1.14
────❛extraño plan❜
LA ERA DEL hielo resonaba en el apartamento de Alaric, Casandra veía la televisión aburrida. Bella había ido al baile de bienvenida como pareja de Bonnie, como amigas sin pareja.
Y Casandra detestaba en esos momentos su embarazo. Con cada minuto, Castiel se inquietaba, y eso la volvía miserable. Alaric estaba frente a ella, tapandola con mantas y dándole la última bolsa de sangre que Klaus le había dejado.
—ya buscaré más suministros. No era mí plan ideal de noche, pero tendré que viajar a un hospital de otra ciudad a buscarte bolsas —Sonrió y Casandra hizo una mueca apenada —lamento que no hayas podido ir al baile.
—¿Y por qué me afectaría a mí, la reina de todos los bailes en todas las escuelas a las que ha ido, no poder ir a un baile de bienvenida? —Preguntó irónica y luego suspiró —estaré bien, con sangre, Sid el perezoso y Castiel matándome por dentro.
—volveré en la mañana, no te duermas tarde —se levantó y Casandra le lanzó un beso, provocando su risa.
Casandra se quedó bebiendo la bolsa lentamente y deleitando sus labios con el sabor, estos se mancharon en un rojo más intenso y se pasó el pulgar por encima de ellos, pensando levemente en lo común que se le había hecho en esos casi tres meses la alimentación de sangre. Trató de no darle vuelta al tema, solo debía esperar hasta el parto y ya dejaría de beber donaciones de gente en una bolsa fría de plástico.
Su teléfono sonó y bajo la vista, viendo el mensaje de Stefan.
La puerta se abrió de repente, muy lento, con un sonido chirriante. Casandra guardo su teléfono.
—¿Qué te olvidaste? —preguntó divertida, alzando la mirada.
Frente a ella, esperaba ver a Alaric, pero se encontró con aquel hombre del que todos hablaban. Klaus. Klaus sonrió tiernamente, con sus hoyuelos marcados en sus mejillas y sus dos manos tomadas detrás de su espalda. Vestía de traje.
—ciertamente, a mí pareja de baile —comentó con su acento marcado. Casandra se removió incomoda —oh, no temas, amor. Ya pasamos por esto, vengo en son de paz.
—volviste —susurró sorprendida y él camino tranquilo hacía ella —pero si no me equivoco, lo que buscas está en la casa de Stefan con una estaca.
—Veras, amor, yo no veo a nadie bajo condiciones ajenas, así que cambie un poco el plan —se encogió de hombros, sentándose a su lado —Moví la fiesta a la casa de Tyler Lockwood, para que me vean allí. Tengo híbridos resguardando todo, multipliqué mí ejército —sonrió orgulloso.
—felicitaciones, creo, es lo que querías ¿No? —inclinó su cabeza de lado. Klaus asintió.
—pero la fiesta estaba aburrida, y viendo que Stefan estaba tardando pensé “he visto a todos, menos a Casandra” y aquí estás —La señaló divertido y ella sonrió frunciendo las cejas —así que vine a invitarte al baile. Por favor, acompáñame.
—si, muy lindo detalle, pero no me gusta ir a juntas de negocios —negó acariciando su vientre. Klaus la examinó.
—no creí que seas del tipo de chica que se pierde un baile.
—¿Tienes miopía? —se inclinó hacia adelante para verlo —Klaus, parezco medio muerta. Un vestido no se va a ver bien en mí.
—eso lo puedo arreglar —se arremangó el traje en su brazo derecho —Rebekah me dijo sobre tu rechazo a la sangre de vampiro ¿Sabes? Compartir sangre es algo muy personal. Se entiende el rechazo... —se mordió a si mismo.
Sus ojos se iluminaron en el intenso dorado, enrojecieron y las venas se formaron como raíces oscuras debajo de una fuerte mirada. Él alejó su brazo y, antes de que desaparezca su fachada de híbrido, Casandra estiró su mano. Él quedó inmóvil al ver como ella acercaba sus dedos para acariciar y dibujar el recorrido que las venas hacían por su rostro.
—bebe, amor —susurró tomando la mano de Casandra para bajarla, y ella tomó su brazo, acercándose para beber.
