Capítulo XXXVII: As it was before
Jaeden Martell
Soy un imbécil
También soy un ingenuo, por creerle a Maddie, termine enredado en un embrollo el cual no le hallaba salida, había buscado a Summer mucho para tratar de explicarle, pero también sabía que ella era muy orgullosa aunque casi no lo demostrará
Por este día la había dejado en paz porque me bañe vestido por irla a buscar en la mañana, y ahora me ardía la garganta y tenía miedo de enfermarme, odio enfermarme
Oí la puerta de mi casa, giré porque mi mamá me dijo que iría al super y me traería algo para la garganta, cuando termine de girarme, vi a Summer con las manos juntas y mirándome de arriba a abajo
—Summer...— me levanté del sillón, pero cuando me quise acercar solo se alejó, pero también me di cuenta del pequeño rasguño que tenía en el pómulo y otro mas grande en el cuello.
Detrás de ella venía mi mamá, quería creer que ella lo convenció de amar pero por los zapes que me dio cuando se entero que le puse el cuerno a Summer dudo mucho que este de mi lado.
—Jaeden— mi mamá se acercó y puso una mano en mi hombro— Fuera— dijo señalando la puerta.
—¡¿Qué?!— pregunté lo que sigue de sorprendido
—Lo que oíste. Afuera. Tengo que hablar con Summer y no quiero que estés escuchando— mamá volvió a señalar la puerta.
No me espere eso, pero solo tomé mis audífonos haciéndole caso a mi mamá, pero cuando pasé al lado de Summer me di cuenta que también tenía varios moretones en los brazos
La puerta se cerró detrás de mi, pero el que me hayan corrido de mi propia casa no me importo tanto como los golpes y rasguños que le vi a Summer
Como si se hubiera peleado con alguien...
Summer Johnsson
Me sorprendió de que mi tía Angie de verdad haya corrido a Jaeden de su casa, cuando le dije que quería que habláramos a solas, me dijo que iba a mandar afuera a Jaeden, pero no le creí, o tal vez pensé que lo mandaría a su habitación
—Siéntate— mi tía señaló el sillón donde antes estaba sentado Jaeden, me senté ahí—¿Quieres algo de comer?
—No.
—Bueno, entonces vamos a hablar— mi tía se sentó en el otro lado del sillón— Quiero aclarar que aunque ese baboso sea mi hijo, estuvo muy mal lo que hizo— ambas reímos ligeramente
—Tía, lo vi besando a Madison Ziegler— le dije lo que ella seguramente ya sabía— no tienes idea de lo tan poca cosa que me sentí, nunca creí que Jaeden me iba a hacer algo así, lo hubiera esperado de cualquiera menos de él, sé que no soy precisamente la mas guapa
—Hija...— mi tía me tomó de las manos— tú valor no define que tan atractiva seas, hay algo que se llama respeto, en una relación o lo que sea, él no te respeto, pero no quiere decir que te lo merezcas— me miró de una manera tan seria que me intimido un poco— y no digas que no eres guapa, desde niña te he dicho que eres la princesa mas hermosa
Sonreí al notar su cambio de voz
—Hoy también me enteré que tal vez pudo ser planeado— confesé— y no sé como sentirme al respecto, quiero creer que lo conozco bien y que de verdad pudo ser planeado, pero también tengo la duda si solo estoy siendo ingenua
—Yo también quiero creer que conozco a mi hijo— mi tía Angie suspiro levemente— y también quiero creer que nunca te lastimaría,
—¿Debería perdonarlo?— pregunté.
—Déjale que te explique antes de decidir algo así— me aclaró— recuerda, piensa antes de actuar, que a veces eres un poco impulsiva
—Gracias tía— sonreí levemente
—No olvides que pasé lo que pasé, tu eres como mi hija— me aguante el pequeño quejido cuando puso su mano sobre mi brazo justo donde me había pegado Maddie— y eso nunca cambiara conmigo, tú siempre siempre serás la niña que no tuve
Me gustaba cuando me decía eso, porque a ella la quería mucho, mi tía Angie me cuidaba mucho cuando era pequeña, mi mamá trabajaba mucho por esa época, y casi siempre me dejaba con ella, mas que la madre de mi mejor amigo, novio, ex, o lo que sea, ella era una segunda mamá para mí
Me extendió los brazos por lo que me acerque recibiendo su abrazo, apreté los dientes cuando me apretujó los hombros que también estaban llenos de moretones a causa de mi pelea con Madison
—¡¿QUIÉN TE DIJO QUE PODÍAS ENTRAR?!— grito mi tía hacia la puerta sin soltarme. Supongo que Jaeden quería entrar
—Gracias por aclararme la mente— le sonreí mientras me separaba de ella.
