𝐓𝐇𝐄 𝐀𝐑𝐂𝐇𝐈𝐕𝐈𝐒𝐓
for ᴅɪ ᴀɴɢᴇʟᴏ

ANATOLY NOVIKOV

❝ the winner takes it all
the loser has to fall
it's simple and it's plain
why should i complain? ❞

• 27 • humano • bisexual • he/him •

A veces un rostro inocente y unas manos ágiles pueden engañar a muchas, muchísimas mentes. Ese es el caso de Anatoly Novikov.

De expresión inocente y ojos grandes, nació bajo el ala de la familia Petrova. Su madre era quien pertenecía a la famosa estirpe de cazadores, mientras que su padre, Yuri Novikov, era un cazador de renombre en Rusia, pero que actuaba en solitario.

La pareja siempre fue funcional y orgánica. Sabían darse su tiempo y se querían, así que Tolya puede decir que desde pequeño aprendió lo que era una relación sana y una red familiar estable.

Fue criado con amor, sorprendentemente. Sus padres siempre trataron de inculcarle el oficio de la caza y Anatoly lo abrazó con devoción. Nunca hubo razones para que el niño fuera castigado por no seguir el camino marcado, porque en realidad era el que quería tomar.

Es consciente de que ese tipo de cosas solo le pasan a una persona de muchas, así que nunca ha tendido a quejarse de su suerte incluso cuando más tarde las cartas le fueron dadas con dureza.

Tenaz como nadie, Anatoly pasó una infancia llena de tareas. Fue entrenado en artes marciales y versado en el arte de la caza de vampiros, dejando poco tiempo para jugar o hacer amigos.

A pesar de gustarle aprender ese tipo de cosas, a veces se encontraba a sí mismo jugando en silencio con sus muñecos de acción a las tantas de la noche, cuando tenía tiempo libre por fin. Si sus padres le pillaron alguna vez siendo un niño, no dijeron absolutamente nada sobre ello.

En la adolescencia fue cuando Anatoly comenzó a sentir más el aislamiento con los otros chicos de su edad. Al final, su oficio requería cierto secretismo en la zona en la que estaban.

Repetía que sus padres eran cazadores de animales, pero los chicos más intensos siempre terminaban descubriendo pequeños detalles que descuadraban sus mentiras.

Ahí fue cuando Tolya comprendió que no podía ser estúpido. Si quería seguir siendo llevado a cacerías por sus padres, no podía permitirse que les descubrieran. Fue en ese momento cuando comenzó a cortar contacto con los pocos amigos que había conseguido en el camino.

Lo primero es la misión de los Petrova, niño. Cuanto más humano seas, menos podrás competir con esos monstruos.

Las palabras de su abuelo eran un mantra arrullador cuando el ser un inadaptado en el instituto le llegaba a preocupar.

Por suerte, Anatoly lo llevó bien. Solo era raro porque no hablaba con mucha gente, pero nadie pareció tomar interés en meterse con él igualmente. Un privilegio, suponía.

A los diecisiete fue cuando la primera bala salida de su Colt atravesó la piel de un vampiro. Con ello se confirmó que el camino a tomar era aquel. La satisfacción que sintió al ver a esa criatura sangrar fue casi delirante.

Desde entonces, Anatoly no ha parado de estar en activo. Nueve años a su espalda le avalan como un cazador excelente, con el honor de pertenecer al Consejo de Cazadores de una forma curiosa.

Los archivistas son un tipo de cazador peculiar, pero crucial en el Consejo. Normalmente cada familia propone un miembro para encargarse de guardar conocimientos y archivarlos para generaciones futuras.

Ahora mismo quien desempeña el trabajo de guardar conocimientos y registrarlos es Tolya. Tiene decenas de libros de armas para matar vampiros, direcciones útiles, últimos movimientos, leyendas urbanas, historias de vampiros importantes... Todo un atlas de conocimiento que muchos cazadores buscan para confirmar.

Sumando sus conocimientos a su extenso hambre de matar a esas criaturas por herencia de su familia materna, Anatoly es una cara que engaña. Es sanguinario en la caza, escondido tras una fachada de inocencia, juventud y ojos de cervatillo.

