Capítulo 23.


Por suerte hoy era sábado. Lo que significaba que Jungkook no tenía que trabajar. Los rayos de sol comenzaron a asomarse en el cuarto del alfa. El alfa suspiró y lentamente abrió los ojos, se acostumbró a la luz mañanera y miró su habitación. Quiso moverse para saber qué hora eran, pero algo se lo impidió.

Tenía el cuerpo de Jimin sobre el suyo. Miró mejor al pelirubio y se encontró con los brazos del omega rodeándolo por su cintura desnuda. Jimin estaba metido entre las piernas del alfa, con la boca en su pecho y dejando salir pequeños ronquidos que hacía al alfa sonreír.

Tocó el cabello de Jimin, tenía los enredos matutinos, por lo cual lo acarició con delicadeza. No iba a despertar al omega, se iba a dar el gusto de sentir como el pequeño lo abrazaba, como si su vida dependiera de ello. Se sentía un poco raro, ya que casi nunca dejaba que alguien se acomodara entre sus piernas, en una posición tan comprometedora como en la que se encontraban en ese momento. Le valió mierda, se trataba de Jimin.

No sabía exactamente cuánto tiempo estuvo brindándole caricias al omega, sólo supo que el pelirubio ya había despertado. Jimin se restregó el ojo con la mano hecha un puño, bostezó y se dejó caer de nuevo en el cuerpo del pelinegro, provocándole un ataque al corazón al alfa de ternura.

—Gueños días alfa. —fue lo que entendió Jungkook cuando Jimin habló contra la piel de su pecho. Jungkook lo abrazó más fuerte.

—¿Cómo dormiste? —dijo Jungkook con una sonrisa.

—Calentito. —murmuró el omega. —¿Tú?

—Como un rey. —sonrió.

Se quedaron en un silencio cómodo. Jungkook acariciando las hebras rubias del omega, mientras que Jimin, acariciaba las costillas del alfa con ambas manos. Entonces el omega comenzó a dejar besos en el cuerpo del alfa sin razón alguna. Los labios de Jimin besaron el cuello del alfa, sacándole un suspiro placentero. Luego fueron a sus pectorales, besó cada uno antes de ver el tatuaje de Jungkook que tenía en medio del pecho, eran unos labios con alas, el pequeño posó sus labios en el tatuaje, como si quisiera encajarlo su boca en la piel del alfa.

Continuó bajando y bajando. Jungkook se había dedicado a verlo, su omega se veía muy emocionado con lo que hacía, y no iba a mentir, él lo estaba disfrutando mucho.

—¿Alfa...? —murmuró Jimin.

—Dime precioso.

—Está como aquel día...—frunció el ceño a escuchar a Jimin. Miró a su omega y la imagen que se encontró lo dejó sin aliento.

Jimin estaba mirando su pene, recostado en su muslo y con los ojos analizándole el pedazo de carne completamente erecto. Oh por el bendito omega. Era lo más caliente que había visto en mucho tiempo, su instinto de alfa comenzó a despertar y las feromonas de excitación a llenar el aire.

—¿Debo... debo hacer lo mismo...? —preguntó inocente.

—Oh amor. —gimió Jungkook. —Haz lo que quieras, es tuyo.

—Entonces... ¿puedo probarlo? —se atrevió a decir.

Jungkook echó su cabeza hacia atrás y apretó los labios con fuerza. Su alfa pedía salir a gritos, pero no, necesitaba controlarlo.

—Sí. —logró articular luego de unos segundos.

Gimió cuando la mano del omega tomó su pene erecto. Jimin lo analizaba. Sacó la punta de su lengua sólo para acercarla al glande del alfa y dio una pequeña lamida.

—Oh. —dijo con un susurro. —Sabe... sabe bien...—murmuró volviendo a hacer lo mismo.

A este punto, el alfa sentía que iba a morirse. Su omega le estaba haciendo una mamada, y el hecho de que fuera inexperto lo hacía aún más excitante. Jimin se metió más del pene en la boca, Jungkook pudo sentir la cálida de la boca del menor, su lengua haciendo varios movimientos torpes mientras que de vez en cuando rozaba con sus dientes, también de que la saliva del pelirubio se estaba escurriendo en el resto de su pene, llegando a sus bolas.

