hablaste en un nuevo idioma.
— Yo les diré lo que dijo en su rap. — Declaró Cooky.
— No es un rap. — Puchereó.
— Lindo puchero... — Expresaron al unísono Tata y Tae.
— Bueno, mi humano asustadizo dijo que no quiere que pienses que se te está insinuando, pero que...
— No lo digas, yo lo hago... — Interrumpió. — Lo diré más lento...
— Escuchamos hermosura....
— ¿Cómo vas a embriagarte con mi aroma si estoy todo cubierto en el cuello? — Escondió de nuevo su rostro. — No creo que con la bufanda cubriéndome puedas olfatear muy bien mi aroma, ¿O sí?
— Nos quiere seducir con su cuello...
— ¡Tata! — Regañaron Tae y Cooky.
— Ya, perdón, es broma.
TaeHyung retiró con delicadeza las manos del rostro del omega. — Mírame...
— No voy a mirar a nada ni a nadie, si estás pensando que me estoy insinuando.
— No pienso eso.
— Tata si lo piensa...
— Lobo loco, mira lo que ocasionas.
— Omega, mi niño lindo, solo era broma...
— Humano asustadizo, mira al alfa, por favor.
— Hermosura, ¿Podrías mirarme? — Pidió. — Solo un momento... — JungKook dejó su escondite y conectó miradas con el alfa. — ¿Quieres quitarte la bufanda? — El castaño asintió con su cabeza. — Okay, bufanda fuera. — Con delicadeza, TaeHyung desenredó la tela que cubría el cuello de su omega y la retiró despacio. — ¿Deseas algo más?
— ¿Po-podría cambiarme de ropa?, no deseo tener este buzo de cuello alto, me da mucho calor...
TaeHyung sonrió ante la petición. — ¿No ofrecerás tu cuello al lobo loco?
— Te lo prometo. — Levantó su mano derecha ante lo dicho. — Alfa, no le daré mi cuello al lobito virginal...
— ¡Omega! No me llames así.
— Toma lobo loco....
— Perdón, pero eres virginal. — Sus ojitos brillaban. — Alfa, ¿Puedo ponerme más cómodo? Enserio esta ropa me da demasiada calor.
— No puedo negarme a esos ojitos brillantes. — Le sonrió.
— ¿En serio es necesario que te descubras el cuello? — Inquirió Cooky.
— Sí es necesario, nuestro alfa quiere embriagarse con nuestra esencia, y con esta ropa no podrá hacerlo como se debe.
— ¿Y no piensas que es peligroso?
— No... — Le sonrió al alfa. — Con Tae estamos a salvo...
— ¿Y si te agarra la locura y vuelves a ofrecer nuestro cuello?
— No lo haré, confía en mí...
— Yo no los voy a marcar, por mi pelaje lobuno les prometo que me quedaré quieto.
— Si tú te atreves a marcarnos esta noche, Tata, te juro que sin importarme que estemos enlazados; te ignoraré, no te hablaré nunca más. — Le advirtió Cooky.
— No digas eso Cooky...
— Advertidos están, humano asustadizo, lo mismo aplica para ti... — Informó. — Expones nuestro cuello y yo nunca más te volveré a hablar, me esconderé en lo más profundo de tu ser...
— Yo confiaré en sus palabras... — Interrumpió TaeHyung. — Con la advertencia de Cooky, creo que ya entendieron...
— Ustedes dos son pura desconfianza. — Dijeron JungKook y Tata.
— Y ustedes son tercos, impulsivos y acelerados. — Les respondieron al unísono.
— Alfa, ¿Tú me dejarías de hablar como lo haría Cooky si tu lobito y yo llegamos a volver intentar tener la marca esta noche? — Inquirió después de hacerle pucheros.
— ¿Vas a hacerlo? — Enarcó una ceja y JungKook negó frenéticamente con su cabeza. — Entonces eso no pasara. — Le guiñó un ojo. — Pero por si al caso... Así me hagas pucheritos, la advertencia de Cooky sigue en pie...
