Despertar en la cama de Lan Wangji no debería haber sido tan familiar. Wei Wuxian nunca había dormido bien en lugares desconocidos y anoche fue la primera vez que estuvo en esta habitación. Y todavía...

Fue el sueño más relajante y tranquilo que ha tenido desde ese fatídico día.

Lan Zhan.

Wei Wuxian sonrió para sí mismo. ¿Quién hubiera pensado que Lan Wangji terminaría siendo la persona más segura para él?

Lan Zhan no había dicho nada más. Había escuchado lo que dijo Wei Wuxian y no había presionado para obtener respuestas. Lo había dejado en paz, lo había abrazado toda la noche, sin demandas, sin expectativas.

Fue agradable, reconoció Wei Wuxian. Lan Zhan fue agradable. Tan increíblemente agradable.

Tan agradable que Wei Wuxian pensó que incluso podría querer besarlo por ser tan amable.

Sus pensamientos se detuvieron abruptamente.

¿Besar a Lan Wangji? Wei Wuxian había hecho muchas cosas imprudentes en su vida. Pero esto...

Sería el sentimiento más estimulante en este mundo si pudiera salirse con la suya. Ya lo había hecho una vez. ¿Por qué no podía hacerlo una vez más?

La diferencia era que, en ese entonces, humillar a Lan Wangji era un juego cruel. ¿Ahora? Wei Wuxian quería ese beso simplemente para sentir el placer.

Wei Wuxian podía sentir el calor inundando sus mejillas.

¿Qué estaba pensando? Lan Zhan personalmente le rompería las piernas si supiera que estos eran los pensamientos que tenía sobre él. Wei Wuxian suspiró. Lan Zhan y él estaban en un buenos términos. No quería ponerlo en peligro con sus pensamientos sin sentido.

Lo había abrazado toda la noche. A pesar de que Lan Wangji ya no estaba en la habitación, el calor en su lado de la cama se había ido hace mucho tiempo, Wei Wuxian todavía podía sentir su presencia fantasma en la cama con él, tranquilizándolo, abrazándolo.

No fue hasta que fue abrazado por Lan Wangji que Wei Wuxian registró la notable ausencia de contacto físico en su vida. Aparte de esa vez que Jiang Cheng y Jiang Yanli lo abrazaron cuando regresó por primera vez, se había mantenido alejado de todo contacto físico con los demás, sabiendo que no era digno de ello.

Con Lan Wangji, sintió que tal vez, si Lan Wangji podía revisar las atrocidades que había cometido, entonces tal vez, podría pasar el resto de sus días tratando de ser digno de ese perdón también.

Si alguien le dijera que algún día estaría dispuesto a lidiar con los horrores de su pasado por Lan Wangji de todas las personas, se habría reído. Se habría reído como loco y les habría dicho lo ridículos que eran. Wei Wuxian había querido dejar atrás esos tres meses cuando descendió de la montaña, se había obligado a olvidar. Cicatrices así, no las olvidas. Te marcan en lo profundo de tu alma y cambian la persona que eres.

Wei Wuxian también había cambiado. Él cambió y fue para peor y si no fuera por Lan Wangji, habría continuado por ese camino de autodestrucción hasta que él mismo se matara.

Wei Wuxian no había querido sobrevivir a la guerra, pero lo hizo.

No había querido casarse con Lan Wangji, pero lo hizo.

Y ahora, por eso, él también estaba empezando a querer vivir.

No por Lan Wangji, no, sino por él mismo, por su propio futuro. Porque tener un futuro significaba tener a Lan Wangji a su lado y Wei Wuxian no quería dejar eso. Ya no.

Había sobrevivido a los túmulos funerarios.

Había sobrevivido a una guerra.

Él también sobreviviría a su pasado. El tenia que.

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La biblioteca estaba en silencio mientras Lan Wangji atravesaba la sección prohibida, con Wen Qing a su lado.

Wen Qing le había echado un vistazo cuando llamó a su puerta a primera hora de la mañana en lugar de su visita de rutina y le preguntó: —Wei Wuxian te lo dijo, ¿no?

—Mn.

—Bien.

—¿Hay alguna manera? ¿Puedes encontrar una solución?

—No lo sé, Hanguang-Jun. He escuchado leyendas. Pero eso es todo lo que eran, leyendas. Sin embargo, no hay nada que pruebe nada de eso. He estado revisando los pergaminos que trajiste de ciudad sin noche.

—¿Oh?

—Tu hermano no es un hombre irracional, Hanguang-Jun. Vio el mérito de dejarme estudiar esos textos, ya que soy bastante capaz en mi campo.

—¿Ayudará?

—No lo sabría hasta que lo vea.

—Yo también ayudaré.