—Hermoso...—jadeó. —Tienes que... mover la cabeza. —dijo con dificultad.

—¿Cómo? —preguntó confundido.

El alfa se reincorporó y se dio la vuelta. Se agachó a la altura del miembro de su omega y lo tomó entre sus dedos, lo llevó a su boca escuchando el gemido de sorpresa del pelirubio, dio unas lamidas rápidas y bien precisas antes de separarse y sonreír a su omega.

—¿Entendiste? —dijo besándolo. Jimin asintió anonadado.

Volvió a acomodarse entre las piernas del alfa y llevó la enorme erección del mayor a su boca, tratando de hacer lo que Jungkook había hecho unos segundos atrás. Se le facilitó la tarea cuando el mayor comenzó a mover sus propias caderas, metiéndole el pene en la boca una y otra vez.

Duraron su tiempo necesario, Jungkook llegó al orgasmo. Se separó de la boca de Jimin para poder correrse con tranquilidad, le hubiera gustado correrse en la boca del omega, pero no quería asustarlo. 

Atrajo al pelirubio a su cuerpo para poder besarlo con pasión. Aspiró el olor a felicidad del omega y sonrió sin despegar sus bocas. Sabía que a Jimin le gustaba complacerlo. Y eso le daba una sensación de felicidad.





♦♦♦





Yoon Gi abrió la puerta de su casa, sonrió y se lanzó a los brazos de Ji Woo.

—Ya te extrañaba mujer. —dijo con felicidad. La sonrisa se le borró cuando vio que su mejor amiga derramando lágrimas.

El omega se alarmó de inmediato.

—¿Ji Woo? —dijo tomando el rostro de su amiga. —¿Qué pasó? Shh... tranquila, aquí estoy. —dijo frotándole la espalda, la chica dejó salir un sollozo.

—N-No pude...—lloró.

Yoon Gi no dudó en meter a su mejor amiga a su hogar. La llevó al sofá, por suerte su madre había salido hace poco. Acunó a la omega en su pecho y dejó que se desahogara, odiaba escuchar a Ji Woo llorar, pero decidió darle apoyo moral, acariciando su cabello, su espalda, susurrando palabras que sabía que lograban calmarla.

Unos minutos más y la chica ya había podido regular su respiración, pero no dejaba de botar gruesas lágrimas.

Suga... necesito tu ayuda...—susurró.

—Sabes que sí, aquí estoy Ji Woo.

—Odio pedirte esto...—dijo la omega. —Pero... no lo haría si no fuera grave...

—Tranquila. Dime qué sucede. —le acarició la mejilla.

—Ayer un alfa me sorprendió fuera del trabajo...—sollozó. —Me quitó toda la paga, pude salvar unos billetes, pero eran para la renta...—dijo bajito. —Y mis hermanos ya no tienen qué comer. ¿Podrías... prestarme algo de dinero? Te juro que te lo pagaré. —lo miró a los ojos.

Yoon Gi se sintió enojado. Como jodidos demonios odiaba esta sociedad, odiaba a los alfas, no entendía cómo mierdas podían ser tan crueles y hacer sufrir a los omegas. Se suponen que deben de quererlos, no tratarlos como muñecos de trapos que pueden utilizar a su antojo.

—Sabes que sí. —dijo Yoon Gi con una sonrisa. —¿Dónde están tus hermanos? —preguntó.

—En casa, tienen mucha hambre...

—¿Entonces qué esperamos? Vayamos al supermercado. —dijo tomando su billetera y caminando hacia la puerta.

Ji Woo sonrió apenada y abrazó a su mejor amigo.

—Gracias. —dijo en un susurro. —Muchas gracias, Suga.

El omega le devolvió el abrazo.

—No es nada Ji Woo. —besó la frente de la chica. —Vamos, arregla esa cara y no perdamos tiempo. ¡Hay cachorros que alimentar! —dijo caminando hacia la puerta.

Unos minutos más tarde se encontraban comprando mucha comida, todo gracias a la tarjeta de crédito del chico. Ji Woo no podía sentirse más afortunada de tener a un chico como Suga siendo su mejor amigo.




✃- - - - - - - - - - - Yoongi es un ángel

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