┃Capitulo 20┃
Shoto caminaba por los pasillos de la mansión de forma apresurada mientras trataba con todo su ser de no llorar, aunque quisiera fingir que no vio nada si lo hizo, vio como katsuki se lanzó a los labios de izuku.
Vio como ambos compartían aquel tierno beso, sintió como su corazón quedó oprimido de solo ver aquella esena, no lo mal entiendan, el adoraba a katsuki con todo su ser, pues los pocos meses que llevan conociéndose se convirtieron en hermanos.
Peleando y entrenando codo a codo, pero no podía evitar sentirse herido, ama izuku con todo su ser desde que se encontraron por primera vez, algo le decía que izuku era para el.
Lastima que las cosas no sean como uno las planea.
De forma apresurada fue a su habitación y se encerró, nesesitaba un momento a solas, solo nesesitaba un momento para asimilar las cosas, por qué sabía que en algún punto esos dos estarían juntos y el estaría allí para apoyarlos por mucho que le duela.
Miro hacia su mesa de noche en dónde estaba una foto donde estaban el y izuku en su primer encuentro, como olvidar el día en el que se enamoro de aquel peliverde.
Hace 7 años...
Shoto se sentía algo fuera de lugar, como si estuviera entrando en algún tipo de trance cosa que se había vuelto cada vez más común con el paso del tiempo, después de todo se sentía solo.
Su padre solo era un maldito egocéntrico que le hacía daño en cada oportunidad que tenía, siempre mostrando lo como un premio solo por se un Omega hermoso y exótico, su piel pálida su cabello de dos colores y sus ojos heterocromaticos eran algo muy especial en el.
Ni siquiera su cicatriz en su ojo izquierdo lo hacia ver mal, solo lo hacía más hermoso a los ojos de cualquier alfa, era algo mas allá de este mundo, y el no podía evitar sentir asco ante ello.
Desde que se presentó su casta Omega los alfas solo lo miraban como un premio, habían intentado secuestrarlo, marcarlo y quitarle su pureza, gracias a Dios en cada una de esas situaciones pudo ser salvado.
Pero nada le decía que no se volvería a ocurrir o aún peor, que alguien vendría a salvarlo, una ráfaga de frío hizo que su cuerpo extremecer.
Era otoño aunque le gustaba el clima frío se sentía solitario, como si nada ni nadie estubiera para el, su madre estaba muerta, su hermana ya había conseguido a alguien y se había ido y sus hermanos se habían ido del país a vivir su vida como ellos quisieran.
Solo quedaba el con su padre.
Pero es como si estuviera destinado a estar solo.
── ¡Shoto!── Aquel grito solo lo hizo fruncir el ceño, no quería lidiar con el.
Se levantó de la pequeña almohada en la que había estado sentado para después mirar a su padre con su típica cara neutral, un alfa de cabello rojo y fuertes rasgos masculino se paró en frente de el.
En su rostro había una sonrisa burlona que representaba lo feliz que estaba por haber logrado su cometido.
── Ve y arréglate, uno de mis mejores socios vendrá junto a su hijo y nesesito que le deis una buena imagen.── dijo con alegría.
Sin más se retiró dejando al menor con ira burbujeante en su Interior, que acaso solo era un juguete para la diversión de otros, uno el cual tenía que vestirse cual muñeca para agradar a los demás.
Un suspiro tembloroso salió de sus labios, quería llorar y gritar hasta dejarse la garganta, pero no quería meterse en problemas, sin más camino hasta llegar a su habitación.
Tomo uno de sus mejores kimonos y se vistió, se echó un maquillaje muy sutil, solo para resaltar su belleza y después de una hora salió al llegar al salón principal pudo escuchar la estruendosa risa de su padre junto a la de otro.
Con delicadeza tocó la puerta escuchando un pase del otro lado, las puertas fueron abiertas dejando ver su figura y un toque de lavanda inundado el lugar.
Paseo su vista encontrando a su padre y a un hombre de aspecto macabro a su lado, pero lo que más llamo su atención fue aquel joven de cabellera rizada que le hallaba a su lado, cuando el peliverde levantó la vista se quedó sin aliento.
Sus ojos eran transparentes, su leve olor a bosque lo hizo salivar, pero si era muy guapo, un sonrojo apareció en sus mejillas al verlo sonreír de forma cordial, aquel aire de amabilidad que lo rodeaba hacia latir su corazón fuertemente.
── Bueno, Midoriya este es mi hijo shoto un Omega dominante.── Dijo con orgullo el pelirrojo.
── Es muy hermoso, ¿No lo crees? Izuku.── El peliverde dirigió su mirada verdosa hacia a él.
Su orejas se colorearon de carmín al sentirse observado por aquella penetrante mirada esmeralda.
