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Chapter six | La misión no implica Damians.








Estábamos en el auto de Richard, en total silencio. Realmente aburridos, esperábamos a que el cerebrito de Drake sentará su culo en el auto y nos fuéramos a casa, pero no había señales de él por ningún lado. En verdad, no me importaba. Solo quería ir a casa a comer algo y jugar a Vikingos del Queso.

—¿Quieres escuchar algo de música? —preguntó Richard encendiendo la radio.

—tt, lo único que quiero es comer —dije y observé mi estómago. —Muero de hambre.

—Lo sé, yo igual... —su estómago emitió un extraño sonido. Un fuerte rugido. Automáticamente se apretó su barriga —Diablos ¿Dónde está Tim?

—Creo que tu estomago te está devorando —le dije encogido de hombros —Iba urgido a ver a Hammer para entregarle un reporte. Ñoño.

—Ya se tardó demasiado —replicó viendo su estómago que lo devoraba por dentro —¿Qué crees que preparó Alfred?

—Debimos abandonarlo hace mucho —mascullé —Timothy conoce el camino a casa.

—Damian, no dejaremos a Tim —replicó —Me muero de hambre, pero no dejaría a Tim solo.

—Si es inteligente, puede llegar solo. No seas como mamá gallina, Richard —escupí.

—Damian, no empieces.


En ese instante, reaccionó como si se hubiera acordado de algo.

—Alfred me dio tu teléfono, supuso que te pondrías insoportable en el camino sin estar entretenido —dijo sacándolo de la guantera —Toma y ya no molestes.

Lo tomé sin decir nada. En ese instante, mi teléfono vibró mientras llegaban las notificaciones atrasadas, me pregunté si eran alguna notificación de Beast Boy que había etiquetado una foto o si era otra de sus innecesarios posteos de "Hoy fui al baño ya cinco veces y sigo haciendo de color verde".

No quiero vomitar con el estómago vacío.

Sip, como supuse eran algunos mensajes de los titanes, posteos de Logan, pero hubo uno que me llamó la atención. Se trataba de un mensaje de un número desconocido:

Hola, Boy Wonder.

Supuse que era de Rylie.


Ya no pude despedirme y preguntarte algo pero

Mañana nos veremos.

No hay lío.

Pero puedes preguntarme aquí. Ahora.

Nope, será mañana. (:


Me deja con la intriga, hasta ella me hace eso.

En eso la puerta del asiento trasero se abrió, por fin había llegado ese idiota.


—¡Por el amor a las gomitas! ¡Ya era hora! —exclamé dejando el celular.

—No pensé que te tardarías mucho —comentó Grayson —¿Por qué te has tardado?

—Me estoy muriendo de hambre, arranca por una maldita vez, Richard.

—¡Un segundo, Damian! —gruñó Richard. Drake, no respondió, parecía tener la cabeza en otra parte. Creo que demasiado Stephanie Brown se pega lo zopenco.


Grayson se giró a verme, como esperando que le dijera por qué estaba así. Soy listo, sí, pero que iba a saber yo de ese menso.


—¿Y qué voy a saber yo? —mascullé. Rodeé los ojos, me levanté y me giré a Drake, con ambos dedos hice una especie de palanca que sostenía al índice con el pulgar, lo recargué en la frente de Drake. Con eso bastó en traerlo de vuelta.

—¡Auch! —chilló —¿Qué...?

—Te hablamos y no respondías —dijo Grayson —Lucias muy lejos de aquí, Tim ¿Pasó algo?

—Brown te está dejando idiotizado. —bufé. Cuando hablé poso su vista en mí, como si se hubiera acordado de algo o eso creo.

—Solo vayamos a casa —dijo con tono apresurado, como si estuviera evadiéndonos.

—¿Seguro que no te pasó algo...? —preguntó Richard. Modo Papá encendido.

—No pasó nada —replicó titubeando —¿Quien dijo que pasó algo? ¿No tienen hambre?

—Por primera vez, Timothy y yo coincidimos en algo. Vaya apocalipsis —dije —Ya arranca esta porquería, Grayson, me sigo muriendo de hambre.

—No es una porquería, Damian —dijo mientras encendía el auto.

—Entonces... ¿Carcacha?

—Solo cállate, Damian —masculló Drake desde atrás.

—«Solo cállate, Damian» —repliqué imitándolo.

—¡Deja de imitar mi voz, Demonio! —rugió Tomothy indignado.

—¿Saben? Debí dejar que ustedes dos se fueran casa solos y haberme quedado con Kory eligiendo que encaje le quedaba mejor.


***





Entramos a la mansión y lo primero que deseaba ver era comida, pero solo apareció Pennyworth.

—Qué bueno que hayan llegado —dijo Pennyworth —Supongo que deben tener mucha hambre.

—Nos has leído las mentes —exclamó Richard con una sonrisa —Damian se está desmayando del hambre.

