38| The problems begin

Chapter thirty eight;

the problems begin








































































— ¿Me estás diciendo que lo que mató a Fred y Chrissy viene del Otro Lado? — Preguntó con inseguridad Nancy.

Luego de la noche anterior, en que le explicaron todo con claridad a Eddie, y también a los demás quien es Vecna, se marcharon de allí. No hablaron mucho, solo lo necesario para que todos podían entender la situación en las que se encontraban todos.

El día de hoy, a la mañana, tal como le prometieron al rockero, fueron a visitarlo y llevarle comida. También aprovecharon la situación para explicarle que la policía está %100 segura de que es el asesino de Chrissy. Cosa que no lo aliviaba, ni ayuda a nadie.

Ahora, se encontraban en los tráilers, ahora junto a Nancy, para poder hablar de lo sucedido. Les contó que la noche anterior, Fred, un compañero del periódico escolar, había fallecido de la misma manera que la porrista.

— Nuestra teoría actual es que ataca con un hechizo o una maldición — Explicó Dustin a la mayor — No sabemos si responde al Desuellamentes o si solo le gusta matar adolescentes.

— Solo sabemos que es algo diferente. Algo nuevo — Prosiguió Maxine.

Nancy negó con la cabeza — No tiene sentido.

— Es solo una teoría — Aclaró el de rulos.

— No, no tienen sentido que sean Fred y Chrissy — Aclaró pensativa — Digo, ¿por qué ellos?

— ¿Estaban en el lugar equivocado? — Sugirió Ian — Estuvieron en el partido.

— Y los tráileres.

— Estamos en los tráilers — Recordó Steve inquieto, y todos miraron a su alrededor — ¿Deberíamos no estar aquí?

Con tranquilidad, Andi puso una de sus manos en el muslo de su novio con suave confianza. Este puso una de las suyas encima de la mano.

— Hay algo raro en este lugar — Retomó Nancy, quien miraba todo con el ceño fruncido y una expresión de intriga y confusión — Fred se puso raro apenas llegamos.

— ¿Raro cómo? — Preguntó Robin.

Ella pensó un poco la respuesta — Asustado. Nervioso. Mal.

— Max, Chrissy también estuvo mal — Recordó Dustin.

— Sí, pero no aquí. Estaba llorando en el baño de la escuela.

— Los asesinos en serie acechan a sus presas antes de atacar, ¿no? — Habló el pelirrojo esta vez — Tal vez Fred y Chrissy vieron a Vecna.

Steve suspiró — No sé ustedes, pero si viera un monstruo mago terrorífico, se lo mencionaría a alguien.

— Tal vez lo hicieron — Interrumpió rápidamente Max — Vi a Chrissy saliendo de la oficina de la señorita Kelley. Si vieras un monstruo, no irías a la policía. No te creerían. Pero podrías acudir a.....

— Tu terapeuta — Completó Robin comprendiendo y la otra le asintió.

El silencio los envolvió, cada uno metido en sus pensamientos respecto a lo que estaban viviendo. Andi, miró a cada uno de ellos y tomó la palabra luego de unos segundos de pensar.

— Tenemos que ir con tu terapeuta — Todos le miraron esperando a que prosiguiera — Tenemos que intentar conseguir algo sobre Chrissy, ¿si? ¿Sabes dónde encontrarla?

La pelirroja frunció el ceño pensando y luego asintió — Sí, eso creo.

Todos se levantaron de sus asientos y comenzaron a caminar en dirección a sus vehículos estacionados. Los cinco se acercaron al auto de Steve, a excepción de Nancy que se desvió en dirección al suyo.

— Espera, Nance. Nance — Llamó Steve al verla desviarse. Esta se dio la vuelta — ¿A dónde vas?

— Quiero ver una cosa primero — Restó importancia, caminado lentamente hacia atrás.

— ¿Quieres compartirlo con el resto? — Dijo Dustin con su característico tono sarcástico.

— No quiero que pierdan tiempo. Es una posibilidad remota.

— Sí, está bien. ¿Estás demente? — Habló de nuevo Harrington — ¿Andar sola con Vecna suelto? No, es muy peligroso. Necesitas a alguien.....

El chico se trabó un poco en su habla, dudando de qué hacer, pero terminó dándose la vuelta y lanzándole las llaves de vehículo a Robin, quien logró agarrarlas.

— Yo voy con Nance, ¿si? Vayan a ver a la terapeuta — Pidió.

— No quieres que conduzca tu auto — Comentó la rubia antes de que se marchara.

