EN LA OFICINA DEL ENTRENADOR
original: @florchuvila22

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ADVERTENCIAS: Smut, Dirty Talk, Public Sex, Oral Sex (female!receiving), Orgasm Denial, Punishment, Speed Game.

A SCOTT LE ENCANTABAN las faldas, verte con ellas puestas. Y hoy te has levantado con ganas de jugar con el. Así que te pusiste tu falda negra.

—Hola, Lyds—, saludaste a Lydia.—¿Cómo estás?—

—Estoy bien. Bonita falda, me gusta—te hizo un cumplido.—¿Y tú cómo estás?—

—También bien—sonreíste y Lydia y tu que entraron en la escuela.

Fuiste a tu casillero y miraste a Scott, él te miraba con ojos serios y profundos. Sonreíste y lo saludaste moviendo un poco los dedos de forma inocente.

Cerró el casillero de golpe y tú te reíste.—¿Te gusta, Scotty?—se mordió el labio inferior y respiro hondo.—Se que sí—seguiste susurrando, sabiendo que él podía oírte,—a mi no me engañas con esa mirada seria, se nota que intentas no volverte loco—levantó las cejas y tú te reíste entre dientes. Sonó el timbre y te dirigiste a tu primera clase del día. Tu teléfono sonó por un mensaje.

«Tienes problemas, nena», era Scott.

«Que pena», contestaste. Ya habías conseguido lo que te habías propuesto.

La clase transcurrió con normalidad, pero tu pierna temblaba de emoción.

Tu clase terminó y fuiste a tu casillero mientras hablabas con Allison. Ahí Scott se acercó a ti.

—Hola, ¿podemos hablar?— Scott te susurró al oído, agarrándote la cintura por detrás.

—¿Quieres que me vaya?—preguntó Allison.

—No es necesario, ya sé de lo que quiere hablar—te diste la vuelta para mirarle,—Es así de importante—le dijiste mirándole a los ojos, luego la miraste a ella,—Adelante, yo iré detrás de ti—sonreíste.

—De acuerdo, nos vemos—respondió y se fue.

—¡Nos vemos!—Volviste a mirar a Scott y su cara estaba más cerca de la tuya.

—No la verás—gimió, todos estaban ya en clase.

—Oh, sí que la veré. Tengo un examen, no voy a reprobarlo—tomaste sus mejillas y lo besaste salvajemente, solo para excitarlo aún más. Luego fuiste a tu clase. Scott no podía evitar mirarte los muslos y el culo. Lo estabas sacando de sus casillas.

—¿Está todo bien?—Preguntó Allison cuando te sentaste a su lado.

—Sí, ¿por qué no iba a estarlo?—. Dijiste con una sonrisa.

Estabas esperando al profesor y otro mensaje llegó a tu teléfono.

«Te voy a castigar por usar esa maldita falda, ¿lo sabes verdad»

«¿En serio? ¿No estoy siendo una buena chica? Pensé que te gustaba esta falda»

No respondió, probablemente estaba planeando algo para castigarte. Llegó el profesor y empezaste el examen.

Saliste de clase, ahora tenías tiempo libre, así que decidiste salir. Pero un par de manos fuertes te empujaron de espaldas contra los casilleros y te besaron bruscamente.

—Hola, Scotty—dijiste sin aliento cuando se separó del beso.

—Camina—fue lo único que dijo y te condujo a la oficina del entrenador, cerrando la puerta tras de sí. Te sentó en el escritorio y empezó a besarte de nuevo, sus manos estaban en tu cintura y bajaron hasta tus muslos, acariciándolos por debajo de tu falda.

—¿Y si vuelve el entrenador?—le preguntaste.

—Está en clase, no volverá hasta dentro de una hora—dijo besándote el cuello.

—¿Y si entra alguien?—, gimió y arrancó el pomo de la puerta. Te agarro de los muslos y te acercó más a él, dejándote sentir su duro miembro en tu interior. Te sacó la ropa interior y se la metió en el bolsillo. Gemiste. Su mano se abrió camino hasta tu clítoris y empezó a frotar dolorosamente despacio.

—Eres una chica tan mala. Llevando esa falda para provocarme. Eres una zorra—.

—Tu zorra—le ronroneaste, él gimió de vuelta y de repente empezó a mover sus dedos diez veces más rápido, gemiste.—Vamos a hacer algo. Dejaré que te corras, pero...—volvió a bajar la velocidad, haciendo que se te curvearon los dedos de los pies.—Si quieres correrte, tendrás que hacerlo antes de que suene la campana, o no podrás correrte en el resto del día. ¿Entendido?—Uno de sus dedos se deslizó en tu entrada y lo dejó quieto, presionaste las cosas juntas

—Entendido—gemiste tratando de mover tus caderas. Empezó a moverla rápido, echaste la cabeza hacia atrás y te pusiste la mano en la boca para no gemir demasiado alto. Pero Scott la sacó.

—Oh, no. Si no quieres que oigan la puta que eres, vas a tener que quedarte callada sin la mano—los empujones con los dedos eran lentos pero profundos, siempre golpeando en tu punto G.

—Scott... por favor ve más rápido—suplicaste moviendo las caderas, pero en lugar de ir más rápido añadió otro.

—Dios, mírate. Tan desesperada por correrte—gemiste ante sus palabras, te encantaba cuando te decía cosas.—Así que te gusta cuando digo cosas así. ¿Qué te parece usar mi boca para otras cosas?—.

Sacó sus dedos de ti y se arrodilló entre tus piernas, besando desde tus rodillas hasta tu pelvis y lamiendo toda tu zona. Tu mano le agarró del pelo y él sonrió satisfecho mientras empezaba a chupar con brusquedad. Su lengua se metió en tu entrada y empezó a bombear rápido, gimiendo para enviarte vibraciones y hacerte sentir mejor. Estabas a punto de correrte cuando sacó su lengua, gemiste al perder los empujones

—¿Por qué te detienes?—Te quejaste

—No he detenido. Sólo estoy bromeando—te explicó y empezó a lamer tu sensible clítoris. Empujaste tus caderas hacia él.

Volvió a gemir varias veces y deslizó un dedo dentro de ti una vez más. La estimulación en tu clítoris era rápida y el dedo apenas rozaba tu punto G.

La diferencia de velocidades te estaba volviendo loca y él lo sabía.—¡Dios! ¡No pares, voy a correrme!—Gemías sin importarte si alguien te escuchaba.

Estabas a punto de correrte cuando sonó el timbre y Scott se apartó haciendo que apretaras los muslos.

—¡¿Qué demonios?!—Te quejaste.

—Te dije que tenías que correrte antes de que sonara el timbre—dijo con una sonrisa burlona y te besó. Luego se dirigió a la puerta y la empujó para abrirla.—Y nena, si te corres, lo sabré—

—¿Scott?—

—¿Sí, nena?—

—Necesitaré eso de vuelta—dijiste señalando su bolsillo.

—Creo que me lo quedaré—dijo y se fue a clase.

—Maldita sea—susurraste sintiendo palpitar tu zona.