✿┋𝟏𝟎. 𝐃𝐚𝐧𝐧𝐲'𝐬 𝐛𝐚𝐫.
⥁𝕮𝖔𝖒𝖕𝖑𝖎𝖈𝖆𝖙𝖊𝖉
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[Lunes por la noche]
──Tory.. este es el quinto mensaje que te dejo──comenzó a quejarse nuevamente un castaño con el teléfono en su oreja mientras caminaba de un lado a otro por la acera──¿Sabes? Si no querías acompañarme simplemente me lo podrías haber dicho. De todas formas, gracias por nada.
Robby cortó la llamada con cierta molestia en su interior, nuevamente otra persona conseguía decepcionarlo. Ya se encontraba cansado de brindarle oportunidades a las personas y que estas mismas decidan traicionar o burlar su confianza como si de un chiste se tratase. Luego de cinco minutos comenzó a caminar en dirección a casa de su padre.
──¡Hey!──lo llamó una voz a lo lejos, sin embargo, Robby se encontraba tan ensimismado en sus pensamientos que no se percató de aquello.
La persona que lo había llamado podía notar como el castaño se alejaba cada vez más, por lo que intentó llamarlo nuevamente.
──¡Robby!──exclamó mientras intentaba mantener el equilibrio con aquellos tacones.
El castaño se volteó a mirar y su sorpresa fue inmensa al notar de quien se trataba.
──Estoy hace cinco minutos intentando llamarte──se quejó la joven caminando hacia donde él estaba.
──¿Por qué?──preguntó confundido y con el ceño fruncido.
──Tory me envío.
Ahora si, definitivamente Robby no entendía nada de lo que estaba sucediendo.
──No sé que te habrá dicho Tory pero no te conozco y tampoco te necesito en esto──mencionó dispuesto a voltearse y seguir con su camino.
──Mi nombre es Sadie Sink, soy la mejor amiga de Tory, me mudé aquí hace un mes y ella me envío para ayudarte──explicó rápidamente la pecosa.
──¿Ella te envío? ¿En concepto de que?──preguntó confundido observandola──Lo único que yo quería era que ella me acompañase, no tú. Así que puedes decirle que no necesito de su ayuda.
──Que terco eres──murmuró molesta.
──Mira quien habla.. la que intenta encajar en un estereotipo para agradarle a los demás──le replicó burlándose.
──Por lo menos no soy una especie de.. ¿Qué eres tu? Ah si, un indigente.
──No entiendo a que viniste──le comentó cruzandose de brazos.
──Sé que tienes una especie de cena con tu padre, en la cena van a estar los LaRusso y no quieres ir sólo.. lo entiendo──explicó ella acomodando su cabello hacía un costado.
──Yo jamás le mencioné ese detalle a Tory.
──No hizo falta, ella ya lo sabía. Además hoy tiene turno doble, de todas formas no llegaba a tiempo.
Robby rodó los ojos fastidiado, soltó un suspiro e intentó pensar rápidamente en como pedirle a la pelirroja que se fuera.
──No voy a irme──murmuró ella como si le hubiese leído la mente.
──Bien. Vas a acompañarme a la cena, pero no diremos que somos pareja ¿Okay?──sentenció el castaño.
──Por mi, está bien. De todas formas, ¿Quién se creería que salgo contigo?──preguntó con el ceño fruncido caminando a un lado de él.
──De hecho, se preguntarian por qué decidí darte una oportunidad──habló en un tono obvio acomodando su chaqueta.
──Esa si que me la creí──rió burlona como si de un chiste se tratase.
──Yo hablaba en serio──comentó con seriedad.
──Eres demasiado marisco.. ¿te lo dijeron?
──Se dice arisco──rió él sin levantar la vista del suelo.
──Como sea.. deberías ser un poco más agradable. O sonreír más, tienes una bonita sonrisa──confesó Sadie mientras caminaba.
Aquel comentario tomó por sorpresa a Robby, quien segundos más tarde acabó por enganchar su brazo con el de la pelirroja para que esta última no cayera al suelo por culpa de sus tacones.
[Dentro del bar de Danny's]
Una pelirubia con el cabello atado en una coleta alta y con su uniforme negro planchado, se encontraba preparando tragos en la barra del lugar. Al parecer, el bartender se había pedido el día libre y ella debía ocuparse de aquello, al igual que de atender las mesas.
──Buenas noches y bienvenidos a Danny's.. ¿Ya saben que van a ordenar?──indago ella acercándose a una de las mesas con el bolígrafo en mano y un anotador.
Al instante lo jóvenes que se encontraban en la mesa bajaron las cartas que estaban observando anteriormente. La sorpresa que se llevo la pelirubia al ver de quienes se trataba, no fue nada gratificante.