— ¿Por qué?

— No tengo licencia.

La miró confundido — ¿Por qué no tienes licencia? — Preguntó entre molesto e incrédulo.

— Soy pobre — Respondió obvia y se encogió de hombros.

Steve suspiró pasando una de sus manos por su rostro y después se giró a mirar a su novio, preguntándole con la mirada.

Este sonrió inocente — Steve..... — El nombrado cerró los ojos sabiendo que algo malo se venía — Mi licencia está vencida. Olvidé renovarla.

— Yo puedo conducir — Interrumpió Max, pero Steve le miró alarmado.

— No, nunca jamás — Negó de inmediato — Cualquiera menor tú — Dustin alzó las cejas ante el comentario y le miró insinuando algo — Olvídalo.

— Oh, vamos — Se quejó este.

— Muy bien. Esto es estúpido — Interrumpió Robin.

Se acercó al de rulos y de su mochila sacó otro walkie talkie para poder mantener la comunicación. Seguido a esto, le entregó las llaves al dueño del vehículo.

— Las damas iremos juntas — Se colocó al lado de Nancy -— ¿Al menos que creas que necesitamos que nos protejas? — Preguntó burlona.

Steve le dio una mirada sarcástica, que la hizo sonreír divertida, y ambas mujeres se marcharon de ahí. Nancy manteniendo una mirada de disculpa, ocultando su diversión interna.

— Tengan cuidado — Pidió Harrington.

— ¿Sólo vas a quedarte ahí? — Preguntó Dustin, queriendo molestarlo, y así lo logró.

— Cállate y súbete al auto — Caminó hacia el asiento de piloto y se subió allí.

Andi se subió al copiloto, como siempre hacia, provocando que Dustin se quejara de que no lo dejaban ir adelante. Sin embargo, terminó subiéndose a la parte trasera junto a Max a regañadines.

— Siempre soy la niñera ¡Siempre la maldita niñera! — Exclamó molesto y encendió el motor para finalemente salir del lugar.

El camino no fue tan largo, pero lo fue lo suficiente para que Andi pudiera pensar en todo lo que estaba pasando. Como toda la historia volvía a repetirse por cuarta vez en su vida.

Sobre todo pensó en Eddie. En la mala suerte que tuvo para juntarse con Chrissy en el momento incorrecto. Aunque de no ser así, tal vez no se hubieran enterado de lo que sucedía.

Si logran pasar por esto y terminarlo, al igual que las anteriores veces — A pesar de no saber en qué se estaban metiendo, o con qué — Eddie tendría que cambiar de vida o mudarse. Al menos que consiguieran probar su inocencia de alguna manera. Sabía que no era fácil, que no era fácil para Eddie. No podía decir que lo comprendía, porque nunca le había pasado tal cosa. Decir que sí sería hipócrita de su parte. Estaba seguro de que noche y día se turtura el mismo por no haber hecho algo para salvarla, a pesar de que no hubiera nada. Incluso el tiempo que pasa en soledad escondido, tampoco le ayudaba, porque debe ser de tortura estar encerrado sin nada más que tus propios pensamientos oscuros. Oscuros pensamientos que te hunden en lo profundo de un pozo sin salida.

Bueno, tal vez si podía comprender un poco esa parte de los torturoso pensamientos. Los ha tenido desde que empezaron sus pesadillas. Aquellas pesadillas que no fueron más que un cuchillo clavándose en su cabeza una y otra vez, sin dejarlo en paz ni un solo segundo.

Se preguntaba: ¿por qué él?. ¿Qué había hecho para recibirlas? Desde la conversación que tuvieron en los tráilers, lo único que podía pensar es si tenía que ver con todo lo que estaba pasando. Si era por Vecna. Si él era el culpable de sus pesadillas, o quien las provocaba. Llegaba a creerselo algunas veces, pero al final decidió no creer en esa opción. De ser así, Chrissy y Fred tendrían que haberlas tenido también.

Un pinchazo en su cabeza se hizo presente y puso su vista hacia abajo para apoyar su frente en su mano derecha. Era como una aguja siendo enterrada desde detrás de su cerebro, para cruzarse y salir por el frente del mismo. Un quejido salió de su garganta y golpeó en sus sellados labios, sintiéndolo como un disco trabado. Una, dos, tres, millones de veces.

— Andi..... — Llamó preocupado su novio, que seguía conduciendo — ¿Estás bien? Tu nariz está sangrando, amor.

