𝟎𝟏𝟕
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17. Así es la vida.
Ya estaban en España, habían viajado juntos los tres por petición de Camille quien ahora no quería despegarse de Lewis—¿crees que en algún punto me llame papá?—pregunto el hombre viendo a la niña hablar con el hijo de Toto.
—Hay que darle tiempo—respondió Silver—mientras creo que puedes conformarte con Lewlew—rio, su hija había decidido que ese era el nuevo nombre de Hamilton.
—Es horrible, pero me encanta—admitió rodando los ojos—me puso un apodo—hizo un puchero.
—Bienvenido a la paternidad—palmeo su espalda Toto—todo lo que hacen o dicen parece perfecto, espera que lleguen a la adolescencia y te detesten, quién sabe podría gustarle Jack en el futuro.
—Camille no tendrá novio hasta los veintisiete—reclamo hamilton causando la risa de sus dos acompañantes—mejor treinta.
—Mon amour—llamo su madre a la niña quien corrió a sus brazos—deséale buena suerte a papá en la carrera de hoy.
—Buena suerte lewlew—sonrió la niña para besar su mejilla.
Silver le coloco unos protectores de oído para luego alejarse de los autos junto a Jack, se ofreció a cuidarlo, ya que Susie debía viajar y Toto estaría muy ocupado con la carrera.
Lewis corrió hacia ella de la nada, confundiéndola—Pensé que podrías desearme buena suerte tú también—sonrió—pero como no me darás el beso—se acercó él a su mejilla, para correr una vez más a su auto.
—Creo que alguien está tratando de meterse en tus pantalones—se burló Eva haciendo acto de presencia—hoy soy invitada de mercedes—explico—¿cómo termino de ir todo?—pregunto dándole dulces a los dos niños a su lado.
—Perfecto—bufo, ganándose una mirada de confusión de su amiga—es raro no hacer todo sola, se siente bien tener a alguien que ayude.
—Y te molesta que te está gustando—entendió—¿sabes que no está mal?, has sido madre soltera por tres años, te mereces dejar de serlo y que mejor que con el padre de tu hija.
—Me prometí...
—No estar con pilotos—terminó la oración su amiga—se que tu padre ha sido horrible padre, pero creo que conoces a casi todos estos chicos lo suficiente para saber que no son iguales—apretó su mano.
Tenía razón, su mejor amigo era piloto, su hermano lo era, el padre de su hija y los demás a casi todos los consideraba sus amigos.
—¿Y qué pasa si Lewis simplemente decide que no quiere estar conmigo un día?—pensó—no quiero que Camille pase por perder a su padre una vez más.
—Si eso llega a pasar, así es la vida, inesperada, complicada y hermosa.
—¿Cuando te volviste tan sabia?
—Ni idea, soy buena dando consejos pero no tomándolos—ambas rieron.
—Deberías decirle a Charles que llevas enamorada de él desde que tienes como cinco años, tu misma lo dijiste la vida es inesperada.
—oh no, como dije doy consejos no los tomo— se alejó— debo ir a grabar parte de la carrera— beso la mejilla de su sobrina.
Silver pensaba en las palabras de su amiga, tal vez y solo tal vez podría realmente tratar algo con Lewis, conocerse y quien sabe qué saldría de ahí.
(...)
—No te dimos suerte al parecer—dijo sabiendo que Lewis no había llegado ni entre los tres primeros lugares.
—Considerando que tengo un auto de mierda, me habéis dado suerte—sonrió acercándose a su hija—¿te gustó la carrera, cariño?
—¡Me encantó!—chillo extendiendo sus brazos para que Lewis la tomara en ellos así apoyando su cabeza en su hombro, el hombre miró a Silver con ojos casi llorosos.
La chica no pudo evitar sonreír acariciando el brazo de Lewis, no se cansaba de verlos juntos, como si todo por fin hiciera sentido.
—Hice una reserva esta noche para salir a cenar los tres—informó.
—¿Si?—preguntó con ilusión Hamilton.
La chica sonrió viendo a su hermano ser entrevistado mientras caminaban, sus ojos chocaron, podía ver las ojeras de Hock, había quedado último en la carrera.
—No esta durmiendo—susurró.
—¿Quieres hablar con el?
Silver negó—le escribí, cuando esté listo me hablará supongo.
—¡Silverstone!—aquella molesta voz llegó a sus oídos, su padre—Lewis—saludó—¿podemos hablar?—la mirada del hombre estaba llena de molestia.
—No creo que sea buen momento—interrumpió Lewis, notando el también el enojo del ex-campeón del mundo—Camille está cansada y es mejor que vayamos al hotel—con la mano que quedaba suelta tomó la mano de Silver llevándosela de ahí.
—Lo sabe.
—¿crees que se lo dijo tu hermano?
—no—admitió—hock puede estar molesto pero nunca le diría, eso solo puede significar que seguro lo llamaron de la revista.
—Lo que significa que probablemente saldrá pronto la entrevista.
(...)
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