Nuevamente, la sangre se coló por su sistema, con la sensación cálida que le provocaba hacía a Casandra desear más, el gusto abrasivo la desesperaba y Klaus sonrió moviendo su cabello para poder admirar su rostro hambriento. Imaginándose a Casandra como vampiro. Finalmente, ella se alejó suspirando satisfecha y se relamió los labios, volteando a verlo.
—¿Por qué me ayudas? —ante su queja, él alzó su pulgar y limpio la comisura de sus labios.
—porque sé lo que es que te llamen fenómeno por algo que no elegiste —bajó su mano y se levantó —vamos, amor, no estaré aquí toda la noche. Ve a cambiarte, hay juegos y música. No puedes tomar cerveza.
Casandra se levantó y fue arrastrando sus pies a su armario, escuchando la baja risa de Klaus.
¿a él? ¿a él querían matar?
Fue al baño a cambiarse y aprovecho a ver los mensajes de Stefan, extrañada ante la idea de que él tenga su número, pero al leer comprendió. Y suspiró. No podía creer lo que estaba por hacer.
Se arregló y salió del baño, usando un vestido suelto por su estómago, amarillo con flores, Klaus la esperaba viendo una cámara.
—Esto no es de Alaric, lo sé porque yo vivo aquí unos... —alzó la cabeza para verla.
—No, eso es mío —se acercó apenada a tomar la videocámara —y no es mí favorita —la guardó en un cajón, como si quemara —¿Ya nos vamos o puedo seguir viendo la era del hielo?
Klaus le ofreció su brazo y ella lo envolvió, saliendo del apartamento con él.
CUANDO ENTRARON, varios voltearon a verlos, Casandra por instinto soltó a Klaus y se abrazo a su vientre inquieto. Ahora estaba con una mejor apariencia gracias a la sangre de Klaus.
—no es de un hombre atractivo ir a un baile con una embarazada —murmuró divertida —con tantas mujeres que podrías hipnotizar para eso.
—Mi encanto remplaza la idea de la compulsión, es innecesaria —negó ofreciéndole su mano, Cass suspiró y la tomó, siendo arrastrada por el aparente híbrido de buen humor —viniste sin necesidad de ella ¿No?
—Si, y porque digamos que no tengo mucha elección —admitió escuchando la música fuerte. Luego frunció sus cejas —¿Solo vengo para que demuestres uno de tus trofeos?
—veelo de esa forma, si quieres. —se paró frente a una mesa con muchos vasos y alcohol, tomando dos pelotas de ping pong y ofreciéndole una —¿Has visto a Rebekah?
—si, creo que... Nos hicimos amigas. Debe estar aquí con Matt. —Se encogió de hombros —¿en serio vamos a jugar?
—si, ¿Por qué no? No vas a tomar si yo emboco, esa es la diferencia... O el bebé saldrá ebrio —sonrió burlón e hizo rebotar la pelota que no se embocó.
—te aviso que soy la mejor —se colocó delante y rebotó la pelota que si entró en un vaso —muchas fiestas. —Klaus sonrió y tomó el vaso que le dieron, bebiendo —¿No has visto a Rebekah aquí?
—no. —se sincero tirando de nuevo —Asi que amigas. Rebekah no suele tener amigas.
Casandra miró a los lados, había varias personas mirándolos fijamente, también notó a Damon verla a lo lejos con extrañeza, no se suponía que debía estar ahí. Ella solo buscaba a Stefan o Elena.
—¿y como tener amigas si están huyendo? —se giró a verlo y Klaus frunció sus cejas —no te enojes, Bex me contó. Sobre sus hermanos, todos, incluido... Henrik.
—¿Por qué Rebekah haría eso? —la miró ya sin gracia. Cómo si se estuviera por enojar.
—porque nos hicimos amigas —reafirmó ante su paranoia —Y pasamos tiempo juntas. Las personas hablan de sus cosas personales cuando tienen confianza ¿O a caso jamás tuviste un amigo, Klaus?
Su beer pong fue interrumpido por uno de los híbridos.
—Tienes una visita. —una chica le dijo a Klaus, interrumpiendo su charla.
—Bueno, dile a mi visitante que estoy ocupado —dijo sin dejar de ver fijamente a Casandra. Al parecer, los fibras sensibles de Klaus estaban siendo atacadas más rápido en esos instantes que en siglos.