Eso fue hace unas horas y aquí estaban, revisando cada libro y pergamino, esperando encontrar algo, cualquier cosa, para ayudar a Wei Wuxian. Hasta ahora, no han tenido suerte. Para ser justos, la sesión que estaban viendo era bastante grande. Lan Wangji estaba revisando los textos médicos Lan mientras Wen Qing se encargaba de revisar la colección de ciudad sin noche.

Nadie había oído hablar de la reconstrucción de un núcleo dorado una vez que ha sido destruido. Simplemente no es posible. Pero Lan Wangji tenía que creer que si alguien podía intentar y tener éxito en algo tan monumental. Sería Wei Ying.

—¡Ah!— Wen Qing dejó escapar un ruido de euforia inusualmente fuerte, olvidándose por un momento de que, de hecho, estaban dentro de una biblioteca.

Lan Wangji la miró con ojos llenos de nerviosa esperanza.

La sonrisa que Wen Qing le lanzó fue sombría, pero brillante en los bordes.

—¿Estás familiarizado con la idea del cultivo dual?

—Sí. Nuestros antepasados ​​lo conocían bastante bien. Es lo que los hizo tan poderosos. Pero hace mucho que está fuera de práctica. La cultivación dual requiere que los practicantes dejen a la otra persona completamente adentro, sin nada escondido, que se acepten por todo lo que son. En última instancia, es un acto de amor y comprensión mutua, una unión de esencia espiritual.

—¿Tu si amas a Wei Wuxian?

Lan Wangji la miró fijamente por un momento. Ella lo había preguntado tan directamente.

—Incluso si lo hiciera, no sería suficiente. El cultivo dual solo puede fortalecer lo que ya está allí. No crear algo nuevo.

No puede ser unilateral, pensó Lan Wangji. Incluso si Wen Qing encontrara una manera, no funcionaría. No a menos que Wei Ying lo amara de la misma manera que el con Wei Ying, lo cual era imposible. Lo máximo que alguna vez serán seria amigos y compañeros. Pedir algo más que eso sería una receta para el desastre.

—Necesito todo lo que tienes sobre el cultivo dual.

Lan Wangji la llevó a otra gran sección de estantes.

—¿Hay alguna forma de clasificarlos sin tomarme media vida?"

Lan Wangji se sintió un poco menos rígido. Le agradaba Wen Qing. Era brusca, honesta y siempre va al grano. Respetaba esa cualidad en las personas.

Tomó un índice grande de uno de los estantes y se lo entregó. —Este catálogo debería ayudar.

Wen Qing asintió en agradecimiento y se sumergió directamente en el libro sin darle otra mirada a Lan Wangji.

—¿Necesitarás más ayuda?

—Te haré saber si lo hago.

Lan Wangji asintió a pesar de que no podía verlo. Estaba a punto de salir de la habitación cuando Wen Qing llamó.

—Hanguang-Jun.

Lan Wangji miró hacia atrás en cuestión.

—Lo intentaré lo mejor que pueda.

—Lo sé.

No había nada más de lo que hablar. Salió, dejando a Wen Qing con su trabajo.

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Wei Wuxian apenas había terminado el talismán en el que había estado trabajando cuando alguien llamó a la puerta.

—Entra, Lan Zhan—, gritó, entrecerrando los ojos ante el diseño de nuevo. Algo andaba mal.

Lan Wangji entró en la habitación como si caminara sobre nubes. Wei Wuxian casi resopló ante el pensamiento del recado.

—¡Lan Zhan, mira!

—¿Un talismán defensivo?

—Mhmm. Una vez que se activa, resistirá a todos y cada uno de los males durante tres horas completas. Suficiente para que la persona obtenga ayuda. Pero hay algo raro en eso. No puedo saber que.

Lan Wangji estudia cuidadosamente el talismán. Su conocimiento era limitado ya que los estudios de talismán no eran algo a lo que los Lan prestaran mucha atención. Aún así, pudo ver que el diseño que tenía Wei Ying en este momento sería vulnerable si el atacante apuntaba a un punto específico en el extremo derecho.

—¿Quizás agregar un carácter allí? Para la fortificación. Porque en este momento está actuando como un punto de anclaje y un punto defensivo activo. Lo que lo debilitará si el oponente es lo suficientemente fuerte. O puedes cambiar cualquiera de los dos a otro lugar.

Wei Wuxian sonrió. —¡No sabía que te gustaban los talismanes, Lan Zhan!

A Lan Wangji se le calentaron un poco las orejas, pero respondió de todos modos. —Madre solía enseñarnos cuando éramos pequeños.

—¡Ah!— Wei Wuxian no sabía qué más decir. —Mi madre me enseñó a trepar a los árboles sin caerme, jajajaja.

—¿La extrañas?— Preguntó Lan Wangji.

—Todos los días.

Silencio.

—¿Extrañas a la tuya?

—Todos los días.

Así que se sentaron, uno al lado del otro, cómodos en este nuevo silencio entre ellos.