—¿Segura que ya te sientes mejor, hija?— preguntó, asentí.
Jaeden entro como una hora después, mientras que yo comía lo que me había preparado mi tía, no había desayunado y eso a veces me hace daño
Pero a pesar de tener la mente mas aclarada, no pude hablar con Jaeden como hubiera querido, sobre todo porque aun debía aclarar un par de cosas conmigo misma, quería hablar con él, pero no en este momento
Cuando menos me espere, anocheció, mi mamá me dijo que llegaban en la madrugada a Los Ángeles, que si quería que pasaran por mi a las 3 de la mañana, a lo cual no me negué, ya que iba a dormir en el sillón, y el sillón es incomodo
Mi tía Angie me ofreció su habitación de huéspedes, pero no acepté ya que estaba en el mismo pasillo de la habitación de Jaeden, y no quería arriesgarme a hacer una estupidez como irlo a buscar a mitad de la noche, en la sala era más fácil que no hiciera algo estúpido
(...)
Jaeden Martell
Tenía entendido que Isabella se rompió el tobillo por lo que tuvieron que ir por ella a la universidad, esa era la razón por la cual se había quedado a dormir en mi casa, y aunque tenía un plan de intentar hablar con ella cuando se fuera al cuarto de huéspedes, eso se fue por el caño cuando se quedo en el sillón
Y cuando trate de acercarme al sillón, mamá me amenazó con quitarme el internet una semana si la molestaba
Pero me desperté a las casi tres de la mañana cuando el timbre de la puerta sonó, al parecer mi tía Giane había vuelto de Boston, y había pasado por Summer, mientras que mi mamá y ella hablaban, yo me acerque al auto para ver a Issie
—¿Cómo estás?— le pregunté a la ojiazul que seguía en el auto de sus padres.
—Entre y pise un cubito de hielo— dijo y señaló el yeso que tenia en el tobillo
—¡Te caíste en el baño!— grito el señor Johnson desde el asiento de adelante
—¡Ya me exhibiste!— Isabella le grito a su papá— en fin, ¿donde esta tu langosta?—preguntó subiendo y bajando la cejas.
Issie miro a su padre y a mi que solo estábamos en silencio y que soltábamos pequeños carraspeos incomodos, claro, el señor Johnsson me dio una mirada amenazante desde el espejo retrovisor
—¿Qué me perdí?— pregunto Isabella mirando a sus costados
—Summer y yo terminamos— aun me dolía decir eso, por más que no me resignaba a perder a mi chica
—¿Que?¿Por qué? — preguntó confundida— ¿es porque sigue enamorada de Roger Taylor?— completó rodando los ojos
—Fue por que soy un idiota— suspiré pesadamente
—Eso ya lo sabia no esa nada nuevo— dijo riendo levemente
A los segundos, Summer salió de mi casa con una sabana encima, venía mas dormida que despierta, caminaba con los ojos cerrados y el cabello enmarañado, con su pijama me di cuenta que tenía un par de morados en las piernas
Era un hecho, alguien la había golpeado
—Si quieres te duermes en el carro— me dijo mi tía a Summer que solo balbuceó aun sin abrir los ojos por completo
—Oye— Summer me tomo del brazo, apenas y abría los ojos, me daba ternura como apenas podía mantenerse en pie— ¿Podemos hablar mañana?
—Si— conteste rápido, eso me había regresado el alma al cuerpo
—Ok, nos vemos mañana en el centro comercial— volvió a sonreír como hace mucho no lo hacía.
—Estaré puntual— le aseguré
Cuando iba a entrar a mi casa, vi a mi mamá estaba recargada en el marco de la puerta mirándome con los brazos cruzados y una ceja alzada.
—Dijiste que no me ibas a ayudar— le dije a mi mamá.
—No te ayudé, la ayude a ella— dijo y se cruzó de brazos.
Bueno, eso funcionaba para mi, solo quería que me dejará explicarle que todo había sido una trampa, que yo la amaba y que jamás quise traicionarla, que si, soy un idiota, pero un idiota que nunca la engañaría
—Talvez y todo vuelva a ser como antes— solo podía pensar en eso, arreglar mi estupidez y recuperar a mi chica
—A la próxima te va a ir peor que la última vez— habló en tono amenazante.
—No me importa otros golpes con tal de que me perdone— le aseguré, no me importaba mas zapes, o que incluso también Summer me diera de cachetadas, las cuales tenía muy bien merecidas
—No, la siguiente que va a recibir los golpes va ser tu consola— sonrió exageradamente y se metió a la casa.
《Eso si me importa》
Entre rápido a mi casa esperando que mi mamá no se acercará a un martillo y seguido, a mi Xbox One
Entre Summer y mi consola, creo que ambas estaban en el mismo nivel de amor
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—Ellis
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