Día y noche se la pasaban juntas, eran inseparables.

Ambas sabían lo que sentían por la otra, pero ninguna pensaba que era el momento para hacer un movimiento. Al menos no aún.

Los padres de ambas se preocupaban de que no se metieran en problemas, pero no sabían que ambas sacaban a la otra de sus problemas.

Cada que Vi se metían en una pelea, Aeris terminaba engañando a los tipos para que la dejaran en paz, y cada que Aeris tenía problemas para escribir, Vi la llevaba a los lugares más extraños posibles del Underworld para inspirarla, cosa que siempre ayudaba.

Pasaban tanto tiempo juntas, que Powder lo revelaba de vez en cuando, cada vez que eso pasaba, Aeris la invitaba con ellas, incluso cuando Vi le decía que no era necesario hacerlo. Porque ella comprendía cómo se sentía tener una hermana mayor, desear su atención y admirarla. Ella comprendía a Powder.

Vi le estaba contando a Aeris sobre el próximo plan, cómo saldrían a Piltover y robarían un apartamento de un joven bien vestido, pero tonto que había ido a la tienda de Benzo.

—Iremos mañana por la mañana, por si quieres acompañarnos.

—Sabes que me gustaría, pero no se si podría, no sería de gran ayuda, no se hacer nada de lo que ustedes hacen para robar.

—Te enseñaré todos mis trucos.–Guiño un ojo. Aeris se sonrojo ligeramente.

—Vi, solo te distraeré.

—No me importaría tener una distracción si esa distracción fueras tu.

—¿Cuando tienes tiempo para pensar en estas frases que sabes que solo me harán sonrojar y reír como tonta?

—Fácil. Pienso en tú todas las noches, tengo tiempo para inventar.

—Basta Violet o me harás morir de amor.

—Debe ser importante porque me llamas por mi nombre completo.–Rio.–Pero vamos, morir por tu amor a mi no sería tan malo, yo moriría por ti.–Eso llamó su atención, era algo importante de decir, además que, por alguna razón, eso le pareció lo más romántico y tierno que cualquiera le pudo haber dicho jamás.

—¿Lo harías?

—Sin dudar.–Ambas se miraron y se fueron acercando. Tal vez este era el momento correcto... o tal vez no, porque Mylo entró a la terraza donde estaban.

—¡Mylo!–Gritaron ambas, aunque Aeris lo miraba avergonzada y Vi enojada. Mylo miró sin entender, hasta que cayó en cuenta.

—Lo lamento... Brianna llegó para recoger a Aeris.–Así tan rápido como llegó se fue, dejándolas solas de nuevo.

—Dime que vendrás, yo te protegeré, pero quiero que estes ahí.

—Vi... ¿estás segura?

—Muy segura, no quiero estar sin ti ni un segundo en mi vida.

—...Bien, lo haré.–Se levantó y Vi se levantó también, siguiéndola.

—Iré a tu casa por ti.–Acaricio la mano de su "amiga".

—No, si lo haces toda mi familia despertará.

—Puedo ser silenciosa si lo deseo. Seré como un ninja.

—Deberías dejar de leer esos libros de acción, Vi.—Ambas soltaron una carcajada.

—En serio, yo iré por ti, eres mi chica favorita después de todo.

—No dejes que Powder lo sepa.–Bromeó y beso la mejilla de su "amiga" antes de ir dentro del edificio a encontrase con su hermana.

Vi suspiro y miró al cielo. Esa mujer la volvería loca sin duda, su primer amor no podía ser tan perfecto, pero lo era, era su primer y esperaba que último amor, sabía que si no tenía a Aeris, probablemente no se enamoraría de nadie más.

Tal vez solo estaba exagerando, tal vez era su mente de adolescente la que hablaba, pero su corazón estaba seguro de una cosa.

Aeris era una chica especial.

[...]

—¿Vas a bajar, Rapunzel? ¿O dejarás que caer tu cabello para que yo suba?–Aeris miró a la chica que se encontraba bajo su ventana. Rio en voz baja para no despertar a su hermana, se puso los zapatos más desgastados que tenía y bajó hacia dónde estaba, cayendo en sus brazos.

—Eres buena atrapando.

—No quisiera dejarte caer. Eres demasiado valiosa.–Aeris se bajó de sus brazos antes de que su mente hablara y le pidiera a Vi cargarla en sus brazos todo el camino. Ella era más alta que la chica del pelo rosado, pero aún así, Vi siempre lograba hacerla sentir pequeña, cómoda y amada.

—Vamos antes de que Mylo desespere.–Tomó su mano y las guió a ambas fuera de la propiedad.

[...]

—Vamos, ya casi llegamos.–La chica del pelo rosa miraba a sus amigos desde arriba, apreciando el cómo todos ellos batallaban para seguirle el ritmo. Claggor había tenido que llevar a Aeris en su espalda para esto, no sabía ella escalar, y nunca lo había intentado.

Después de un tiempo, lograron todos llegar a la cima de la terraza.

—Powder, Aeris, vengan a ver esto.–Las llamo.

Aeris saltó de la espalda de Claggor y ayudó a Powder a terminar de subir y a ir con la otra chica.

—Vaya...–Soltó la de pelo azul.

—Es lindo estar encima de todo, ¿no?–Preguntó su hermana mientras veían Piltover, era un lugar maravilloso, un lugar donde solo podían soñar en vivir.