—Dijo que se llama Mikael.
Klaus rápidamente cambio su expresión a una decepcionada. Su padre no estaba muerto, estaba vivo, y lo estaba buscando. Luego miró a Casandra y la agarró con fuerza del brazo. Para él, no podía ser coincidencia que el tema de su pasado sea reavivado junto a la aparición de uno de esos personajes. No estaba bien. Algo no anda de la forma correcta.
—¡Klaus, me estás lastimando! —se quejó tratando de soltarse.
—Entonces no debemos hacerlo esperar. —la ignoró —Saquen a todos atrás. Voy a tener una pequeña charla con mi padre. Tony, ya sabes qué hacer. —le ordenó a sus híbridos, yendo a la puerta principal —¿qué se tramaban ustedes, eh?
—¡No sé de qué putas me estás hablando, por favor! —le pidió asustada. Mientras la mano de Klaus estaba sobre la venda que Casandra usaba para tapar las garras que un licántropo alguna vez que le había dejado. Vaya ironía.
Él frenó abruptamente y notó a Mikael en la puerta, soltó lentamente a Casandra y ella se alejó, sosteniendo su vientre que se removía.
—Hola, Niklaus. —luego miró a Casandra con desagrado. A eso se refería ella que no le gustaba estar en medio de negocios pendientes. —Casandra, si no mal recuerdo, me clavaste la estaca y yo te advertí que estaba en caza de híbridos —Klaus la miró al segundo y luego a su papá —no fue una sabía decisión luego correr a los brazos de otro fenómeno —escupió cerca de los pies de Klaus que apretó la mandíbula.
—Mikael. ¿Por qué no entras? Oh, es cierto. Olvidé que no puedes.
—O puedes salir si quieres.
—O podría ver a mis híbridos destrozarte miembro por miembro.
Un grupo de híbridos se reunió detrás de Mikael en el césped, Casandra abrió la boca sorprendida. En verdad Klaus había hecho más híbridos para su ejército.
—No pueden matarme.
—Cierto. Pero será un juego de fiesta increíble. Todo lo que tengo que hacer es chasquear estos dos dedos y saltarán.
—El lobo feroz. No has cambiado. Aún te escondes detrás de tus juguetes como un cobarde. Sólo que olvidas que puede que sean engendrados por ti, pero siguen siendo parte vampiros. Y puedo obligarlos.
Mindy se acercó detrás de Mikael y empujó a Elena que lucía asustada. Notó el rostro de Klaus descomponerse.
—Sal y enfréntame, Niklaus. O ella muere.
—adelante. Mátala. —declaró aún que en su expresión de notaba que le estaba dando un buen golpe.
—Si ella muere, este será el último de tus abominaciones.
—No los necesito. Sólo necesito deshacerme de ti.
—¿Con qué fin, Niklaus? ¿Para poder vivir para siempre, sin nadie a tu lado? —
Casandra no podía creer que ese hombre fuera tan cruel con su hijo. —¡Ya nadie se preocupa por ti, muchacho! —observó a Klaus, que comenzaba a tener sus ojos cristalizados —¿Qué tienes además de aquellos cuya lealtad forzaste? A nadie. Nada.
Casandra sintió una punzada en su pecho, Klaus parecía a nada de quebrar en llanto. Solo era un chico asustado frente a su peor pesadilla.
—Sal y enfréntame, pequeño cobarde. Y no tendré que hacerlo.
—Toda mi vida me has subestimado. Si la matas, pierdes tu influencia. Así que adelante. Mátala. ¡Mátala! —gritó enrabietado, explotando de la ira.
Mikael comenzó a reír, logrando erizar el cabello de Casandra.
—Tu impulso, Niklaus. Ha sido y será siempre lo único que te impedirá ser realmente grandioso.
Mikael apuñaló a Elena con una daga y la sacó. La morena cayó al suelo, mientras Casandra apartaba la mirada.
Mikael comenzó a reír mientras Klaus se notó sorprendido. Atónito. Damon apareció y corrió detrás de Klaus, lo giró e iba a empalarlo con la daga del roble blanco en el estómago.
