TED TALK WITH THE WRITER BEFORE START READING

AAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHH. Okey, a lo que vine.

Esto más que un final alternativo, es un epílogo alternativo. Es considerablemente largo porque tiene un poco más de explicación, además de que mi escritura ha cambiado ligeramente a ser más extensa.

Espero este final sea de su agrado y que puedan ver la historia desde otra perspectiva con ciertos detalles que he escrito en esto.

Otra vez, muchas gracias por leer. Disfruten.

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La imagen de Rosé en el suelo, con un ramillete de flores saliendo de su boca todavía es una pintura fresca en la mente de Jisoo. Esa trágica noche se repite una y otra vez en sus recuerdos como un bucle infinito de todas las malas decisiones que tomó en su vida y las que ha seguido tomando aún después de eso. Una especie de círculo vicioso, podría decirse. Donde va desde la confusión al arrepentimiento y sigue con una repentina realización para regresar a cuestionar todo nuevamente.

Roseanne se encuentra en el medio de ese circulo, siendo el núcleo de los problemas que Jisoo ha construido.

De hecho, Rosé es el núcleo de Jisoo. En cualquier y todos los sentidos.

Un limpio narciso amarillo en medio del desastre fue la prueba de ello. Narciso único que se convirtió en múltiples inflorescencias de Damasquina roja esa misma noche mientras iba tomando la mano de Rosé en la ambulancia camino al hospital, y como ironía, el inconfundible sabor a anémonas subió por su garganta hasta su lengua cuando Lisa con una falsa cara de tranquilidad recibió el cuerpo de Rosé para al menos dar un último intento de salvarla.

Lo que una vez fue la idealización de un hermoso jardín de sentimientos que la rubia guardaba para su exclusivo conocimiento, se convirtió en un matorral de secretos y mentiras sobre una camilla de quirófano. Fue difícil limpiar el romántico desastre de raíces, flores y pétalos; habían creado un perfecto molde alrededor del corazón de Rosé, estaban intentando protegerlo de romperse.

Puede ser cruel que el amor sea causa de una enfermedad, pero en el caso de Rosé y en el de muchos más, es un mal necesario. Una señal de alto, un signo de que ese amor no es el indicado, que debería olvidarlo antes de que sea muy tarde.

Afortunadamente, para Chaeyoung no fue tarde.

A penas dos meses han pasado desde que Rosé salió del hospital tras estar tres meses internada, con paso precavido pero seguro ha podido mejorar de todos los efectos post quirúrgicos, Sooyoung siendo el hombro donde puede recostarse y dejar sus preocupaciones por un instante.

Sooyoung... Park Sooyoung es un jodido angel ante los ojos de la rubia. Ella ha movido cielo y tierra por Rosé y cualquier cosa que necesite; la menor la molesta diciéndole que así no se debería tratar a un extraño, Sooyoung siempre responde igual: ya no eres una extraña para mi. Sin siquiera procurarlo o intentarlo Sooyoung sostiene con ambas manos lo que ha quedado de la Roseanne antes de la cirugía.

Esa Roseanne llena de alegría y optimista ante todo solo sale a la luz cuando la pelinegra está cerca, tal vez sea porque sabe que con Sooyoung no hay miedo de volver a demostrar o capaz es porque simplemente es Sooyoung.

Jennie y Lisa la han presionado para que comience a salir con la mayor, que serían la pareja perfecta si lo intentan, pero Rosé no quiere de Soo algo que no sea el amor platónico que comparten. No son del todo amigas pero, otra vez, no son extrañas y así les gusta.

Además, Sooyoung está saliendo con alguien. Un chico de cabello crispo y sonrisa cuadrada ha estado tomando cuidado de las cicatrices de la alta chica. Han pasado años desde la cirugía de Sooyoung y la muerte de Yerim, pero solo hasta ahora la primera ha decidido poner su corazón en la línea una vez más.

Dice que desde que es gracias a Roseanne, Seulgi dice que Sooyoung ha estado enamorad de Hyoseob desde hace tiempo.

Seulgi...

Seulgi.

Jisoo.

