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CAPÍTULO DIECISEIS
SHUT UP
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CARLOS NO TENÍA ánimos para nada en lo absoluto. Pero justo tenía que quedar bien con el chico que le ganó a la chica de sus sueños.
Evie le contó todo lo que le dijo Bianca, técnicamente su historia de amor con el descendiente de Hércules. Hector de verdad le caía bien era muy amable y bueno con ellos más nunca llego a imaginar que traía algo con Bianca, el se guiaba por las revistas y entrevistas, lo tenían tan bien guardado.
No tenía muchas ganas de ir al entrenamiento pero ya había quedado con ellos y sería una grosería no asistir.
También iba por Jay, al moreno se le veía emocionado, muy raro en el, su actitud cambió considerablemente después de la fiesta del sábado, según le contó pues hizo amigos del equipo y quería "patearles el trasero" en el entrenamiento.
Estaban en los vestidores colocándose el equipo que les prestaron para las pruebas cuando escucharon unos golpes en los lockers giraron inmediatamente encontrándose con un chico castaño muy alto.
— Hola Jay — saludo al árabe con una sonrisa la cual para extrañeza de Carlos su amigo respondió y se acercó a hacer un saludo. — Te pusiste muy mal el sábado — Jay rió con sarcasmo a la burla del más alto.
— Te recuerdo que el que se dejó usar como pizarrón fuiste tú — ahora el turno de burlarse fue de Jay y Tarrant solo bajo la cabeza riendo levemente.
No fue hasta que levantó la vista encontrándose con Carlos en el fondo tímido. Tarrant le hizo una seña en con la cabeza a Jay preguntándole quién era el peliblanco.
— Ah el es mi amigo Carlos — lo jalo bruscamente a su lado — Carlos, el es Tarrant, el capitan.
El bicolor sonrió incómodo y Tarrant solo le dio una mirada inseguro, no creía que el pequeño fuera material para su equipo.
El moreno era muy cuidadoso en las personas en su preciado equipo, todos eran muy buenos el que no podía presumir mucho era Chad y estaba hablando con el entrenador para remplazarlo pero cuando le ganó en el pequeño partido para definir si estaría en el coro le dio otra oportunidad.
— Solo los mejores están en mi equipo. — hablo serio — Será un prueba muy dura, prepárense.
( 👑 )
En el campo el entrenador les explicaba las pruebas y reglas básicas hasta que la sonrisa orgullosa del entrenador mirando algo a sus espaldas los hizo girar.
*si quieren ambientarse pongan la música*
Jay y Carlos miraron cómo el equipo entraba en la cancha, parecía que corrían en cámara lenta y les daba un buen toque el que Tarrant los liderará.
— Comencemos.
( 👑 )
Brincaban, saltaban, golpeaban, si era un prueba muy dura.
Carlos ya no podía con su cuerpo estaba demasiado cansado nunca había hecho tanto ejercicio en su vida. En cambio Jay parecía niño en fábrica de dulces, completaba todas las pruebas sin dificultad alguna.
Lo que ponía peor a Carlos es que las porristas estaban a solo unos metros de ellos practicando y bailando ahí estaba Bianca y el haciendo el ridículo.
Ya era la última racha tendrían que lanzar el balón a una distancia considerable y recibirlo.
Jay queriendo lucirse lanzó el balón no al receptor sino hasta la zona de anotación y fue un tiro perfecto. Tarrant, Hector y Tim lo felicitaron orgullosos por su gran lanzada. Y luego fue el turno de Carlos.
El chico estaba muy nervioso, cansado y sudado. Respiraba agitadamente y ya hasta incluso creía ver borroso por el cansancio. Puso su último esfuerzo en el lanzamiento pero no fue suficiente, el balón ni siquiera llegó al chico que se supone que lo atraparía además de que fue un pase terrible.
Varios del equipo rieron levemente y Carlos suspiro rendido.
— Lindo Carlos — se burló un chico rubio y Carlos giro a verlo molesto para después reír de forma sarcástica.
— Oye Chad, cierra la boca. — Un pelinegro lo amenazo de forma divertida extrañando a Carlos.
— Yo te ayudo amigo... — el pelinegro se acerco a él dándole una palmada en el hombro ignorando las miradas del resto de equipo.
