Capítulo 15.

Disculpen.  — Habló una tercera voz.  — Perdón por interrumpir...

TaeHyung junto con el castaño voltearon a ver hacia dónde provenía la voz que los interrumpió.

Por Dios Santo, ¡Hoseok! ¡¿Por qué?! ¡¿Por qué?!  — Gritó exasperado TaeHyung, quería jalarse los cabellos. No podía creer que ahora los interrumpieran.

¡No me grites Alfa gruñón!  — Señaló al alfa menor con su dedo índice y lo movió de lado a lado.  —  Vine a avisar que el doctor ya está aquí.  — Dio un paso al costado y dejo ver al mencionado.

JungKook y TaeHyung observaban al acompañante de Hoseok. Claramente el omega conocía al individuo. Era su médico desde hace años, y siempre estaba para el cuándo era necesario, obviamente profesionalmente.

TaeHyung estaba frustrado, más que molesto. Sentía que había tenido un leve acercamiento con el omega. Ese chico siempre se alejaba de él, no soportaba su presencia, se alteraba temperamentalmente cada vez que le decía algo. Así fuera dirigirle un saludo, el chico siempre estaba a la defensiva. Ahora que por arte de magia solo quería estar con él, se acercaba a su cuerpo, le hablaba mirándolo a los ojos, estaban teniendo contacto casi íntimo en aquella habitación, y que llegara su amigo bien inoportuno con quien sabe quién a apartarlo del chico e interrumpir su momento, justo cuando le iba a revelar algo que lo tenía muy intrigado.

Y ¿Por qué TaeHyung estaba tan intrigado? ¿Por qué se había convertido en algo importante saber si el omega identificaba su aroma? Pues sencillo... Su parte humana como la animal, habían tomado la decisión de ocultar su aroma, su esencia, no querían que ningún omega u otra persona los oliera. Sentían que era forma de guardarle fidelidad a aquel ser que conocieron por leves momentos años atrás.

Esa vez solo pudo sentir su aroma por un instante, aunque en ese tiempo se olfateaba más el dolor, el miedo y la tristeza. Pero el alfa tenía grabado ese aroma en su mente. Tanto él como su lobo prometieron nunca olvidar aquel aroma y en sus sueños, allí estaba más presente esa promesa. Así que desde esa época el aroma de Tae estaba oculto, solo volvería a dejar su esencia libre el día que el destino decidiera juntarlo con su omega, pero pasaban los años y sentía que nunca más lo volvería a ver. Por eso peleaba tanto con su lobo. Ya que su animal insistía en algo que no creía fuera posible.

Por eso la insistencia en que JungKook le dijera a que olía, no era posible que en verdad identificara su aroma, estaba oculto, era una promesa que su animal aceptó. No podía ser posible que su lobo la hubiese roto y más por su capricho de reclamar un omega que no es el de ellos.

  ¡¿Estás de acuerdo Ta...?!

TaeHyung... Interrumpió el animal. Voy a aceptar el trato ¿Okay? Dijo con sus orejas bajas. Pero tengo una condición...

¿Cuál es  la condición?

Bueno, esto más que un trato... Lo vamos a hacer como una promesa hacia él. Chilló de tristeza, ¿Cómo era posible que hubiese encontrado su otra mitad y así como llego se marchó? ¿Cómo? Vamos a ocultar nuestro aroma hasta el día en que lo volvamos a ver, no permitiremos contacto alguno con omegas o cualquiera que quiera algo con nosotros. El humano prestaba total atención. Y bueno mi condición es... Podrá sonar ridícula, humano. Pero lo acabamos de encontrar, nos presentamos y amé cuando mi nombre salió de sus labios y esos ojos brillaban a pesar de que estaba sufriendo. Aulló en dolor y su humano derramaba lágrimas ante el dolor que los estaba consumiendo. Solo era el inicio. La condición es; no me llamaras por mi nombre, no lo harás hasta el día que nos encontremos con él, nos reconozca y vuelva a llamarme por mi nombre. No quiero perder el recuerdo de cómo se escucha mi nombre saliendo de él. Por favor humano, déjame ese recuerdo y no me vuelvas a llamar por mi nombre.