El pelirrojo alzó un poco su mirada, por debajo de la mano que sostenía su cabeza, y sus ojos demostraron confusión. Llevó los dedos de su mano libre al lugar dicho y sintió un líquido tibio en la punta de estos. Al verlos, se dio cuenta de que sí, era sangre.

— Mierda — Susurró para él mismo cuando reaccionó.

Se reincorporó apresuradamente y abrió la guantera para buscar algo que pudiera ayudarle. Divisó un paquete de pañuelos y sacó uno para limpiarse la sangre y hacer presión.

— ¿Estás bien? ¿Te sientes bien? — Volvió a preguntar Steve preocupado.

Este asintió — Sí, sí. No te preocupes. Solo un pequeño dolor de cabeza — Restó importancia sin querer preocuparlo demasiado.

Max, que los había escuchado, se había reincorporado de su asiento con apuro y veía a Ian con ojos preocupados, ocultando una chispa de miedo. Fue en aquel preciso instante que, por unos segundos, pudo recordar su conversación de hacía unos días atrás.

"No me he.....estado sintiendo muy bien por varias semanas".

Las palabras de Andi vinieron a su memoria y con ellas su sentido. Fue cuando recién pudo entenderlas y ver la importancia de ellas.

Se sentía mal, hipócrita y egoísta, porque realmente cuando Ian le había dicho esas palabras, no creía que él pudiera llegar a sentirse peor o incluso igual que ella. Creía que ni sabía por lo que estaba pasando ella. Pero tal vez....siempre lo supo. Y se sintió egoísta por minimizar su dolor.

Al darse cuenta de la mirada que le otorgaba la menor desde los asientos traseros, la vio un poco confundido.

— ¿Qué? — Le preguntó sin entender ante su mirada desconfiada.

Esta pareció reaccionar y titubeó un poco — Nada. Yo.....nada — Negó con la cabeza y se giró hacia su ventana, para hundirse en sus pensamientos.

— Llegamos — Avisó Steve antes de que el silencio pudiera invadirlos otra vez.

La pelirroja suspiró, guardándose sus pensamientos, y bajó del vehículo sin decir palabra alguna. Se acercó a la casa y tocó el timbre, esperando a que abriera.

— Bien. Entró — Avisó Steve cuando así fue.

— Me faltan las clavículas, no los ojos — Le respondió sarcástico el niño pero los otros dos lo ignoraron — Entonces.....¿vamos a hablar de eso?

— Perdón, ¿hablar de qué? — Preguntó Steve sin entender, dejando de mirar la puerta de la casa.

— ¿Tu locura repentina de cuando por poco te le tiras encima a Nance? — Recordó Dustin, sin tomarle importancia de que Andi estuviera allí. No creía que fuera malo hablarlo.

Sin embargo, este frunció el ceño algo confundido y descolocado por lo que dijo el menor.

— Primero que todo, no fue así — Contradijo Harrington mirando hacia atrás, donde estaba el niño.

— Sí, estoy seguro de que fue así. Fue público. Hubo muchos testigos — Insistió este.

La mirada de Andi se perdió en el paisaje frente a ellos. Realmente él no lo había visto de esa manera, ni siquiera se le hubiera ocurrido pensarlo. Pero por alguna razón, le hizo sentir inseguro que así fuera. ¿Acaso Steve seguía teniendo sentimientos por Nancy?

— ¿Insinúas que aún....... — No se animó a terminar la pregunta ante la presencia de Andi. Y él se pudo dar cuenta de eso.

— No. No insinúo. Solo fue un pensamiento — Intentó arreglar al darse cuenta de que Ian seguía allí.

— Solo intentaba proteger a mi amiga. Amiga, Henderson. ¿Sí? No quiero encontrarla con los ojos arrancados por el loco de Vecna — Se defendió a la defensiva.

Dustin rio burlón — Te pusiste todo rojo.

Andi ni siquiera se giró a verlo para poder confirmarlo, simplemente pegó la vista a su ventana y parpadeó varias veces cuando su visión se puso borrosa a causa de lágrimas involuntarias.

Nunca pensó que tal vez su novio seguía teniendo sentimientos por Nance, nunca lo pensó o consideró. Pero hacerlo ahora, gracias a Dustin, le hacía sentir mal. ¿Había sido su culpa? Tal vez él lo había provocado al separarse un poco de su pareja para no querer tratarlo mal. ¿Acaso.....no lo seguía amando como antes?