──¡Tory! No sabía que trabajabas aquí──le sonrió la morena acomodando su cabello hacía un lado──¿Tú tenías idea, Eli?
──La verdad que no──negó dirigiendo su vista hacía la pelirubia.
Tory maldecia en su mente por haber enviado a Sadie a aquella cena y no ser ella la que se encontrará presenciando la melosa escena entre los dos jóvenes.
──Sólo atiendo a los clientes y trabajo en la barra de tragos.. si me permiten la recomendación, la especialidad de la casa es el mojito o el gin tonic──les recomendó con su mejor sonrisa falsa.
──Oh.. yo prefiero un agua──le comunicó Moon con una sonrisa, al instante Tory pensó en que aquello era muy aburrido.
──Y yo.. un mojito──habló el joven de la cresta morada.
──Bien. ¿Desean ordenar la comida o prefieren esperar?──indago la ojiverde nuevamente.
──Una ensalada César, estaría bien──le pidió la morena──¿Tú, Eli? ¿Qué vas a pedir?
──Una hamburguesa doble, con cheddar, tocino, huevo, con papas y sin salsa──enumeró Tory mientras anotaba──¿Nada ha cambiado?──le sonrió de lado mientras Eli asentía con una pequeña sonrisa.
──Nada ha cambiado──le aseguró unos segundos más tarde.
──Espero que disfruten la noche, en breve les traeremos el pedido──les comunicó para luego dirigir el pedido a la cocina y preparar rápidamente aquel trago.
Cinco minutos más tarde, la pelirubia se encontraba atendiendo alrededor de nueve mesas a la vez. Mientras que Eli y Moon mantenían animadamente una conversación.
──Estúpido uniforme──murmuró Tory mientras intentaba desajustarselo de la cintura, ya que el cinturón que llevaba le apretaba demasiado. En aquel instante su cuerpo chocó con el de otra persona que pasaba por allí──Lo siento, no te vi──se disculpó sin levantar la vista.
──¿Necesitas ayuda?──le preguntó el joven, quien tenía una voz demasiado familiar para ella.
La ojiverde levantó la vista y no podía creer con quien se había encontrado, su mente le decía que se fuera inmediatamente de allí, pero sus piernas parecían no querer funcionar.
──No.. no necesito tu ayuda──le respondió con brusquedad.
──Tory, ¿Crees que podamos hablar?──preguntó nuevamente el joven de piel morena.
──Miguel, estoy trabajando ahora. Y si no lo estuviera, tampoco querría hablar contigo.
La pelirubia se volteó dispuesta a irse, pero el joven tomó su mano evitando que lo hiciera.
──Puedo esperarte──le suplicó con la mirada. Sabía que ambos se debían una charla y que Tory no sería capaz de dejarlo sin respuestas.
──Mi turno termina a la 01:00──le comunicó en un murmullo──Debo llegar a casa antes de que sean y media.
──Suena bien para mi──le sonrió simpaticamente y se dirigió a sentarse en una de las mesas.
Tory se alejó de allí dispuesta a cargar con dos bandejas repletas de comida, mientras pensaba en sí estaba haciendo o no lo correcto. Sin embargo, lo que no había tenido en cuenta era la inminente mirada que Halcón había posado sobre ella desde su llegada al bar.
[12:20 am]
──¿Está todo bien por aquí?──indago la ojiverde acercándose a la mesa en la que se encontraban la morena y el joven de la cresta──¿Desean pedir algo más?
──Por el momento no──le respondió desinteresada concentrando su mirada en los ojos azules de Eli.
──En media hora cerraremos el lugar, si necesitan algo, pueden avisarme antes de que transcurra ese lapso de tiempo──explicó la pelirubia con la poca paciencia que aún le quedaba.
──Te pido la cuenta entonces──habló él sin siquiera dignarse a mirarla, había pasado toda la noche observandola de un lado a otro y ahora que la tenía en frente para poder hablarle, lo único que salió de su boca fue aquella frase.
Tory asintió y se alejó de aquella mesa, acto seguido por el rabillo del ojo observó al joven de piel morena que lo esperaba sentado con un trago que apenas había bebido. Cinco minutos bastaron para que la pelirubia llevase la cuenta a la mesa de Halcón, para luego dirigirse al despacho en el que les permitían cambiarse.
──¡Miguel!──lo saludó Moon con sorpresa y entusiasmo, a su vez se levantó de su asiento para ir a saludarlo──No teníamos idea de que estabas aquí.