Cinco meses de sufrimiento son suficientes ¿no? Aunque en Jisoo los capullos han tomado mas tiempo en florecer, no significa que esté pasando por menos miseria.

Se enamoró de Rosé. Lo piensa como si fuera algo nuevo o ajeno a ella cuando desde pequeñas sus corazones habían latido al mismo ritmo que el otro, todos sus caminos siempre las guiaban al mismo ligar; a los brazos de la otra, pero la realización de eso para Jisoo es una primicia. Por eso cae en ese círculo vicioso una y otra vez, todavía no acepta sus emociones.

No puede aceptar ser rechazada ahora que sabe que aquel que le dio flores a Chaeyoung fue ella misma.

Darse cuenta de eso si no fue difícil; Rosé no podía ni verla a los ojos cuando Jisoo pasaba a visitarla antes y después del trabajo, la mayor entrelazaba sus manos pero la rubia no hacía agarre alguno, los besos en la mejilla y los abrazos comenzaron a disiparse hasta que desaparecieron. Rosé prefiere pasar tiempo con Sooyoung y Seulgi se fue porque ya no podía soportar el secreto y ver a su novia perderse por alguien que ya se había perdido por ella e intentaba encontrarse nuevamente.

Jisoo le dio flores a Rosé y a Seulgi también. Pero a diferencia de las dos menores, Seulgi supo que ella era más importante que esas flores, ni bien un mes paso desde sus primeros lirios amarillos cuando ya estaba en el hospital esperando que las raíces de este fueran retiradas. Aún así el corazón de Seulgi se mantuvo puro y su sonrisa de sol no cambió.

La castaña no pudo culpar a Jisoo y mucho menos a Rosé; en el momento en que se dio cuenta que la menor sentía algo por su novia, Seulgi entendió que iba a ser cuestión de tiempo para que ella pasara por lo mismo. Sin embargo, amó a Jisoo hasta el último día que la pelinegra se lo permitió.

Ahora sin Seulgi y con Rosé mas lejana que nunca, Jisoo ha quedado a la deriva.

ㅡSeñorita Kim, por favor, pase. La doctora Manoban la está esperando.

Los últimos cinco meses pasaron en un abrir y cerrar de ojos para Jisoo, no sabe cuántas noches ha pasado en vela ya sea por el dolor o por sus pensamientos que siente que se han convertido en una sola; sus días se resumen a Roseanne saliendo temprano del apartamento hacia la universidad, ella yendo detrás hacia el trabajo para regresar temprano a un hogar vacío con la excepción de Dalgom y Hank, esperando hasta después de la hora de la cena por Rosé quien llega tarde tras un entretenido día con Sooyoung o con Jennie.

Rosé no quiere estar cerca de ella, no quiere verla y tampoco hablarle. Si su amor por Jisoo ha acabado y con eso su amistad, Jisoo merece darle fin también.

ㅡSupongo que vienes por otra de tus migrañas, te dije que por todo lo qué haces en el trabajo es normal que te duren días. ㅡLalisa habla sin despegar la vista de su ordenador cuando Jisoo entra al consultorio. ㅡAhora me debes diez mil won solo por eso.

ㅡCierra la boca, idiota. Vengo por otra cosa. ㅡla mayor ríe ante las actitudes de la doctora. Esta de más decir que Jisoo la visita al menos una vez al mes por sus insufribles dolores de cabeza que Lisa ya le explicó como tratar. ㅡ¿Cuando podrías operarme de la enfermedad de Hanahaki?

En el instante que la situación se vuelve seria, Lisa hace su laptop a un lado e intenta buscar alguna señal de diversión en la expresión de Jisoo. Debe ser otra de sus bromas sin sentido, pero solo basta que la moraba haga una observación un poco más detallada para darse cuenta que no está bromeando.

¿Jisoo siempre fue así de delgada? ¿Desde cuando su largo cabello negro perdió brillo?... y la pregunta que resuena dentro de la cabeza de Lisa, ¿Desde hace cuanto se dio cuenta de sus sentimientos por Rosé?

ㅡ¿Cuanto tiempo llevas vomitando flores?

ㅡCuatro meses y dos semanas. Siguiente.

