𝐂 𝐔 𝐀 𝐑 𝐄 𝐍 𝐓 𝐀 𝐘 𝐂 𝐈 𝐍 𝐂 𝐎


22 de mayo 2019
Lugar desconocido

El pecho de Felix subía y bajaba rápidamente mientras miraba el techo. Estaba sudado, pálido y adolorido por todas partes y el colchón bajo su espalda tenía manchas de sangre.

Hyunjin y Jisung lo habían tomado nuevamente en uno de sus episodios de depredadores sexuales, donde abusaban de él uno detrás del otro.

Y ahí se encontraba ahora, entre esos dos caníbales, tumbados en la cama de matrimonio.

Hyunjin dormía a su lado izquierdo y Jisung, a su otro lado, estaba despierto pues había sido el último. Este la acarició la cara, perfilandole la mandíbula y acabó tocando suavemente sus labios.

— Te acabarás acostumbrando —murmuró Jisung sin despegar la vista de él.

Felix, en ese entonces, llevaba un escaso mes retenido en dicho lugar.

— Yo era como tú —susurró limpiando las lágrimas que se habían escurrido de aquellos ojos color miel—. Hyunjin también.

El rubio quería decir algo, pero de sus labios no salía nada, como si estuvieran sellados.

— Minho nos trajo aquí a una mejor vida.

— No... —susurró negando con la cabeza. Eso no era una mejor vida, para él era un continuo sufrimiento.

— Sí —contradijo el mayor—. Nosotros no somos igual a Minho, debes tenerlo claro. Pero tampoco somos tan monstruos.

Quiso reír a carcajadas de forma irónica, pero se contuvo.

— Monstruo era el padre de Minho...

— ¿Por qué?

Jisung se acomodó poniendo sus brazos detrás de su cabeza, Felix le miraba atento. En ese tiempo jamás habían entablado una conversación por muy banal que fuera y realmente agradecía escuchar otras palabras que no fueran perrito, animal, perra.

— Fui la primera presa de Minho, pasó hace mucho tiempo y era muy pequeño, así que no me acuerdo de mucho —hizo un gesto con la mano restándole importancia.

— ¿Cómo de pequeño?

— No sé, doce o trece, tal vez.

— Pero-

— No lo digas —le interrumpió—. Minho me salvó y eso es lo que importa.

Felix asintió con temor a un nuevo golpe.

— Su maestro fue su padre y al principio vivíamos con él. Jungsoo debía enseñarle cómo tratarme, pero nunca llegó a tocarme.

— Pero lo hizo.

— Lo hizo —confirmó Han—. Y Minho sabe cada una de las marcas que le hace a su presa, cuando vio unas nuevas, supo que había sido su padre.

— ¿Que pasó?

— Minho enfureció y fue a pedir explicaciones. No recuerdo muy bien esa discusión, pero sé que Minho acabó con un ojo morado —sonrió de lado—. Ahora es más fuerte, pero antes no lo era tanto y su padre le ganaba en musculatura.

— ¿Entonces?

— Jungsoo era alérgico a los frutos secos. Minho se encargaba de la comida y tenía mucho cuidado en esas cosas.

Felix sintió a Hyunjin removerse y Jisung comenzó a susurrar.

— Hizo una salsa para la carne aquella noche la cual llevaba frutos secos. Jungsoo no se dio cuenta hasta que fue demasiado tarde. Empezó a quedarse sin aire y se le hinchó la cara.

— ¿Lo mató? —asintió.

— A sangre fría —añadió—. Siguió comiendo hasta que su padre dejó de agonizar.

— Y... ¿y s-se lo comió?

— No, dijo que le daba mucho asco.

— ¿Que hizo?

— Lo metió en el coche y condujo hasta una carretera desierta. Una vez allí, simuló que se estrelló con un árbol y nosotros nos trasladamos a esta cabaña.

Jisung lo miró y acarició su cabello. Hyunjin se reincorporó adormilado y se pegó al cuerpo de Felix bajo las finas sábanas.

— Un año después llegó Hyunjin —soltó una risa nasal—, y creo que lo demás puedes imaginartelo.






Tenía que hacer un capítulo del hyunsunglix :)

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