Pero Katherine, quien había fingido ser Elena, se levantó del suelo.
—Katherine...
—Kaboom. —se burló de Mikael, sacando dos granadas de acónito y las arrojó a los híbridos.
Mientras tanto, Damon fue detenido por Stefan que lo quitó de encima de Klaus y lo sujetó. La estaca cayó al suelo y Casandra impulsivamente corrió y la tomó.
—¡¿Qué estás haciendo?! —le gritó enojado, Damon.
Casandra miró a Klaus y, sabiendo que eso no era parte del plan, suspiró y se la lanzó a Klaus que la tomó. En sus facciones, se notó el alivio al ver qué la mujer no era parte de la idiota idea de Damon, o tal vez, no en esa parte del plan. Su corazón dió un vuelco cuando sus dedos sintieron el roble blanco debajo, con firmeza.
Él saltó hacia Mikael y le atravesó el corazón... Respirando agitado y sin creer que luego de un milenio al fin acababa con eso, Mikael estalló en llamas y, finalmente, murió.
—¿Qué diablos hicieron? —susurró Damon atónito. La única persona capaz de matar a Klaus ya no estaba y el único arma ahora la poseía el enemigo.
—Stefan se ganó su libertad.
Stefan soltó a Damon, se levantó y miró a Klaus.
—gracias amigo. Ya no tienes que hacer lo que te digo. Eres libre. —dictó el híbrido, volteando a ver a Casandra que miraba dónde Mikael había sido derrotado, luego miró a Damon pero él había huido, igual que Katherine.
Stefan miró a Casandra y ella asintió, dejando que él salga a velocidad sobrenatural.
—supongo que... —Klaus se acercó con la estaca —no sabías que había despertado. —ella sonrió de lado, llevando una mano a dónde él antes la había sujetado con fuerza. Klaus arrugó su entrecejo al ver eso.
—si es una disculpa, es una horrenda, pero aprecio el esfuerzo. —Klaus jugó con la estaca, dutativo. Con sus ojitos de cachorro arrepentido por haber perdido sus estribos. Al segundo, Casandra bajó su mano. Mostrando que estaba bien y no lo culpaba. —pero no solo Stefan es libre ahora. Cuando dije que Bex me contó sobre todo, no mentí, y me alegra saber que Mikael los dejara en paz. No tendrán que correr por otros mil años.
—¿qué te contó? —preguntó cabizbaja y Casandra se acercó lentamente.
Se plantó frente a él, subiendo su mano para levantar el mentón de Klaus que había quedado con sus defensas bajas. Capas de su muro habían caído gracias a su padre.
—de tus hermanos, su transformación, sus inicios, tu madre... —Alzo la cabeza de Klaus para limpiar una lágrima que se había escapado ante el enfrentamiento con Mikael, y finalmente, el sentimiento de liberación —de toda tu familia.
—Bueno, con Mikael muerto, podrás conocerlos —murmuró alzando una ceja —debo llamar a Rebekah, tendremos una reunión familiar.
—hazlo —susurró bajando su mano. Pero él la tomó antes, recordando algo.
—¿Mikael te amenazó?
Casandra se mordió su labio inferior, asíntiendo y se encogió de hombros.
—frente a Stefan y Bex, amenazó a mí bebé, y me amenazó a mí. —miró su tacto, sintiendo la piel contra piel. —y como la estaca solo la puede clavar un humano, me defendí... Dice que le asquean los híbridos, pero estoy segura que en realidad les teme —sus ojos brillaron ante la sinceridad —teme la perfección y el peligro que tienen. Lo imparables que llegan a ser.
Klaus subió su mano hasta su boca, y besó los nudillos de Casandra. Ella sintió un revoltijo, viendo los ojos claros del cobrizo.
—esas si son disculpas —le susurró divertida y él rió —pero alguien está más enojado que yo. —señaló su vientre.
Klaus sonrió, sus mejillas sonrosadas subieron hasta achinar sus ojos y se acuclilló en una rodilla, quedando a la altura de su estómago.
—Me disculpo por lastimar a tu mamá —habló divertido y ella sonrió verdaderamente por el tono meloso de él —Suelen decir que mí temperamento es algo... Rudo.
—inestable. —le corrigió, Casandra.