ㅡ¿De que tamaño son y que tan seguido vomitas?

ㅡEnormes, la mayoría han sido variedades de camelias y orquídeas, y... ㅡJisoo hace ademanes con sus dedos para contar. ㅡvomito entre una y dos veces a la semana.

La tranquilidad de Jisoo está sacando a Lisa de sus casillas, aunque no parezca mal, su vida está en riesgo y la mayor actúa como si ha venido a consulta por una uña rota.

ㅡ¡¿Podrías tomar esto en serio y dejar de pretender que estás bien? Son tal para cual!

Jisoo no puede evitar la mueca de dolor con la insinuación de Lisa. Está actuando al igual que Rosé cuando alguien intentaba ayudarla, fingiendo que no duele mucho o que será algo pasajero, cuando es todo lo contrario.

ㅡSé que es serio pero no hay nada más que hacer, Rosé olvidó su amor por mi y estoy bastante segura que olvidó absolutamente todo de mi porque en los últimos seis meses no me ha hablado por más de cinco minutos. ㅡen lo estable de su voz las grietas y el daño hacen resonancia. ㅡYo... ¡Mierda! ¡Yo quiero olvidarla también!

Desde ese primer día en que una extranjera y una curiosa local cruzaron miradas, las tardes en el jardín del papá de Roseanne, las fogatas donde los Kim, las noches donde ambas se escapaban al lago y las madrugadas entre los brazos de la otra; Jisoo quiere olvidarlo todo. Quiere borrar cada rastro de Park Chaeyoung que haya en su vida.

Se cansó de despertar con un corazón roto esperanzado de que sea finalmente el día en que Rose pueda verlo. Viven juntas, algunas veces comen juntas y están juntas en una misma habitación pero hay millones de kilómetros de distancia entre ellas.

Ese el "te amo" de distancia con el que Rosé estuvo dispuesta a vivir si Jisoo se quedaba con Seulgi pero Jisoo ahora no puede soportarlo sola.

ㅡNo puedo hacer que la olvides, unnie. ㅡLisa habla más suave al levantarse de su escritorio para tomar el pequeño y frágil cuerpo de su amiga entre sus brazos. ㅡSolo puedo borrar lo que sientes por ella, pero todos los recuerdos seguirán allí, todo lo que hicieron juntas.

ㅡTodo lo hicimos sintiendo algo, Lili. Borra su amor y la borraras a ella.

Y otra vez, Rosé dijo algo parecido cuando Jennie sugirió la operación. No son tal para cual, son una misma alma dividida buscando su otra mitad.

Sin embargo, todos los pensamientos de que alteración médica existente debe haber en la actitud de Rosé se detienen cuando gritos se escuchan desde afuera y una inconfundible voz es quien los da.

ㅡ¡Señorita, la doctora está ocupada con otra paciente!

ㅡ¡A esa doctora la he visto en millones de humillantes situaciones y soy su mejor amiga, con quien sea que esté no es más importante que yo! ㅡRosé le grita de regreso a la secretaría al mismo tiempo que abre la puerta.

O tal vez si lo es.

De hecho, Rosé ha visto a Lalisa en infinidades de situaciones para nada favorables a la pulcra reputación de la doctora, pero una imagen algo extraña para la rubia es verla consolar a una Jisoo a otra lágrima de quebrarse.

Aún más extraño es ver a la mayor llorar. Jisoo es alguien de la cual apoyarse, un pilar tan fuerte que ninguna tempestad sería capaz de derrumbar; llorar sería lo último que su orgullosa persona le permitiría, algo anda mal y Rosé solo espera lo peor.

ㅡDoctora Manoban, intente detenerla pero no pude, ya seguridad viene en camino. ㅡla secretaria de Lisa también entra al consultorio escupiendo excusas y disculpas.

ㅡTranquila, Nara. Ella puede quedarse, dile a seguridad que se retiren, por favor. ㅡLalisa responde calmada sin soltar todavía a Jisoo.