— Ya escuchaste Tata, nos tocó dejar el plan para después...
— ¡¿QUÉ?! — Gritaron Cooky y TaeHyung.
— Es broma, no griten — El castaño se carcajeó.
— Esas bromas nos alteran. — Dijeron al unísono.
— No se nota, casi me dejan sordo del grito. — Bromeó. — Alfa, ¿Podrías dejarme salir? — Inquirió al estar apresado entre en colchón y el cuerpo del alfa.
— Lo siento... — Se hizo a un lado y dejó caer su cuerpo de espalda hacia la superficie.
— Ya vuelvo, no me tardo nada. — Rodó hacia un costado y con cuidado de no dañar su nido; salió de la cama.
El omega buscó una prenda de las que no había utilizado en su nido, caminó hacia el baño y se cambió el buzo. En su lugar cubrió su cuerpo con una de sus camisetas.
— Ahora si puedes embriagarte con mi aroma. — Informó cuando llegó a la cama y se quedó de pie observando al alfa.
— Ven aquí, hermosura... — Estiró su mano para ayudarlo a entrar al nido. — ¿Qué pasa? — Inquirió cuando el omega cruzó una mano sobre la otra y jugueteó con el borde de la camiseta.
— Tae... ¿Podrías contarme que fue de tu vida todos estos años?
El azabache se arrodilló en medio de la cama y le sonrió bonito. Se impulsó para ponerse de pie, miró a su alrededor; verificando que el nido estuviera intacto.
Salió del nido, se acercó al omega, y estando frente a frente lo alzó en el aire de manera nupcial.
— Voy a contarte absolutamente todo lo que quieras saber... — JungKook enredó sus manos alrededor del cuello ajeno. — Pero deseo hacerlo mientras me pierdo en tu aroma. — Movió sus pies para ingresar de nuevo al nido. Recostó al omega en la suave superficie y sin perder tiempo se tumbó sobre aquel cuerpo. — ¿Me concederías el honor de perderme, embriagarme y extasiarme con tu aroma y presencia?
JungKook solo sonreía, nervioso ante la cercanía. Podía percibir a la perfección el aliento cálido del azabache sobre sus labios.
El alfa lo tenía prisionero, con sus manos a cada lado de la cabeza; soportaba el peso de su cuerpo, sus ojos siempre fijos en los contrarios, esperando una respuesta.
— Embriágate todo lo que desees. — Sus manos acariciaron la nuca del alfa. — Puedes perderte, extasiarte, y embriagarte las veces que quieras.
TaeHyung le besó las mejillas. — Si no te dejo respirar, me avisas...
— Te morderé si siento que mis pulmones no se expanden lo suficiente para respirar.
— Tienes algo con las mordidas... — Dijo divertido mientras le sonreía con ternura.
— En algún momento de nuestra relación, en el futuro, quizás... Te morderé. — Acunó el rostro del mencionado con sus manos. — Por cierto, en eso me parezco a Tata, a ese lobito le gusta decir que te va a morder. — Sus ojitos se achicaron en el momento que sonrió tan enorme que unas arruguitas hicieron acto de presencia para acompañar la sonrisa aconejada.
— Primero quiero formalizar nuestra relación, y sobre eso hablaremos más adelante. — Acarició una mejilla del omega.
— Como lo desees alfa...
— Te equivocas, omega... — Dejó caer por completo su cuerpo. — Aquí es como los dos deseemos, siempre tendremos que estar de acuerdo en cada paso que demos juntos, todo será con el consentimiento del otro...
— Me haces cosquillas... — Sintió su piel erizarse cuando la nariz del alfa rosó su cuello.
— Lo siento, ¿Me alejo?
— No, ni se te ocurra... — Con una de sus manos acarició la cabellera azabache. — Aunque me hagas cosquillas, me gusta estar así contigo.