Halcón dejó el dinero dentro de aquel sobre y a su vez escribió sobre una de las servilletas; "Te veo a las 02:00, como siempre. H". Él realmente esperaba que fuese ella la que levantara aquel sobre de cuerina.
──Yo tampoco tenía idea de que iban a volver──les sonrió Miguel levantándose de su asiento y saludandolos a ambos.
Moon sonrió tímidamente mientras que Eli parecía desinteresado por la conversación, él simplemente había aceptado aquella cena para que Moon le comentase acerca del proyecto de Demetri y su factible relación con Yasmine.
──¿Y tú por qué estas aquí? ¿Disfrutas de la comida de Danny's?──bromeó Eli acomodando el cuello de su camisa.
──Mi madre cenaba con el sensei y sinceramente no quería molestarlos──mintió acomodando su cabello com nerviosismo, de lo cual su mejor amigo se percató.
──Entiendo, es una situación compleja.. ¿Por qué no trajiste a Sam?──le preguntó la morena con el ceño fruncido.
──No la dejan salir hasta muy tarde y tiene que avisar con anticipación, esto fue de imprevisto──explicaba Miguel intentando sonar convincente.
Mientras los tres mantenían una animada conversación, Tory cambiaba aquel uniforme por unos jeans rotos y una blusa transparente de color negra junto a sus vans y su cabello suelto de forma ondeada. Colgó su mochila sobre su espalda y salió del despacho, tomo algunos de los sobres y se dirigió a la caja para depositarlos, allí vio la nota que Halcón le había dejado.
La pelirubia arrugó la nota y la tiró a la basura, si él quería salir con Moon estaba en todo su derecho, pero ella no iba a involucrarse otra vez.
──Te veo mañana, Migue──lo saludó Eli con su típico saludo compartido, para luego salir de aquel bar junto con Moon.
Sin poder soportarlo, el joven de la cresta giró su cabeza en dirección a la barra, viendo así como la pelirubia se acercaba a hablar con Miguel, quien se suponía que era su ex novio.
La sangre le hirvio al instante y aquello no era para nada bueno. Acompañó a la joven morena a su casa en un completo silencio, minutos más tarde se despidió lo más rápido que pudo. Por consiguiente, caminó en dirección a la casa de Demetri, necesitaba distraer su mente.
Por otro lado, Tory salía de aquel bar siendo acompañada por Miguel. Si Robby llegaba a enterarse de lo que estaba haciendo de seguro la mataría.
──¿Y bien? ¿De qué querías hablarme?──indago intentando apresurar la conversación.
──¿Por qué decidiste apoyar a Robby? Después de todo lo que hemos vivido, lo has elegido a él──explicaba Miguel sin comprenderlo del todo.
──No he elegido a nadie──se limitó a respondee mientras caminaba a paso rápido──Si alguien ha elegido, has sido tú en cuanto besaste a Samantha.
──Ni siquiera me dejaste explicarte lo que había sucedido.
──¿Qué necesitabas explicarme?──le preguntó exasperada──¿Qué seguías teniendo sentimientos hacía ella?
──Yo sólo..──intentó hablar para luego soltar un suspiro de frustración──Quiero saber.. ¿Por qué Robby? ¿Por qué seguir en Cobra Kai? ¿Por qué confiar en Kreese?
──Miguel──frenó en seco deteniendole el paso──Eso no es algo que te compete.
──¿Crees que vale la pena intentarlo allí? ¿Ser la campeona de un dojo que justifica la violencia? Si es así, no eres una ganadora del todo──afirmó el moreno frente a ella.
Tory sentía como la rabia inundaba su garganta, tenía unas ganas inmensas de gritarle que él era quien no valía la pena, pero no podía hacerlo.
──¿No crees que te amé demasiado para creer que no merezco nada de todo lo que estoy haciendo?──indago la pelirubia sintiendo como su garganta se quebraba, pero aún así no lo demostraba──Adiós, Miguel.
En cuanto soltó aquella oración, se volteó y continuó camino a su casa, sabía que caminar a altas horas de la noche por la calle no le convenía para nada, pero los autobuses circulaban en horarios distintos y no podía malgastar el dinero en un taxi.
Apenas observó la puerta de su hogar notó que una persona se encontraba apoyada en una de las paredes. Inmediatamente fruncio el ceño con desconfianza, no podía tratarse del arrendador y mucho menos de Bob, ya que esta persona llevaba una capucha puesta. Y la realidad era que varios focos de luz se encontraban apagados, lo cual generaba un ambiente tenso.
──Hey..──la saludó el joven de la capucha volteandose a verla, al instante se la quitó──Sólo quería asegurarme de que llegarás bien.
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Sé que él capítulo es corto pero espero que les haya gustado!
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