You Are Worth It

La luz de la ventana de su habitación se filtraba llegando a pegarle directo al rostro, de inmediato John se dio cuenta que el sol dándole justo en la cara no era una buena señal, quería decir que se había quedado dormido y ni su maldita alarma le había levantado.

"Eres un grandísimo imbécil, Watson." John se tiró de la cama, prefiriendo un golpe con el piso para que sus sentidos se activaran por completo y aprovechando que estaba ahí se aproximó a tomar sus calcetines y los zapatos de la noche anterior.

Cuando John tuvo sus zapatos y calcetines en mano, procedió a hacerlos bolita, meter los calcetines dentro de estos, tomó el primer par de pantalones de un cajón que ya estaba entreabierto junto con unos boxers y corrió al baño de su departamento, lanzando sus zapatos en el piso del baño y maldiciendo todo el camino mientras se desvestía, las prendas cayendo por todo el piso desde la puerta del baño hasta la regadera, no importándole si se mojaban con el agua que ahora había empezado a caer por abrirle a la llave.

"Eres el mejor novio del mundo, John, en serio." El joven decía sarcásticamente en tanto intentaba quitarse el exceso de shampoo lo más rápido posible, le ardía el ojo izquierdo por accidentalmente dejar caer un poco de espuma al hacer todo tan acelerado pero no le importaba. Le parecía que el agua de la regadera salía mucho menos que otros días, eso le desesperaba y cuando lo último de la espuma logró salir de su cabello, de inmediato se apresuró a tomar la toalla y secarse.

Con uno de sus calcetines en su boca, mordiéndolo para que no cayera, salió del baño abriendo la puerta con con una mano y con la otra tratando de colocar su zapato derecho, brincando para mantener el equilibrio y al momento que consiguió terminar de ponerse el zapato prosiguió hacer lo mismo con el izquierdo que aún se encontraba cerca de la puerta del baño. Luego de lograr ponerse ambos zapatos recorrió todo el pequeño departamento para buscar su cinturón, no tenía la menor idea donde lo había arrojado la noche anterior luego de llegar de su turno doble del trabajo, había sido un sábado cansado y no quería saber ya nada de nadie y su cinturón estaba incluído.

John mejor pasó a lo siguiente buscando alguna camiseta limpia en sus cajones porque no creía que fuera a encontrar el cinturón el día de hoy y había decidido que su pantalón no le quedaba tan aguado de la cadera de todas formas. Mentiría si dijera que se tomó mucho tiempo decidiciendo la mejor camisa entre todas porque al primer momento que vio su prenda favorita de color negro al fondo del cajón la tomó y se la puso en menos de cinco segundos. El estar casi listo le hizo darse cuenta que ni siquiera había volteado a ver la hora, se acercó veloz al buró de al lado de su cama para tomar su celular y así saber por fin la hora pero él sabía que era más que tarde.

"Maldita sea." Soltó frustrado viendo que eran más de las ocho de la mañana, se suponía que debía estar listo para antes de las siete y así tener tiempo de llegar a las nueve pero al parecer tendría que llegar a más de las nueve si no es que a las diez.

No desperdició más tiempo peinándose y tan solo roció un poco de colonia sobre su cuello y brazos, se miró en el espejo unos segundos notando las pocas ojeras que tenía y que sabía que eran bastante recientes, suspiró un poco y mejor fue a buscar su chaqueta porque el tiempo que tenía no era suficiente para quedarse viendo por mucho más. Cuando se colocó su última prenda al fin buscó sus llaves y la llave de su motocicleta, pensando si no olvidaba algo más se dió cuenta que no llevaba su billetera y regresó a buscarla a su buró. Con todo en mano John se pasó los dedos por su cabellera rubia y se aproximó a la puerta de su departamento para bajar las escaleras lo antes posible e ir a buscar su moto.

(...)

"Sí amor, estoy en camino." John había preferido llamar a su novio antes de arrancar la moto, así no tendría que hacer ninguna parada y llegaría directo. "Ahh, me retrasé un poco porque pasé a la gasolinera." mintió un poco no queriendo que su novio supiera que todavía ni salía de la calle en dónde se encontraba su departamento.

"¿Tardarás mucho? John te he dicho... si no quieres veni-"

"¡No, no!" John ya sonaba desesperado mientras que se montaba en su motocicleta y se abrochaba el casco, poniendo la llamada en altavoz. "No digas esas estupideces, Sherlock, ¡ya estoy llegando!"

"Lo siento..." Se escuchó la disculpa al otro lado y por un instante John se sintió mal de mentirle así a Sherlock pero tampoco quería quedar como un estúpido por despertarse tarde. "Es solo que llevo media hora esperándote y en verdad quería desayunar contigo."