— Y a mí me encanta sentirte así de cerca. — Olfateaba aquel cuello. — Me gusta este lunar... — Dejó un piquito en aquella pintita de color. — Perdón, lo siento, no quería ser atrevido. — Entró en pánico al sentir como el omega tensionó el cuerpo. — Mejor cambiemos de posición...
— Tranquilo alfa, no te alejes, por favor.
— Pero te incomodé, lo sentí.
— Solo me sorprendí, acabo de descubrir que soy muy sensible en esa parte.
— Uy, voy a anotar esto.
— Tata, lobo loco, no pienses en esas cosas. — Regañó.
— Ahorita no pensaré en eso, pero lo voy a anotar, para despuesito. — Cooky cubrió su hocico con sus patas y JungKook se sonrojó.
— No le hagas caso hermosura, ese lobo está demente. — Enterró su rostro en la curvatura del cuello del omega. — Él no va a anotar nada para después...
— Sin comentarios, alfa, no diré nada.
— Mejor continuemos con nuestra charla.
— Buena idea. — Continuó con las caricias en la cabellera azabache.
— ¿Estás listo, Tata?
— Pues ahí más o menos, me da miedo que cuentes cosas vergonzosas.
— Si tú, ahora resulta que el lobo loco que andaba pensando cosas indebidas, le tiene miedo a la vergüenza. — Dijo sarcástico.
— Te quiero morder una pata, humano descerebrado. — Rodó los ojos.
— Quiero ver que lo intentes...
— No peleen e inicien con el relato. — Interrumpieron la pequeña discusión.
— Llegó la hora... — TaeHyung inhaló profundo, y se perdió en el dulce aroma del omega, así dando inicio a su historia.
TaeHyung es fiel como su madre, muy leal a sus pensamientos y sentimientos. Heredó el temperamento fuerte de su padre, defiende sus ideales sin importar quien se le atraviese. A Kim TaeHyung nada ni nadie lo obligará a hacer algo que simplemente no le nace. Cuando se promete algo lo cumple, no importa nada, en su mente y corazón su objetivo es claro; ser fiel a su promesa.
El matrimonio Kim jamás pensó que su hijo mayor, sería capaz de negarse rotundamente a una sugerencia de ellos. Pero lo hizo. ¿Por qué? Simplemente tanto a TaeHyung como a su lobo no les agradó que anduvieran decidiendo sobre su futuro.
Aquel lobo mantenía conversaciones con Tae, desde que decidió hablarle por primera vez a los cinco años. Desde allí siempre se han comunicado, se confiesan sus planes y anhelos. Hasta se juraron que cuando fueran más grandes encontrarían a su lobito compañero y lo protegerían con su vida.
Los padres del azabache nunca sospecharon de que el lado animal de su cachorro había despertado hace tiempo.
Kim Mi-Suk omega pura, de belleza inigualable, hasta que nació su hijo, el pequeño que al parecer heredó toda su belleza. Allí prácticamente ella pasó a ser la segunda más hermosa de la familia.
La dama hablaba con su esposo, el señor Kim Ji-hu, alfa puro, con una presencia tan imponente que cualquiera que estuviera frente a él, bajaba su cabeza si el alfa cambiaba su tono de voz, y con solo una frase que pronunciara; lograba respeto y sumisión.
— BoGum dice que se quiere casar con TaeHyung.
— Cariño, ese chico aún no se presenta, no sabemos si es alfa, beta u omega.
— Si se gustan eso no importa. — Se encogió de hombros.
— ¿Casarme con BoGum? — Susurró el azabache. — Tata, ¿Nos gusta BoGum?
— Tú y yo sabemos que no nos gusta para nada. — Hizo cara de asco.
— ¿Y entonces quién le metió esa idea a mis padres?
— Pues ese cachorro, no tienes que preguntarlo, fue él.
TaeHyung se encontraba de pie en las escaleras, escuchando toda la conversación. Había bajado para avisarles a sus padres que su hermana había despertado.
