Capítulo XIII: Magic chaos (*)
LIZ MORTENSON
Amaba los libros
No solo los de literatura de cualquier tipo, sino también los de investigación, las obras de teatro, lecturas clásicas, absolutamente cualquier cosa que tuviera letras en papel, lo amaba
Creo que mi principal obsesión por ellos empezó cuando mi mamá me enseño el vocabulario a los siete años con Alicia en el país de las maravillas, luego le siguió otros libros como El principito y de ahí no hubo vuelta atrás. Como no sabía socializar cuando entre a la escuela, un libro siempre se volvió mi principal compañía y escape de la realidad
Sabía que los libros daban información y en estos momentos necesitaba información sobre aquello que creo que me empezaba a salir de las manos, tenía una teoría y esperaba encontrar algo de provecho en algún lugar recóndito de la biblioteca de Hawkins, cualquier cosa que dijera algo sobre la telequinesis, mi aparente nueva adquisición mental
Dicen por ahí que la curiosidad mató al gato, pero quería saber más sobre mi aparente Telekinesis y que mejor lugar que la biblioteca.
Me fui al área de investigación y encontré un libro que decía Telekinesis y sus curiosidades, había otro que decía Magia de Caos, otro que decía Poderes Mentales, otro que decía Control Mental. Y porque no? También agarre Carrie, ya tenía tiempo que quería leer ese libro.
De camino con la bibliotecaria encontré un libro de cuentos, cuando lo hojee me di cuenta que eran recopilación de varios cuentos, por lo cual también lo tome, era hora de enseñarle a Aarón la verdadera cultura
Busque un lugar desocupado en la biblioteca y me senté empezando a hojear el libro de Telequinesis el cual parecía casi nuevo, pero a la vez las ojos se notaban y olían ha guardado, y al leer la ficha de la biblioteca me di cuenta que solo una persona lo había hojeado hace varios de años, alguien llamada Agnes y su apellido estaba descolorido, por lo cual era natural el estado del libro
—Se denomina telequinesis al fenómeno que consiste en mover objetos con el poder de la mente; es decir, sin tocarlos y sin apelar a una causa física. — sentí una punzada mientras leía eso en el tono más bajo posible— Debido a que la ciencia nunca ha demostrado que este fenómeno pueda producirse, suele tratarse en el contexto de lo paranormal y de las pseudociencias.
Trague grueso cuando leí la definición de lo que posiblemente ahora tenía entre las manos, como siempre, científicamente había una definición para mi condición, pero por supuesto, nunca pruebas, por lo cual no había nada que me podría ayudar para saber que era realmente o si era peligroso
Debía admitir que desde que me mude, había estado alzando las manos más de lo que debería o de lo que me gustaría, y eso se debía a que me sentía en confianza, tenía confianza de mover las manos sin miedo a que en cualquier momento me iba a descontrolar y pasarían cosas peligrosas
Pero conforme más pasaba las páginas de ese libro, se me iba perdiendo el miedo de acuerdo a la teoría que decía entre las hojas, y si todo seguía como hasta ahora, esta cosa seria un poco más fácil de controlar en comparación a la manipulación mental, solo mientras supiera tener las manos quietas
Deje el libro de lado, mientras que iba por el segundo libro que era el de poderes mentales, sin embargo cuando levante la vista, se me dibujo una sonrisa al ver a la persona parada del otro lado de la estantería
—¿Dustin? — fruncí las cejas esperando no equivocarme, pero claro, ese cabello rizado era inconfundible, ya que si era él
—Hola, Liz— me saludo amablemente
—¿Cómo estás? — me levante de la silla poniendo el libro bajo mi brazo y caminando a su dirección
—Bien, buscando algo para un proyecto— me mostro el libro que llevaba en la mano que era sobre ingeniería mecánica
—Crear es lo tuyo, eh— bromee ligeramente
—Así es— Dustin se acomodó la gorra con una sonrisa orgullosa— ¿y tú, que llevas?
Pensé un par de segundos en si debía o no mostrarle lo que llevaba bajo el brazo, al final termine extendiendo el libro de magia del caos con una mueca
—Es solo por diversión— murmure con un mohín
—Como Sabrina...
—¿Perdón? — fruncí las cejas
—Em...— empezó a jugar con el libro que llevaba en sus manos pasándola de una a la otra— bueno, es que algunos idiotas han dicho que tú...
