❛ 𝘅𝘃𝗶𝗶𝗶. 𝗂'𝗆 𝗇𝗈𝗍 𝖽𝗂𝖿𝖿𝖾𝗋𝖾𝗇𝗍 𝖿𝗋𝗈𝗆 𝗆𝗈𝗆𝗆𝗒.



❛ 𓄼 CAPÍTULO DIECIOCHO 𓄹 ៹



          ESTABAN DE REGRESO EN LA CAMIONETA, Dick, Kory y Lydia con una ira creciente ante lo descubierto media hora atrás, siendo la sirena que lo demostraba más debido a su vínculo.

          —ES UNA PROYECCIÓN DEL FUTURO —tras el haber abierto mucho más sus sentimientos, Lydia y Dick ingresaron a la nave, encontrándose con la proyección, como decía Kory, de un planeta arder en llamas—. Tamaran arderá —la pareja se acerca a pasos lentos, Lydia con los brazos enrollados en el torso de Dick y este con su brazo alrededor de sus hombros—. A menos que Rachel muera, mi mundo lo hará.

—¿Y cómo haría eso Rachel? —pregunta Dick.

—Ella no. Será alguien de otro lugar.

—¿De otro planeta?

—No, de otra dimensión. Vino hace mucho —relata con su mirada perdida—. Destruyó un mundo, pero acabaron con él. Pero no sé, podría equivocarse.

La rosada dio vuelta a la página de un libro antiguo que tenía sobre la mesa, y presionando botones en ella, dio lugar a otra proyección sobre el que parecía ser un monstruo.

—Llamaron a este ser a la Tierra para que concibiera a una hija —frunció el ceño—. Pero no es todo, aquí dice que tenía una hermana —leyó un momento en su cabeza antes de mirar a Lydia con ojos desorbitantes—. Ella provenía de una especie diferente a la suya, de otro planeta. Un planeta de sirenas.

—Lydia —murmuró Donna mirando a su mejor amiga desde la niñez.

—Trigon vino con esa intención, la de su hermana era acompañarlo, y ambos la consiguieron, pero ella se quedó, enamorada de un humano viviendo lo que podían hasta que quedó embarazada. Al padre de Rachel, Trigon, lo regresaron a su origen y lo encarcelaron. Ella sería el portal para traerlo a esta dimensión. El pilar que lo sostendrá. La Tierra será el primer planeta que cubra con su oscuridad. Pero al final, todo, todos los mundos, mi mundo, arderán.

—¿Ti–tienes información de mis padres? —balbuceó con un deje de esperanza en sus ojos.

Kory buscó. —Davina Petrova —leyó. Una explosión de felicidad llenó el cuerpo de Lydia, al fin conocía el nombre de su madre—. Petrova fue el apellido creado para la Tierra. Davina, proveniente del planeta Seiremus, era la reina de aquel lugar hasta que cayó en desgracia debido a la falta de su reina. Viven como pueden hasta el regreso de su reina... Me parece que no saben de la muerte de tu madre, Lydia.

Los ojos de Petrova se cristalizaron. —¿Qué le pasó? —pregunta. Bruce jamás le había contado cómo murieron sus padres.

—Los seguidores de Trigon. Estaban molestos porque ella era la adoración de su hermano, la única persona o cosa que amaba, y pensaron que le distraería de su objetivo. Claro que a Trigon no le gustó. Lo siento, Lydia, hay tanta información aquí que... —permaneció callada, asombrada—. Davina lo era todo para Trigon.

La máquina lanzó una imagen de Trigon mirando a Davina con adoración pura, mientras que la sirena —extremadamente parecida a su hija— tenía un rostro burlón y frío dirigido hacia el frente.

—No era muy diferente a su hermano. Era cruel, retorcida y desalmada, excepto con sus súbditos, hasta que conoció a tu padre. Vincent. Él fue su redención.

—Creo que no soy diferente de mami —se burla, intentando ocultar así las lágrimas y el dolor.

—Oigan, chicos —Donna decidió cambiar el tema por el bien de la castaña—, hay un problema. Él es el padre de Rachel, ¿Verdad? —señaló una imagen en el libro de lo que parecía ser Trigon saliendo de un espejo—. Me atrevo a decir que esta es Lydia —apartada, una chica se hallaba. Parecía congelada—. Ella es Rachel. ¿Quién es ella? —ahora su dedo apuntaba a una mujer con una capucha que ocultaba su rostro, con una mano en el hombro de Rachel, que permitía a su padre entrar.

—¿La madre de Rachel? —preguntó Dick.

—Se ven unidos.

—Esa perra —espetó Lydia limpiando sus lágrimas.

          ÁNGELA NOS ENGAÑÓ TODO ESTE TIEMPO —la ira de Dick era palpable—. La organización, el asilo. Todo era para recuperar a Rachel.

—Hay una forma de acabar con Trigon. Una forma —reveló Donna desde los asientos traseros, con el libro en manos—. No sé que trata de decir, pero la respuesta es luz y oscuridad.

—Rachel y yo —murmuró sorprendida Lydia, que se encontraba en el asiento del copiloto.

—Sí, pero primero deben completar los retos —dijo Kory sentada detrás de Lydia, cambiándose de ropa.

—Retos. Es esta palabra.

—¿Qué son los retos? —Dick volteó su cabeza para mirar a Wonder Girl.

—Cuatrocientos días consecutivos del más duro entrenamiento para guerreros. Nadie ha sobrevivido. No hay forma de que logren superar...

—Si alguien puede hacerlo son Lydia y Rachel —sus ojos viajaron a los de ella transmitiendo confianza y seguridad—. Tú las conoces.

—No lo sé, Dick —dudó Lydia—. Trigon ha vivido más de lo que puedo contar. Su poder es más fuerte, sin duda.

—Dijiste que lucharías por nuestro futuro —entrelazó sus manos dejándole un beso en su dorso—. Hazlo. Gana.

—Debemos apresurarnos —declaró la sirena.

          EN EL CAMINO, cerca de llegar a la casa donde sus amigos estaban sin tener idea de lo que les deparaba, las luces de la camioneta parpadearon antes de que esta se quedara sin batería.

—Se paró —Lydia lo miró y luego a la morena.

—¡Está aquí! —exclamó una vez se bajaron del vehículo y pronto se echó a correr entre los árboles.

—Lydia, espera.

—Es muy tarde —concordó Kory—. Debemos buscar a Rachel.

Agradecieron el corto trayecto, quedándose plantados a unos metros del lugar confusos, debido a la estructura en forma de burbuja brillante que rodeaba la casa.

—¿Qué demonios sucede?

—En el aire —divagaron Dick y Lydia.

—Justo en la casa.

Se miraron sin ser vistos por las chicas, asintiendo, y entrelazando sus manos otra vez, corrieron hacia aquel campo esperando atravesar.

Ahora, de haber tenido la oportunidad, y el conocimiento de lo que sé ahora, no hubiera atravesado el campo.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top