La pequeña Kim Jiyu, omega pura, y hermana menor del azabache, con nueve años de edad. Se encontraba en cama a causa de un pequeño accidente en donde se cayó de uno de los caballos por andar compitiendo con TaeHyung. El accidente no fue nada grave, solo unos raspones y moretones, aun así, el azabache no se despegó de su hermana hasta que abrió los ojos.
TaeHyung intentaba no hacer ruido, quería escuchar toda la conversación. Así que se sentó en uno de los escalones de la escalera y prestó atención.
— Además puede que sea su destinado...
— Mejor le preguntamos al cachorro.
— Mujer, ese chico dijo que sentía que TaeHyung era su destinado...
— ¡Por todos mis colmillos! — Expresó. — Humano, no quiero escuchar esa locura...
— Yo no me voy a casar con BoGum. — Impulsado por su lobo, TaeHyung caminó hasta sus padres y habló.
— ¡Hijo!
— No sé muy bien qué pasa por sus cabezas, pero una cosa es que BoGum quiera conmigo, y otra muy diferente es que yo quiera con él. — Los ojos del azabache cambiaron a un rojo intenso. — Él no es mi destinado...
— ¡Tú lobo se presentó! — Hablaron al unísono.
— Hace tiempo que Tata se presentó. — Dijo mirándolos a los ojos. — Mi lobo me ha dicho que nuestro destinado es un omega, y BoGum es alfa.
— ¿Cómo saben que es alfa?
— Porque podemos percibir su desagradable aroma, no nos gusta.
— Hijo, tu lobo... — Se acercó la omega. — ¿Por qué actúa así? — Inquirió al escuchar los gruñidos.
— Ustedes andan planeando un posible casamiento con ese alfa.
— Solo es una posibilidad, aun no puedes saber si es o no tu destinado, sin importar que sean alfas los dos. — Expresó Ji-hu.
— Mi destinado es omega, y uno muy hermoso, tiene unos ojitos oscuros, brillan como dos luceros en el firmamento...
— ¿Lo viste? — Mi-Suk lo tomó de las mejillas. — ¿Dónde está tu omega?
— Lo he visto... En sueños, sus ojitos siempre brillan cuando me ve a través de la oscuridad. Con solo su mirada sé que es realmente precioso.
— Son imaginaciones tuyas. — Dijo el alfa mayor. — Estás inventando esto para ni siquiera intentar un acercamiento con BoGum.
— ¡¿Y por qué te interesa que me case con ese alfa?! — Inquirió alterado. No le agradaba que le dijeran que su omega era una imaginación. — Si te digo que mi omega destinado existe, es porque lo he visto... — Se soltó del agarre de su madre. — No me casaré con BoGum. — Afirmó. — Y dos cosas más. — Alzó un dedo. — Jiyu ya está despierta... — Sus ojos volvieron a la normalidad. — No volveré a ver a Park BoGum, si llega a poner un pie en esta casa; con toda la pena del mundo, me alejaré del lugar hasta que él se largue. — Sentenció levantando un segundo dedo en señal de numeración.
— Hijo... — Llamó la omega.
— Madre, lo siento pero mi corazón y mi lobo han hablado. — Salió del lugar hacia el bosque.
El matrimonio Kim se dirigió a la habitación de la pequeña omega.
Tata es impulsivo, temperamental y cuando se trata de querer emparejarlo con alguien que no le agrada en lo más mínimo; el lobo se deja llevar por sus instintos y actúa.
TaeHyung en ese momento se dejó llevar por su lobo, porque nadie le quita de la cabeza que su omega no es una ilusión. Ellos lo han visto, la luna les ha regalado el honor de poder visualizar esos ojitos que los llaman.
Después de caminar por varios minutos, TaeHyung se recostó contra un gran árbol, cerró sus ojos y llamó a su lobo.
Un lobo de ojos rojizos y pelaje negro se hizo presente en su mente, TaeHyung abrió sus ojos e inevitablemente lloró.
— No llores humano...
