𝐁𝐚𝐤𝐮𝐠𝐨𝐮 𝐊𝐚𝐭𝐬𝐮𝐤𝐢 ¦ Bᴏᴋᴜ ɴᴏ Hᴇʀᴏ Aᴄᴀᴅᴇᴍɪᴀ
Advertencia: Fem reader, (N) y bakugou tuvieron un hijo.
"Sacrificio"
Ni Bakugou ni (N) sabían que hacer, ¿Cómo habían llegado a esa situación? O más bien, ¿Qué deberían hacer en esta situación?
Cuando llegaron a su querida casa lo primero que vieron fue a Izuku limpiando los pisos y a Uraraka caminando/corriendo de una lado a otro con un montón de toallas en sus brazos y sin contar también que su hija estaba toda llena de un liquido café de pies a cabeza.
Digamos que no fue un buen recibimiento de parte de la personas encargadas de su hogar temporalmente.
- Oigan... - Bakugou fue el primero en poder formular una pequeña palabra, las venas sobresalian de su cuello y su mandibula se notaba tensa.
(N)... La pobre chica aún seguía en trance viendo a su hija toda sucia.
Cuando escucharon el llamado a la muerte, Uraraka e Izuku cayeron en cuenta de la presencia de Bakugou y (N) en la casa. Inmediatamente después de verlos con sus propios ojos, sus cuerpos se paralizaron y quedaron como estatuas, inmóviles en sus lugares.
Por una fracción de segundos Uraraka e Izuku cruzaron miradas, después miraron a la niña y se volvieron a mirar.
Estaban muertos o eso pensaban.
La niña en cambio en cuanto vio a sus padres sus mejillas se sonrojaron y sonrió, todo eso mientras corría hacia ellos.
- ¡Bienvenidos a casa mami, papi! - Katsuki miró como su hija llegó hasta ellos, primero abrazó las piernas de (N) en forma de saludo, la mayor soltó un "Hola sol que ilumina mis noches más oscuras" mientras acariciaba su melena rubia y luego abrazó las de él.
Frotó su cara en los muslos cubiertos de la tela gruesa del traje de heroe y elevó su cara mirando a su progenitor con una enorme sonrisa haciendo que sus ojos de entrecierren y sus mejillas blanquitas tiraban un leve color rosado. Esa imagen hizo que una flecha atravesara el corazón de Bakugou, pasando de lado el hecho de que la niña ensució su traje de sea lo que fuera esa cosa café. - ¡Tengo una sorpresa que darles! - Se separó de las piernas de su padre y tomó las manos de (N) y Bakugou.
Al terminar esas palabras la niña los jaló hacia la cocina, Uraraka tapó su boca y cerró los ojos. Aún no estaba lista para morir.
Izuku en cambio había saludado a la pareja todo sudoroso, sintiendo como si una gran mano apretaba su cuello con tanta fuerza que no lo dejaba respirar tranquila y adecuadamente.
Su alma estaba apunto de irse.
Cuando llegaron a la cocina la joven quedó en shock, nuevamente, su mirada parecía pérdida y no reaccionaba.
En cambio Bakugou se le veía furioso, su entrecejo se frunció a niveles inhumanos, quería gritar y golpear a quien tuviera en frente.
La cocina era literal un desastre, ¡Parecía un cochinero!, no era la misma cocina que Bakugou se encargaba personalmente de limpiar y (N) de ordenar adecuadamente, su hermosa y ordenada cocina ahora era un lugar donde felizmente podían vivir las ratas. Los cajones desordenados, cucharas y tenedores regados, y lo que más daba miedo era la fea y asquerosa masa café salpicada en todos lados.
¿Eso en el piso era la caja de huevos?
Bakugou miró hacia atrás, Uraraka saltó en su sitio y se escondió detrás de Izuku, al pobre pecoso sudaba la gota gorda y sonreía incómodo.
- Ustedes... Solo le pedimos que la cuidaran por dos horas mientras venciamos al pu... - De reojo miró a su hija -... Al villano, ¿me pueden explicar qué pasó aquí?
- Si, bueno... - Uraraka miró a otro lado y sonrió sin saber como comenzar.
