𝐺𝑟𝑒𝑎𝑡 𝐶𝑙𝑖𝑒𝑛𝑡 ♡︎
Era tarde en la noche, fría y solitaria como siempre, pero para katsuki era una buena noche, después de Todo sus chicas estaban trabajando muy bien y sin ningún contratiempo mientras el estaba en su oficina firmando un papeleo.
A pesar de ser un hombre poderoso con más de 5 bares y burdeles más reconocidos de la ciudad también era muy responsable con sus cosas, sentía que nadie mejor que el podía hacer su trabajo, y en su caso no se equivocava además no es como si no le gustará lo que hace.
Pero eso ya lo dejaremos para otra historia.
Estaba muy cómodo en su oficina personal hasta que la puerta fue tocada de forma fuerte y persistente, frunció el ceño mientras cada vez más se sentía irritado por el fuerte golpeteo contra su puerta.
── Adelante.── Gruño mientras seguía en lo suyo.
Por la puerta entro una bella chica morena con el cabello de un inigualable color rosa, la chica entro algo apurada y con una cara de terror absoluto, está se paró frente a su amigo y jefe y este la miro con suma atención.
── Kats, afuera está el señor Midoriya, dice que quiere ver a todas la chicas para elegir a la mejor.── Expreso algo tensa. ── Algunas de las chicas están ocupadas.
Al oír aquel apellido katsuki se levantó bruscamente de la silla, que hacia el en su local principal, y por qué haciendo aquella petición tan descabellada.
── Con un demonio.── Gruño.
De forma apurada salió de su oficina para darle cara al hombre que hacía tal petición, se estremeció de solo pensar en que aquel hombre podría hacerle daño a una de sus chicas.
O aún peor podria poner patas arriba su burdel, algo que el no permitiría, primero eso hombre tenía que pasar sobre el antes de cometer tal barbaridad.
Izuku se sentía muy aburrido, había dado una orden clara y exacta no sabía el porque aún no le habían traído lo que había pedido, se estaba aburriendo poco a poco y eso no era una buena señal para absolutamente nadie en el burdel.
── ¿El dueño de este local me va a honrar con su presencia para que cumplan mi petición?── Pregunto a la peliverde que estaba en la barra sirviendo el whisky.
── Creo que aún no tarda en venir señor.── Respondió de forma temblorosa.
Aquella mirada esmeralda furtiva estaba haciendo que se quedará sin voz, aquel hombre cada vez más estaba perdiendo los estribos, furioso se tomo el whisky y azoto el vaso contra la barra.
Justo cuando iba a empezar a gritar una melodiosa y profunda voz lo detuvo.
── Quien te crees que eres para venir a asustar a mis chicas y después hacer una petición tan descabellada, si tienes muchas ganas de follar pide a alguien que esté disponible.── Gruño el cenizo.
El peliverde dirijo la mirada hacia a dónde provenía la voz y grande fue su sorpresa al ver un lindo chico de cabello cenizo en un traje color vino, tenía un corset que apretaba sus definidas curvas mientras que el pantalón era apretado.
Resaltando a si su redondo trasero, su camisa era ceñida a su voluptuoso pecho haciendo que el más alto dirigiera su mirada hacia a ese lugar en específico.
── Eres un chico muy lindo pero nesesito hablar con tu jefe hermoso no contigo, aunque eres muy lindo, tal vez cuando el dueño del local aparezca ya me haya decidido por ti precioso.── Gruño de forma coqueta el peliverde.
── Estás hablando con el jefe pedazo de imbécil, si no vas a pagar por el servicio de mis chicas entonces lárgate.── Rugió de forma sonora haciendo que el peliverde abriera los ojos enormemente.
Era la primera vez que alguien le hablaba así debido a su estatus como uno de los hombres más peligrosos del continente.
── Bien hermoso si eres el jefe de este lugar me gustaría llegar algún acuerdo contigo, ¿Podríamos hablar a solas hermoso?── Pidió en un tono de súplica.
El cenizo solo lo miro antes de responder al molesto hombre que había venido para porner su burdel de cabeza.
── Camina.── Gruño mientras se daba la vuelta.
El peliverde miro atentamente como ese trasero rebotaba ante cada paso que daba el cenizo, inconcientemente se lamió los labios con hambre antes de murmurar por lo bajo.
── Si vas a bendecirme con esa grandiosa vista voy a dónde tú quieras.── Dijo mientras sonreía.
Sin más se dirigieron hacia la oficina del cenizo que estaba apartada de las demás habitaciones que eran utilizadas para el trabajo de sus chicas.
── Aver imbécil, que es lo que quieres.── Hablo por fin cunado llegaron.
── Sabes creo que ya decidí quien me va a dar el servicio.
Hablo en un tono neutral mientras miraba a el cenizo quien Suspiro aliviado, por fin podría volver a trabajar en paz y tranquilidad.