El sonido producido por el motor de la motocicleta fue bastante audible en el momento que al fin John la encendió, no queriendo escuchar más cómo su novio estaba solo como idiota esperándole.

"¡Pero sí vamos a desayunar juntos! Te dije que llegaba a las nueve, no te preocupes." John suspiró quitando el descanso de la moto. "Tengo que volver a manejar pero no te preocupes, llegaré rápido." Dijo reconfortante y esperó unos segundos la respuesta de Sherlock pero esta no llegaba, John se extrañó creyendo que no escuchaba por el ruido de la moto. "¿Amor? ¿Sherlock?" Preguntó varias veces sin voltear a ver su celular hasta que por fin revisó la llamada y se dió cuenta de lo peor.

"No, no, no ¡Ah!" John guardó su celular en su chaqueta mientras se frustraba más, su móvil había muerto, peor suerte no podía tener ya que hasta ahora recordaba que olvidó cargar su celular la noche anterior.

Resignado a que Sherlock estaría solo sentado por al menos quizás otra hora, se acomodó en la motocicleta y por última vez observó la hora en su reloj de mano que por fortuna se había podido poner al salir de su departamento, si no hacía ninguna parada y le tocaban los semáforos en verde podía estar ahí en menos de una hora.

(...)

La forma en que Sherlock y John se habían conocido no era del todo maravillosa (al menos para John), aunque para John era más que perfecta y adoraba el detalle de Sherlock curioso ayudándolo, todo había conspirado para que ambos estuvieran ahí en ese instante. Tal vez no fue una tan gloriosa primera impresión pero la torpeza de John había ayudado en su primera interacción con Sherlock, y graciosamente solo John conocía el verdadero trasfondo de todo lo ocurrido.

La verdad era que John, estaba regresando de un pequeño viaje a Londres, prefiriendo pasar por los estados que se encontraban en su camino, Sussex fue uno de ellos y aunque solo había hecho una parada a la gasolinera su futuro estaba a punto de cambiar con la sola decisión de pasar por cierta calle en aquella hora. John sabía que tenía que ir despacio, después de todo era zona de peatones por haber elegido una calle cercana a una de las escuelas del lugar, pero esto no consiguió que el accidente de John fuera menor.

El joven Watson conducía su motocicleta quizás a menos de 40 km cuando su vista se había posado en uno de los jóvenes doblando por la esquina, era definitivamente un alumno de la escuela que ya había pasado hacía unos metros atrás, aquel chico estaba concentrado en lo que fuera que veía en su celular, caminando por la derecha de John y el de cabello rubio no pudo hacer otra cosa más que quedarse como idiota admirando a aquel jovencito; su precioso cabello rizado se estaba moviendo gracias al poco viento presente y sus mejillas levemente sonrojadas por el frío, era bastante pálido y aunque no quería admitirlo, al segundo que lo pasó y pudo ver la parte de atrás, John se fijó que su trasero se veía increíble con ese maldito uniforme, sentía que era ilegal dejarlo andar así por la calle.

Para mala y buena suerte de John, su destino estaba a punto de dar un giro al igual que su moto porque debido a estar demasiado tiempo con la cabeza hacia atrás y no dónde debía, o sea viendo directamente al frente, el joven Watson fue a parar a la cajuela de una camioneta que estaba estacionada justo a la derecha de la calle, había agradecido que para ese entonces ya había reducido bastante la velocidad porque sino no tenía idea si hubiera tenido peores heridas. El estruendo que hizo su motocicleta a la hora de impactar logró llamar la atención de aquel chico de cabello rizado que no estaba muy lejos de todo lo sucedido y era la única persona en aquella calle en ese momento.

Con su visión aún un poco borrosa, John pudo ver la cara de aquel chico ahora a solo muy poca distancia de la suya, el chico rubio estaba literalmente encimado en la cajuela que tenía una abolladura enorme y su motocicleta con una parte rota y casi debajo de la camioneta, al parecer el chico le había dado la vuelta para que quedara un poco recostado en el auto.

"¡Oye!" John escuchaba una voz ligeramente mientras que salía de su aturdimiento, la logró escuchar mejor cuando alguien le quitó el casco y ahora la luz le pegaba en el rostro directamente. "V-voy a llamar a emergencias." Entendió a la perfección y al fin ya podía ver con claridad, la maldita espalda le dolía pero no le importaba en este instante porque al parecer aquel chico bonito de cabello rizado estaba parado justo frente a él.

"N-no, espera" Con la fuerza que le quedaba alzó su brazo para impedir que Sherlock contestara a la operadora que ya se lograba escuchar al otro lado de la línea. "No llames. Cuelga ese teléfono." Su mano ahora tocaba la mano del otro chico que sostenía el celular.