── Si es... Hermoso.── Halago.
Aquellas palabras hicieron que tanto shoto cómo su Omega se sintiera afortunados, habían Sido halagados por un alfa de alto rango, además muy guapo.
── Shoto Puedes ir y mostrarle el lugar al joven Midoriya mientras que nosotros hablamos de negocios.── Ordenó el hombre.
El más bajo asintió haciéndole una seña al peliverde para que lo siguiera, cuando estuvieron afuera empezaron a caminar en completo silencio, shoto no podía hablar, su vergüenza no se lo permitió.
Justamente cuando se había armado de valor para decir alguna frase el peliverde hablo.
── Se nota que no eres feliz con tu padre.── Dijo en un tono bajo.
Shoto solo atino a sonreír con tristeza.
── No es como si tuviera opción, después de todo soy omeg- ── De repente izuku lo tomo de los hombros para verlo fijamente.
── Nunca digas algo como eso, tu casta no representa quien eres.── Hablo con seriedad.
Aquellas determinantes palabras hicieron que el corazón Shoto latir fuertemente sintió como lágrimas se acumulaban en sus ojos y bajaban por sus mejillas mientras que sentía que aquel nudo que había tenido en la garganta por años se deshacía.
── Te prometo, que cuando sea alguien importante Te sacaré de este lugar, es una promesa.── Hablo con determinación.
Shoto solo pudo sonreír bajo la hermosa luna que era testigo de aquella fuerte promesa.
Desde ese día su relación con izuku solo se hizo más fuerte hasta el punto en dónde peleaban codo a codo, desde ese día sus sentimientos por izuku solo iban en aumento pues cada día sabía algo nuevo de el.
Pero está vez tenía que dejarlo ir y más al ver cómo este ya había encontrado a alguien a quien amar.
Con una sonrisa se limpio las lágrimas y salió de su habitación, había una guerra allá fuera que tenía que enfrentar, al salir de encontró con katsuki ya vestido y armando quien estaba a punto de tocar su puerta.
── ¿Estás listo?── Pregunto a lo que shoto asintió.
Así ambos de apresuraron hacia los autos, al llegar vieron como izuku e Aizawa terminaban de organizar lo que faltaba, izuku se acercó para dar unas últimas indicaciones antes de irse.
── Bueno esto es lo último, no sabemos con exactitud dónde está así que si la ven traigan a esa perra con vida, puede tener información importante.── Ambas asintieron antes de ir hacia al auto.
Pero antes de que katsuki subiera al auto izuku lo detuvo acercándose a su oído.
── Si están rodeados no duden en salir de ese lugar.── Dijo con seriedad.
── Ja como si esos idiotas pudieran conmigo.── Dijo en un tono burlón.
Sin más ambos tomaron caminos separados, izuku tenía una fuerte corazonada, algo le decía que fuera con katsuki que no lo dejara solo o algo terrible podía pasarle pero dejo todo pensamiento atrás cuando llegó a un taller abandonado.
Apartaron el auto lejos del lugar antes de acercarse, cuando llegaron al lugar solo vieron un par de hombres, cosa que le pareció sumamente raro.
Sea Mitsuki o la mercancía debían de haber más hombres, mientras sus hombres rodeaban el lugar ellos se fueron de frente, acabando con los dos guardias que estaban en frente para después entrar al lugar.
Estaba muy solitario y silencioso....
Demaciado para su gusto.
── Señor ya acabamos con los hombres que habían en la parte de atrás.── Se hoyo por el comunicador.
Izuku frunció el ceño acercándose a una caja que había en el lugar, se veía sospechosa, era como una caja de regalo cosa que lo extraño mucho, cuando la abrió una fuerte irá lo inundó.
Dentro de la caja estaba la cabeza de Monoma junto con una nota que decía.
Sorpresa...
El intercomunicador que tenía al otro lado para comunicarse con shoto y katsuki empezó a sonar, cuando lo acercó a su oído casi se queda sordo por el grito del otro lado.
── ¡Izuku! ¡Necesitamos refuerzos, Mitsuki está aquí con un montón de hombres! ¡Ellos- ── La comunicación empezó a fallar haciendo que izuku se desesperarse.
── ¿¡Ella que!? ¿¡Dónde está katsuki!? ── Grito desesperado.
── ¡ELLA TIENE A KATSUKI!── Se escuchó del otro lado.
En ese momento se desató el infierno en la tierra.
♕︎♔︎𝕰𝖑 𝕸𝖆𝖋𝖎𝖆 𝕻𝖗𝖎𝖓𝖈𝖊♔︎♕︎
.𝐹𝑖𝑛 𝑑𝑒 𝑙𝑎 𝑝𝑟𝑖𝑚𝑒𝑟𝑎 𝑝𝑎𝑟𝑡𝑒.
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