— No, no lo estoy. No quiero hablar de eso. Sigue y te dejó sin dientes de nuevo — Amenazó molesto.

Dustin se le quedó viendo ofendido — Te pasaste.

— Me pasé. Perdón — Se disculpó el mayor.

— Está bien — Aceptó, antes de golpear sus puños.

Como si fuera su salvación, aunque Ian no pudiera verla, Max salió de la casa apurada y se subió al auto.

— ¿Qué dijo?

— Nada. Arranca — Pidió apresurada.

El conductor le miró confundido — ¿Nada?

— Steve, arranca — Ordenó y este hizo lo pedido, saliendo del lugar a velocidad.

Mientras la noche se iba poniendo arriba de ellos, con unos hermosos naranjas y amarillos en el cielo, se dirigieron en dirección a la escuela luego de que Max le mostrara la llave de la oficina de su terapeuta. La cual, había robado.

Dustin. Soy Lucas. ¿Me copias? Dustin — Habló Sinclair a través del walkie talkie.

El nombrado extendió su antena — ¿Lucas? ¿Dónde diablos estabas?

Solo escucha. ¿Están buscando a Eddie? — Su voz se escucha desesperada.

— Sí. Lo encontramos, no gracias a ti. En un cobertizo en Coal Mill. A salvo.

Mató a Chrissy, ¿saben?

— Eso es mentira — Contradijo molesto — Eddie intentó salvarla.

¿Entonces por qué la policía dice que fue él?

Max le quitó el aparato al chico — Lucas, estás muy desactualizado. Ve a la escuela y te explicaremos.

No puedo. Creo que algo terrible va a pasar.

— ¿De qué hablas? ¿Algo terrible? — El silencio se presentó, pero la respuesta no llegó — ¿Lucas?

Del otro lado, la voz del chico no volvió a escucharse, dejándolos algo confundidos. Sin embargo, sin tomarle tanta importancia, siguieron en lo suyo. Lo importante ahora, era descubrir que estaba sucediendo. Y así lo harían.














[....]















En la oscuridad de la escuela, con la poca luz que las linternas le otorgaban, Maxine abrió la puerta de la oficina. Cuando así fue, los cuatro ingresaron. La pelirroja con más apuro que los hombros. Se fue directo al cajón de los expedientes y comenzó a buscar entre todos ellos.

— Santo cielos — Dijo Max, llevando la atención de los que hablaban a ella.

— ¿Lo encontraste? — Cuestionó Dustin.

— No solo el expediente de Chrissy. Fred también veía a la Sra. Kelley — Les mostró el objeto nombrado y todos se miraron pensativos.

Si Fred hablaba con la terapeuta Kelley también, ¿podría llegar a estar todo conectado?

— Abrelos — Pidió Ian.

La chica se sentó en la silla y los otros tres se quedaron parados a su alrededor. Ella hizo lo pedido, y abrió el expediente de Chrissy para comenzar a leer, esperando poder encontrar algo.

— ¿Me das el expediente de Fred? — Le pidió a Steve.

— Sí — Hizo lo pedido y lo tomó entre ambas manos, recibiéndolo.

Lo abrió y sacó una de sus hojas, para ponerla al lado de otra de Chrissy. Ambas siendo comparados, pero diciendo lo mismo.

Dustin y Steve parecieron no darse cuenta de nada, realmente sin tomarle importancia a lo que decía, casi como si no lo entendieran o fuera algo normal. Sin embargo, para Max e Ian fue algo más.

Migraña
Hemorragia nasal
Pesadillas constantes
Trauma pasado

Sus entrecejos se hundieron y sus miradas se llenaron de preocupación. Sus cabezas uniendo cables sueltos con otros, dándoles las respuestas completas.

Compartieron una corta mirada de reojo y se dieron cuenta de la realidad. De lo que en verdad pasaba con ellos. Bueno.....a Ian realmente no le importaba lo que pudiera pasarle a él, o sufrir. Porque su única importancia era Max.

Debía protegerla. Y eso haría.

Gente, estoy de vuelta!!! Llegué hace un par de días. Quienes me siguen capaz ya lo saben porque se los avisé en mi cartelera.

Ojalá que les guste el capítulo.
Ahora se viene lo chido diría Luisito Comunica.

Por otro lado, solo me quedan 2 semanas para que las clases empiecen de nuevo (acá en Argentina) Todo es tristeza y dolor 😭 No quiero volver a estudiar por más que me vaya bien en el colegio.

Creo que eso es todo por ahora.

Los amo.
Bye 🥰😘

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