No es ridícula tu condición, no digas eso. Respiró profundo, tratando de calmar el dolor de ese momento. El destino era tan injusto. Acepto lo que dices, desde hoy no te llamare por tu nombre. El animal movió un poco su cola en señal de la mínima alegría que le daba saber que no perdería ese recuerdo, al menos eso no lo perdería por ahora. Con esto cerramos el trato.

Ya te dije humano no es trato.

Perdón, ya sé, ya sé. Se disculpó. Es una promesa para con nosotros y nuestro omega, hasta que volvamos a encontrarnos. Dijeron al unísono el animal y el humano.

No, en definitiva su lobo, no rompería tal promesa, entonces ¿Cuál sería la razón de que aquel omega dijera que sabía su aroma? Necesitaba saber, otra cosa que se sumaba al misterioso omega frente suyo.

— ¿Podrían dejarnos solos un momento? — Habló TaeHyung dirigiéndose al doctor y a su amigo. — Necesito terminar de hablar con JungKook. — Miró al omega. Este se encontraba con su cabeza baja y jugando con sus dedos.

— Lo siento pero no podrá ser posible. — Habló el doctor. — Necesito revisarlo, para eso estoy aquí. — Así que muchacho, el que debe dejarnos solos un momento eres tú. — JungKook levantó su cabeza y miró a Tae.

— ¿Usted quién es para pedir eso? — Cuestionó el alfa con un tono para nada amable. — Necesito un momento con él, además él no quiere que lo deje solo.

— Cierto, no me he presentado. — Ignoró por completo el tono de voz del alfa y dio un paso al frente. — Mucho gusto... Soy el doctor Soo, Seung Soo, para ser exactos el ginecólogo de JungKook. ¿Y tú eres?

— ¿Ginecólogo? ¿Para qué necesita un ginecólogo el omega? — Cuestionó el alfa. — Soy Kim TaeHyung.

— Bueno, TaeHyung, veras eso es personal, y no te diré el por qué JungKook necesita un ginecólogo, a menos que seas su pareja o familiar. — Se dirigió hacia el castaño. Necesitaba hacer el chequeo. — Por favor retírense y llamen a SeokJin, necesito hablar con él.

— ¡Tae! Deja de andar preguntando lo que no debes y vamos a salir, el doctor debe revisar al chico. — Habló Hobi al ver que su amigo no cooperaba. — Vamos, déjalos solos, ya cumplimos con lo que vinimos a hacer. Así que vamos a buscar a Nam y llamamos al otro omega.

— ¡No! No se lleven a Tae. — Habló JungKook. — El doctor puede hacer la revisión con Tae a mi lado, ya les dije que él me ayuda.

— ¿JungKook? Pero... — Soo miró al castaño. No se esperaba que pidiera tal cosa. Conocía al chico, lo estaba tratando desde hace bastante tiempo. Así que le extrañó el escucharlo decir que dejaran al joven alfa con el mientras lo revisaban, y ¿Qué era eso de que lo ayudaba? — No, no se puede JungKook, si no es tu pareja o SeokJin, él no puede estar.

— ¡Ya dije! Tae se queda o no me dejare revisar. — Habló firme el castaño. — No me separen de él, ¿Por qué me quieren lastimar separándome de él? — Su voz se estaba quebrando, quería llorar.

TaeHyung al escuchar al castaño, corrió hacia él, lo iba a abrazar. No quería verlo llorar, otra vez quería protegerlo, verlo bien, sin rastro de tristeza en sus ojitos. Si el castaño decía que se quedara y lo acompañara, se iba a quedar. No importaba nada y esta vez no solo era su animal quien decidía.

