XVI. NEW SCAR

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La Baker menor tuvo que contarle toda la verdad a Violet. Ella al principio se enojó con Lex porque lo hizo a sus espaldas pero luego la entendió no podía enojarse con ella, Lexie quería conocer a su verdadero padre. Le explicó todo a Violet, le contó que era una Banshee, que tiene una media hermana y que quería pasar los últimos días conociendo a Logan, la rubia mayor no se lo negó, tenía el derecho de ver a su padre. Y Violet le contó lo que había hablado con la mamá de Logan, al parecer esa señora le dijo que no era suficiente para su hijo, que solo lo quería por su dinero, según ella Logan merecía a alguien mejor, esto le dejó demasiadas inseguridades a Violet, luego de esa conversación decidió dejarlo. Y todo fue gracias a la mamá de Logan.

Por otro lado, Logan habló con su esposa, Evelyn, ella no tuvo nada en contra Lexie es más la aceptaba en su familia. La señora Baker y el señor Thompson se reencontraron, Logan no le tenia rencor, tuvieron una conversación larga sobre lo sucedido hace años y llegaron a un acuerdo. Lexie conoció a Sarah, esa niña era muy dulce y tierna.

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Pasaron semanas desde que Lex comenzó cuarto año. Y pasaron algunas cosas.

Lexie, con ayuda de Dumbledore, estaba controlando sus gritos. El mayor se dió cuenta del cambio en los ojos de Lex, eso no era típico de una Banshee y se propuso a averiguar al respecto.

La rubia le contó a Remus que ella podía ayudarlo en las transformaciones, Remus se negaba no quería que ella interviniera en eso. Pero todos los días le iba a insistir, hasta que se canse y le diga que sí.

A Lex le pareció raro el comportamiento del azabache y de los chicos algo le estaban ocultando. E iba a averiguar qué estaba sucediendo entre ellos.

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Remus, James y Lex estaban en la biblioteca, estudiando para Transformaciones.

–Debo irme. El entrenamiento es en unos minutos. -James se levantó. –Bear, no olvides ir unos minutos antes así te doy clases de vuelo.

–Prometo llegar a tiempo. –sonrió. –Ve o llegaras tarde.

El azabache beso la mejilla de la rubia

-Nos vemos luego, Remus. –se despidió y salió de la biblioteca, Lex sonreía y sacudió su cabeza.

-¿Cuándo se lo dirás? –Remus levanto su vista y miró a la ojiverde.

Lexie estaba confundida. -¿A quién?

-A James.

-¿Qué debo decirle a James? No te estoy entendiendo, Rems.

Remus suspiró. –Cuando le dirás que te gusta. –Lexie abrió los ojos. ¿Cómo lo sabía? Ella nunca se lo ha contado.

-¿Qué? –rió nerviosa. –A mí no me gusta James. –estaba nerviosa.

-Oh, vamos, Lex. Eres muy obvia. –ladeo un poco su cabeza. –Todo el grupo lo sabe.

Lexie se pusó más nerviosa, solo soltó una pequeña risa. -Remus, que chistoso eres. –queria que la tierra la tragara.

-No tienes que ocultarlo, sabes que puedes confiar en mí. –sonrió y agarró la mano de Lex que estaba sobre la mesa.

La ojiverde suspiró. -Sí, me gusta. –dijo rendida. –Pero él nunca me vera de esa manera, James solo tiene ojos para Lily. Evans lo tiene flechado desde el tren en primer año. –agachó su cabeza. –Eso nunca va a cambiar, James me ve como su mejor amiga.

-Deberías arriesgarte y decirle, tal vez el sienta lo mismo pero no lo quiere admitir.

-No lo creo pero gracias por el consejo. Además, si él no siente lo mismo quedare humillada y posiblemente perderé su amistad y James es muy importante para mí, no quiero perderlo. –Remus se levantó de su asiento y se sentó junto a Lex.

-Lexie, tú eres una chica maravillosa, quién no querría enamorarse de Lexie Baker.

