───── capitulo dos
☾ *.゚。╻┃ CAPÍTULO DOS
sin recuerdos ☾ *.゚。╻┃
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❝ deja de coquetear con la rarita
y ponte a lavar los platos sucios. ❞
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───ES UNA COMPLETA EXTRAÑA. ───reprendió Conner, cruzado de brazos.
Isaac alzó una ceja hacia el. ───tú lo eras también cuando te encontré hace cuatro años. Y Luke lo era hasta hace seis meses.
───yo era un niño pequeño. Y te dije que no debíamos de confiar en Luke tan rápido, quien sabe qué intenciones tenga, al igual que esta chica. Ni siquiera nos ha dicho una palabra. ───ambos voltearon a ver a la rubia, quien estaba a unos metros de ella en el sillón viendo hacia la pared. ───mírala, parece una demente.
───Conner, cállate de una vez. Así son las cosas aquí, ayudamos y confiamos en la gente, no les damos la espalda solo por no conocerlos. ───lo regañó Isaac enderezándose para tomar una postura más intimidante.
Ambos sabían muy bien que Isaac jamás le tocaría un solo pelo a Conner, quizás a Luke e incluso a la chica nueva si, pero jamás a Conner. A lo largo de los años, los dos habían aprendido a cuidar sus espaldas y a convivir, eran hermanos. Por eso mismo, al ver a su intento de alfa tan decidido, el menor decidió dejar de insistir, respetaba demasiado a Isaac como para seguir contradiciéndolo.
───el que te enseñó eso es muy estupido. ───murmuró sentándose en una de las sillas del comedor.
Isaac sonrió de lado, con la presencia de Scott en su mente y asintió. ───es un poco estupido, si. Pero tiene un gran corazón.
───siempre hablas de ese alfa junto a su manada, si tanto los extrañas, ¿por qué no vuelves con ellos?
───por si no lo has notado, tenemos suficientes problemas aquí como para incluir el tratar de convencer a Luke de dejar el pueblo. Además, ni siquiera se donde están ahora mismo. ───murmuró lo último viendo de reojo su celular, hace al menos dos semanas que no tenía señales de Argent.
───¿crees que esté lista para hablar? ───preguntó viendo a la rubia, ambos se vieron unos segundos. ───acércate tú, pareces más amable.
Isaac estuvo de acuerdo con eso, por lo que tomó un vaso de agua y se acercó a la chica con la sonrisa más amable posible.
───ey, te traje un poco de agua. ───le dijo suavemente, dejando el vaso en su mano y viendo como ella lo bebía intentando no parecer desesperada. El rubio sonrió un poco con diversión. ───¿estas lista para decirnos tu nombre?
Conner los vio desde la cocina un poco curioso, el también quería saber quien era aquella desconocida.
La rubia observó a su alrededor encontrándose con un cuaderno abierto y un lápiz a su lado, se levantó lentamente bajo la atenta mirada de los dos y tomó las cosas para comenzar a escribir.
───Caroline.
───¿no nos vas a hablar? ───indagó Conner divertido, acercándose un poco más a ellos.
Caroline retrocedió disimuladamente y volvió a escribir.
───no puedo.
───no puedes como... ¡oh! Eres sorda.
Isaac frunció el ceño confundido y volteó a ver al menor. ───muda.
───¿tampoco puede ver?
La rubia sonrió un poco con diversión mientras el mayor se golpeaba la frente con un libro.
───muda, Conner. No puede hablar, eso es lo que significa. ───explicó rápidamente y volteó a ver a Caroline. ───¿tienes familia? ¿Algún lugar a donde ir?
La rubia apretó los labios unos segundos, ¿tenía un lugar a donde ir? Ni siquiera eso podía recordar. Su primer recuerdo era haber despertado en el bosque completamente sola y ser perseguida por aquellos hombres antes de encontrarse con los dos chicos frente a ella.
───no lo se, no puedo recordar nada más allá de mi nombre. ───les enseñó el cuaderno algo avergonzada, no quería abusar de su amabilidad, pero estaba esperando que le permitieran quedarse, solo hasta averiguar que había pasado con ella.
───¡ey, chicos! Isaac... se que dijiste que llegara a las diez pero... ───Luke freno en seco al ver a la extraña ahí enfrente de sus amigos, sonrió coqueto y se acercó a ella. ───un gusto, mi nombre es Luke y mi apellido es Soltero. ¿Ya te ofrecieron algo de cenar, este par de brutos? Si estás hambrienta, aquí al lado venden unas...
───deja de coquetear con la rarita y ponte a lavar los platos sucios. ───renegó Conner molesto por la escenita de Luke.
───eres un gruñon, Conny.
───no me digas así.
───Luke. ───interrumpió Isaac la pelea, como de costumbre. ───ella es Caroline, la salvamos de unos cazadores y va a quedarse aquí por un tiempo... si estás de acuerdo. ───dijo lo último a la chica.
Esta los vio agradecida, si bien, su concepto de casa perfecta no incluía a tres chicos de origen dudoso con garras y colmillos, de alguna manera le daban una sensación familiar y la hacían sentir protegida. Además, era eso o la calle.
Caroline asintió con una sonrisa tan genuina que terminó contagiando a los tres chicos, inclusive a Conner, quien volteó hacia abajo disimulando.
»───ven conmigo, te mostraré donde puedes dormir. ───pidió Isaac volviendo a tomar su mano. ───puedes quedarte con el cuaderno y el lápiz, no te preocupes.
Luke se quejó. ───es mi cuaderno de cálculo.
───estaba vacío. ───señaló el otro chico, quien había curioseado el cuaderno horas atrás.
───es que no entiendo cálculo.
───Con, explícale lo qué pasó a Luke mientras le muestro el cuarto a Caroline.
Isaac jalo un poco la mano de la chica para guiarla por el corto pasillo hasta dar con una puerta blanca, al entrar Caroline examinó el cuarto dándose cuenta de que obviamente, este era de un chico. Los colores grises y azules se mezclaban bien, mientras que estaba un poco escaso de adornos a excepción de dos fotos, una con Conner y Luke y otra con un grupo de chicos y un Isaac unos cuantos años más joven. La cama estaba desatendida y habían un par de zapatos en el piso, sin embargo lo demás parecía estar perfectamente ordenado y el lugar tenía un agradable olor a colonia masculina.
───es mi habitación, me quedaré en el sillón. El cuarto de los chicos está casi enfrente, si necesitas algo... umm... ───el rubio pareció tener una idea, pues su rostro se iluminó y corrió hacia uno de los cajones, regresando con un silbato pequeño. Isaac lo colocó alrededor del cuello de Caroline como si fuera un collar y sonrió. ───si necesitas algo, silba. Estaremos aquí en menos de dos segundos.
───gracias. ───escribió, dándole una sonrisa dulce. ───¿puedo preguntarte algo?
───lo que quieras.
───¿que son ustedes? ¿Y quienes me perseguían antes?
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