— No. TaeHyung, aléjate de JungKook. — El doctor Soo, impidió que el alfa se acercara al castaño agarrándolo del brazo. — Apártate por favor, él no es... — Fue interrumpido al ver que el castaño se posicionaba en medio de él y Tae, haciendo que soltara su agarre. — Eres tú. — Dijo Soo mirando al fin los ojos del castaño.

TaeHyung no sabía cómo reaccionar. Al sentir el agarre que le impedía abrazar al omega castaño, quería darle un golpe al dichoso doctor. Pero se detuvo cuando vio la acción del castaño. Pero no se esperó lo que pasaría, ahora no sabría ni que pensar.

— ¿Co-cómo que eres tú? ¿A quién se refiere? — Cuestionó TaeHyung.

Por algo te dije que olfatearas y miraras bien, humano descerebrado. Dijo el lobo de Tae. Pero tú siempre me peleas y luego me call...

Shhh, no molestes lobo loco. Interrumpió a su animal.

Y se repite el ciclo. Rodó los ojos el lobo. — Escucha, humano virgen y descerebrado... Me voy a callar, pero no me vayas a preguntar nada porque no diré nada y ahora lo averiguaras tu solo.

Si ajá, como digas, gracias por callarte.

El doctor Soo nuevamente ignoro a TaeHyung. Estaba más concentrado en su paciente que tenía al frente con una mirada que hace tiempo no veía. El dichoso incidente en la universidad debió ser fuerte o algo más debió haber pasado para que ahora él hiciera presencia y se estuviera haciendo pasar por su parte humana. Se apartó del joven alfa y le habló a su paciente. Era imperativo chequearlo y tener información de lo sucedido, pero la información debía salir de los labios de su paciente, no de terceros.

— ¡Lobo! Deja salir a JungKook. — Dijo firme el doctor Soo. Todos en la habitación no entendieron. — Ya te vi, lobo... Quiero hablar con JungKook, tiene que ser revisado, lo sabes.

— ¡No, no y no! — Dijo el Castaño o más bien su lobo después de gruñir. — Usted me quiere separar de Tae, y si dejo que JungKook vuelva... Él lo hará también, lo evitara y hasta le dirá que jamás se acercara a él. No quiero, me quedare aquí.

— No, lobo. No digas eso, yo revisare a tu humano, solo eso. — Habló con calma, tratando de convencer al contrario. — Mira, lobo, yo no te voy a separar de Tae. — Miró al alfa joven.

— ¿Lobo? ¿Cómo que lobo? — TaeHyung trataba de entender, así que decidió preguntarle al doctor. — Doctor... ¿Qué quiere decir con todo lo que acaba de decir? — El alfa miraba a JungKook aunque la pregunta fuese dirigida al doctor.

— Mira TaeHyung, no sé desde que momento el lobo de JungKook ha estado presente. — Miró al alfa. — Pero el que está hablando en este momento no es JungKook, es su lobo. No sé por qué esta aquí y se niega a que salga JungKook y mucho menos su insistencia por estar contigo. Eso último fue lo que me hizo darme cuenta, JungKook jamás; desde que es mi paciente ha permitido que alguien esté con él en alguna revisión, ni si quiera SeokJin.

Hoseok miraba a su amigo, vio como dio unos pasos hacia atrás y se veía consternado. Pero se puso a analizar la situación... Y todo le llego como un rayo de luz. Por eso es que el omega estaba tan raro, su cambio de actitud, la gruñidera al ver que se acercaran a Tae o a él. Incluso su apego hacia su amigo. JungKook no era JungKook, al menos no totalmente. Su animal apareció y creó un camuflaje en donde parecía el castaño pero no, sus actitudes lo delataron cuando llegó el doctor.

— Tae, amigo, debemos buscar a SeokJin y Nam. — Dijo Hoseok tratando de sacar a su amigo de aquella habitación. — El omega de Nam debe estar aquí con él. Amigo, tú también ya te diste cuenta, lo vi en tus ojos. Así que vamos y ahorita subes. — Intentó llevarse a Tae, pero un gruñido proveniente de JungKook lo dejo estático.