"Pero estás herido..." John se quejó cuando seguido de la respuesta del chico, este colocó su mano en su pecho. "Tienes que llamar a una grúa y una ambulancia." El chico le reprimió pero para John fue suficiente, no le importaba que le doliera el brazo, John sostuvo con fuerza la mano del otro chico y le arrebató el celular, terminando con la llamada a emergencias.

"No... no tengo dinero para ninguna de esas dos cosas..." Respondió John algo apenado tendiéndole el celular de nuevo al chico. "Si llamas van a contactar al dueño de la camioneta y no tengo seguro..."

Aquel chico lindo abrió la boca por un segundo pero luego la volvió a cerrar, volteaba a ver su celular y luego a todos lados en la calle, parecía bastante perdido a los ojos de John y en definitiva estaba agradeciendo el choque un tanto si eso significaba poder tener al chico de frente.

"Qu- ¿Qué haces?" John observaba como el chico intentaba poner su brazo izquierdo sobre sus hombros, en un claro intento por levantarle.

"V-voy a cargarte, puedo llevarte a mi casa."

El chico rubio dejó salir una pequeña risa sonriendo de lado y dejando cargarse por el otro chico, aprovechando ahora la cercanía para admirar bien el rostro ajeno.

"¿A tu casa? Niño, ni siquiera sabes mi nombre, ¿Crees que tu mami me deje quedarme ahí?" John preguntó algo en serio pero también en forma de broma, notando claro que aquel chico era de menor edad que él por algunos años, era bastante notorio que aún vivía con sus padres.

Lo que sucedió luego del accidente fue que aquel chico bonito le levantó sin preguntarle nada más y le ayudó a colocarse en la banqueta, lo recostó en una pared de una de las casas y aunque John podía moverse casi en su totalidad solo con un poco de dolor en la espalda y en la cabeza, este dejó que el chico se movilizara, curioso mientras observaba con una sonrisa ladina la torpeza de sus movimientos.

El joven estaba haciendo un muy buen esfuerzo para ahora levantar la motocicleta de John, intentando halarla con toda su fuerza para que la parte de adelante saliera de debajo de aquella camioneta pero al parecer la moto no cedía. John tenía la noción de que quizás el chico no lograría levantar absolutamente nada, ni siquiera él mismo alcanzaba a mantener la moto y todo su peso en ocasiones, por supuesto que aquel muchachito mucho más delgado y delicado no podría siquiera moverla.

"Oye." Watson exclamó sobándose la cabeza con su mano menos lastimada. "Creo que tendremos que trabajar en equipo para levantarla, déjame te ayudo."

Prosiguió que John y el chico de cabellos rizados hicieron un gran esfuerzo para sacar la moto de John de debajo de aquella camioneta, una vez estuvo de nuevo en pie, aquel muchacho se ofreció a llevarla él y que John no le ayudara, Watson estaba encantando con la insistencia de este y ahora notaba ese gran sonrojo en su rostro luego de que John estuviera tanto tiempo al lado de él. John no pensaba que era sólo amabilidad.

Caminaron un par de cuadras y era cierto que la casa del chico estaba relativamente cerca de ahí, en el camino John intentaba limpiarse la sangre que salía de su frente y de su brazo derecho y el chico le miraba y en ocasiones le hablaba pero de una forma demasiado nerviosa, para John decía cosas a veces algo ignorantes pero no de una forma de estupidez sino quizás por su estatus.

"¿Por qué no tienes seguro?" Fue una de las cosas que John escuchó. "No... ¿No has pagado para que te aseguren la moto este mes?" Al principio Watson le miró confundido pero al notar la honestidad y nada de sarcasmo en el rostro del joven, mejor no quiso corregirle o explicarle, una contusión y todo lo demás John no quería tomarse la molestia.

"Sí... no he pagado." Respondió sonriendo de lado viendo algo de lastima en la cara del otro chico, se veía bastante suave aquella expresión.

John recuerda ese día y el siguiente ya que no podría cambiarlo por nada, la forma en la que Sherlock había deducido casi toda la historia de su viaje a Londres con solo ver su motocicleta, los sonrojos de aquel chico cuando el joven Watson quedó fascinado diciendo cumplidos todo el trayecto hasta la casa del más joven, John estaba amando cada una de esas cosas.

