✧ 𝗖𝗵𝗮𝗽𝘁𝗲𝗿 𝗲𝗶𝗴𝗵𝘁

Era muy temprano por la mañana, el sol apenas había salido y Renjun se encontraba en un relajante sueño y seguiría así de no ser por el fuerte y constante toque a la puerta de su hogar. Frunció el ceño y a pasos soñolientos salió apurado de su habitación pues no quería que su pequeño se despertara por el constante toque a su puerta.  

Cuando abrió la puerta lo primero que vio fue la figura de su cuñado, quien sin esperar más se adentró a su hogar. Parecía alterado.

—¿¡Viste las noticias!? —Minghao le preguntó.

—Buenos días para ti también, Minghao —Renjun dijo mientras se le escapaba un bostezo.

—Lo siento, buenos días Junnie —Minghao abrazó rápidamente a Renjun—. Ahora si... ¿¡Viste las noticias!?

—No, ¿Qué tienen las noticias? —Renjun preguntó mientras se lanzaba perezoso a su sofá.

—Renjun, ¡tu rostro está por todo Internet! Todos hablan sobre de la inesperada relación del gran y joven empresario Na Jaemin —contó, causando que Renjun se parara de golpe del sofá—. ¿¡Cuando pensabas contarme que salías con un millonario!?

—¿¡Qué mi rostro que!?

Y Renjun salió disparado hacia su computador. Cuando su jefe le dijo que posiblemente estaría su nombre junto al de él en los titulares de revistas, blogs y noticias, no mentía.

En su computador miraba todo tipo de notas hablando sobre la relación del joven empresario y el cómo había mantenido y ocultado su relación con su asistente por varios meses.

Todo su rostro estaba en la zona de espectáculos y sabía que aquello no resultaría nada bueno para él.

Adiós a su calma, paz y tranquilidad.

Leyó un último blog de "noticias" pues al parecer esa página solo se daba por subir notas amarillistas o con falta de información. Bufo nuevamente mientras escuchaba parlotear a un animado Minghao por toda la sala.

—¡Soy cuñado de un millonario!

Renjun escuchó decir a Minghao.

Al llegar a su trabajo todo pasó tal cual lo había imaginado. Todas las miradas estaban puestas en él y sólo en él, todos murmuraban mientras le miraban de pies a cabeza, unos inclusive decían más de una estupidez.

Y es que la noticia había sido toda una verdadera bomba de chisme tanto cómo para los empleados y personas del medio. Nadie podía creer en el romance que el omega y el alfa tenían pues la mayoría pensaba que no llegaría el momento en el que el alfa tendría finalmente algo serio, pues los paparazzi siempre captaban al joven empresario con citas casuales y cero formales.

Renjun se encontraba realmente indignado y ofendido, no paraba de leer notas donde la mayoría de comentarios eran sobre que él solo estaba interesado por el dinero del alfa y por ello mantenía una relación con Na.

¡Tonterias!

Él no estaba interesado en el dinero de su jefe, ni de nadie. No se había estado matando el lomo estos últimos cinco años de su vida como para que personas ajenas a él lo tacharan de un interesado.

Para su fortuna de él sabía muy bien que lo poco o mucho que tenía había salido de su esfuerzo y su dinero.

Nadie más que él sabía las inmensas ganas que tenía de romper la apuesta carita de su jefe a golpes. Pero claro, luego estaba su omega que deseaba que el alfa le llenará de halagos y mimos.

Pero ese era su omega, no él.

Suspiró de alivio al tomar el ascensor y finalmente llegó al solitario pasillo que le llevaba a la oficina de su jefe. No quería ver el rostro de Na, no quería.

Desde que conoció al alfa solo había completo caos en su vida.

—¡Tonto alfa! —Renjun pataleo en su lugar—. ¡Tonto, tonto, tonto! Todo es su culpa, pero claro, don tonto que también acepta el trato —comenzó a murmurar quejándose—. Pero cuando lo vea me a oír, sólo dejen que lo vea y-

—¿Renjun?

Uy.

Renjun maldijo al instante que escuchó la varonil voz del no tan oportuno alfa. Este se encontraba tras su espalda y Renjun realmente no quería verle.

—Señor...

—¿Qué hacías? —el alfa le pregunta mientras alza una ceja acusadoramente.

—¿Yo? —Renjun se señaló a sí mismo y el alfa asintió—. Nada... Sólo... Uhg... ¡Sólo me estiraba!