Carlos seguía viéndolo con el ceño fruncido, era como si ya lo conociera.
— Me resultas familiar. — Soltó de repente el peliblanco.
— Si... me lo dicen mucho — el responde sarcástico sin prestarle mucha atención a lo que dijo el más bajo — Mira para atrapar el balón tienes que poner tus manos de esta forma. — Le acomodó sus manos y se alejó unos cuantos pasos para que el balón llegara bien al chico pero igual no pudo agarrarlo.
— Mmm creo que puedes ser pateador — Lo ánimo y Carlos le sonrío agradecido por intentar ayudarlo.
— Gracias... De verdad creo que te conozco. — Insistió con el tema pues estaba seguro que en algún lado lo había visto.
— Tal vez a mi no, — El chico sin embargo no reconocía al peliblanco, sabía que era hijo de Cruela de Vil por su cabello pero no recordaba haberlo visto antes — Pero si debes reconocer a mi madre Blanca Nieves.
Le dio un último golpe amistoso en el hombro y posteriormente se reunió con Héctor a unos pasos de el mientras que Carlos seguía mirando en su dirección asombrada.
« ES EL HERMANO DE BIANCA » pensó.
Se quedó pensando unos segundos hasta que la voz del entrenador lo sacó de estos.
— Bien Jay, bienvenido al equipo. — Tarrant le estaba entregando un jersey azul con el número ochenta y seis en color amarillo.
Hector y Tim felicitaban al moreno hasta que el entrenador giro serio a Carlos.
— Tal vez a ti te venga mejor el tenis. — Carlos Sonrió forzadamente.
Nadie contaba con que Nicholas saltara en su defensa.
— Entrenador dele otra oportunidad — abrazo por los hombros a Carlos dejándolo confundido — yo lo ayudaré a entrenar por las tardes, promete esforzarse. — Habló por el.
Carlos no tenía nada que decir, no le entusiasmaba tanto la idea de estar en el equipo pero después de todo no quería quedar como un tonto además que si el chico se estaba ofreciendo a ayudarlo no podía rechazarlo así como así, su único "amigo" hasta el momento era Brutus. Y aunque ya era casi perdido le convenía llevarse bien con el hermano de Bianca. Así que solamente sonrío de acuerdo a la idea haciendo rodar los ojos al entrenador y con pesar le extendió un jersey.
Cuando Carlos lo tomó y lo extendió y al ver el número que le tocó hizo cara de "¿es en serio?"
— Ya no molestes niño. — Carlos suspiro.
Tendría que aguantarse a traer el número ciento y uno. Colgó la camisa en su hombro y caminó en dirección a los vestidores sin compañía de Jay ya que este se quedó hablando con los chicos del equipo quedando para hacer algo más tarde. Carlos ni intento acoplarse. El tal Tarrant a leguas se veía que no lo quería en su equipo, no conocía al otro moreno y Héctor era con quien menos quería convivir.
Ya casi llegando a los vestidores escuchó gritillos de emoción pero no quiso ni voltear a ver, se sentía mal por lo de Bianca y estaba muy cansado. Solo quería llegar a su dormitorio y descansar.
( 👑 )
Antes en el entrenamiento...
— Vamos Mal — animó Evie — Bianca nos invitó de buena fe. — habló emocionada.
— Exactamente por eso. — Respondió la pelimorada harta de la insistencia de su mejor amiga.
Bianca había invitado a Evie y a Mal al equipo de animadoras y ese día serían las pruebas pero la ojiverde se negaba a tal "humillación" no quería usar falda mientras cantaba y bailaba alrededor de princesitas primorosas. Definitivamente no.
Evie suspiro rendida, llevaba más de una hora insistiéndole y Mal al ver a la peliazul cabizbaja la tomó del hombro apoyándola.
— No te preocupes igual estaré cerca para apoyarte — le dio una diminuta sonrisa.
En cambio Evie Sonrió de oreja a oreja y abrazo de forma efusiva a la más baja y corrió en dirección a Bianca la cual se encontraba a unos cuantos metros.
— ¿Mal no vendrá? — pregunto confundida la pelinegra.
— Está indispuesta pero agradece la invitación. — Bianca solo asintió y posteriormente le explicó la dinámica para entrar al equipo.
Le había enviado una rutina fácil de aprender a Evie y está después de verla unas cuantas veces logro aprendérsela.