— Odio que no nos crean, por esto es que teníamos guardado el secreto de la imagen que nos regaló la Diosa Luna.
— No todos pueden ver lo que aparentemente está oculto en el firmamento.
— ¿Cuánto tiempo tendremos que esperar para conocerlo?
— Eso lo dictaminara la luna.
— Diosa Luna, no nos hagas esperar por mucho tiempo.
Lobo y humano miraron al cielo, cerraron sus ojos y como todas las veces en que habían hablado con la luna; pudieron visualizar aquellos ojos oscuros.
No se imaginaban que a kilómetros de aquel lugar, un pequeño omeguita cerraba sus ojitos mientras recibía caricias en su cabellera y le suplicaba a la luna encontrar a su alfa para vivir un amor bonito como el que le relataba su madre en ese momento.
La Luna había iniciado a darles señales, con su poder y luz les mostraba los ojos de su destino. TaeHyung y Tata veían aquellos luceros, pero en el caso del omega; solo los veía su lobo.
Transcurrieron los años y ahora el azabache tenía diecisiete años.
BoGum insistía en frecuentar a TaeHyung, pero este siempre salía de la casa justo cuando veía al alfa llegar. Se escabullía hacia el bosque, allí pasaba el tiempo hablando con Tata, muchas veces su primo NamJoon lo acompañaba hasta que anochecía y se les hacía necesario regresar a la casa.
Los padres de TaeHyung le reprochaban por ser grosero con BoGum, le decían que deberían intentar volver a ser amigos. Tata salía a gruñirles y dejarles claro que tanto él como su humano; jamás aceptarían una amistad con aquel chico.
Justo después de que Tata terminara de repetirles lo que ya se sabían de memoria, TaeHyung tomaba control de su cuerpo...
— Padres, por favor, ya estoy cansado de esto. — Tomaba algunas prendas de su ropa para salir a acampar con NamJoon. — Mi omega es muy real, dejen de creerle a BoGum esos cuentos de que me niego a aceptarlo porque estoy esperando un destinado que claramente es él.
— Cachorro...
— Madre, enserio, mi destino está allí afuera. — Señaló hacia la puerta de la mansión. — La luna solo está dando largas a mi encuentro con él. — Tomó su mochila y la colgó en su hombro. — Pero tarde o temprano llegara el día en donde lo pueda tener en mis brazos y ustedes no podrán seguir diciendo que es un espejismo de mi mente.
— Hijo, pero BoGum...
— Padre... — Interrumpió. — BoGum podrá ser muy hijo de tu amigo de la infancia, pero eso no me obliga a aceptarlo, y ya te he dicho que no me gustan los alfas...
— Ni alfas, ni betas, u omegas, no has tenido ni la primera pareja...
— Es que no se trata si es un beta u omega... — Observó a su padre y le sonrió con cansancio. — Es mi omega, mi destinado al que espero, mi media mitad, y si tengo que morir esperándolo, lo haré... — Miró a su madre la cual le sonrió con ternura. — No aceptaré cualquier pareja, porque la luna ya me designó una, y si en esta vida no lo conozco, será en la siguiente.
— ¡Vamos TaeHyung! — Gritó NamJoon desde el jardín.
— Padres, mañana nos vemos, díganle a la mocosa que cuando regrese la llevaré a buscar sus flores que tanto le gustan.
— ¿Todo bien? — Inquirió su primo al verlo llegar al jardín.
— Lo mismo de siempre Nam...
— ¿Aun tienes ánimo para seguir con esto?
— Tengo que seguir, mi lobo dice que estamos cerca de encontrar a nuestro omega y que necesito manejar a la perfección la transformación.
— Okay, vamos de nuevo a ese Río...
— Créeme humano, el tiempo se hace cada vez más corto, y necesitaremos estar preparados...
TaeHyung todos los viernes de cada semana salía con NamJoon al Río que se encontraba a unos cuantos kilómetros de su casa. Allí NamJoon lo cuidaba mientras el azabache se esforzaba por aprender a mantener las dos conciencias en sincronía. Casi siempre se desmayaba por el esfuerzo de la transformación de su forma animal.