—¿Aquí? ¿En el pasillo?

—¿Si? —respondió dudoso.

—Haré cómo que te creo... Vamos, tenemos mucho trabajo que hacer —dijo mientras se habría paso y caminaba delante del omega.

—Señor... —Renjun miró la ancha espalda del alfa al verlo detenerse—. Sobre las noticias y eso...

—¿Qué? —Jaemin miró al omega y este evitó su mirada, cosa que hizo sonreír divertido al alfa—. Ah, ¿hablas sobre la noticia sobre nuestra relación? —el omega asiente—. Hablaremos sobre eso en mi oficina.

Dijo y nuevamente retomó sus pasos.

—Estuve apuntó de partirle la cara, sólo un poquito más y si le rompia to- —Murmuró Renjun, pero cerró la boca al ver que el alfa se había dado la media vuelta para mirarle.

—¿Decías algo?

—No señor —Renjun negó con una sonrisa inocente—. Ya le pregunté... ¿De cuál se fuma? Pues ya me preocupa.

—Huang, a mi oficina —ordenó el alfa mientras le miraba ofendido.

Jaemin y Renjun salieron de la oficina del alfa, pues la hora para ir por su pequeño retoño a la escuela ya había llegado.

Renjun caminaba detrás del alfa, mirando el suelo y pensando el cómo podría presentar al alfa ante su bebé.

Pero de repente escuchó unas voces, pero no ve nada al ir detrás del alfa ya que su espalda ancha le tapaba su campo de visión y él muy alto realmente no era.

—¿Vieron las noticias? —Renjun escucha decir a una voz femenina.

—¿Sobre el señor Na y su relación? —dice otra chica.

Jaemin al oír que hablaron de él, paró en seco causando que Renjun chocará contra su espalda. El omega iba a quejarse pero Jaemin le hizo una seña dándole a entender que guardara silencio.

—Sí, ¿el jefe con ese omega...? Todo es tan extraño.

Renjun ladea cabeza escuchando la conversación.

—Sabía que la llegada de ese omega no sería nada para nada bueno —dice toscamente la femenina—. Estoy segura de que ese omega engatuso al jefe y sólo lo quiere por su dinero.

—Desde que puso un pie aquí se notó que era todo un pobreton, lo más seguro es que ese sea el caso.

Y Renjun frunció el ceño y una gran molestia llenó su ser.

Las mujeres claramente no habían notado las presencias de Na y Huang. Para cuando Renjun iba a tomar cartas sobre el asunto y darse a respetar, Jaemin ya le había tomado de la muñeca y salieron de su escondite.

—¿Así que esto hacen en mi empresa? ¿Chismosear? —Jaemin les pregunta con notable enfado.

Ambas omegas les miraron y abrieron sus ojos con notable pánico en ellas.

—Señor Na...

—Mi relación con mi asistente Huang no debe ser tema de conversación en mi empresa. Así que pónganse a trabajar que para eso les pago, por esta vez y solo por esta me haré de la vista gorda y no les despediré. Me entero sobre una más de ustedes dos y están fuera de mi empresa.

—L-lo sentimos, señor Na —dijeron ambas chicas al unísono.

—Claro que no —el alfa rueda los ojos—. Ustedes dos encargense de sus propias vidas y dejen las de los demás fuera.

El alfa dio un paso, pero nuevamente se detuvo y miró al enmudecido de su asistente.

—Pídanle una disculpa.

—¿P-perdón, señor Na? —las omegas le miraron confundidas.

—Que le pidan una disculpa al asistente Huang. Ahora.

—Disculpenos, asistente Huang, n-no se volverá a repetir —ambas omegas rápidamente se disculparon.

—Está bien... Solo paren de hablar sobre mi, no me conocen y simplemente no tienen derecho a hablar u opinar sobre mi vida.

Ambos retoman su camino dejando a las dos omegas estupefactas en su lugar. Cuando llegaron a la recepción de la empresa muchos pares de ojos estaban enfocados nuevamente en ellos, esto no pasa desapercibido por Jaemin así que rueda los ojos y aún tomando de la muñeca de Renjun caminan justo al medio de la recepción.