Por otro lado Mal con un simple mensaje de texto le cambio el lugar de encuentro a Jelsen pues el le "ayudaría" con la pócima, claro que no planeaba decirle sus verdaderas y negras intenciones.
Se sentó en las gradas a dibujar hasta que minutos después sintió una mano en su hombro que la hizo dar un brinco e inmediatamente giro molesta al peliblanco que la miraba divertido.
— Agh — le dio un manotazo — eres un imbécil.
El sonrió y puso una mano en su pecho como si le hubieran dicho el mayor cumplido del mundo.
— Gracias... — Mal rodó los ojos y siguió con su dibujo.
En cambio Jelsen volteó a la cancha dándose cuenta de un gran detalle. Abrió los ojos sorprendidos y se relamió los labios antes de hacer enojar a Mal. Se había vuelto una de sus actividades favoritas, en la clase de magia para el era muy divertido ver molestarse a la pelimorada.
— Vaya... cinco días aquí y ya le gustas al deportista estrella.
— ¿Qué? — giro de repente — ¿De que hablas? — Jelsen simplemente le señala la cancha y ella descubre a un chico castaño mirándola con una sonrisa ladina.
— Siéntete especial, nadie llama la atención de Tarrant.
Mal hizo una mueca por su comentario, sonaba tan tonto en todos los sentidos.
— ¿Sentirme especial porque alguien se fijó en mi? — preguntó retóricamente — No, gracias. No estoy para novios.
Miró sin interés alguno al grandote de la cancha de fútbol. No lo negaba, era muy atractivo, pero estaba ahí para robar la varita, nada más.
En cambio a sus espaldas estaba el chico de vestimenta oscura que miraba a la pelimorada con una sonrisa.
— En fin — giro nuevamente a el asustándolo haciendo que borre la curva de sus labios — ¿Me ayudaras con esta pócima o no?
El asintió y bajo una grada para estar a su lado y Mal inmediatamente le extendió un papel con los ingredientes y preparación. El peliblanco con base fue leyendo más iba frunciendo el ceño.
—... Esto... es una pócima de amor. — Volteó a verla de forma sospechosa.
Mal sonrió escondiendo su verdadero plan, tenía la excusa perfecta.
— Así es, mira conseguí una forma de ganar dinero aquí en Auradon, conseguiré dinero a cambio de pócimas y hechizos.
El la miró asombrado, ni en todos sus años en Auradon se le había ocurrido tal idea aunque no es como si pudiera hacer mucho como ella.
— Pareces menos inteligente. — Mal lo miró molesta y le arrebató el papel y Jelsen soltó una gran carcajada. — Tranquila, te ayudaré... pero — la ojiverde rodó los ojos — quiero parte de la ganancia.
Mal abrió los ojos nerviosa, tendría que buscar una forma de conseguir dinero para pagarle al chico y que no sospechara.
Bufo rendida y le extendió la mano para cerrar el trato y el la aceptó gustoso.
— ¿Sabes? Podríamos dedicarnos a esto y ser soci... — la expresión seria de la chica lo hizo cortar su propia ilusión — O tal vez no...
( 👑 )
Evie vio como Mal se había ido con un chico rubio antes de que terminaran las pruebas de animadoras pero al final no le dio mucha importancia.
Volteo decidida a preguntarle a Bianca si querían ir por un café o algo pero la encontró sonriendo bobamente en dirección a donde entrenaban los chicos y al seguir su mirada se encontró con un pelirrojo que la miraba de igual forma.
Le dio mucha ternura ver cómo su amiga estaba enamorada y feliz. Se sentía mal por Carlos pero uno no manda en el corazón.
— ¿Ya se lo dijiste? — preguntó con una sonrisa haciendo que Bianca saliera de su ensueño.
— A-Ah ¿decirle que? — respondió nerviosa colocándose un mechón de cabello detrás de su oreja. Evie aunque no tuviera mucho tiempo de conocerla se sorprendió por verla actuar de esa forma siendo que esos días quedo muy en claro cómo era la personalidad de Bianca.
— ¡Que lo amas! — Mariela salió de la nada sorprendiendo a ambas chicas.
— Aún no se como... — habló en voz baja — Quiero que sea especial... algo como el hizo — sonrió enamorada sin poder evitarlo.