Me giré a verlo con el ceño fruncido.

—¿Con que nos sorprenderás hoy, Alfred? —añadió emocionado.

—Ricos dedos de pescado y patatas fritas. Vengan a comer —dijo caminando hacía la cocina.


—Mira, Tim, tus favoritos —exclamó Richard, pero Tim no pareció verlo escuchado. Estaba con su celular en mano con los dedos a mil por hora.

Lo que faltaba, un adolescente adicto.

—¿Qué? —fue como él reaccionó —Ah, sí. Comeré luego.


Se fue sin decir nada más. Empecé a sospechar, algo escondía claramente, la pregunta hasta ahora era «¿Qué?». Lo averiguaría después de llenar mi estómago con esa rica comida.

—Eso es inusual en el amo Timothy, él ama mis dedos de pescado y las patatas fritas.

—Debió recibir una mala calificación y está haciendo este berrinche —mascullé.

—Ya sé le pasará, Alfred. Debe ser una etapa de crisis de adolescentes —replicó Richard —Ya sabes, espinillas y todo eso.

—Es probable.

—Tú no estás lejos de recibir esos cambios de hormonas, Damian —dijo de forma burlona.

—Me da picazón de solo pensarlo —repliqué —Ojalá no creciera nunca.

—Para nosotros siempre serás nuestro enano.

—tt—

Tim's POV


Después de ver que los tres se habían ido a la cocina, ya podría estar más seguro. Tenía que contarle a Bruce lo que había visto y oído. Tener a Damian como enemigo no era una opción, sería el arma perfecta para Luthor. Si lo llega a considerar, sería una batalla campal.


Tenía una reserva de comida en mi habitación, es buena tenerla si tienes como visitas usuales como Jason y Dick. Así que la comida no era un problema, podría comer después. Ahora, lo que me importaba era buscar a Bruce y contarle que Wayne Enterprises y probablemente Batman inc. estaba siendo amenazado por el equipo de Luthor.

Baje hasta la Bat-Cave, donde se suponía que estaba Bruce, pero desde que entre no lo vi, tal vez estaba en Wayne Tech y tendría que esperarlo.

Me senté enfrente de la Bat.Computer, accedí con mi código.

—B-2-0. Red Robin —la computadora me dejo acceder fácilmente. Juguetee con mis dedos unos segundos en la mesa pensando que buscar primero, algo que me diera pistas, finalmente tenía una idea de que buscar primero —Computadora, busca los registros privados de esta semana de LexCorps.

—¿Registros privados para qué? —esa voz venía de atrás, era obvio que era Bruce.

—Recibieron mi mensaje, bien —dije girándome a verle.

—¿Por qué buscarías información privada de LexCorps, Timmy? —apareció Barbara detrás de la computadora con una taza de té en manos.

—Bueno, dos son mejor que uno —comenté —Hay algo que debes de saber, Bruce. Y te interesará más saber que involucra a Damián y LexCorps.

—¿Qué? —masculló el mayor —¿Acaso se ha metido en líos?

—Por el momento no, pero lo estará —dije mordiéndome un labio —¿estaban enterados que Lex tiene una hija?

—Lo que faltaba. De tal palo, tal astilla —dijo Barbara excusándose en su taza de té. Bruce nos miró con el ceño fruncido.


***


Damian's POV

—Estaba exquisita la comida, Alfred —exclamó Richard.

—Gracias, amo Richard —agradeció el inglés.


En eso apareció Red Hood con una cara terrible y un peinado hecho por la almohada.


—¿Jason? ¿Qué haces aquí? —preguntó Grayson.

—Perdí mis llaves de mi apartamento y... —se interrumpió con un bostezo —...y decidí venir a dormir aquí.


—¿Y hasta esta ahora te levantas? —mascullé.

—Si, bueno. En mi casa acostumbro dormir hasta tarde.

—Te ves fatal —dijo Richard en una carcajada.

—Bueno, tal vez se deba a que aún tengo la resaca de anoche y quizás por eso me levanté tarde. —dijo como si apenas pudiera recordar su nombre.

—¿Desea comer, amo Jason? —le ofreció Pennyworth señalándole la comida.

—Vendré luego por el brunch. Necesito un Poitin irlandés para despertarme. —dijo registrándose entre sus bolsillos, sacando tan solo tres monedas. —¿alguien me presta algo de dinero?

—Lo siento, viejo —dijo Grayson. —Ya me debes lo suficiente como para comprar una suite de lujo.

—Soy rico, pero no doy obras de caridad —repliqué viendo mi celular. — Que lastima, bastardo.

—Esa puta boca, carajo. —me dio una fuerte palmada en la cabeza. —Iré a ver si Bruce tiene.

Se fue sin más mientras me sobaba mi cabeza.

—Auch...

—Cada vez que digas una palabrota, aplicaré la de Jay. —comentó Richard.

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