—rudo —reafirmó Klaus escuchándola reír. Apoyó su mano varonil en su vientre con cuidado, dándole un cosquilleo a la embarazada. Y se levantó, dejando su mano posada allí. Casandra puso su mano sobre la de él y unos híbridos aparecieron, esperando órdenes de Klaus que no rompió el contacto visual.
—ve a llamarlos —susurró y él finalmente se alejó.
Klaus se fue, sacando su teléfono, y Casandra se fue en la dirección contraria rápido, lamentando lo que estaba por hacer.
Cuando llegó al estacionamiento de la fiesta, se encontró su Pickup, donde claramente no la había estacionado, rodó los ojos y entró, cerrando la puerta de copiloto fuertemente.
—¿te robaste mí camioneta? —se quejó mientras el coche huía rápido de allí.
—Necesitaba un vehículo —se excusó, Katherine, sacando su teléfono para llamar a Damon.
—¿Por qué tuve que ser parte de esto? —se quejó la embarazada, volteando a ver a Stefan.
Los tres que nadie esperaba que hagan equipo, allí estaban.
—y dios si que se parece a Elena —susurró horrorizada y Stefan se encogió de hombros.
—Bueno, Klaus le dió a entender a Katherine/Elena que iría a buscarte luego de charlar con ella y que él dijera que matarían a Damon si hacía algo malo y necesitábamos que lo distraigas y nos digas por dónde andaban. —Susurró para no irrumpir la llamada —ademas adoro a las embarazadas —mintió sarcástico hablando meloso y Casandra le dió un golpe en las costillas.
—si, bueno, no lo hice por ustedes.
—si, lo hiciste por Mikael, por eso sabía que aceptarías. Aún que debiste darme la estaca, no dársela a Klaus.
—Si te la daba a ti, habría sido para peor —negó corriendo la mirada. No había sido por eso.
Katherine colgó y los miró.
—Querías que Klaus muriera durante quinientos años. ¿Por qué arriesgarías todo eso sólo para salvar la vida de Damon? —Stefan la miró incrédulo, girándose ahora a encararla a ella.
—No solo estaba tratando de salvar la vida de Damon, Stefan. Estaba tratando de proteger la tuya. Tu humanidad. Digamos que me gustaba más el "viejo tú". —habló y miró a Casandra —tenía inmensas ganas de conocerte. Todos hablan de ti. —sonrió y Casandra arrugó la nariz, ella no quería conocerla. —parece que le gustas a Klaus. Y Stefan te incluyó al plan porque dice que eres irritantemente lista, fue buena tu actuación de “sueltame, Klaus, yo no sé nada”.
—solo ayudé porque Mikael quería muerto a mí bebé, así que no me arrepiento de ayudar a matarlo ¿pero tú? Dicen que eres una villana, ¿por qué ayudar?
—Vamos, Katherine. Casandra tiene razón. No te importa nadie más que tú misma. —Stefan rió.
—Tú y yo sabemos que eso no es cierto. Te amaba, también amaba a Damon. La humanidad es la mayor debilidad de un vampiro... No importa lo fácil que sea apagarlo, sigue intentando luchar para volver a encenderla —Lo miró sería.
—No puedo dejar que todo vuelva. No quiero. No después de todo lo que he hecho. —negó Stefan, evitando verla. Casandra los miraba como partido de ping pong.
—Por supuesto que no quieres. Pero si no te permites sentir, no podrás hacer lo que necesito que hagas a continuación.
—¿Qué es eso?
—agarrar a mami luchona, el interés de Klaus y la amiguita de Rebekah, y juntos hacer un hermoso dúo. Uno muy enojado y precavido.
CASANDRA SE sentía sucia, no le gustaba lo que estaba haciendo, pero después de haber sufrido en Forks, no iba a volver a poner a nadie por encima de Bella, Castiel y ella. No iba a vivir con amenazas en su contra... Y qué casualidad que Stefan estaba dispuesto a ayudarla mientras ella lo ayude a él.
—entonces —Casandra habló caminando del brazo con Stefan, él no quería que ella lo use de candadito, pero a ella no le importaba su opinión —¿Tu proteges a mí hermana, a mí bebé y a mí, prometes no herir más a mis amigos y no ser destripador en Mystic Falls a cambio de que yo sea tu espía con Klaus?