── Bien pues ve y-
── Quiero que seas mío está noche hermosura.── Hablo el más alto haciendo que el cenizo quedará en blanco.
── ¿He?
Katsuki quedó completamente blanco, que le había dicho aquel idiota, esto tenía que ser una broma de mal gusto, el mayor se levantó para después ir hacia el blonde y tomar su cintura de forma posesiva, este se acercó a su oído y gruño con suavidad mientras olía el cuello del cenizo.
── ¿Crees que acaso soy algún tipo de puta barata?── Gruño el más bajo.
Este coloco sus manos en su pecho dispuesto a separarse de ese pedazo de idiota pero este lo seguía apretando contra su cuerpo mientras pasaba su lengua por su oreja haciéndolo estremecer.
── Tranquilo, pagaré lo que me pidas por una sola noche.── Dijo mientras bajaba lentamente por su cuello.
── ¿Y como se que me pagarás la cantidad que te pida?── Cuestionó.
── Mi apellido no dice suficiente.── Ronroneo mientras daba leves mordidas a ese cuello pálido y apetitoso.
── Podrías ser un farsante.── Se atrevió a decir.
El mayor por fin se digno a levantar la vista y mirarlo directamente a los ojos, aquellos ojos verdes parecían un poso interminable en el cual para ser sincero estaba dispuesto ahogarse.
── Tengo a más de veinte hombres afuera, con solo una llamada serían capas de entrar y acabar con todo a su pasó.── Expreso algo tétrico.
── ¿Eso fue una amenaza?── Pregunto mientras su vista bajaba hasta los labios de su captor.
Se veían tan malditamente deliciosos.
── Solo estoy respondiendo a tus preguntas cariño, ¿Quieres probarme?── Una sonrisa surco sus labios al ver el deseo en eso ojos carmín.
El peliverde se acercó dispuesto probar aquellos labios color cereza que se le habían antojado desde el momento en el que los habia visto, pero el cenizo desvío la mirada para después responder.
── Si te doy una noche vas a lárgate y jamás volver a mi local.── Gruñó.
── Lo prometo lindura.── Prometido mientras sonreía de oreja a oreja.
Justamente cuando iba a reclamar aquellos labios el cenizo volvió a apartar la mirada para volver a hablar.
── Y quiero 20 millones, ¿está claro?
── Tenemos un trato bebé, pero eso sí, puedo hacer lo que yo quiera con tu cuerpo está noche y no puedes negarte a mis órdenes.── Dijo con una sonrisa.
── Trato.── Cedió el cenizo.
Este jamás pensó que alguien fuera a pagar tal cantidad solo por pasar una noche con el, claro ya lo habían hecho anteriormente pero jamás una suma tan elevada, este era su día de suerte.
Sin más el mayor estampó sus labios contra los suyos de forma ruda haciéndolo gemir levemente, este lo tomo fuertemente de las nalgas y lo sento sobre su escritorio importandole muy poco su papeleo.
Este devoraba su boca con hambre haciendo que poco a poco se quedará sin aire, pero no podía quejarse, se sentía tan malditamente bien, el mayor apretó su culo con saña queriendo enterrarse allí y embestirlo hasta que todo el mundo supiera lo bien que se lo estaba cogiendo.
El peliverde empezó a jalar su corset dispuesto a quitárselo pero no lo permitió, no iba a coger en su oficina, eso sí que no, cuando logro separase de aquel beso tan demandante jadeo cuando esté atacó nuevamente su cuello.
── Aquí no...── Pidió jadeante.
── ¿No que?── Gruño mientras mordía con fuerza el cuello del más bajo.
Quería dejar marcas en aquella piel cremosa y limpia.
── No vas a cogerme en mi oficina.── Sentenció.
El cenizo le dió un empujón mientras bajaba de la mesa, apago las luces y salió de la oficina siendo seguido por el hombre que estaba algo ofendido por haber Sido empujado de forma tan brusca.
Katsuki iba a dirigirlo a una de las habitaciones normales hasta que recordó la cantidad de dinero que el hombre había ofrecido por el, así que siendo un poco considerado lo dirigió hasta una de las habitaciones VIP.
Justo cuando llegaron a la habitación fue cargado como un costal de papas que lo tomo desprevenido.
── ¡Ten cuidado maldito impaciente! ── Grito furioso pero el hombre ignoro sus gritos y lo lanzo a la cama.
Este subió sobre el y callo sus quejas con un beso fogoso, el cenizo no pudo evitar gemir ante las demandantes caricias de su acompañante, este era tan apasionado que mordía sus labios en cada oportunidad.
Este atacaba su cavidad bucal con tanto esmero que sentía que se estaba desvanecido, debía de admitirlo el hombre le estaba brindando un gran placer.
Este empezó a jalar nuevamente su corset hasta poder quitárselo, con lentitud empezó a quitar cada botón descubriendi así su pecho, fácilmente podría ser considerado una mujer por su anchas caderas y cuerpo de infarto.