— ¡NO! Ya dije que Tae se queda, ¿Por qué? ¿Por qué lo separan de mí? — Gritó, con sus ojos fijos en Hoseok, las lágrimas amenazaban con salir. — Yo me siento bien con Tae, así mi humano luche por negarlo, ustedes no entienden nada. — Bajó su cabeza, había iniciado a llorar. — Déjelo conmigo, si Tae me acompaña a que el doctor me revise, me iré y dejare que JungKook vuelva, no volveré a tomar el control de mi humano... Pero es que es muy terco y no entiende. — Trataba de limpiar las lágrimas que brotaban de las cuencas oculares de su humano.

El doctor analizaba todo lo que el lobo estaba diciendo. ¿Quizás? Se cuestionó observando cómo se miraban el par de chicos. Pero dejaría sus teorías para después, tenía que hacer que JungKook en su parte humana volviera.

TaeHyung sentía que su corazón se partía en pedazos, no lo podía ver así, todo el día trató de protegerlo, cuidar de el para que no llorara o se sintiera mal. Le había hecho caso a su lobo de llevarlo a su casa, ahora se encontraba llorando pidiendo por él. Ya había entendido que JungKook en algún momento dejo de ser él por completo y su animal por alguna razón se apodero de él. ¡Claro! Su lobo sabe desde cuándo, él lo sabe. Con esa idea en su cabeza decidió hablar con su animal.

Oye tú, lobo loco, ¿Desde cuándo sabes que no era él?

Nada, no obtuvo respuesta, su animal se hizo un ovillo, se negaba a hablar con él.

Lobo, dime. ¿Fue desde antes de llegar a la habitación?

Silencio, eso era su respuesta, un enorme silencio.

Ya sé, ya sé, tú dijiste que no dirías nada. Entiendo soy un idiota, virgen descerebrado. Miró al castaño que seguía llorando. — Pero míralo, está sufriendo. El lobo levantó su cabeza y observó al castaño. Chilló bajito, su corazón lobuno dolió. Ahora tenía que ver como aquel omega lloraba y suplicaba por estar con su humano. — ¿No me dirás? Entonces respóndeme otra cosa. Su lobo quedó atento a lo que le diría su humano. ¿Qué querías que olfateara cuando ingresamos a la habitación? El lobo bufó en molestia, otra vez con eso. Si seguían así nunca se daría cuenta, esperaba que su humano reaccionara y utilizara sus instintos. Además que viera más allá de sus narices.

El lobo se cansó, por ese día no le insistiría a su humano. Ahora quería que el omega se calmara, así que a regañadientes le habló a su humano.

Mira no te daré esa información, te lo dije, ahora solo quiero que el deje de llorar. Y tú ayudaras en eso.

¡¿Cómo que no me darás la información?!

No, no lo haré. Es mi última palabra.

Pero, lobo loco, necesito saber. Dijo con tono de agotamiento.

Ya te dije que no. Ustedes dos, humanos tercos y ciegos, se niegan a ver. Dijo de tajo. Ahora hasta que su humano deje esa lucha interna con él y tú dejes lo ciego, no nos meteremos en nada.  Sentenció. Déjame hablar con el omega, yo lo calmaré.

No. No haré eso. Solo te hable para que me dieras información no para que hablaras con el omega de JungKook.

Pareces vieja chismosa, solo quieres saber el chisme, no te interesa su bienestar. Solo despejar tu estúpida duda, y pues no, ahora lo descubrirás solo. Regañaba. Okay, no quieres... Entonces soluciona tú ese desastre, yo me voy. El lobo estaba tomando posición para volver hacerse ovillo y dormir, ya no diría nada.

¡Noooo! Espera, espera. No puedo. Habló Tae casi en suplica. — No me siento capaz de manejarlo, sé que pide por mí, pero siento que es a ti a quien quiere ¿No es así? Esperó la respuesta de su animal. Es así ¿Cierto? Su lobo vio al omega.