Cuando la puerta se cierra detrás de Rosé y escucha a la morena susurrarle algo a Jisoo una puerta a un mundo de oscuras posibilidades se abre en su mente. La pelinegra nunca le dijo que estuviera enferma y no luce como si lo estuviera, tal vez haya perdido algo de peso pero Jisoo sigue luciendo igual de hermosa para Roseanne.

Se ha distanciado, eso es cierto, pero es más por miedo que por rechazo. No sabe como actuar, no sabe que hacer cuando Jisoo está cerca y el constante recuerdo de la tragedia que tuvo que pasar no lo hace mejor; no quiere estar lejos de Jisoo pero estar cerca tampoco le parece opción cuando a lo que más le temía supone se ha hecho una realidad.

ㅡ¿Estás enferma? ㅡRosé pregunta sin moverse de su lugar.

ㅡEstoy bien. ㅡen medio de las lágrimas que corren por la blanquecina piel de Jisoo, esta sonríe. Ya había pasado casi una semana desde la última vez que escuchó la voz de Rosé.

Lisa toma eso como una señal y se levanta para regresar a su lugar detrás del escritorio, invitando a la rubia a sentarse al lado de Jisoo. Cosa que Rosé vacila un poco en hacer.

ㅡSupongo que no viniste solo a causarle un infarto a mi secretaria, ¿Que ocurre contigo?

Cierto, Roseanne vino a algo.

Cualquier dolor y malestar que la chica haya pasado y la haya traído hasta este consultorio se borró de su conciencia al pasar por esa puerta. Ella no es la importancia ahora que Jisoo luce como si estuviera batallando con algo mucho peor. Su primordial preocupación es saber que hace ella aquí, ya luego podrá recibir todos los regaños de Lisa cuando le diga a que vino.

ㅡYo puedo esperar a que termines con Jisoo unnie, lo mío no es algo serio.

Eso es mentira. Es serio, igual de serio que ambas chicas sentadas al lado de la otra pueden oler el dulce aroma de sus mentiras.

Jisoo no está bien, lo de Rosé es algo serio. Sus mentiras huelen a rosas.

ㅡYa termine con Jisoo, así que puedes decirme que te ocurre. ㅡla morena presiona un poco sin notar como Rosé quiere que el suelo se la trague. Es ahora o nunca.

ㅡMe he estado sintiendo mal los últimos dos meses, he tenido dolor de pecho y de cabeza. Me habías dicho que eso iba a ser normal por la cirugía y que tardaría en que esos dolores se marcharan, pero... ㅡRoseanne habla tan rápido que las dos mujeres que la acompañan tienen un difícil momento intentando entenderle. ㅡno creo que sea por la cirugía, supongo que es porque regresaron.

ㅡ¿Que regresaron?

ㅡLas flores, las flores regresaron. ㅡcon eso Rosé abre el puño de su mano izquierda que mantenía ajustado revelando así un maltratado clavel rayado.

Tanto Lisa como Jisoo no pueden evitar el quejido de sorpresa que sale de sus gargantas al ver otra flor proviniendo de Rosé. No debería tenerlas, al menos no tan pronto.

Dentro de Jisoo la débil armadura tejida de raíces alrededor de su corazón se ajusta al músculo mientras que la solitaria ramificación en Rosé siente alivianarse. Roseanne se ha enamorado otra vez, y nuevamente ha sido de alguien que no puede corresponderle, mientras Jisoo sigue lamentándose haber perdido su oportunidad.

ㅡ¿Sooyoung? ㅡla mayor de las tres pregunta en un hilo de voz.

Por supuesto que tiene que ser Sooyoung, ¿Quien más podría ser?. Jisoo puede escuchar desde su habitación esas largas llamadas entre el par donde la alegría de la rubia se vuelve palpable en sus lágrimas, cuando Rosé llega tarde a casa Sooyoung siempre es la razón detrás. Si Rosé necesita algo ya no es Jisoo quien hiciera lo imposible por ello, ahora es Sooyoung quien lo hace.

Querer ayudar a su mejor amiga solo trajo a alguien más dispuesto a hacer lo mismo, solo que Soo parece hacerlo mejor.

ㅡ¡Dios, no! ㅡtoda la lluvia de emociones negativas en Jisoo se detiene al escuchar a Rosé. ㅡJoy es en pocas palabras mi mujer perfecta, pero no es la que quiero.

