𝐂𝐚𝐩𝐢́𝐭𝐮𝐥𝐨 𝐒𝐢𝐞𝐭𝐞

Jung Kook había gemido al sentir la suavidad de unas grandes manos pasear por todo su cuerpo, además de la dulzura de unos labios llenarlo de placer y encontrar en sus ojos una pizca de romance, "Te haré el amor", pudo escuchar su voz excitada y los labios secos esperando llenarse de humedad.

Cómo un confuso recuerdo se hallaba desnudo delirando entre placer mientras era empujado una y otra vez contra el colchón por las fuertes penetradas que recibía de su compañero. Si tan solo no hubiera sido un sueño húmedo que lo hizo despertar con una erección.

Sus rosadas mejillas no le habían hecho justicia a su vergüenza, se hallaba con el brazo de su compañero rodeando la mitad de su cuerpo y él había dormido con una de sus piernas sobre la del mayor ¿Cómo terminaron así?, la noche era muy fría, los cuerpos calientes y el amor que sentían por el otro los llevó a la confianza sin darse cuenta.

Se había apartado con cuidado del mayor que a falta de Jung Kook se dio vuelta en la cama aún dormido. Se había quedado mirando al mayor con culpa en los ojos, porque en dos años no había amanecido tan tranquilo en brazos de alguien que lo quería, alguien que deseaba con toda su voluntad. Estaba feliz por verse en la mañana y en especial por volver a fantasear con el mayor. Cuando vio al mayor estirarse regresó a la realidad.

—Buen día —mencionó somnoliento, Jung Kook no recordaba cómo hablar—. ¿Todo está bien? —asintió tomando dirección al cuarto de baño. Debía relajarse, él no podía desear a Seok Jin como lo estaba haciendo.

Había jadeado para sí mismo con los ojos cerrados estimulándose en la ducha mientras recreaba en su mente ese sueño caliente, pero el arrepentimiento estaba con él. Ho Seok ni siquiera le había preguntado si estaba bien, ni siquiera respondía a sus llamadas desde que abordó al crucero.

Jung Kook en su papel de Luan se hallaba buscando desayunar en el enorme buffet del barco. Había perdido de vista a Seok Jin, pero no estaba preocupado por esa parte de la misión, sino por el hecho de que lo quería cerca.

Encontró un asiento disponible entre las mesas compartidas, habían desconocidos en su misma mesa, se había sentido como en el comedor del instituto, pero sus pensamientos se esparcieron cuando notó a Park Ji Min tomar un asiento a su lado. Se había paralizado por un segundo, tenían muchos días de buscarlo y había llegado a ellos de la forma más peculiar.

Jung Kook había hecho la pantomima de acomodar sus gafas, pero en realidad estaba colocando la cámara a grabar, no podía dejar pasar la oportunidad. Se dedicó a comer cuando escuchó a Ji Min contestar una llamada, estaba muy concentrado en lo que decía que no se percató cuando su compañero apareció.

—Buen día —dijo Seok Jin al sentarse frente a Jung Kook, Ji Min había levantado la mirada hacia el recién llegado y sonrió.

—Buen día —respondió su colega con la mirada hacia al frente mientras seguía comiendo. Ji Min también había contestado aún en la llamada.

Se dedicó a comer, aunque su mirada le jugó una mala pasada cuando Ji Min vio a ese desconocido de ropas blancas mirar al hombre de su derecha, no quería ser obvio, pero Jung Kook esa mañana había amanecido como un total angelito buscando corromperse.

—Sí, pero Tae, ya cuando regrese hablamos, ahora estoy desayunando —escuchó a Ji Min, agregaría un tal "Tae" a la investigación.

—Lindo color de cabello —mencionó Seok Jin, así que Ji Min levantó su mirada, pero no era a él quien se lo había dicho—. ¿No hablas? —Jung Kook estaba ligeramente sonrojado por la forma dulce que el mayor lo miraba, pero apenas se hizo el entendido para no levantar sospechas.

—¿Me ha hablado a mí? Disculpe, es complicado para mí saber si alguien externo me habla.

—No se preocupe. Sí, le he dicho que su color de cabello me parece lindo —Ji Min se llevó la taza con café a la boca con una ligera expresión. Park conocía a Lee Min Ho, lo había visto un par de veces en el pasado y quizá no solo habían quedado para conversar. No podía imaginar que hacía en el crucero, conocía de qué trabajaba Min Ho, quizá estaba de vacaciones.

—Cielos señor Lee —vaciló Ji Min al tomar la charola ya sin comida e irse. Jung Kook pasó tímidamente el mechón de su flequillo detrás de la oreja como la primera vez y Seok Jin sin importarle que el objetivo se había ido siguió coqueteando con su colega.

Una vez terminado el desayuno separaron caminos con la suerte de encontrarse a Ji Min en algún otro punto del barco, pero hubo éxito cuando cayó la noche. El objetivo estaba en uno de los bares del crucero, quién lo encontró había sido Seok Jin podía jurar que estaba de suerte por haberlo encontrado dos veces en un mismo día.

El mayor buscó un lugar con su mirada hasta que encontró los ojos de Park sobre él, el muchacho le sonrió y un su dedo índice le indico para que se acercara, Seok Jin también sonrió «Haces más fácil mi trabajo, pequeño imbécil». Acariciando su mentón dejó un suave beso sobre la mejilla de Park.