—Todos, escuchenme —ordena y Renjun le mira—. Mi asistente, Huang Renjun y yo estamos en una relación. Sé que eso ya lo deben de saber por las estúpidas notas de chismes, pero quiero aclarar que yo fui quien escogió a este omega, yo fui quien fue detrás de este omega. Así que les advierto que si vuelvo a escuchar o saber nuevamente que hablan estupideces de mi Renjun o de mí, están fuera de mi empresa.

—Señor Na... Esto no es necesario —el omega jala con cuidado la manga del traje del alfa para captar su atención, pero este en vez de hacerle caso, le pega a su cuerpo sujetandolo fuertemente de la cintura.

—Aparte de mí y a partir de hoy, Huang Renjun tiene autoridad sobre ustedes. Lo tratarán con respeto y le darán su lugar cómo mi pareja ¿Les quedó claro?

Renjun abrió sus ojos con sorpresa y se quedó estático al escuchar por primera vez la voz de mando del alfa. Todos los empleados a sintieron automáticamente y sumisos ante el alfa.

—Pasen la voz para los que no estuvieron presentes, y vuelvan al trabajo —ordena.

Jaemin una vez se asegura que sus empleados retomaron su trabajo, toma la mano del omega y en silencio se dirigen hasta el auto del alfa.

—Gracias por lo de hace un rato —Renjun se suelta del agarre—. Pero no creo que eso haya ayudado realmente... Me seguirán viendo cómo "El omega que engatuso a su adorado jefe"

—Ellos te verán cómo mi omega desde ahora, te darán todo el respeto que mereces, ¿no quieres eso?

—No quiero ser visto cómo el omega que lo tiene todo gracias a su jefe y por ser su pareja. Realmente prefiero que el mérito sea mío...

—¿Por qué no simplemente me dices un simple gracias y ya?

—Porque esto no lo hizo de corazón. Sólo lo hizo para quedar bien y levantar su estúpido ego de alfa.

—Yo no hice esto por mi ego y mucho menos para quedar bien. Si no se te olvida, de ti es quien estaban hablando mal.

—Sí no lo hizo por su ego... Entonces ¿por qué lo hizo? —el omega le preguntó confundido al alfa.

—Lo hice porque era lo correcto... —el alfa no le miró y sus orejas se pusieron rojas—. Lo hice porque mi lobo me ordenó protegerte. —Dijo y rápidamente se dirigió a su auto. Estaba avergonzado.

Renjun se quedó estupefacto y boquiabierto en su lugar.

¿Qué lo había hecho porque su lobo qué?

—Huang, ¿no vas a entrar? —Jaemin le preguntó desde su auto.

—¿Uh? —Renjun le miró avergonzado—. Sí, ya voy...

Una vez se adentró al lujoso auto de su jefe, sus fosas nasales se inundaron ante el aroma a canela y chocolate del alfa. Todo el auto olía a él y su lobo aullaba de felicidad, causando que Renjun se mareara de pronto por el intenso aroma de Na.

—¿Dónde queda la escuela de tu hijo? —pregunta el alfa con la mirada en su GPS.

Renjun le dice la dirección y Jaemin asiente tecleando algo. No decían palabra alguna pero sus sonrojos, el revoltijo en sus estómagos y sus lobos aullando, decía más que mil palabras.

Una vez llegaron a la escuela de su pequeño, el profesor Zhong le saludo amablemente y con su típica sonrisa brillante. Rápidamente anunció su llegada y con ello Jungwon obtuvo el visto bueno para poder salir del plantel, pero antes de ir con su padre se fue despedir de su adorado profesor Zhong. Quien con un dulce abrazo y un tierno besito en la mejilla por parte del menor se despidieron.

Jungwon una vez vio a su padre corrió lo más rápido que sus cortitas piernas le permitían hasta él. Renjun simplemente sonrió enternecido a su pequeño pues se veía adorable con su unifome y su mochilita de Sullivan.

—¡Papi! ¡Papi! —Jungwon se lanzó a sus brazos con una enorme sonrisa en su pequeño y tierno rostro—. ¡Veniste por mí!

—Así es, mi amor —Renjun besó las regordetas mejillas de su pequeño, sin poder ocultar su enorme felicidad, felicidad que sólo tenía al estar con su amado hijo—. ¿Cómo te fue, mi cielo? ¿Te portaste bien?

—¡Si! ¡Gané una estrellita dorada por entregar mis tareas a tiempo! —contó feliz el menor.