Para el par frente el escritorio la sonrisa de Lalisa no es de importancia, Jisoo está muy ocupada viendo el juego que hace con las manos sobre su regazo y Rosé evade la mirada de cualquiera de las dos.

Todo toma sentido para la morena. Rosé no olvidó a Jisoo.

ㅡ¿Entonces quien? ㅡesta Lisa presiona con toda la intención que puede.

Chaeyoung baja la mirada y con disimulo mira a la mujer a su lado, ve como una manía que había pensado desaparecida se encuentra nuevamente frente a ella. Jisoo solía jugar con sus manos únicamente cuando estaba nerviosa o ansiosa de algo y eso era hace muchos años atrás. Todo regresó a donde estuvo alguna vez. Lalisa asiente para su misma antes de tomar en sus manos el asunto.

Si ninguna de sus dos amigas lo hará, ella será quien lo haga.

ㅡYo creo que ustedes dos deberían hablar. Cuando regrese programaré la cirugía de extracción de unnie y supongo que también la tuya, Rosie. ㅡla doctora toma unas carpetas y sale del consultorio, antes de cruzar por completo el umbral de voltea hacia el par otra vez. ㅡDeberían hacerme caso esta vez.

El silencio reina al igual que el estruendoso sonido de los pensamientos en conjunto de Rosé y Jisoo.

Si no es Sooyoung quien le ha dado flores, ¿Entonces quien?
¿Cirugía de extracción? ¿Jisoo también tiene la enfermedad de Hanahaki?

Otra vez, las raíces en los corazones de ambas mujeres buscan protegerlo de ser roto, intentan llenar las grietas con los más hermosos capullos que pueden ofrecer aunque sus pétalos cuando florezcan tendrán el nombre de la otra por doquier. La enfermedad pretende recordarles lo bueno de estar juntas, los recuerdos que Jisoo busca borrar y el amor del cual Rosé ha estado huyendo.

Pero que la mayor tenga el padecimiento avanzado hace que el dolor de su pecho se refleje en su expresión, llamando la atención de Rosé quien estaba sumergida en un mar de posibilidades de quien sería la persona que ha borrado a Seulgi del corazón de Jisoo para reemplazarla con flores.

ㅡ¿Por qué no me dijiste? ㅡla rubia habla bajo un suspiro buscando las manos de Jisoo para distraerla del dolor. Tanto tiempo estuvo en lo mismo, que ya sabe que hacer. ㅡ¿Desde cuando estás pasando por esto?

ㅡDesde que me olvidaste, Roseanne.

Con una amarga risa de Jisoo sus labios intentan mantener las comisuras elevadas a pesar de que en sus ojos las lágrimas comienzan a brillar. ㅡ¿Por qué tuve que haberte dicho? Me has ignorado desde que tuviste la operación. A duras penas y me saludas al llegar a casa, ya no sales de tu habitación sino es para salir con alguien más, ya no llegas temprano para cenar juntas y te vas antes de que pueda hacerte desayuno como solía hacerlo. ¿Como iba a decirte contigo fuera de mi alcance?

La mayor hace que Rosé la suelte y regresa a su juego con las manos. Pulgar izquierdo con índice derecho y entre un movimiento repetitivo con los dedos contrarios construye una escalera sin inicio ni fin, en el cual cada escalón es una palabra que falla en decir.

Esa amarga sensación de las flores llegando a la garganta listas para salir, sin embargo, mientras Jisoo las traga, Rosé las deja salir con un exasperado quejido.

En el suelo, unos cuantos tulipanes blancos decoran la alfombra. No hay sangre que las manche, demasiado puras como la disculpa que significan.

ㅡTenía miedo, ¿De acuerdo? ㅡde pie frente a las flores, Roseanne habla. ㅡLisa y Sooyoung me dieron toda esta explicación de lo que pasaría después de la operación pero nada de eso sucedió. Se sentía como si solo hubiesen quitado las flores, pero no los sentimientos. La operación no me hizo olvidarte, yo estaba intentando hacerlo después de ella, y aquí estoy otra vez.

