03.

Karlee

—LINDOS ANILLOS—.OÍ A ALGUIEN decir y me giré para ver a un Matt de ojos azules y pelo castaño oscuro.

—Matt—.Sonrío, orgullosa de mí misma. Rara vez hablo con alguien aquí que no sea Stiles, Scott, Allison o Lydia pero si Isaac, siempre me encuentro mirándolo por encima de los primeros años pero todos los demás son demasiado ruidosos.—Linda cámara—.Asiento con la cabeza a su cámara de aspecto caro y me sonríe.

—Oye, entonces, me preguntaba si...—Matt respira profundamente, preparándose haciendo que mis cejas se frunzan.—Si, ya sabes, nosotros...—traga.

Levantó una ceja mientras él mira hacia abajo. Me rasco torpemente la nuca.—Sí, tengo que irme—.Saco mi bolsa de mi casillero y me alejo. Saco una barrita de chocolate y empiezo a comerla.

Una sonrisa se abre paso en mi rostro cuando noto a Allison y me apresuro a acercarme a ella, ella me nota y sonríe, abriendo la boca para decir algo pero entonces escuchamos a que la gente habla, abro la boca para decir algo pero ella rápidamente pone su mano sobre mi boca, callándome y le doy una mirada interrogativa.

—No su hermana, su tía. La que asesinó a toda esa personas—.dijo Harley, la chismosa de la escuela. Ella tenía trenzas de caja con jeans verdes y una franela, mirando a Allison con gran juicio.

—¿La perra loca que mató a toda esa personas?—preguntó Samantha, la perra de Harley- y lo digo de la manera más respetuosa posible. Llevaba unos vaqueros blancos con una chaqueta de punto verde y una camiseta de tirantes naranja. En serio, ¿habían perdido el estilo o estaban cegadas por los chismes?

Harley soltó una risita.—Sí, el incendio, los ataques de animales... todo lo hizo su tía—.Habló y Allison tomó mis manos entre las suyas, apretándolas y bajó la mirada, intentando contener las lágrimas.

—¿Bromeas?—La chica chilló, sin molestarse en ocultar su voz.—Me siento junto a ella en inglés—. Explicó.

Harley se encogió de hombros.—Pues cambia de asiento—.Sugirió.

—Ejem.—Me giro para mirarles y sus ojos se abren de par en par mientras mis labios se curvan.—Tienen tres segundos antes de que pierdan la lengua. Tres, dos, un—-Se apresuran a alejarse de mí. No soy una persona muy violenta, pero cuando se trata de mis amigos... tengo bastante temperamento.

Allison me mira con los ojos llorosos, la atraigo en un abrazo.—No tenías que hacer eso, sabes—.Me susurra y la abrazo más fuerte.

—¿Qué clase de mejor amiga sería si dejara que siguieran hablando?—Pregunto, apartándome del abrazo.—¿Granola?—Pregunto, sosteniendo la barra de granola.

Allison sacude la cabeza.—No...sólo me lavaré la cara—.Se aleja apresuradamente y noto que Scott la jala hacia un salón de clases haciéndome encoger de hombros, me doy la vuelta y luego me tropiezo con alguien.

Levantó la vista para ver a Isaac, mirándome nerviosamente y luego mordiéndose el labio. Qué bonito. Sus ojos bailan alrededor de mis facciones y luego se encuentran con mis ojos, sin romper el contacto visual.

—Lo siento—.Murmuró, alejándome de él después de notar lo cerca que estábamos.—Te veré pronto, Lahey—.Paso junto a él.

Scott y yo nos escondimos detrás de una estatua, viendo cómo surgía el funeral ante nosotros. Allison parecía a la vez, asustada y devastada. Scott me dio un codazo y lo fulminé con la mirada, dándole un golpe en el cuello y él me miró antes de asentir con la cabeza al frente de nosotros. Allí estaba Matt, tomando fotos de...Scott, Stiles y yo pero parecía que estaba tomando fotos de los Argents.

Entrecierro los ojos y veo como aplasta a CCD y le hago un gesto de aprobación. Luego comenzó a caminar y parecía a cámara lenta con dos guardias detrás de él.

—Oh, eso es genial—.Susurro en voz baja y Scott me da un codazo haciendo que le dé un golpe en el brazo.

Saluda a todos y, de repente, siento una mano en mi hombro que me hace dar un respingo y girar para ver a Stiles, enviándole una mirada por haberme asustado.—Hola—.Sonríe, ajeno a mi mirada.—¿Quién diablos es el?—

—Definitivamente, papá oso—.Sonrío y me miran confundidos.—¡El papá de Chris! Quiero decir, se podría decir sólo por la forma en que camina. Tiene el andar Argent—.Sonrío mientras me miran interrogantes.