O eso fue lo que pensó izuku al verlo, el chico se le servía como un postre de primera clase, su piel blanca y suave al tacto, su pequeña cintura que cabía perfectamente bajo sus grandes manos con cicatrices.
El chico era aturdidor.
Mientras katsuki se sentía algo aturdido, sabía que era deseado pero no pensó estar en esta situación tan comprometedora con un hombre tan peligroso, pero se sentía tan correcto entregarle su cuerpo a ese hombre, sentía que perdía el aliento por esos ojos color jade que lo admiraban con deseo.
Izuku lo miro detenidamente antes de agacharse y tomar entre sus labios uno de esos pezones sonrosados mientras apretaba el otro con sus dedos, katsuki gimió fuertemente mientras tomaba aquel cabello revoltoso entre su dedos.
El pecoso succionaba con fuerza haciendo que el más bajo se retorciera debajo de el y arquera la espalda, katsuki tapó boca avergonzado por los aireados jadeos y gemidos que salían de esta, como diablos aquelll se sentía tan malditamente bien.
Había que decir que no era la primera vez que katsuki era el de abajo pero jamás habian jugado con su pecho.
── O-oye ¡Basta!── Suplico con la cara roja de la vergüenza.
El mayor sonrió con el pezón entre sus dientes mientras lo mordía y volvía a chupar, cuando por fin dejo ese pequeño pezón en paz estaba totalmente rojo y sensible, amaría ver cómo se quejaba a la mañana siguiente tratando de colocarse la camisa.
El menor jalaba desesperadamente su cabello intentando separarlo pero el mayor le gruño en advertencia.
── Recuerda el trato cariño, puedo hacer contigo lo que se me plazca está noche.── Sentenció con una sonrisa mientras aprisionaba el otro pezón entre sus dientes y lo mordía para después chupar con gula como si esperará que algo saliera de allí.
El menor se resigno y empezó a morder su labio inferior mientras callaba sus gemidos, se sentía avergonzado, que pensarían sus chicas si oían a si jefe gemir como una perra mientras le daban una mamada a sus pezones.
Se erección bb dolía entre sus apretados pantalones, totalmente llorosa y desatendida rogando por algo de atención, soltó un pequeño chillido cuando le dieron una última mordida a su pezón antes de que el mayor se enderezará y viera su obra de arte.
El cuello del más bajo tenía la marca de sus dientes y pequeños chupones que le había dejado, lentamente bajo por su blanco pecho hasta ver sus pezones, rojos y con su dientes en ellos, verlo en la mañana si que sería un placer.
Algo que le molestó fue ver cómo el cenizo trataba de callar sus gemidos mientras el se moría por escuchar.
El hombre se bajó de la cama y camino hasta la sillón que estaba frente a la cama, se sirvió algo de whisky que había en una pequeña mesa frente a el sillón para después sentarse y sacar un cajetilla de cigarrillos que tenía en su saco.
Saco uno y lo encendido bajo la atenta mirada de el más bajo quien lo miraba con confusión.
── Quiero que te desnudes y te prepares para mí hermoso, eso sí, quiero que te recuestes boca abajo y me muestres como te preparas, y no te calles ni un solo gemido o voy a cancelar el trato.── Ordenó mientras tomaba algo de whisky.
Izuku se sentía algo aburrido, si el chico era lindo y con un sensual cuerpo, pero si este no lo dejaba escuchar su melodiosa voz tal vez tendría que castigarlo un poco.
Katsuki lo miro con enojo para después bajar de la cama, quien se creía ese pedazo de mierda para darle órdenes a él en SU burdel.
── Pues vete a la mierda pedazo de idiota, puedes meterte tu trato por el trasero.── Dijo mientras bajaba de la cama tomando sus cosas.
Iba a abrir la puerta e irse a su oficina y terminar su papeleo mientras llamaba a seguridad y les decía que sacarán a ese idiota que su local, pero al abrir la puerta se encontró con dos hombres grandes y corpulentos que lo hicieron retroceder.
── Creo que no fui lo suficientemente claro, vuelve aquí y haz lo que te dije, por qué si sales por esa maldita puerta te traeré del cabello y te follare hasta que me ruegues parar.── Gruño con voz profunda mientras dejaba salir humo de sus labios.
Katsuki sintió como el sudor frio recorrió su espalda mientras miraba como el hombre se cruzaba de piernas y lo miraba con esos penetrantes ojos verdes desde la habitación, iluminado por las tenues luces de color neón que adornaban la pared de la habitación.
Katsuki trago gordo mientras sintió un como un calorcito se instalaba en sus pantalones, aquello había sonado tan malditamente sexy y dominante que se sintió algo aturdido.
En qué demonios se había metido.
Buenas buenas mis amores una nueva historia, espero les guste y se diviertan en esta travesía, jeje, acabo de salir de vacaciones por una semana así que haré lo que pueda para traerles más capitulos y terminar con lo que tengo planeado.
Ahora sí sigamos 🤤🤍
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