Rosé intenta buscar la mirada de Jisoo pero esta sigue con sus ojos hacia su regazo. Ni siquiera el llanto de la menor puede interrumpir su silencio. ㅡAquellas flores, y estás ㅡla rubia señala los tulipanes. ㅡson tuyas. Me enamore de ti otra vez y esto es lo que me he ganado mientras tú tienes flores por alguien más.

ㅡEres tú, idiota teñida.

Sin voltear a mirar a Rosé, Jisoo dice con voz fuerte y segura.

Dentro de ambas, más y más florecen crecen violentamente en cada ramificación pero en todos los pétalos que se abren las raíces mueren. La armadura de hermosos arrepentimientos que protegían sus corazones se comienza a agrietar, ya no tienen que proteger hasta sofocar si las flores finalmente han llegado a su jardín adecuado.

Por primera vez en meses, Jisoo puede tomar un profundo respiro y ver a la mujer que tanto ha extrañado con ojos distintos a los de lamento, puede ver a Rosé como lo hizo antes de aquellos narcisos. Justo como la persona que quiere para el resto de sus días.

ㅡ¿Disculpa? ㅡes palpable la molestia en la voz de Rosé y eso hace sonreír a Jisoo.

ㅡMis flores, tú eres quien me las ha dado. Las tengo desde la noche en que casi mueres, aunque estuve sintiendo su dolor días antes. Supongo que saber que te habías enamorado de alguien y que casi te perdí hizo que finalmente florecieran.ㅡJisoo habla calmada, sabiendo que Rosé debe estar sintiendo la misma euforia que ella.

Y no se equivoca.

A penas hoy Rosé comenzó a vomitar pétalos otra vez, pero toda la molestia que causaban ha sido reemplazada con una repentina ola de emociones que solo responden a las acciones de Jisoo frente a ella. Esa triste sonrisa, esos grandes ojos pidiendo por algo y la inesperada confesión se traducen a más lágrimas por parte de Roseanne junto con su corazón latiendo con todas las fuerzas que había perdido desde hace casi un año atrás cuando el lavado fue manchado con unas amarilis.

ㅡUnnie...

ㅡVamos, son tus flores después de todo. Tú eres la única que puede arrancarlas de mi, Rosie.

Amar y querer no es lo mismo, eso ya se sabe. Sin embargo, esta vez, Jisoo quiere a Rosé para este día y puede prometer que la amará para el resto de ellos.

Sin pensarlo dos veces y con la invitación de las manos de Jisoo en su cintura, Rosé toma el rostro de la mayor para poder hacer lo que por año y un corazón casi destrozado estuvo esperando a hacer.

En el segundo que sus labios comienzan ese parsimonioso movimiento entre ellos donde cada nervio responde con más deseo, las flores desaparecen. Cualquier pétalo, capullo, raíz o cimiento que hayan creado con los lamentos acumulados se deshacen en el baile de su amor.

Palmas pequeñas se presionan contra un abdomen fuerte mientras que dedos largos se enredan en cabello oscuro, labios se palpan entre sí intentando memorizar su textura, su sabor; una unión tan perfecta que nunca podrá ser replicada a menos que Roseanne y Jisoo sean sus protagonistas.

El beso llega a un fin cuando el aire se vuelve prioridad, pero esto solo abre paso al abrazo más necesitado que en sus décadas de amistad han tenido. Jisoo esconde su rostro en la cuenca sobre la clavícula de la menor, los largos brazos de Rosé rodean por completo a la pelinegra.

Besos son dejados aquí y allá. Las palabras no parecen ser suficiente para expresar lo que sienten ahora. ¿Como podrían simplemente hablar cuando por fin el amor que tanto las ha lastimado se ha vuelto dulce? Necesitan más que eso.

Pero el silencio del roce de labios contra piel se ve interrumpido cuando al mismo tiempo, una pequeña tos abarca a ambas.

Entre sus manos una pequeña rosa roja marca el fin de la enfermedad. El símbolo del amor y deseo que han sentido mutuamente desde que sus vidas se mezclaron en una.

ㅡMis flores, amor mío, siempre serán para ti.