-James. –susurró. –Él quiere a Lily y yo solo soy una amiga, que lo ayuda en sus bromas, que siempre está para él, que lo apoya cada vez que quiere invitar a Lily y lo consuelo cuando ella lo rechaza. –Lexie dejó escapar unas lágrimas. –Él me gusta desde que tenemos diez años.

-Si James no logra ver a esta chica maravillosa no te merece. –secó las lágrimas de la ojiverde. –Ni como amiga, ni como algo más. –abrazó a la rubia. Se quedaron así por unos minutos y no se dieron cuenta que un azabache observaba todo desde la entrada, al parecer se olvidó algo, se fue molesto del lugar.

-Gracias, Rems. –rió. –Y tú cuando le dirás. –esta vez Remus fue el confundido.

-¿A quién?

-A Sirius. –Remus estaba sorprendido. –Oh, vamos no eres el único que ha estado observando, sé cómo te pones cuando tienes al Black junto a ti.

-Lexie, esto es diferente. Sirius es un chico y está mal visto una relación entre dos del mismo sexo. Además se lo ve feliz con esa chica Hufflepuff. –miro a una dirección y Sirius estaba coqueteando con una chica. –Él nunca se fijaría en un chico.

-Rems, arriésgate, tú mismo me lo dijiste. Sirius no es un santo pero estoy segura que siente algo por ti. –agarró la mano del castaño. –Y no debe importarte el que dirán, es tu vida no la de ellos. Sus comentarios te los deberías pasar por el...

-¡Lexie! –Remus la regañó.

-Lo siento, me deje llevar. –rió. –Pero es cierto, es tu vida y tú puedes hacer lo que quieras. Si te molestan, con un grito puedo dejarlos en el piso. –Remus rió. –Sabes si ninguno de los dos se dan cuenta que nos morimos por ellos, deberíamos salir los dos, yo estoy disponible para ti, Rem. Y no voy a negar que seas atractivo. –Lexie rió y Remus se sonrojo. –Además así podríamos darle celos y se darán cuenta que ellos mueren por nosotros.

-Acepto esa idea. –rió. –Yo tampoco te voy a negar que eres atractiva. Haríamos una muy buena pareja.

-Lo sé. –dijo orgullosa. –Soy irresistible. –rió.

Luego de esa conversación ambos terminaron de realizar sus trabajos. Lexie debía ir a la cancha de Quidditch. James la iba a ayudar con el vuelo ya que ella quiere entrar al equipo como buscadora.

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El entrenamiento había llegado a su fin, Lexie ya se encontraba en las gradas.

-James. –gritó la ojiverde. James se acercó, tenía una expresión seria al ver a Lexie. -¿Estas bien? –notó la expresión del azabache.

-Sí. –respondió fríamente. -¿Estas lista?

-Lo estoy. –aplaudió. –Esto será divertido.

James le dió su escoba a Lexie y buscó una para él. Ambos ya estaban en el campo.

-Lo primero es muy obvio. Debes montarte en ella. –James se subió a su escoba y Lexie hizo lo mismo. –Ahora vas a tomar impulso pateando el suelo con fuerza. –el azabache lo hizo primero y Lexie miraba cada movimiento. –Es tu turno.

-Voy. –imitó la acción del azabache, ya estaba en el aire.

-Bien, Lexie. Ahora que ya estás en el aire haremos unas vueltas rápidas. Sígueme.

El azabache se adelantó y Lexie fue detrás de él. La ojiverde logró rebasar a James era demasiado rápida y ágil con la escoba.

-Bien hecho, Lexie. –James trataba de alcanzarla pero ella iba mucho más rápido. –Lex, ten cuidado. –gritó. 

De un momento a otro la escoba de Lex comenzó a perder el control.

-¡James, no logro controlarla! –Lexie estaba asustada. Al parecer alguien la estaba controlando por ella. -¡James! –el azabache voló rápidamente hacia Lex pero ya era tarde, Lex cayó de la escoba.

-¡Lexie! –aterrizó rápidamente y se acercó a la rubia. -¿Dónde te lastimaste?

-Mi pierna. –se quejó y se levantó el pantalón, tenía una nueva herida. –Esta será la cicatriz más grande que he tenido. –rió. –Lo siento, pero prefiero reír que llorar aunque esto duele demasiado. –se quejó. –Está saliendo mucha sangre, James.