Sus prácticas iniciaban apenas tenían lista la tienda de acampar, y regresaban a su hogar el sábado al anochecer.
Tata le hacía guerra para ganar el control total de la conciencia, algo que el azabache no podía dejar que pasara. Así que ambos entrenaban luchando en su mente, hasta que lo lograran. Su conciencia humana y animal perfectamente sincronizada con un solo objetivo en mente, siempre proteger a su omega en el caso de que fuera necesario.
— Muy bien humano gruñón. — Felicitó Tata. — Hasta que podemos convivir en mi forma animal.
— Lobo terco, sí que eres difícil de manejar. — Sonrió logrando que el hocico de su gran lobo dibujara una sonrisa lobuna.
— ¿Qué esperabas? Soy igual de obstinado que mi humano.
— ¡Wow, felicidades! — NamJoon aplaudía. — Ustedes enserio si se lo proponen, lo logran.
— No nos tenías fe... — Expresaron.
— La verdad no... — El gran lobo tomó impulsó y con sus patas empujó hacia el suelo a su primo. — Déjenme levantar. — Intentaba salir de la prisión en la que se encontraba. — ¡Ah! Quieto Tae, digo Tata, bueno los dos, deténganse. — Pidió cuando una de las garras del lobo ejerció una leve presión en su tórax. — ¡No! Quédense quietos, me hacen cosquillas. — El gran hocico del lobo le olfateaba el rostro.
— Esto es para que aprendas a tenerle fe a tu primo. — Liberaron el cuerpo de NamJoon.
— Hace unos meses no les entendía cuando me querían hablar, pero ahora, wow, les entiendo a la perfección. — El lobo sonrió en satisfacción.
¿Qué pasaba con la trasformación y su entrenamiento?
Resulta que cuando un cambiaformas se trasforma en su animal interior, la mayoría de las veces; el que toma el control total es el lobo. Así que no habla, esa capacidad es por completo eliminada. Simplemente sigue su instinto primitivo, y ese muchas veces es atacar.
Pero existen pocos casos en donde humano y animal pueden lograr una sincronía tan perfecta que estando en forma animal; hablan a la perfección, tienen sus instintos primitivos, pero también los razonamientos humanos. Y eso quería lograr Tata y Tae.
Su forma animal, poderosa, protectora, territorial, junto con la conciencia humana; razonable y pensante.
— Ahora, si en algún momento nuestro destino necesita de nosotros, lo ayudaremos ya sea en forma humana o animal.
— No creo que exista alguien tan imbécil para querer meterse con el omega de un cambiaformas. — Expresó NamJoon.
— Nunca se sabe querido primo...
Hola 🤟 mis kokoros darks 🖤
Perdón la demora para la actualización 🥺
Aquí están nuestros amados vírgenes 🤧
Les quiero decir unas cositas:
🤟 Creo que me fumé algo raro para escribir lo de la sincronización de conciencias 😅, no sé si alguna ya habrá escrito o leído algo así.
Bueno la cosa es que simplemente se me ocurrió, yo andaba escribiendo y zas cuando me fijé estaba esa cosa loca.
🤟 Me gusta como quedó, mi bebé, mis ideas locas, espero entiendan lo que quise explicar con el entrenamiento de Tae. Humano y animal haciéndose entender con palabras en su forma animal.
🖤 Por último, tenemos portada nueva 🥺✨✨✨
Regalito de mi bella Ikigai, recolectora de lágrimas. V-indii gracias por todo tu cariño. Te quiero mucho mi amarillo.🌻
Aquí la bella portada,👇 (bueno una de las que me regaló esa preciosa mujer. 🤧 Mas adelante pondré las otras) 💜
🤟 Ahora sí, me despido, lxs quiero mucho. Besitos púrpuras darks para ustedes 💋💜🖤
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