- Papi... - La niña jaló el pantalón de su padre. Bakugou dejó de mirar a los otros adultos y bajó su mirada a la niña. - Yo quería hacerles una sorpresa, ¡Un regalo! En navidad no pude regalarles nada y quería agradecerles por los regalos que me dieron, le rogué a Tía Uraraka y tío Deku que me dejaran hacer un pastel de chocolate. - La niña hizo una mueca demasiado adorable para Bakugou. - ¡Entonces quiero que lo coman! No soy buena después de todo y es mi primera vez, pero aún así espero y lo disfruten.
Jaló nuevamente los brazos de sus padres y los sentó en las sillas de la isla. Ambos miraron el pastel en la mesa.
"¿¡Qué es eso!?" Gritaron ambos en sus mentes.
- Es bonito, ¿no? ¡Lo hice con todo el amor que les tengo! - La niña sonrió.
- Es demasiaso hermoso, mi vida - (N) sonrió hacia su hija, ella se rio.
- ¡Vamos pruébenlo! - La niña dejó dos platos con lo que debe ser un pastel, que parecía más bien un trozo de gelatina medio hecha y con trozos de vegetales que no sabían como habían llegado hasta allí, además la superficie del pan estaba todo quemado.
"¿Qué hace una parte de la remolacha en un pastel?"
Es aquí donde llegamos a la actualidad, donde ninguno de los dos sabía que hacer o decir.
No querían herir los sentimientos de su hija, claro está.
Bakugou iba a proceder a decir algo hasta que detalló el rostro de su hija.
La sonrisa que decoraba su rostro no se había movido de su lugar, sus mejillas y nariz sonrojadas y sus ojos medianamente grandes los observaban esperando a que probaran su pastel. Se le veía emocionada, demasiado a decir verdad.
Las palabras de su hija retumbaron en la mente de Bakugou y (N).
"Quería agradecerles por los regalos que me dieron, le rogué a Tía Uraraka y tío Deku que me dejaran hacer un pastel de chocolate. No soy buena después de todo y es mi primera vez, pero aún así espero y lo disfruten."
- ¿Pasa algo, papi... Mami? - Habló la niña al ver sus padres inmoviles. - ¿Están b - Paró de hablar al ver como Bakugou y la joven empezaron a comer el pastel como si sus vidas dependieran de ello.
Uraraka y Deku abrieron la boca exageradamente, realmente anonadados por lo que los adultos estaban haciendo.
¿Por qué se comían esa clase de pastel siendo este un arma de doble filo?
Al parecer esa respuesta era respondida en las cabezas de los padres.
"¡Lo hizo mi hija, no puedo rechazar algo que hizo con mucho amor!"
Terminaron todo lo que había en el plato al mismo tiempo y se levantaron de la mesa.
Su hija igual de impresionada que sus tíos los observó caminar a la salida de la cocina.
- ¿Mami, papi ? - Murmuró la niña.
Justo antes de salir la pareja comentó con diferentes expresiones en la cara lo siguiente :
- Estuvo delicioso - (N) con una sonrisa y Bakigou solo con su expresión monótona.
La niña sonrió iluminando casi toda la habitación.
La pareja cerraron los ojos y apretaron la boca, después salieron de la habitación
- ¡Les gustó ! - La niña se agarró su cabello. - ¡Se lo dije Tía Uraraka! - La niña miró su rostro en el espejo del microondas - Eres la mejor.
- El amor de un padre a su hija es inimaginable. - Murmuró Uraraka.
- Creo que... Voy a ver como están - Deku salió de la cocina y encontró a tanto Bakugou como (!N) en el suelo. - ¡AH!, (n), Kacchan ¡¿Están vivos?!
Definitivamente el mejor sacrificio que hicieron en toda su vida, ver la sonrisa de su hija es un regalo de los cielos.
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(12/20)
Nota de la autora: Consejo de una adolescente que está pasando la crisis de los 18 (No sé si existe, pero la estoy viviendo): Pónganse a pensar sobre su carrera ideal desde los 15 años, les ahorra unos meses llenos de frustraciones, lloradas, crisis existenciales, estres y caídas de pelo. 😉
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