Capítulo XV: Family
Summer Johnsson
Tiré al fregadero el sartén con el que había hecho mi desayuno después de haberme quemado la mano. Hice una mueca al ver la piel quemada en mi palma, abrí la llave del fregadero y de inmediato solté un quejido, soy muy torpe para cocinar
—¿Qué haces?— mi hermana bajó las escaleras aun en pijama e hizo una mueca al ver mi desastre de la cocina
—Quise hacer el desayuno— murmure aun con mi mano bajo el chorro de agua
—Pero si que eres pendeja— mi hermana me dio un golpecito en la parte trasera del cuello— bueno, desayunaremos carne chamuscada
—Ja ja— le dije sin ningún tipo de gracia
—¿Para que haces desayuno? Sabes que los domingos no desayunamos— Issie me miró con confusión
Antes así era, mamá se iba desde temprano los domingos, pero sus extrañas salidas de los domingos eran para ver a mi padre, y ahora no había salido. Quise hacer un gesto lindo y hacer yo el desayuno, pero los huevos se me habían quemado y lo único comestible que había logrado hacer fue el café
—Ambos están arriba— señale las escaleras dándole a entender que nuestros padres estaban arriba
—Bueno, pues vamos a comprar el desayuno porque no quiero que quemes la casa— Issie me hizo un ademan para que la acompañara a la puerta y de ahí tomó las llaves del auto de mamá
—Tienes que pedirle permiso para usar el auto— le advertí, mi hermana manejaba, pero licencia aun no tenía y siempre le tenía que pedir permiso a mamá para usar su auto
—No me importa— no le importó y salimos de la casa rumbo al auto
Isabella seguía con su pequeña tensión con mamá, claro, no era para menos ya que mamá le partido el labio, y era claro que mi hermana no le importaba desquitarse con su auto del año
—Ven, miedosa— dude un poco antes de subirme en el asiento del copiloto, o mejor dicho, el de la muerte
Por favor, que no terminemos en la comisaria... o en el hospital.
(...)
Volví a casa viva, con mi hermana y también con el desayuno, me sentía tan extraña de desayunar en domingo, pero no me desagradaba desayunar barbacoa y menos al lado de mi hermana, hablábamos de cualquier estupidez con total confianza
—No recordaba como era comer tres veces al día— mi hermana rio mientras que tomaba su café
—¿En serio la universidad es tan mala como dices?— pregunté un poco mas serio. Mi hermana siempre decía que la universidad era lo peor, nunca duermes, nunca tienes dinero y si comes dos veces al día es suerte
—No— Issie negó levemente— es peor
—Dios mío— me talle la frente de solo pensar que en dos años entraría a la universidad
—¿Tienes alguna idea de que estudiar?
—No
—Aun tienes dos años para pensar, no te estreses— mi hermana alzó la mano con desinterés— imagínate, lejos de aquí, en la universidad comiendo macarrones de cajita, café y un cigarro, en un departamento de 2x2 y despertándote a las 6 de la mañana
Me lo imaginaba peor de lo que se oía
—Buenos días— mamá saludo bajando las escaleras, yo si le respondí, pero Issie no
—Vaya, hicieron el desayuno— papá miró los platos a medio comer, Issie ni siquiera los miraba
—No, lo compramos— aclaré
—Vaya, que esplendidas— mamá sonrió pero notaba el sarcasmo en su tono
—No, de hecho, lo pagamos con tu tarjeta de crédito — aclaró mi hermana, mamá apretó los labios, pero antes de seguir, Issie se levantó de la silla— me voy, no quiero desayunar al lado de mentirosos, se me regresa la comida
Me llevé mi taza de café a la boca al ver la cara de mis padres, podría empezar a limar asperezas, pero era divertido. Además de que mi mamá y mi hermana son unas cabezotas orgullosas, generalmente yo me metía para que se contentarán, pero por esta ocasión, no planeaba hacer nada
—Isabella— mamá detuvo del hombro a mi hermana, Issie miró con rencor a nuestra madre— tenemos que hablar
—¿Que? ¿Mas mentiras?— Issie miró a nuestro padre— ¿Qué dirás ahora? ¿Tuviste algún bastardo con la otra?
—Issie— mamá le dio una voz de advertencia
—¿Me vas a volver a pegar?— mi hermana miró a mamá que le regresaba la mirada furiosa— hazlo, no me importa.
—Gusana— no tenía planeado meterme en su discusión, pero en definitiva esta discusión terminaría con mi hermana quedándose sin universidad— por favor, escúchalos y luego les gritas, si quieres te hago segunda
Issie me miró por varios segundos, a decir verdad esperaba que también me mandara al carajo, pero no lo hizo, en vez de eso, tomó asiento mirando a nuestros padres con los brazos cruzados
—Tienen un minuto
—Issie— papá empezó
—No me llame Issie.— lo corto de inmediato mi hermana— Issie solo me dicen las personas que me quieren
—Issie— mamá volvió a captar la atención cuando vio como papá se quedaba viendo la mesa— te vas a enterar de la verdad, y la verdad es que yo les mentí— mi hermana alzó las cejas ante la confesión de mamá
—Tienes razón, no soy lo que parezco, estuve quince años en la cárcel— papá repitió aquello de lo que me enteré anoche para mi hermana
Issie se quedo estática cuando papá dijo eso, al fin captó su atención y se le quedo viendo por completo a nuestro padre haciéndole un ademán de que siguiera hablando
Escucho lo mismo que yo escuche ayer, solo que mientras que yo estaba muy alterada cuando lo escuche y no estaba mi mamá, esta vez la escuche con más lentitud y con mas detalles, detalles que no sabía si me enojaban más, él saber que mamá supo todo este tiempo donde estaba él, me sentía traicionada, sobre todo porque ella más que nadie sabía todo lo que sufrimos y lo que nos afecto su ausencia
—¿Por que nos mentiste?— Isabella miraba a mamá que tenía los ojos cristalizados— ¿por que te quedaste callada tanto tiempo?
—Yo se lo pedí— aclaró papá— no quería que ustedes supieran que alguien como yo era su padre
—¿Así que te pareció buena idea decir que nos habías abandonado?— Isabella soltó una risita— te hubieras inventando que estabas muerto
—Sabía que en algún momento saldría y podía recuperar a mi familia— papá no terminó de decir eso cuando Issie soltó una risita irónica
—¿De verdad no te robaste nada?— Issie se inclinó mirando a nuestro padre— ¿de verdad eres inocente?
—Si, soy inocente
—Te creo
—Yo también les tengo que pedir perdón— nos dijo mamá— nunca les quise mentir, pero su padre me lo pidió. Se que talvez no soy la mejor madre del mundo, pero lo intento
—Tu nos cuidaste cuando estabas sola— tome la mano de mi mamá por encima de la mano— si mentiste, no borra lo bueno que has hecho en todos estos años, te perdono, mami
Mamá me sonrió cuando le dije eso, mientras que Isabella seguía en silencio
—No me gustan las mentiras— murmuró mi hermana— pero, fue esencial esta mentira, es mucha información que procesar, denme tiempo, ¿si?
—Todo el que tu quieras, hija
Papá extendió su mano por encima de la mesa para tocar a Isabella, solo que ella no apartó su mano esta vez, sino que se le quedo viendo por varios segundos en silencio, hasta que al final le regreso el apretón de manos que hizo sonreír a papá
Bueno... me ha quedado claro que una familia normal nunca tuve... y estoy bien con eso
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-Ellis
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