Hasta hace un año, si deseabas encontrarle tenías que hacer un viaje a Rusia, hogar natal de los Petrova y los Novikov. Ahora, digamos que su situación ha cambiado.

El principio del desastre comenzó hacía dos años, cuando una cacería pareció torcerse. El ruso se encontraba cazando solo, hábito común y tomado de su padre.

El bosque se tornaba espeso a su alrededor y la noche era cerrada. Armado con un arma y una linterna, el ruso recorría los alrededores de un pueblo fantasma en la frontera de Rusia.

Anatoly nunca creyó ser uno del tipo supersticioso. Tenía sus manías en la caza, pero no creía en brujas o males de ojo.

Esa noche hizo su trabajo como cualquier otra vez. El disparo a la cabeza del vampiro fue letal y limpio, sin necesidad de ser más sanguinario de lo que acostumbraba.

Unos ojos le observaban. Los había notado siguiéndole durante toda la caza, pero había decidido asumir que era su cabeza confundiéndose.

No estuvo tan seguro cuando alguien apareció corriendo a toda velocidad y se paró delante del cadáver del vampiro que había cazado.

El grito de desesperación que esa mujer de vestido rojo brindó fue descorazonador. Cuando levantó la mirada lo hizo con ojos brillantes de odio y rencor. Su mensaje fue solemne, duro, como una profecía cayendo sobre su espalda.

—Pagarás. Pagarás por todo.

Dos meses después de aquel incidente, con todo ya olvidado, Anatoly se encontraba sentado en la consulta de su doctor, recibiendo la noticia de que padecía el inicio de una enfermedad crónica.

Esclerosis lateral amiotrófica. Una afección de las neuronas en el cerebro, el tronco cerebral y la médula espinal, que controlan el movimiento de los músculos voluntarios.

Optimista y conformista con su realidad, aquella fue la primera noticia en su vida que realmente fue un huracán para él.

Buscó segundas, terceras y cuartas opiniones, llegando siempre a la misma conclusión.

Anatoly estaba enfermo y ningún medicamento convencional le iba a curar. Terminaría necesitando ayuda para subir escaleras, comer e incluso hablar.

Sus opciones eran limitadas. Había perdido casi un año entre diagnósticos y terapias tempranas que no estaban realmente avaladas por nada.

Fue en el salón de su casa, cuando su madre se lamentó una vez más sobre la historia de su tía Ekaterina, que se le ocurrió la idea más descabellada de su vida.

Esa noche despidió a su madre para abrir sus archivos y buscar la página donde se hablaba de algo en concreto: los dhampirs.

Había rumores de dhampirs viviendo muchísimos, muchísimos años. Había rumores de que podían tomar ciertos atributos vampíricos.

¿Qué ocurre cuando ponen en una balanza tu única forma de supervivencia y tus principios? Que uno siempre elige lo que más desea mantener.

Para Anatoly, lo más importante era su dignidad. No haría a nadie de su familia esclavo de su enfermedad. No estaría cuerdo y atrapado en un cuerpo que no respondía a sus deseos.

Era él mismo o la gloria egoísta de su familia por tener un referente como él en las nuevas generaciones de los Petrova.

Al día siguiente hizo las maletas sin decir absolutamente nada a nadie, poniendo rumbo a la cuna de los vampiros.

Lupei, el destino que podía salvar su vida o condenarla.

➥ Opina que, ya que tiene decidido probar hasta la última oportunidad de salvarse de su destino, si va a convertirse en un dhampir lo hará con alguien que le convenga. No es que crea en la ley de atracción o en amores prohibidos, pero le gustaría que no fuera totalmente asqueroso.

➥ Sabe que convertirse en un dhampir y desarrollar esas cualidades especiales es una lotería, pero lo está intentando por pura desesperación. Es la única opción remotamente posible que le queda.

➥ La gente sensible a las energías puede notar un halo violento a su alrededor, que avisa de que no es tan inocente como se hace parecer.

➥ No avisó a nadie de su familia de su decisión de irse. Todos creen que desertó.

PLAYLIST
soon you'll get better - taylor swift
florida!!! - taylor swift ft. florence + the machine
believer - imagine dragons
just one yesterday - fall out boy
assassin - au/ra

( giennahblack )