—No esperaba encontrarte aquí, Ji Minnie —aprovechando la cercanía también le había dado un beso en la mejilla, uno que había tocado parte de sus labios, el mayor no apartó su rostro, aún acariciando su mentón, pero su pulgar comenzó a rozar el abultado labio del menor—. Cariño, dulce como siempre —sonrió, Ji Min tomó un poco de su trago mientras Seok Jin pedía uno, no iba a despegarse del jodido Park Ji Min, era su oportunidad para atacar.

Lee Min Ho tenía un enrolle con el muchacho muy casual, no podría ser ni siquiera su primer beso, no podría quejarse de que Lee fuera un mal amante, a Ji Min le gustaba, pero Seok Jin sin duda alguna lo odiaba.

Jung Kook se había quedado en la habitación de su colega, trabajando en unos asuntos del caso 360, estaba frente a su laptop muy ocupado, pero el celular personal de Seok Jin comenzó a timbrar. Levantó su mirada para confirmar quién estaba llamando. Rodó sus ojos tomando el móvil, tenía permiso para contestar llamadas, pero nunca específico si debía responderle a su amante.

—¿Hola?

—Ohh ¿Quién eres?

—Luan ¿Quién llama? —pero hubo un silencio en la llamada.

—Señor... mi nombre es Van, llamo de parte del centro de Relajación y Spa en Itaewon, es... quería saber si podían confirmar la cita del otro mes para el señor Lee, hemos tenido problemas con la agenda y debemos hacerlo manualmente.

—¿Ohh sí? Cancela por favor, estamos de viaje y no volveremos hasta dentro de dos meses.

—Vale, gracias por atenderme...

Tanto Tae Hyung como Jung Kook rodaron sus ojos bastante celosos, era inevitable para los dos mostrarse serenos ante esa situación, los dos querían la misma atención y Seok Jin sin saber demasiado estaba devorando cada esquina de los labios de Park Ji Min, quién estuvo coqueteando con él toda la noche y sin querer mencionó que ahora estaba emparejado.

—¿Desde cuándo te ha importado? Será un secreto —murmuró Seok Jin apresando el labio inferior del muchacho con sus dientes—. Nadie lo sabrá —y no podrían saberlo. Estaban encerrados en el cubículo del baño. Seok Jin tenía el arte de enamorar, eso le servía mucho a la hora de sacar información y si se trataba de este objetivo, estaba más que claro que accedería—. Deseo volver a tenerte —el menor gimió.

—Ohh maldición... lo quiero, pero está vez no puedo —Seok Jin arqueó la ceja, esto tenía que ser apuntado en su bitácora, Park Ji Min estaba enamorado—. No está aquí, pero no he venido solo... para este punto pueden sospechar que estamos juntos...

—Metiéndote en problemas —gruñó besando sus labios—. Desde que te conozco eres igual —él sonrió.

—Debo irme —un último beso fue lo que el rubio dejó antes de salir del cubículo del baño.

Seok Jin había llegado a su dormitorio, pero Jung Kook lo recibió con mala cara —¿Pasó algo en mi ausencia? —preguntó acercándose al refrigerador para servirse un trago de agua helada.

—Sí, tu masajista personal llamó y quiere que le confirmes si tendrán una cita el próximo mes.

—¿Masajista personal? —vaciló al recostarse en el sofá dejando el vaso medio vacío en la mesilla—. No he recibido un masaje en años, no pagaría por uno tampoco.

—Ahh no lo sé, tu amigo el stripper cree que soy lo suficientemente imbécil como para creerme eso.

—Mi amigo el stripper —Seok Jin había reído mientras se desabrochaba la camisa—. Ji Min y yo nos besamos... me ha dejado un asqueroso chupón en el mentón, es un bastardo infeliz ¿Puedes creer que está enamorado de alguien?

—Ohh cielos, no me sorprende —pero miró al mayor de inmediato—. ¿Qué has dicho?

—Exacto. Ha venido sin él, pero el tipo no lo mandó solo, para este punto puede ser el asocie que necesitamos, los hijos de perra están compinchados.

—Joder —gruñó, pero Seok Jin sabía que su colega estaba enojado por otra cosa.

—Cariño —llamó al cerrar sus ojos—. ¿Estás enojado conmigo? Te recuerdo que todo esto es trabajo, te has celado por nada.

—¡No estoy celoso! —Seok Jin sonrió al abrir sus ojos.

—¿Por qué no vienes y te sientas conmigo? —Jung Kook cambió su expresión ahora avergonzado—. Y quizá lo solucionemos —mantenía la camisa semi abierta con la mirada tranquila y no dejaba de parecerle caliente. Se vio demasiado tentado por acercarse, pero cuando iba a dar un paso Seok Jin habló—. No debería haberlo dicho —pero Jung Kook retomó el paso y se quedó frente a él—. Kookie... —ocupó un lugar en el sofá y sus ojos se encontraron, tan solo eso bastó para que los dos entendieran lo que querían.

El silencio fue el rey de la habitación junto con la cercanía de sus rostros con lentitud hasta unir sus labios en un beso que empezó muy calmado, tan calmado que poco a poco, Jung Kook fue ocupando más espacio sobre su colega que le correspondió.

Era consciente de lo que hacía, que esos labios que probaba sabían a dos cosas, a Martini y Park Ji Min.

Muchas gracias por leer🥰❤
-: ✧ :-゜・.FairyWinB

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