Un dirigible paso sobre sus cabezas, lo miraron con asombro mientras pasaba.

—Un día viviré aquí.–Dijo Aeris sin dudar.

—Un día yo volaré en una de esas cosas.–Powder le siguió las fantasías a Aeris.

—Y un día le dispararé a una de esas cosas.–Hizo seña de disparo, Vi quito su brazo con fuerza, molesta de que estuviera cortando los sueños de las otras dos.

—Vi, ¿estás segura de esto?–Cuestiono Claggor.–¿Si nos atrapan, que...?

—No nos atraparán.–Salto a otro techo.–Entraremos y saldremos antes de que se den cuenta.–Tendió su mano para que Aeris la tomara, ello lo hizo y escuchó a Powder bufar. Aeris asintió con la cabeza y siguió caminando para que Vi le ayudara también a su hermana.

Se acercaron al borde del techo.

—Muy bien, todos síganme. Solo... no miren hacia abajo.–Empezó a saltar, Aeris la miró impresionada, y algo asustada porque su "amiga" no muriese.

Se sorprendió cuando lo logró y los miró a todos,esperando a que la siguiesen.

Claggor estaba listo cuando Mylo lo quitó del medio y saltó. Claggor miró a Aeris, listo para cargarla. Ella negó.

—Quiero intentar.

—¿Estás segura?

—Afirmativo.–Claggor saltó, incluso alcanzó a comer uno de los pastelillos que se estaban enfriando en una ventana.

Powder y Aeris seguían donde mismo. Vi las miró.

—Lo sabía.–Murmuró Mylo.

—Iré por ellas.

—No. Powder, mírame. ¿Qué te dije?

—Que estoy lista.

—¿Y bien?–Aeris la miró y acaricio su hombro. Powder lo tomó como una señal y empezó a moverse, siendo casi tan buena como los demás, casi cayendo al final, pero Vi la salvo.

—Gracias.–Cuando logró estabilizarla, Aeris supo que era su turno. Tomó un respiro y se tiró como los demás habían hecho, casi cayendo varias veces, no era algo a lo que estuviera acostumbrada para nada. Claggor logró salvarla al final.

—Gracias Claggor.

—Si te dejo morir, Vi me mata.–Rio el de lentes.

—No estuvo nada mal, Rapunzel.–Vi la alabó y Aeris sonrió de oreja a oreja. Vi empezó a escalar el techo.

[...]

Habían logrado entrar al departamento por el balcón, Vi estaba viendo los libros que tenían.

—Esto no es un departamento normal, esto parece... de un genio.–Aeris miró al techo, donde había una clase de sistema solar.–¿Algún libro interesante?–Miro por encima del hombro se la chica.

—¿Sabes que Claggor? Por una vez tenías razón, no deberíamos estar aquí.–Aseguró Mylo.

—Son libros de ciencia, no son de mi estilo... debe de ser una clase de inventor.

Aeris pasó su mano por algunos de los artefactos.

—Wow, ¿creen que este es un verdadero Baldiani?–Lo tocó y se abrió, tocando música.

—Eso es increíble...–Aseguró Aeris, la niña le dio el artefacto para ella.

—¿Creen que eso es increíble? Miren esto.–Movió el artefacto.

—Es una rasuradora nasal.

—Debes estar atenta a lo que parezca valioso Powder, antes de que Mylo llene la mochila con basura.–Le pidió su hermana. Vi después jalo la mano de Aeris para llevarla con ella.

—Eh, amigos...–Mylo movió una hoja y todos se acercaron a ver el aparato.

—Espera Vi, ¿cómo rayos encontramos este lugar?–Interrogó Claggor mientras veía el objeto desconocido.

—Fue información de Little Man.

—¿Little Man?–Preguntó Mylo.

–Solo... olvídalo, vámonos.

—¿Cómo es que alguien puede tener tantas cosas?–Se cuestiono Claggor.

—Simple, nació con suerte.

Los tres se quedaron callados después de eso, inspeccionando el lugar. Aeris guardó el Baldiani en su bolsillo, no deseaba que lo vendieran, era muy lindo.

[...]

Mylo le lanzó un balón de oro a Vi y ella lo atrapó sin siquiera mirarlo y después volteó hacia la puerta.

—¿Qué...?–Intento preguntar Aeris, pero Vi le hizo una seña de silencio. Se levantó con rapidez–Mylo.

Mylo puso una silla en la puerta para evitar que entraran.

—Powder, debemos irnos.–Le dijo a su hermana. Todos empezaron a correr, guardando las cosas útiles, mientras escuchaban al dueño del departamento jalar la perilla y preguntar si había alguien dentro.

Vi tiró de Powder y Aeris.

—Rápido.–Les dijo Mylo. Vi aventó a Powder por delante y siguió corriendo con Aeris, se agachó para recoger la mochila.

—Estaremos bien.–Los golpes en la puerta se hicieron más fuertes.

—Vamos Vi, corre.–Le suplico su "amiga". Vi se levantó y tomó la mano de la pelirroja, intentaron correr, pero una fuerza de poder las hizo caer. Vi se levantó como si nada y apoyo a Aeris. Ambas salieron para encontrarse con sus amigos.

Todo estaba destruido, y empezó a destruirse aún más, una fuerza azul terminó por derribar parte de la terraza. Vi se asomó.

—Carajo.

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