No, no seas menso. Tae no entendía. — Pide por los dos, por los dos. Pero yo puedo hablar con él, de alfa a omega.

¡No! No sea y lo reclames como nuestro omega. Tae negó con su cabeza. Hoy estás muy loco, ya te lo dije.

Entonces, hazlo tú. No es nada del otro mundo, solo habla con el cómo estabas hablando antes de que interrumpieran. Así como cuando pensabas que él se refería a tu perfume carísimo Gucci.

Con eso último el lobo guardó total silencio e ignoro a su humano, dejo que TaeHyung pensara en cómo hacer para que el omega dejara salir su parte humana. Pasaron unos minutos en donde todo estaba en silencio, solo se escuchaba los sollozos del castaño. Hasta que el alfa decidió hablar con el omega, utilizaría la última conversación para convencerlo de dejar salir a JungKook.

Respiró profundo, pasó sus grandes manos por su rostro y se acercó lentamente al castaño. Lo sujetó suavemente de la cintura y lo sentó en el borde de la cama. TaeHyung se arrodilló frente al contrario, le dio una mirada al doctor; dándole a entender que saliera un momento de la habitación, Hoseok ya se encontraba fuera de esta. Espero a que el doctor saliera, tomó el rostro del castaño con suavidad, con sus pulgares limpiaba con parsimonia las lágrimas que seguían saliendo de esos ojitos y habló suavemente.

— Lobito, mírame her... — Se detuvo en la última palabra, quizás al lobo también le disgustaba que utilizara esa palabra con él. Su humano siempre le recalcaba que no lo llamara así, entonces frenó su lengua. — Digo... Lobito, ¿Podrías mirarme a los ojos?

El castaño levantó su cabeza lentamente, estaba dispuesto a escuchar al alfa, quería su cercanía.

— Ta-Tae... — Habló entre lágrimas y posando sus manitas sobre las contrarias. — No te limites, dime hermosura. — Sus ojos ahora hacían contacto visual con los del alfa. — A mí me gusta, por favor no dejes de decirlo.

TaeHyung le regaló una sonrisa al sentir el contacto de sus manos.

— Okay, hermosura. — Seguía acariciando las mejillas del castaño y limpiando suavemente cada lágrima que resbalaba por ellas. — Te seguiré llamando así, quiero que estés feliz, quiero ver esos ojitos brillando de alegría y no con lágrimas. Pero también necesito que dejes volver a JungKook.

— ¡Noooo, ya dije que no! — Gritó nuevamente. Se negaba, tenía miedo de que su humano lo alejara del alfa, el necesitaba hacerle entender que lo que sintieron la primera vez que vieron a Tae no era un error, que debían estar con él, y que dejara de luchar con él a causa de su terquedad y miedo. Quería, añoraba que su parte humana entendiera que junto a Tae no sufrirían, que estarían bien y sin dolor. — T-tú... Tampoco me quieres cerca ¿Verdad?, solo estás así conmigo porque tu lobo lo pidió. — Agachó su mirada nuevamente y mordió sus labios para que no escuchara sus sollozos.

— Ay, no. Hermosura no llores más, por favor. — Dijo el alfa al ver la reacción del castaño. — No digas eso, es solo que necesitamos a JungKook aquí. Pero no pienses que te quiero alejar, si fuera así no estaría aquí contigo, aunque ¿Cómo sabes lo que mi lobo me pidió?

El castaño seguía llorando, sentía sinceridad en las palabras del alfa, pero su miedo era enorme, no quería sentirse solo, que su humano lo encerrara por el miedo a ser lastimado.

— Entonces ¿No me alejaras? — El alfa negó con un movimiento de su cabeza. — Si dejo salir a JungKook ¿Seguirás con nosotros? Así mi humano te diga que te alejes. — TaeHyung deslizó sus dedos para tomar la barbilla del castaño y hacer que lo mirara. — Es que tu lobo y yo hablamos por un momento, tú a veces no te das cuenta de muchas cosas. — El lobo de Tae movió su cola y mostró sus dientes con una sonrisa lobuna. Era cierto esos dos lobos por un leve momento en el auto mientras se dirigían a casa de JungKook hablaron mínimamente.