—Aahh, mi bebé es muy responsable e inteligente —Renjun beso nuevamente las mejillas de su hijo—. Estoy muy orgulloso de ti, mi cielo —dijo y miró en dirección al alfa, quien se encontraba apoyado en su auto mirandoles—. Mmm... ¿Recuerdas que tenía que presentarte a alguien?

—Sí, papi —el menor asiente.

—Bien... Vamos con él.

Renjun baja a su pequeño de sus brazos y le toma de la manito, guiandolo hasta el alfa quien ahora les esperaba con una pequeña sonrisa en su rostro.

Jungwon le miraba curioso, pensando en que el aroma del alfa, pues era el mismo con el cual su papi siempre venía impregnado hasta la ropa.

—Bebé... Él es Jaemin, Jaemin él es Jungwon, mi hijo —presentó.

—¡Hola Jungwon!, es un placer por fin conocerte —Jaemin saludo amigable y con una sonrisa.

—Jaejae —Jungwon dijo bajo las confusas miradas de los adultos—. ¿Le puedo decir Jaejae? —Jaemin le mira con sorpresa, pero luego asiente con una enorme sonrisa y por alguna extraña razón sintió una extraña calidez ante el apodo del menor.

El niño era tan encantador. Justo como su padre. Piensa el alfa.

—¿Usted es el señor gruñón? —pregunta Jungwon y Renjun agranda sus ojos.

—¿El señor gruñón? —Jaemin le pregunta confuso y mira a Renjun, quien evita su mirada.

—¡Si! ¡El señor gruñón! —Jungwon asiente con su cabecita—. Papi siempre se queja sobre un alfa gruñón y papi nunca está cerca de alfas que no sea mi tío Hui —cuenta inocentemente.

—Oh... Creo que el apodo de Jaejae me gusta más... —murmura el alfa mirando acusadoramente al omega.

—¿Pero si es el señor gruñón?

Indaga nuevamente el menor, completamente interesado en saber.

—¡Jungwon! —Renjun le habla y pucherea al ser expuesto por su angelito.

—Sí, soy yo... —Jaemin le responde al menor apenado.

Entonces Jungwon frunce las cejas y Renjun sonrie automáticamente.

—¡Usted es malo! —Jungwon corre hacia su padre para "protegerlo" aunque el pequeño le llegaba al omega hasta la mitad de sus muslos—. ¡Hace que papi se enoje y esté triste! ¡Y papi no puede estar triste! ¡Papi debe ser feliz siempre!

Y bueno... Jaemin tal vez, y sólo tal vez se sintió culpable.

Al omega se le partió el corazón al ver que su pequeño se había dado cuenta sobre sus problemas, si bien siempre trataba de mostrarse lo mejor posible ante su pequeño, el omega no era consciente de que su pequeño se levantaba a altas horas de la noche mientras él seguía trabando con las enormes montañas de trabajo que el señor Na le dejaba de un día para otro, mientras las lágrimas de frustración eran visibles en su rostro y cientos de maldiciones le eran dichas a su jefe.

Debía ser más cuidadoso.

Jaemin se agachó a la altura del menor, quien seguía su ceño fruncido, cosa que le causó ternura al alfa al ver que el menor quería parecer "intimidante".

—Yo... —el alfa no sabía por dónde empezar—. Yo de verdad lamento haber puesto triste a tu papi —Jaemin miró al omega—. Sé que hice mal y lastimé los sentimientos de tu padre... Pero he de admitir que me hace feliz el saber que tu padre tiene a alguien que lo cuide también cómo tu lo haces —Jaemin dijo esta vez mirando al pequeño—. Quiero compensar mi error y por ello espero me permitas llevarlos a ambos al parque de diversiones...

Jungwon no logró ocultar su emoción ante las palabras de "parque de diversiónes" pero no aceptó hasta ver que su padre asentía con una pequeña sonrisa y le alzaba sus pulgares dándole su aprobación.

—¿Habrá un carrusel? —preguntó aún con su pucherito y cejas fruncidas.

—Habrá todos los que quieras —Jaemin asintió aliviado, no quería que el menor lo odiase por ser un hijo de puta con su padre.

El pequeño asintió feliz y olvidó todo lo anteriormente sucedido. Renjun simplemente negó mientras todos se adentraban al auto y Renjun se aseguraba que su pequeño tuviera puesto de forma correcta el cinturón de seguridad.

Esto de verdad sería toda una ventura.

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