Scott asiente con la cabeza, ligeramente preocupado.—Ella tiene razón, definitivamente es un Argent—.Susurró y como si nos hubieran oído, se giran en nuestra dirección y nos escondemos rápidamente.

Ni siquiera sé cómo no nos atraparon. Scott saludó a Allison que le sonrió levemente, mostrando sus hoyuelos. Es adorable.

—Oye, ¿tal vez sólo vinieron por el funeral? Tal vez, ¿son del lado no cazadora de la familia?—Stiles nos miró mientras nosotros le miramos incrédulos.—Pueden ser los Argents no cazadores. Es posible, ¿cierto?—

—Sé lo que son...Son refuerzos—.

Miro al frente y el dúo se calla haciendo que mis cejas se frunzan.—Ustedes tres—.Oigo decir a Sheriff y se levanta rápidamente.—Esto es increíble—.

—No es mi favorito...—piensa Karlee, piensa,—...¡sheriff del pueblo!—Sonrío y de alguna manera, me agarra de la manga.

El sheriff obliga a Stiles a agacharse.—Recoge mi corbata—.

—Claro—.Stiles agarró la corbata mientras su padre nos arrastraba hasta su coche.—Perdon. Sé que debí pedirtela.—

El sheriff abrió la puerta del coche y nos metió dentro, pasando yo a sentarme entre ellos como un sándwich encajado.

—Cuatro-uno-cinco en auto—.La radio habló. ¿Qué?

Aparentemente, Sheriff entendió.—No escuche... ¿dijiste cuatro-uno-cinco en auto?—Enfatizó.

Stiles se inclinó más cerca de nosotros y susurró en voz baja,—Problemas en un auto—.

—Llevaba una víctima de infarto que murió, pero de camino al hospital, algo los golpeó—.El oficial de la radio explicó.

—¿Qué- que algo los golpeó?—Preguntó el sheriff y Stiles parecía preocupado mientras me inclinaba lentamente al lado de Scott y abría la puerta en silencio.

—Afirmativo. Estoy viendola en este momento . Algo los golpeo por atrás. Hay sangre en todas partes. Es un desastre—.Abro la puerta con éxito y Scott se apresura a salir, yo le sigo y Stiles refleja nuestros movimientos y luego salimos corriendo del coche.

Todos corremos y luego nos escondemos detrás de un montón de hojas y troncos de árboles, observando la escena con horror en los ojos. La sangre esparcida alrededor con un cuerpo herido y vendado. Es imposible que Lydia haya hecho esto- no digo que nunca mataría a alguien, lo haría pero Lydia al menos intentaría ocultar su huella porque odia el color naranja/rojo.

Scott asiente y Stiles entrecierra los ojos ante la escena.—¿Qué está haciendo Lydia?—Susurra en voz baja completamente sorprendido.

—Tal vez no sea ella y sea una coincidencia que haya desaparecido el mismo día que atacan a alguien. Una coincidencia muy graciosa—.Sonrío ligeramente hasta que me lanzan miradas.—Sí, me callo—.

—¿Cómo es que tu no hacías eso?—Le pregunta Stiles y Scott lo mira antes de volverse de nuevo a la escena.—¿Por Allison?—

—Eso espero—.Scott murmura.

Se queda en silencio antes de que Stiles vuelva a hablar.—¿Necesitas acercarte?—

Scott hace una pausa antes de responder.—No, lo tengo—.Asegura.

Stiles hace que Scott se enfrente a él.—Sólo...necesito que la encuentres. ¿Si?, sólo... encuéntrala—.

—Lo haré—.Lo tranquilizó y Scott salió corriendo. Me giro hacia Stiles y le froto el hombro, si tan solo Lydia supiera lo mucho que le importaba de verdad.

—Estoy preocupado—.Admitió Stiles. Le sonrío ligeramente y lo atraigo en un abrazo que él devuelve vacilante.

Ambos nos preocupamos profundamente por Lydia y sabemos que es más que una cara bonita, así que al menos nos entendemos, sobre todo porque teníamos mucho en común, los dos sobrellevamos y pintamos nuestros sentimientos con sarcasmo.

—Vamos a buscar a Lydia, ¿sí?—Me pongo de pie y levanto la mano para que él también se levante.

Stiles sonríe:—Sí—.Me agarra la mano y lo ayudo a levantarse para luego soltarle la mano y alejarnos, escuchando sus pasos detrás de mí y luego ir a mi lado.

Llegamos al Sheriff y se aprieta el puente de la nariz.—¿Por qué no me sorprende?—Pregunta pero algo más llama mi atención detrás de los arbustos.