—exacto, no es muy difícil —él sonrió y Casandra hizo una mueca.
—si, tengo mucha empatía, así que no me gusta mucho. Además Klaus se nota emocionado de reunir a su familia —arrugó la nariz y Stefan frenó, volteando a verla.
—¿Klaus va a despertar a su familia? —preguntó y ella asintió —esa es una gran idea, Casandra.
—pero si yo no dije nada —se quejó viendo cómo él se subía a la PickUp abriendo la puerta para que ella suba —¡Oye!
—ven, vamos a robar ataúdes.
—disculpame, creo que no oí bien, ¿a robar qué?
Se subió confundida y Stefan manejó -escuchando a la embarazada totalmente insegura de lo que iban a hacer- hacía el camión dónde Klaus guardaba los ataúdes de sus hermanos, quienes dormían plácidamente con estacas en sus corazones.
—Stefan, yo estoy en contra de esto ¡No me hagas participe, ni siquiera me caes bien! —se quejó dispuesta a irse en su camioneta. Él abrió el camión, mostrando los ataúdes.
—¿Y si te digo que Rebekah está apuñalada en mí casa? —preguntó logrando que Casandra frene —Puedo despertarla si me ayudas.
—¿apuñalaron a Bex? —se giró atonita.
—si, y sus hermanos están igualitos —subió al camión —ayudame a ocultarlos y alejarlos de Klaus... Y te daré también una solución para la sed de sangre. Mucha, mucha sangre.
—Estás sobornandome con muchas cosas tentadoras, copetón.
—Si quieres la cereza del pastel puedo decirte que he estado viendo a una pelirroja rondar por aquí —Puso las manos en sus caderas —y creo haber oído a Bella decir un nombre... ¿cómo era? Ah, si, Victoria.
Casandra apretó la mandíbula. No, eso no podia ser.
—¿Y te guardaste esa información para sobornarme en lugar de ayudarme antes? ¡¿Qué pasaba si ella llegaba a mi familia antes?!
—pues estarían... —se pasó el dedo por el cuello y sacó la lengua, fingiendo estar muerto —pero... ¡Ahora te lo dije! Lo que significa que ya estás al tanto y ahora sí estoy dispuesto a que no estén... —volvió a fingir ser degollado y morir, sacando la lengüita de lado. Luego sonrió —¿hacemos un trato? —alzó las cejas repetidas veces.
—sube los malditos ataúdes a mí camioneta.
Él sonrió radiante y con su fuerza sobrenatural movió los cuatro ataúdes a la PickUp, luego, emprendió viaje, tomando su teléfono para llamar a Klaus
—Sólo te llamo para agradecerte por mi libertad. —habló viendo de piloto a Casandra que estaba absorta. Ya había matado a dos del trío de vampiros que la querían muerta, faltaba solo la tercera y última —La cosa es que el precio fue demasiado alto... Me quitaste todo, Klaus... ¿Sabes que lo que nunca pasa de moda? Venganza.
Casandra frenó frente al único lugar abandonado que conocía dónde podía esconder algo.
—¿Qué te pasa, Klaus? ¿Echando de menos algo? —se burló Stefan —Simplemente disfruto de mi libertad... Si haces eso, nunca volverás a ver a tu familia. Me pregunto Klaus, como alguien que ha estado un paso por delante durante mil años… ¿estás preparado para esto? —y colgó —¿Dónde estamos?
—lindas amenazas. —habló bajando del auto —en la casa de brujas. Era esto o un sótano Lockwood.
—¿Aquí no había espíritus de brujas? —preguntó receloso.
—Si y trata de no hacerlas enojar porque parece que están dormidas.
Cuando entraron, se sorprendieron de que no, las brujas no estaban dormidas. Estaban despiertas y dispuestas a ayudar a ocultar los ataúdes de Klaus Mikaelson.
Meta de actualización.
350 estrellitas.
40 comentarios.
¿Katherine, Stefan y Cass?
Decime que no es el trío
menos esperado. Pero Cass
haría lo que fuera por la
seguridad de su hermana,
su bebé y ella😼😼😼.
Después de todo, es una sobreviviente.
Besitos en la cola, Lola💗
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