[09]

"Es mejor que no sea una despedida."

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Claire condujo al trío hasta una camioneta. Abrió las puertas, haciendo que Elle frunciera el ceño.

—¿Ven? Super seguro—,dijo Claire.—Muy bien, suban—.Los hizo entrar.—Vamos. Entren—.

Elle miró a su alrededor y se dio cuenta de que sólo había dos asientos. Suspiró, sabiendo que iba a ser ella la que estuviera en el suelo. Se sentó perpendicularmente a los chicos.

—Si me necesitan, estaré al frente. Sólo tienes que abrir esa ventana—,explicó.—¿Y bueno? Usen los cinturones—,les indicó.

Buscaron con la mano, pero no había ningún cinturón de seguridad.

—Claire, ni siquiera tengo un asiento—,dijo Elle.

—Bien entonces sólo...sujétense—,respondió ella, cerrando las puertas.

Hubo una breve pausa antes de que Gray le tendiera la mano a su hermano. Zach le agarró la mano y luego puso la otra en la de Elle. Ella le sonrió.

—Nada puede entrar aquí, ¿verdad?—preguntó Gray después de que escucharan el sonido de un dinosaurio, muy probablemente el Indominous Rex.

—Oye. ¿Recuerdas el fantasma que había en la casa vieja? ¿El de la cochera? Te protegía de el, ¿no?—Zach preguntó.

—Hiciste un hacha con una regla y un plato de papel—,respondió Gray.

—Sí. Ves, nada te va a atacar si estas conmigo, ¿de acuerdo?—tranquilizó Zach.

—Pero no siempre estaremos juntos—,argumentó Gray, con voz suave y asustada.

Elle observó cómo se desarrollaba el momento fraternal. No dijo nada, no quería interrumpir.

—Sí, bueno, oye, somos hermanos, ¿sí? Siempre seremos hermanos, y contaremos el un con el otro—,consoló Zach.—Sin importar que—.

Elle les sonrió, las lágrimas se agolparon en sus ojos mientras los observaba, deseando una familia más que nunca en ese momento. Quería a su padre, aunque no había estado mucho por aquí, en ese momento quería que le dijera que todo estaría bien, como Zach le estaba diciendo a Gray.

—¿Sin importar que?—Cuestionó Gray.

—Sin importar que—,repitió Zach.

Elle dejó que una lágrima resbalara por su rostro. Rápidamente se la limpió, sintiéndose egoísta por su momento de debilidad cuando los hermanos finalmente expresaban el hecho de que se preocupaban el uno por el otro.

No pasó mucho tiempo antes de que los tres empezaran a ver cómo se desarrollaban los acontecimientos a través de la pequeña ventana de la camioneta, después de que Zach la abriera sin que Claire lo supiera. Elle observó cómo seguían a los raptores hacia el dinosaurio asesino. Tenía un mal presentimiento sobre todo el asunto. Algo iba a salir mal, lo sabía.

—Tu novio se siente superhéroe—,dijo Zach.

El trío no se dio cuenta de la pequeña sonrisa que se abrió paso en el rostro de Claire.

—Vamos Owen—,animó Elle mientras avanzaba junto a los Raptores.

Siguieron mirando la pantalla antes de que los Raptores se detuvieran y todos comenzaran a acercarse a la zona.

—¿Sabes qué? No, no, no. No quiero que vean esto. La ventana se cierra—,ordenó Claire, cerrando la pequeña ventana.

Elle gruñó molesta, quedándose donde estaba, esperando a que pudiera volver a abrir la ventana.

—Uno pensaría que ser dueña del parque significaría que puedes ver—,murmuró Elle. Volvió a abrir la ventana después de unos minutos y deseó no haberlo hecho

—Es parte raptor—,susurró Elle.

—¿Vamos a morir?—Preguntó Gray.

—No, no, no—,tranquilizó Claire, ocultando las imágenes.—Todos están bien—.

—No le mientas—,exigió Zach.

—El está asustado. Se vale mentir cuando una persona esta asustada—,defendió Claire.

—Ya quiero irme a casa—,dijo Gray.

Fue en ese momento cuando Elle recordó lo joven que era realmente. El miedo en su voz hizo que se le rompiera el corazón. Esto le iba a afectar durante años.

—Cielo, te vas a ir, ¿si? Te lo prometo. Mañana estarás en casa, y tu madre no dejará que los vuelva aver—,lo consoló, acariciando el costado de su cara.

El momento fue interrumpido por un golpe. Uno de los hombres de la misión había golpeado su mano ensangrentada contra la ventana. Claire gritó.

—Salgan de aquí—,gritó.

El trío cerró rápidamente la ventana asustado. Volvieron a sentarse.

—Ahí viene—,advirtió otro de los hombres, intentando saltar a la parte trasera de la camioneta. Uno de los raptores lo arrastró rápidamente hacia atrás. Elle gritó asustada y se arrastró hasta la parte trasera de la camioneta.

Se oyeron golpes en la ventanilla.

—Aguanta ahí atrás—,gritó.

Elle miró las puertas abiertas antes de oír un grito. Vio cómo dos raptores corrían hacia la camioneta. Respiró entrecortadamente antes de ponerse de pie y atravesar la camioneta, mientras Zach se unía a ella. Comenzó a desatar uno de los tanques de oxígeno y, con la ayuda de Zach, lo sacaron de la parte trasera de la camioneta.

Por desgracia, tanto Delta como Echo la esquivaron. Echo alcanzó la camioneta, yendo hacia un lado, pero Claire movió la camioneta hacia ella, haciéndola caer al suelo. Delta seguía persiguiéndolas. Gray agarró una de las pistolas eléctricas. Tanto él como Zach intentaron encenderla.

—Enciéndelo—,gritó Gray.

—No sé cómo—,le gritó Zach.

Elle observó cómo Delta se acercaba. Tomó la pistola eléctrica de la pareja y comenzó a acercarse a las puertas. Se arrodilló en medio de la furgoneta y, cuando Delta saltó hacia la camioneta y empezó a subir, se la clavó en el pecho, haciéndola caer de la camioneta. Observó para asegurarse de que Delta no volviera a levantarse y, cuando no lo hizo, tiró el taser al suelo y se arrastró hasta la parte trasera de la camioneta.

—Así es como se hace—,bromeó a pesar de que su corazón latía tan fuerte que podía oírlo.

—Eso fue caliente—,le dijo Zach. Ella suspiró, volviéndose hacia él, con una sonrisa en la cara a pesar de todo. Cuando se giró descubrió que Zach estaba más cerca de lo que ella pensaba.

Quizá fuera el hecho de que habían aprendido tanto el uno del otro en los últimos dos días o quizá que habían estado a punto de morir en demasiadas ocasiones, pero fuera lo que fuera, Elle sabía lo que quería mientras se inclinaba hacia él. Zach sabía que él también quería besarla y cerró la brecha antes de que ella pudiera hacerlo.

Sus manos sujetaron la cintura de ella y las de ella el cuello de él. El beso fue corto, pero a Elle le gustó mucho. Y a Zach también le gustó, ya que una sonrisa se dibujó en su rostro.

—Es mejor que no sea una despedida—,murmuró para que sólo la oyera Zach.

—Jamás—.

—¿Están bien?—preguntó Claire.

Gray abrió la ventana.

—¿Viste eso?—cuestionó Zach.

—Quiero contarle a mamá—,exclamó Gray.

—Por favor, no. No le cuentes eso a tu madre, jamás—,le rogó Claire.

Oyeron el familiar sonido de la moto de Owen y suspiraron aliviados, antes de gritar su nombre.

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