—¿Soy una bruja? — Solté una pequeña risita para calmarlo— tranquilo, no me molesta el termino, a decir verdad me estoy acostumbrando
—Eso es genial— la sonrisa de Dustin se amplió que me hizo reír por asociación— en fin, por eso creo que si hubiera una que te definiría, seria Sabrina Spellman
—¿Archie Comics, eh? — lo analice un momento, no me desagradaba la comparación— me gusta eh, rubia y con estilo
—Como tú— Dustin hizo una leve reverencia que me hizo reír
—Solo me falta el gato— reí mientras que de nuevo jugaba con el libro— pero mejor dime, ¿Qué proyecto tienes en mente?— señale el libro que él llevaba entre las manos. No había nada más atractivo que un chico leyendo sin ser obligado
—Te va a encantar— Dustin me hizo un ademan y ambos nos acercamos a la mesa poniendo nuestros respectivos libros en la mesa— tengo una idea, crear algo para que puedas comunicarte desde cualquier parte del país
—¿Ósea un teléfono? — Apreté los labios y abrí los ojos con inocencia— bueno, creo que lo inventaron hace 50 años
—Es algo más que un teléfono— Dustin abrió el libro en el prólogo— un aparato que podríamos comunicarnos por radio, pero de un gran alcance, tanto que ni siquiera sea necesario estar en el mismo estado y puedas hablar hasta las Vegas si quisieras
—¿Me explicas en castellano? — hice una ligera mueca
—A ver, primero necesito crear una torre de radio casera que tome esa señal para...
—¿Qué tal una torre que tome la señal, como una propia estación de radio? — pregunte esperando que lo que esté diciendo sea cierto, en base a las cosas que hablaba mi papá de su trabajo a la hora de la cena— pero para que reciba esta señal, podría estar situada en una altitud para una mejor recepción, ¿qué tal en una montaña de Hawkins?
—¡Eres una genio! — Dustin llevo las manos a su cabeza como si hubiera tenido una gran revolución, acto seguido se inclinó dejándome un beso en la coronilla que me hizo reír— no le digas a Will que hice esto porque me mataría, pero te prometo que serás la primera en probar este gran descubrimiento cuando lo tenga listo
Estuve a punto de preguntarle si de verdad le había servido mis palabras, pero Dustin tomó el libro corriendo hacia la que parecía la salida dejándome ahí sentada con cuatro libros enfrente
Mire la hora en el reloj de la biblioteca y cuando me di cuenta que eran casi las tres, era mi señal para irme, mamá y papá tenían una cena en el trabajo de mi papá y como aun no encontraban niñera de confianza, yo me tenía que quedar con el enano
Aun así me lleve en las manos todos los libros que ya había elegido, Magia del caos, Telequinesis, Poderes mentales, Control mental, Carrie y el libro de cuentos con el que esperaba tener controlado a Aarón está noche
Llegue hacia la recepción con los seis libros entre los brazos, cada uno ya llevaba la ficha de préstamo, la bibliotecaria, una mujer de avanzada edad, se me quedo viendo unos momentos al ver la montaña de libros entre las manos que llevaba cuando las puse sobre su mesa
—Estos, por favor— pedí mientras le entregaba las fichas con mi nombre
—Señorita Mortenson, aquí tenemos algunas reglas. Cinco a la vez— la bibliotecaria señalo la montaña de libros con la mirada
—¿Solo cinco?— pregunte en tono de súplica dándome cuenta que llevaba seis
—Sí, solo cinco. Tiene que dejar uno
Mire todos los libros que traía, todos eran muy importantes para mí, excepto el que le iba a llevar a mi hermano, solté un suspiro ante lo que iba a elegir
Le entregué a la bibliotecaria Carrie, cuando termine mi investigación volveré por el.
La señora me entrego la ficha de préstamo después de verme algo extrañada después de leer los títulos, metí los libros a mi mochila, la cual aumento de peso considerablemente cuando los metí a mi mochila
(...)
Ahora me toca hacerla de niñera, amo a mi hermano pero no me gusta que me dejen sola con él.
Al menos aun no me quedaba sola del todo, ya que mi mamá llevaba media hora dudando de su maquillaje, mientras que yo la veía con la boca llena. Mi pago por ser niñera del enano había sido una pizza grande de pepperoni, así que no me quejaba del todo
—¿Qué tal me veo? — mamá no dejaba de modelarme el vestido azul que llevaba puesto mientras que terminaba de arreglarse el maquillaje en el espejo de su habitación
—Ya te dije que te ves bonita, mamá— murmure con la boca llena de pizza
—No hables con la boca llena, ni te entiendo— me dijo mi mamá, por lo cual me tuve que terminar lo que tenía en la boca para volver a hablar. Me acerque algo harta por su indecisión tomando el labial rojo
—Ten, el rojo es nuestro color— le entregue el labial— ahora póntelo, y baja porque ya llevan no sé cuantos minutos de retraso
Al menos me hizo caso con el labial y si le gusto el resultado, por lo que rápido todo su gabardina, y su bolsa bajando las escaleras
El rojo siempre soluciona todo
—No llegaremos tan tarde— me dijo mi papá mientras que tomaba su gabardina del perchero de la entrada— por favor, cuando oscurezca se encierran y no le abren a nadie hasta que lleguemos
—Sí, señor— hice una voz burlona seguido de un saludo militar
—Cuida a tu hermano— me repitió mi mamá
—La pizza lo vale, no te preocupes— le dije mientras que me dejaba caer en el sillón tomando mi pedazo de pizza de la mesita y recargaba los pies en ella
Mis papás se fueron, y con ello empezaba el pequeño martirio de cuidar a un niño medio inquieto de siete años
—Oye, ¿puedo ir a jugar afuera? — Aarón apareció frente a mí con el carro a control remoto que papá le regalo hace unos días
—Tienes 20 minutos antes de que se oculte el sol— le advertí apuntándole con mi índice. Aarón asintió frenéticamente antes de correr hacia la puerta con el carrito entre las manos
Sin embargo, una pequeña culpa se me aprecio ya que no quería dejarlo solo mucho rato, así que saque un libro de los que tenía en mi mochila que había pedido esta tarde saliendo hacia el jardín para vigilar al enano
Estaba leyendo el libro de magia de caos pero también tenía que vigilar a Aarón así que me fui en la parte de adelante con el patio. Aarón estaba jugando muy cerca de la calle.