-Mierda. –James se sacó su sudadera para envolver la herida de Lexie. -¿Podrás caminar?

-No lo creo. Deberás buscar ayuda. –sugirió. –Busca a Remus, él tiene mucho más fuerza para levantarme, es un hombre lobo. –rió. –Está en la biblioteca.

A James le molesto que nombrara a Remus, estaba celoso de él luego de ver lo que sucedió en la biblioteca. Tomó a Lexie por la cintura y el otro brazo la posiciono por debajo de las rodillas de Lexie.

-¿Qué estás haciendo? No vas a poder levantarme. –James la levanto al parecer si podía, Lex rápidamente se rodeó los hombros del azabache, no quería caerse. –James, ni se te ocurra soltarme.

El azabache rió. –Nunca lo haría. –comenzó a caminar, Lex no pesaba mucho, y James gracias a los entrenamientos tenía la fuerza suficiente como para poder cargarla.

Al llegar a la enfermería, James la coloco sobre una camilla y llamó a Madame Pomfrey.

-Niña, ¿Qué sucedió? –Poppy vio la sangre.

-Me caí de la escoba y ahora creo que por un largo tiempo no la utilizaré. –rió. –Entrar al equipo tendrá que esperar un año más.

-Linda, necesito que te quites el pantalón para poder limpiar la herida. –pidió amablemente. –Ahí tienes una bata. Ire a buscar para curarte.

-Claro. –estaba por levantarse para sacarse la blusa, se había olvidado que James estaba a su lado. –Deer, necesito que te des vuelta.

-¿Qué? –Lexie le señaló la bata. –Oh, s-sí. L-lo siento. –estaba nervioso, se dio la vuelta, sus mejillas ardían.

Lex se cambió rápidamente. –Ya puede girarte.

-Señor Potter, puede retirarse yo atenderé bien a la señorita Martin. –al escuchar ese apellido Lex rodó los ojos.

-Prefiero quedarme, si no es mucha molestia. –no quería dejar sola a Lex.

-Como usted prefiera. Espero que no le tenga miedo a la sangre. –el azabache negó. –Esto ardera un poco, querida. –comenzó a limpiar la herida.

-Mierda, esto arde. –buscaba la mano de James, él se dió cuenta y tomó la de ella. –Gracias. –gruñó y apretó fuertemente la mano, el azabache se quejó por lo bajo.

-Muy bien, ya termine. –Madame Pomfrey había envuelto la herida con gasas. –Puedes quedarte aquí hasta que puedas caminar, mañana deberás regresar para que la limpie nuevamente. –ordenó.

-Me quedaré aquí un rato más.

-Yo te llevaré hasta la sala común. –habló James.

-Por supuesto que no, la sala común se encuentra en el séptimo piso no vas a poder cargarme hasta allá.

-Entonces me quedare contigo hasta que logres caminar. –sonrió.

-Si eso quieres. –elevó sus hombros.

-Niños los dejo solos, debo ir a buscar unas cosas. –Poppy salió de la enfermería.

-Lo siento por romper tu escoba. –Lexie agacho su cabeza.

-Tranquila. –tomo el mentón de la chica. –Puedo conseguir otra, ya podemos ir a Hogsmeade. –miro fijamente a Lex y la rubia hizo lo mismo pero rompió la conexión.

-Nada mal por ser mi primera vez. –rió. –Creo que alguien la estaba controlando, vi una sombra detrás de los pilares del campo.

-Luego averiguaremos quien lo hizo ahora descansa.

-¿Podrías traerme algo para comer? Volar me dio apetito. –rió y azabache asintió.

-No me tardo. –salió de la enfermería.

Lexie y James pasaron el resto de la tarde en la enfermería, comieron y bebieron lo que el azabache logró conseguir. Ese día Lex consiguió una nueva cicatriz y James logro, nuevamente, tener celos de Remus. 









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Hola, hola!!!

Remus & Lex >>>>>

James celoso 🤭

¿Quién habrá alterado la escoba de Lex?

Dudas y teorías...

With love, Sofy.

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