♡Las cosas se ponen peor♡
Narración de Kim Taehyung
En esa situación no sabía qué hacer con exactitud. Odiaba su rostro, esa forma tan coqueta de caminar y su sonrisa... aquella sonrisa que alguna vez me dedico.
Jimin tenía razón, estaba en todo su derecho de hablar. Esa mujer era mala, mala para mi corazón. Uno que por más que lo evitará, muy en el fondo; Aún latía por ella.
—Taehyung yo... me alegra verte después de tanto tiempo. —se acercó hasta mí.
Puse una de mis manos al frente para que parará.
—Me da gusto que estés bien, pero por favor aléjate de mí. Tú y yo no tenemos nada de qué hablar. —evite su mirada, sabía que si la veía directo a los ojos no iba ser capaz de enfrentarla.
Cobarde.
—Esa vez... Taehyung yo lo siento mucho. Tengo una explicación para ello. Por favor déjame hablar.
La gente en el aeropuerto nos comenzó a ver, una mirada en específico fue la que llamo mi atención.
Sus ojos estaban brillando, pero su rostro destacaba otras emociones. Verla ahí parada, fue la fuerza que necesite para que las palabras salieran de mí.
—No. ¿Crees que después de seis años voy a escucharte? ahórrate tus excusas. Lo que me hiciste no tiene perdón. Lo sé todo ahora.
—Si Jimin ya te contó su parte, ¿por qué no me dejas contarte la mía? Eres un doble moralista. —ella bajo su mirada tratando de causar lástima.
Esos trucos ya no me hacían el mismo efecto.
—Olvídalo, lo nuestro ha quedado en el pasado, y no pienso volver a retomarlo. —camine por un lado de ella para llegar a Michelle.
Gran error, ella tomo mi brazo y después me envolvió con los suyos.
—Estas siendo muy cruel conmigo. Sí, lo sé. Fui una estúpida al haber hecho lo que hice y estoy muy arrepentida de eso. —sollozos comenzaron a salir de su boca—. ¿Sabes? Viaje desde el otro lado del mundo, con la esperanza de encontrarte y que me perdonarás. Que todo sería igual que cuando éramos pareja.
Safe sus brazos de mí, y por fin la vi a los ojos. Unos ojos llorosos y desesperados por que los mirara.
—Aún que te perdonará y volviera contigo, nada volvería a ser igual. No te equivoques y deja de perder tu tiempo. Yo ahora estoy saliendo con alguien más.
Sarah me observo sorprendida, desconcertada... No sabía exactamente lo que pasaba por su mente.
Me acerqué a Michelle con seguridad y le sonreí, al hacer este gesto ella destenso sus hombros, Parecía que hubiese estado abstraída durante un buen rato.
Volví a mirar el lugar en el que estaba parada Sarah, de sus ojos seguían resbalando lágrimas. Camino en dirección a la salida cabizbajo.
Mi pecho se contrajo y mis manos querían temblar. Retome mi vista principal después de eso.
—Lamento que hayas tenido que ver eso, no quisiera incomodarte. —tome su mano y roce su muñeca con mi pulgar—. Pero... ¿Tú que haces aquí?
—Se supone que era una sorpresa. —carcajeo nerviosa—. Yo...
—Michelle te dije que tenemos que irnos. Ya habrá tiempo para que salgas con el señor guapo.
— ¿A dónde irás? Puedo llevarte a ti a tus amigos... Claro si quieres.
—Oh no, esta noche nos quedaremos en un hotel, y mañana por la tarde tomaremos el tren a Seúl.
—Insisto, puedo llevarlos. No tengo nada que hacer ahora —esta vez observe a su acompañante, la chica se sonrojo y le dio un codazo a Michelle.
—Bueno, no deberíamos de aprovecharnos de su gentil invitación, pero aún no hemos cambiado el dinero y no creo que los taxis acepten tarjetas de crédito.
Tres chicos y una chica se acercaron hasta nosotros.
—Oscar acaba de sacar dinero de su tarjeta, llegando al hotel le daremos el dinero con el que pagará los taxis.
Uno de los chicos hablo y miro a ambas chicas. Estas me miraron y yo me aclare la garganta para poder hablar. Los seis individuos postraron sus ojos en mí.
—Hola, soy... Amigo de Michelle, le estaba ofreciendo llevarla a su hotel.
—Bueno, agradecemos tu amabilidad y creo que nos sería de ayuda. —un chico con corte militar sonrió como agradecimiento.
—Bien entonces Michelle, René y Renata irán con... ¿Cómo te llamas? —el primer chico que hablo volvió su mirada hasta mí.
—Taehyung, Kim Taehyung. Un gusto.
—Encantado de conocerte amigo, él es Oscar, Ella es René, Uriel, Renata, tu servidor Tadeo y ya conoces a Mich.
—Un placer a todos. —saludé con la mano—. Entonces, andando. —sin dejar reaccionar a Michelle, tome las dos maletas que llevaba consigo.
Sonreí al ver la más grande, azul rey con figuras de estrellas negras en la parte de en frente. La mire y esta sonrió mientras alzaba sus hombros despreocupada. A pesar de eso, ella parecía estar intranquila, era muy fácil leer sus expresiones.
Pero aún no era el momento para hablar con ella.
Llegamos hasta mi auto, ayude a las chicas a poner el equipaje en el maletero y después subimos dentro del auto. Renata y René, Creo que escuche bien. Ellas se sentaron en la parte trasera mientras que Michelle estaba a mi lado como copiloto.
Seguí el taxi donde se encontraban los tres compañeros de Michelle, dándome la sorpresa de que, el hotel donde se hospedería era el mismo en el que yo estaba.
— ¿Pasa algo? —gire en dirección a ella.
—No, esta todo bien no te preocupes —ella asintió y tomo el seguro de la puerta—. Espera permíteme hacerlo por ti.
Apagué el auto y salí de este hacía la puerta de Michelle, la abrí y luego seguí con la puerta de las otras dos chicas.
—Además de ser endemoniadamente atractivo, resulta ser todo un caballero. Michelle si tu no lo quieres déjamelo a mí.
Sonreí con diversión mientras que sacaba las valijas del maletero. Escuche a Michelle reprender a la más alta.
—Muchas gracias por traernos. Fue muy amable de tu parte. —las chicas detrás de Michelle tomaron sus valijas y entraron al hotel.
Cerré el maletero y tomé las dos valijas de Michelle.
...
Estaba comenzando a dudar de que fuera una casualidad. Tal vez el destino. No sabría decir muy bien lo que me pasaba en ese momento, Mire a la chica detrás de mí, intentando abrir la puerta de la habitación que le habían asignado.
El marco de la puerta tenía palpado en ella el número 511.
—Quién iba decirlo, eres el dueño del número 512... Y también de mi corazón.
No pude evitar sentirme tímido por lo último. Al igual que sentirme un completo idiota al dudar por un momento de mis sentimientos hacía ella.
Sarah aún causaba ciertas sensaciones dentro de mí. Quizá los demás no podrían comprenderme, esa mujer se llevó todas mis primeras veces. Dejándome un corazón herido y con la esperanza de que algún día la volvería a ver y pudiera perdonarla.
Pero esa es otra historia de la que más adelante hablaré.
Con la llegada de Sarah a Corea y la repentina aparición de Michelle, había una extraña sensación que me hacía creer que, las cosas se pondrían peor.
Algo que me asustaba.
Y temía herir a Michelle...
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