—Sólo...—Le doy un codazo a Stiles, interrumpiéndolo, y él mira hacia lo que yo estaba mirando sorprendido. No hay manera de disimular.

Allí, Lydia estaba completamente desnuda con el pelo alborotado y las hojas esparcidas alrededor, la piel pálida con las manos cubriendo sus pechos pero todo lo demás se veía. Mi cabeza se inclina hacia un lado y entrecierro los ojos antes de caer en la cuenta. Lydia Martin está de pie frente a mí, desnuda con los hombres a nuestro alrededor.

—¡¿Lydia?!—Stiles pregunta y el sheriff se da la vuelta.—¡Lydia!—

Lydia nos mira, temblando con los ojos brillantes.—Oigan...—quita las manos mientras habla y Sheriff rápidamente mira hacia otro lado, ahora su cuerpo totalmente visible.—¿No me dará alguien un abrigo?—

Stiles tira del abrigo de su padre pero se cae mientras tanto. Sheriff se vuelve hacia mí y se quita el abrigo, entregándomelo. No me molesto en sonreír o dar las gracias y corro hacia mi mejor amiga, envolviéndola con la chaqueta.

Cuando llego tarde a casa, mi madre está tirada en el sofá.—Hola, mamá—.Saludo tranquilamente, al a la vez que me quito mi chaqueta de mis caderas y la cuelgo en el perchero.

—Llegas tarde a casa—.Mamá suspiró, pasándose una mano por el pelo y yo asentí.—Sé que no se me da bien todo esto de ser madre, pero lo estoy intentando y llegar tarde a casa lo hace más difícil—.

Me giro hacia mi madre.—Lo sé, mamá—.Le digo con sinceridad y me dirijo a la cocina con ella siguiéndome, agarro una barrita de chocolate y me dirijo a la salida de la cocina.

—No, vamos a cenar—.Me dijo mamá, quitándome la barra de granola haciéndome fruncir el ceño.

—¿Qué? ¿Cenar? En esta casa?—Pregunto, confundida mientras ella asiente y luego saca dos platos y pone spaghetti.—Qué raro—.murmuro.

Mamá deja los platos y me indica que me siente. Dudando, obedezco y tomo asiento, mirándola con extrañeza mientras ella toma dos copas y se sirve vino y yo Coca-Cola, luego toma asiento y empieza a comer mientras yo parpadeo y sonrío lentamente, pensando en un chico de ojos azules en particular.

—Déjame adivinar—,empieza mamá y yo la miro después de darle un mordisco al spaghetti.—Tu sonrisa tiene algo que ver con el chico...¿quién es?—.

No puedo evitar la pequeña risa.—Isaac Lahey, ¿has oído hablar de él?—Pregunto, tomando otro bocado.

—¿El chico que trabaja en el cementerio y va en bicicleta?—.Mamá levanta una ceja.—Podrías hacerlo mejor—.Se me cae la cara.—Lo siento...dime cómo te sientes—.

Parpadeo, no estoy acostumbrada a hablar de mis sentimientos por Isaac, se nota. Hemos estado juntos en la escuela desde que éramos pequeños, descubrí mis sentimientos por él en octavo grado que es más o menos la edad de catorce años y ahora tenemos dieciséis.

Mamá se dio cuenta de esto.—Me lo imaginaba—.Murmuró y abrió su bolso, su gran cartera de cuero marrón, rico hasta los ojos.—Toma.—Me pasa un cuaderno.—Eres como yo, figlia, no puedes hablar de tus sentimientos...—saca otro cuaderno pero este es más grande que el otro.—Esto es de cuando era joven y había conocido a tu papá, no podía hablar de mis sentimientos y entonces lo dibujé, ya que no sabes dibujar, puedes escribirlo—.

Levanto una ceja.—¿Quieres que tu hija de dieciséis años tenga un diario?—

—Un cuaderno—.Me corrige y yo suspiro, asintiendo y tomándolo.

Cuando terminamos, me dirijo a mi habitación y me acerco al clóset, sacando la ropa y cerrando la puerta de mi habitación. Me quito la camiseta, dejándome sólo la falda, y me recojo el pelo en una coleta, y me quito las zapatillas, con la sensación de que alguien me está viendo. Me levanto del todo y miro a mi alrededor, mordiéndome el labio.

Mis ojos se encuentran con el espejo y veo que hago una mueca de dolor, pero rápidamente me doy la vuelta y vuelvo a mirar alrededor de mi habitación. He tenido esta sensación más de una vez y tengo que dejar de ignorarla. Veo la ventana abierta y me acerco a ella, la cierro y le pongo el cerrojo, junto con la cortina.

Me meto en la cama y luego miro con curiosidad el cuaderno antes de escribir sobre Isaac.


figlia ➪ hija


- ahdjshr

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