— Mira, lindo lobito, hermosura. — Acomodó un mechón rebelde de ese cabello castaño ondulado. — Si tú dejas salir a JungKook, seguiremos en contacto. ¿Recuerdas que tenemos un trabajo juntos? Me encargare de llevarnos mejor. Además necesito que me digas a que huelo, ya sea hoy u otro día, tú me debes esa respuesta, ¿Cómo identificaste mi aroma?

El castaño sonrió al escuchar al alfa. No se separarían, al menos tendrían tiempo juntos, y así lucharía por ganarle la batalla a su humano necio, terco y testarudo.

— Entonces le daré el control al humano, pero no te olvides de mí. — Dijo el castaño juntando su frente con la del alfa. — Escucha a tu lobo y no le lleves tanto la contraria. Nosotros podemos ver lo que ustedes no. Pero todo a su tiempo, ya verán que lo que nosotros decimos no es capricho, pero tienen que abrir su mente, dejar el miedo. Aquí estaremos tu lobo y yo para cuando los dos se den cuenta.

TaeHyung solo se limitaba a escucharlo, y seguir acariciando su mejilla.

— Tae, lo de tu aroma... — Sonrió con picardía. — Te lo quedare debiendo. Por ahora quédate con que hueles a virgen. — Dejo salir una risita tierna. TaeHyung se rio de igual manera, le pareció tierno y lindo verlo sonreír de nuevo. Ya estaba más calmado.

— Gracias lobito, nos volveremos a ver. — Le dio un pequeño beso esquimal al castaño. — Enserio espero que nos volvamos a ver. Pensó. Tratare de escuchar a mi lobo loco. Lo otro, dejaremos que el tiempo diga que es lo que pasa. — Haría lo posible para hablar con su lobo, esta vez sin regaños, se comunicarían y prestaría atención a lo que le dijera su animal. Con el suceso de que sus animales hablaran entre ellos, en su corazón se instaló una pequeña esperanza y quizás solo quizás si estaba siendo muy ciego. — Pero que lobito tan gracioso. — Acarició la nariz del castaño con su dedo pulgar y sonrió ampliamente, dejando ver esa hermosa sonrisa cuadrada. — Resulta que si huelo a virgen, eres muy cómico, lobito.

Sin decir nada más el lobo desapareció, un destello dorado se vio en los ojos del castaño, seguido de eso se desmayó... Ya no estaba, se había marchado. TaeHyung en un rápido movimiento recibió el cuerpo inconsciente del castaño y lo recostó suavemente en la cama. El doctor Soo ingresó y el salió de la habitación.

— Bueno eso si fue extraño y lindo. — Habló Hoseok, observando a su amigo que esperaba fuera del pasillo, no pensaba marcharse hasta que el omega reaccionara. — ¿Qué es eso de que hueles a virgen? — Cuestionó, seguido de una gran carcajada. — ¡Amigo, hueles a virgen, virgen! — Decía entre fuertes risas y olfateando a su amigo.

Si, Hobi, fue extraño. No sé qué paso hoy, pero siento que esto cambiara muchas cosas. — Habló cruzándose de brazos y recargándose en la pared del pasillo. — No te interesa, y no huelo a eso, cállate y no me olfatees. Deja de ser payaso y vamos a buscar a Nam y su omega, eso último, quién iba a pensar que se reencontraría con él y en estas circunstancias. — Dirigió sus pasos para bajar las escaleras e ir en busca de su primo.

— Está bueno, está bueno, vamos pues. Pero tendrán que decirme la historia de Nam y su omega y la tuya también. — Dijo mientras acompañaba a su amigo.

Capítulo dedicado a _Anbho_

Amiga, gracias por acompañarme en esta locura 💜. Eres mi Patricia, compañera de sustos, risas, lavados oculares, nasales y florales 😅🤭.

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