Bianca si estaba decidida a decirle a Héctor que también estaba enamorada y que quería intentar algo con el. Mando todo a la mierda, sabía que el no la iba a esperar toda la vida y que tarde o temprano se iba a hartar y estaba dispuesta a arriesgar su plan de vida por el.
Mariela rodó los ojos ante tanta cursilería mientras que Evie sonrió emocionada.
— Ya hasta lo besaste mujer — recriminó la pelirroja — ¡¿qué esperas?!
— Wow wow — Audrey se integró a la conversación — ¿Tu y Héctor ya se besaron? — pregunto emocionada pues no había que ser un genio para saber quién traía así a Bianca.
Bianca asintió sonrojada y las chicas chillaron emocionadas.
— Piensa bien que le dirás — se interpuso Crystal igual de la nada — nada de echarse para atrás... otra vez.
Todas las chicas presentes miraron de forma recriminatoria a la pelinegra y asintieron de acuerdo con la rubia la cual era la única que no estaba con el uniforme de porrista, a ella no le gustaban ese tipo de cosas pero siempre iba a los entrenamientos para apoyar a sus amigas.
— Está bien está bien... le dire mañana. — Sentenció y las chicas la miraron ceñuda.
¿Por qué esperar hasta mañana si le podía decir en ese momento?
Y Bianca entendiendo su confusión señaló detrás de ellas como el equipo celebraba por su nuevo integrante. Siempre que alguien nuevo entraba hacían uña tipo "iniciación" y desaparecían todo el día, era algo sagrado.
Aunque Héctor miraba a Bianca deseoso de ir corriendo hacia ella y besarla nuevamente ninguno de los dos había tenido tiempo libre y ni había forma de contactarse porque el pelirrojo no contaba con su celular. Y aunque se lo llevaron casi a rastras no podía faltar a una iniciación. Además Bianca siempre sin falta los lunes, miércoles y jueves estaba en su tienda.
Ya se verían mañana...
( 👑 )
Los chicos ya se habían puesto algo más cómodo para ir al restaurant-bar del papá de Tarrant el cual igual que su hijo estaba muy comprometido con el equipo y siempre los dejaba hacer sus iniciaciones y aportar en lo que hiciera falta.
Héctor y Nicholas estaban afuera de los vestidores esperando al resto de los chicos.
— No es por sonar como señora urgida pero ¿cuándo saldrás con mi hermana? — puso una mano en su cintura mientras miraba despectivo a Héctor.
— Pronto, lo juro — respondió — nada me haría más feliz...
— Ya ya, mucha cursilería — lo corto haciéndolo reír.
— Deja de hacerte el duro, si tienes sentimientos — Nicholas lo miró con el ceño fruncido — Fue lindo que ayudaras a Carlos.— Hector le sonrió.
— Si... bueno, quería borrarle la sonrisa de estúpido a Chad y además si no fuera por ti y por Fil sería igual que el — exclamó divertido.
Hector también rió hasta que recordó que su amigo rubio había salido muy rápido de los vestidores cuando suele ser el que más tarda, después de Tarrant.
— Hablando de... ¿y Chad? — preguntó extrañado el pelirrojo viendo a espaldas de Nicholas por lo que este también volteó para buscar con la mirada al ojiazul.
Y la escena con la que el par se encontró no le agradó para nada al pelinegro.
— Em, llámame cuando estén por irse, al rato los alcanzo. — Habló Nicholas sin mirar a Héctor yendo en dirección al rubio y su acompañante.
— Nick... yo — siguió su camino sin mirar atrás dejando al pelirrojo con la palabra en la boca — no tengo celular... — suspiro rendido.
Héctor no entendió el porqué de la actitud de Nicholas al ver a Evie y Chad hablando debajo de las gradas. Pero de algo estaba seguro, su amigo estaba muy enojado.
Bianca hermosa ya está en mi libro de meet my ocs por si quieren saber más de ella y su historia ya que ahí puse varias cosas que no mencionaré mucho en la historia.
Igual y subo el siguiente cap antes del día de actualización ya que va como complemento con este pero no lo quise hacer muy largo y es como una disculpa por la demora.
Se me ocurrió este meme jjaajsja también pueden hacerlos y enviármelos créanme que nada me haría más feliz
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