4
Tosiek
Habían pasado casi una semana desde que Alice Cullen y yo habiamos interactuado, desde ese día ella habia estado visitando a su padre, y de paso venia a visitarme para hacerme compañía.
Mentiria si dijera que no me gustaba estar con ella, porque era todo lo contrario, ella me hacia sentir de alguna manera especial, con tan solo su presencia y su sonrisa, la cuál siempre me contagiaba.
—Parece que ya no tienes fiebre, después de una larga semana— Me saco de mis pensamientos Alice—
—Ah... Es un fuerte resfriado, ya sabes no estoy acostumbrado al frio— Respondi un poco nervioso—
Ella me miro fijo un segundo para luego asentir, note como sus ojos dorados eran ahora... ¿negros?
—¿Usas lentes de contacto?— Pregunte—
—¿Que? No— Respondio con el ceño fruncido—
—Tus ojos antes eran color dorado... Y ahora... Son negros—
Vi como se puso nerviosa ante eso, pero al instante se calmo.
—Debe de ser la luz...— Murmuro mirando a otro lado—
Asenti un tanto confundido, no le di mucha importancia, baje para comprar algo, estaba algo sediento y queria una coca cola, algo que no le diria a la hadita, porque sino probablemente se preocuparia.
—Uff, lo que necesitaba, mi adicción— Tome un trago de la bebida—
—¿Tosiek?— Escuche una voz familiar detras de mi, me asuste ante eso y escupi la bebida-
—Lo siento, no queria asustarte— Voltee a ver quien era, Bella Swan—
—No te preocupes, pero podria saber ¿El por que estas aqui?— Pregunte porque nunca la vi en este hospital—
—Ah, es una larga historia, no quieres saberlo— Respondio—
Me encogi de hombros y escuche unas voces familiares, me gire y vi que eran los Cullen, bueno, Rosalie, Edward y el doctor Cullen.
Bella me jalo de mi capucha hacia atras y la mire confundido. El doctor y sus hijos se dieron cuenta de nuestra presencia.
—Tosiek, no debes tomar esa gaseosa— Dijo el doctor Cullen y asenti avergonzado—
Diablos, me habian pillado, otra vez...
El doctor sonrio y se despidio para luego irse con la rubia, el cabello de escoba se acerco a Bella para comenzar a hablar entre murmuros.
—Asi que... Casi te mueres— Solte y eso provoco una carcajada por parte de ella—
Sonrei al ver que habia calmado ese silencio incomodo. Le di un sorbo a mi bebida.
—El doctor Cullen dijo que no podias tomar— Señalo mi bebida la cuál estaba tomando—
—Bueno... El ya no esta aquí— Le di otro trago a mi bebida y eso provoco otra risa por parte de ella—
—Bella— Escuche la voz de Alice y oculte rápidamente mi bebida—
Tenia la mirada seria, algo no muy típico de ella, normalmente estaba sonriendo o dando saltitos, pero ahora... Estaba seria, que sinceramente daba miedo.
—Escuche a tu padre buscandote— Dijo la hadita—
—Bueno, gracias— Respondió un poco incómoda y se despidió—
La hadita me miro otra vez seria, miro atras de mi espalda, mi bebida, le di una sonrisa nerviosa.
—¿Que hacias con Bella riendote?— Dijo con un tono molesto—
—La mire confundido, no entendía el porque de su molestia—
—¿Celosa?— Dije en un tono burlón, obviamente bromeando—
Vi como mordio su labio y se dio una vuelta para comenzar a caminar, ¿Que carajo acaba de pasar? Acaso... En realidad ella si estaba celosa, no, definitivamente no, tal vez me estoy inventando cosas.
Me quede parado en el pasillo, ¿Alice se habia enojado conmigo?, era lo último que quería que ocurriera.
—No te quedes ahi, Carlisle va a darte de alta, ya que tu fiebre ya calmo al parecer—
Volvio frente a mi, se puso de puntillas y me toco la frente, su mano estaba fria, como si se tratara de un cadaver
—¿No estas enojada conmigo?—
—¿Por qué lo estaría?— Sonrio y acaricio mi cabello—
Estabamos tan cerca, nuestras respiraciones chocaban entre si, estaba nervioso, aquella hadita acariciaba mi cabello, me miraba a mi, mis labios y mis ojos a la vez, al igual que yo, miraba sus labios que eran un rojo vino por su labial, sus ojos que ahora eran color del oro.
Mi corazón palpitaba a mil, sentia que estaba a punto de salirse, estaba demasiado nervioso, no me gusta sentir esto, me causa una sensación extraña...
—Janeth debe estar firmando los papeles para darme de alta— Me separe de ella—
Ella asintio sin más pero con una sonrisa, la cuál quisiera ser solo yo, quien la ocasionará.
Alice se había ido después de que me acompañara a salir de aquel hospital con Janeth.
—Aquella chica, de cabello corto...— Dijo Janeth mientras comenzaba a conducir—
—¿Alice? ¿Qué pasa con ella?— pregunté confundido—
—Te visita muy a menudo y siempre que estas con ella... Eres alguien nuevo...— Frunci el ceño no entendia a donde llevaba esto—
—¿Qué tratas de decir?—
—¿Te gusta?— Mencionó—
Me quede paralizado, no sabia que decir, no sabia a que se refería siquiera. No entendía que era lo que sentí cuándo estabamos tan cerca en aquel pasillo del hospital.
—Claro que no, ella es solo una amiga— Respondí—
Después de esa extraña conversación, hubo un silencio aún mas incómodo. Llegamos a casa y directamente me fui a mi habitación, no quería hablar mas de Alice, ni siquiera pensar en ella.
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