—¡Aarón, no te bajes de la banqueta! — un carro venía muy rápido y mi hermano seguía en medio de la calle— ¡Aarón!— me acerqué hacia él corriendo, pero no había tiempo...
Como si fuera un reflejo levanté ambas manos, una estaba arriba de la otra y el auto estaba flotando. El auto se detuvo por segundos, segundos que fueron mi salvación y me permitieron respirar con tranquilidad cuando baje las manos
Mi hermano se quitó de la banqueta y yo bajé las manos el auto ya estaba en el suelo, era un Mustang Shelby azul.
—Liz— Aarón llegó corriendo a mi lado y lo abracé con fuerza, el carro ya se había ido
—¿Estás bien?— pregunte tocando su cabello sin contar el abrazo, estaba aliviada de que no tuviera ni un solo rasguño
—Si— nos separamos del abrazó
—¡Jamás vuelvas a hacer eso!— dije tomando sus mejillas entre mis manos mirándolo con desaprobación
—Lo prometo, pero tú nariz— señaló mi nariz, lleve mis manos a está donde tenía un poco de sangre
—Estaré bien, vamos adentró— me aparte la sangre con los dedos limpiándolo en mi camiseta, cargue a mi hermano y lo lleve adentro de la casa, claro que también tomé el libro, tenía que seguir investigando
Antes de entrar me fijé que nadie hubiera visto lo que hice, ya me he ganado la fama de bruja en la escuela y no necesito que también lo digan en el vecindario.
~En otro lado de Hawkins~
MAX MAYFIELD
No podía dejar de parpadear asustada ante lo que acababa de ver, el auto de Billy se había detenido por unos cuantos segundos, pero no era a causa de él, sino que una de las chicas que he conocido estas semanas fue la causante de esto, de detener el auto para que Billy no atropellará a ese niño, pero no solo lo detuvo con las manos, también lo hizo florar por segundos
Y podría significar algo... algo que no sabía si era bueno o malo
—Maxine— era Billy así que solo lo miré, yo iba de copiloto en el auto— recuérdame no tomar las pastillas tan temprano— dijo mirando al frente
Él tiro las pastillas por la ventana y seguía con la vista al frente. Por lo que veo él tampoco estaba seguro de lo que acababa de ver en Loch Nora, pero esperaba que no piense de más con lo que ambos acabábamos de ver
—¿Qué fue lo que viste?— pregunte viéndolo algo asustada esperando que no reconociera a mi amiga
—El auto estaba volando, debo dejar de tomar pastillas— respondió aún con la vista al frente
De verdad desearía que hubieran sido las pastillas, pero no. Liz levantó ese auto....
(...)
LIZ MORTENSON
Apague el televisor después de terminar de ver Vaselina por quinta vez en el mes, como siempre, sacaba mis dotes de canto que obviamente no tenía cuando Olivia Newton-John empezaba a cantar, al menos aún ningún vecino me soltaba maldiciones, y si así lo fuera, estaba en mi casa, así que se jodan
Aarón estaba en la alfombra leyendo el libro que le di esta tarde, medio sonreí ya que lo veía muy entretenido con este y muy concentrado, eso me hizo sonreír
A los pocos minutos oí el sonido del auto de mi papá y a los segundos, ambos entraron alegres y con lo que parecía una botella de vino en sus manos y sus gabardinas en la otra
—Hola— mamá se acercó a mí y me dio un beso en la frente sentándose en el sillón junto a mí— ¿Cómo está todo? ¿Cómo se portaron?
—Bie....
—Liz hizo volar una camioneta— dijo Aarón y yo me tape la cara con las manos
—¿Qué?— pregunto papá viendo a Aarón en la alfombra, el pequeño cerro el libro
—Le hizo así— Aarón hizo unos movimientos raros con las manos tratando de replicar los míos
—Prometiste que no ibas a decir eso— dije en un tono cansado mientras tomaba mi ceño. Tomé también la lata de delaware punch vacía que tenía en la mesita lanzándoselo a Aarón en la cabeza, que solo hizo una mueca— chismoso
—¿Por qué hiciste volar esa camioneta?— mamá se sentó junto a mí y jugaba con mi cabello
—Aarón estaba en medio de la calle y un auto venía. No tuve elección, lo iban a atropellar— respondí mirando a mi mamá— y si lo hice, pero, no solo es eso— mire las palmas de mis manos— saben que es lo que me ha pasado la última semana y con esto creo que es un hecho que ya lo tengo.
—Telequinesis...— susurro papá
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-Ellis
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