cinco
Hoy Sasuke fue a trabajar, o al menos eso entendí.
Me siento tranquila ahora, al fin podré tener la paz que necesitaba.
La soledad es mucho mejor compañía que Sasuke. Ya no lo odio, pero lo detestó, es tan molesto, siempre me esta tratando mal o criticándome. Pero bien que se come toda la comida que preparo. Idiota.
Pero, ¿Saben qué es lo que más me molesta?
Yo.
Pienso todas estas cosas, pero no puedo decirlas. Siempre que quiero decir algo, los nervios comienzan a recorrer mi cuerpo, haciendo que ninguna palabra salga. Me gustaría ser como Sasuke en ese sentido... Él dice lo que piensa, sin rodeos. No le importa dañar a las personas, él es sincero ante todo.
Y no,no lo admiro.
Él es tan enojon, pero hay días en los que ni siquiera dice hola. Simplemente esta callado, sin siquiera mirarme... A veces, cuando lo miro a los ojos, los veo tan... Apagados, tan tristes. Pero no sé qué hacer con eso.
No sé como ayudarlo.
Sé que esto del matrimonio lo tiene muy mal, me odia, me lo demuestra siempre que puede, pero... Hay algo más en esos ojos. Tal vez, ¿Sentirá odio hacía alguien más?
No lo sé.
Soy una tonta.
Le tengo rencor, en vez de ayudarlo...
Él me necesita, o necesita a alguien que lo entienda.
No soy una buena esposa...
¿Por qué pensé eso?
Esto me esta afectando.
...
Sasuke llego pasado de las doce de la madrugada, Hinata lo espero hasta entonces, muy preocupada.
—S-Sasuke... ¿D-dónde estabas? ¿Estas bien?— dijo acercándose a él.
—Eres muy ruidosa, tonta.— se fue a su habitación — Estoy bien.— dijo acostándose en su cama.
—¿D-dónde estabas?— volvió a preguntar.
—Eso no te importa.
—¡P-por supuesto que s-si! ¡M-me tenías m-muy preocupada!— Dijo cerrando sus ojos.
—¿Podrías hablar bien por al menos un minuto? Y lo volveré a repetir, eso no te importa. No te metas.— dijo cerrando sus ojos.
Hinata lo miro, con tristeza.
—E-esta bien.— Dio la vuelta — b-buenas noches, descansa.— dijo para luego irse a su habitación.
Soy una tonta, sigo pensando que él será bueno conmigo... Me odio.— pensó Hinata.
Sasuke soltó unas pequeñas lágrimas, estaba destrozado. El día había sido una total mierda, por culpa de su maldito padre.
Viejo de mierda, primero me obligas a casarme con una tonta y ahora me haces esto... Te odio, maldita sea.— pensó Sasuke.
Ambos se quedaron dormidos, con lágrimas, y su corazón destrozado.
Eran unos tontos.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top