Sherlock le había prestado dinero que John no le devolvió hasta que literalmente ya estaban en la relación porque había sido una suma bastante considerable ya que la moto de John, aún cuando él no era muy adinerado, era una de las posesiones más costosas que poseía y repararla en definitiva iba a ser costoso. Por supuesto que su novio se había rehusado a aceptar tal suma de dinero de vuelta porque para empezar no la necesitaba, así que John buscó la manera de dárselo sin que este pudiera decir que no y fue así que el dinero se convirtió en el primer regalo de aniversario que John le consiguió a Sherlock; un hermoso violín bastante caro y con el resto John le había llevado a cenar a un lugar decente.

Lo único malo de su relación, si John tuviera que escoger, sería que él vivía a una hora y media de Sussex y el viajar todos los días era casi imposible debido a su trabajo, la escuela y sobre el dinero ni se diga, sus días para verse estaban reducidos a los domingos y de vez en cuando los sábados. Actualmente John estaba más ocupado que nunca tomando turnos extras y así tener un poquito más de efectivo para el día que sabía que podría ver a Sherlock.

(...)

Luego de no hacer absolutamente ninguna parada a ningún baño de ninguna gasolinera en toda la carretera, John por fin estaba entrando a Sussex y el centro comercial en el que debía ver a Sherlock estaba bastante cerca, si aceleraba y obtenía todos los semáforos en verde podría llegar justo a las 10 y poder desayunar con Sherlock y en verdad esperaba que este no se hubiera marchado ya por la hora de retraso.

Al llegar y agradecer que hubiera espacio para su moto, quizás era un espacio hasta la segunda entrada del centro comercial pero siempre estaba lleno y al menos había encontrado algo. John se bajó de prisa, cargando su casco con la mano izquierda e intentó prender su celular para ver si de milagro respondía pero no sucedió, sabía en cuál entrada debía ver a Sherlock y estaba casi literal corriendo y no perder ni un segundo más.

Pasó la entrada, casi empujando algunas personas con su casco y al fin en una de las bancas a su izquierda estaba aquel chico, John se sentía como un completo idiota de solo ver la expresión en el rostro de su novio y quizás se lo estaba imaginando pero ahora el chico revisaba su celular y lo volvió a bajar tal vez esperando un mensaje de John. Sherlock no solo se veía algo aburrido pero la expresión que dominaba en su rostro definitivamente era de tristeza y quizás algo de decepción, John se estaba odiando a sí mismo por haberse levantado tarde y dejar a Sherlock esperando por casi una hora, tenía una suerte de que no se hubiera largado ya.

"¿Estás esperando a alguien, lindo?" John exclamó cuando llegó a estar al lado del otro joven, colándose por detrás para intentar sorprenderlo y al parecer había medio funcionado, Sherlock volteando bruscamente a su derecha hacía atrás.

"Ah- yo... creo que mi novio me dejó plantado." Respondió guardando su celular y mirando a John sentarse al lado de él, colocando su casco en el piso.

"Suena como un idiota, probablemente se durmió." Bromeó tomando un poco de la verdad y al fin sacándole una pequeña sonrisa a su querido novio, se veía precioso y creía que se vería aún más si no lo hubiera hecho esperar tanto. "Lo lamento, amor, elegiste un idiota como novio." Se tomó la libertad de mover la mano izquierda y buscar la de Sherlock que estaba reposando en la banca, la puso encima de la del otro y la acarició con su pulgar, observando a Sherlock bajar la mirada a sus manos.

John no recibió otra respuesta verbal por parte de Sherlock porque enseguida sus ojos se entrelazaron y este se abalanzó encima de él para abrazarlo de una forma algo incómoda pero a John eso no le importaba en ese instante, por la fuerza su pie chocó con su casco casi pateandolo pero para su alivio no rodó muy lejos, se sostuvo con una mano hacia atrás en la banca y con la otra rodeó a Sherlock por la espalda como pudo, el chico manteniendo ambos brazos acomodados alrededor del cuello de John, su rostro quedando justo en el cuello del mayor, John podía sentirlo oliendole discretamente.

"En verdad... en verdad creí que no vendrías." Murmuró Sherlock todavía abrazándolo, John había comenzado a acariciar la espalda del chico.

Fue en el momento que Sherlock terminó de hablar que John lo apartó un poco para finalizar el abrazo y sus rostros quedaran viéndose directamente, la expresión en el rostro de John era una de exasperación pero rápido intentó relajarse lo mejor posible. Alzó su mano izquierda e intentando no ser muy brusco, tomó a Sherlock de la barbilla, apretando sus cachetes un poco haciendo que los labios de este salieran y formaran una expresión bastante chistosa.

"Sherlock, ¿No te había dicho que dejes de decir esas estupideces?" Le reprimió sin romper el contacto visual en tanto acentuaba sus palabras con un movimiento en su mano izquierda y la fuerza ligera en las mejillas del chico. "Siempre. Voy. A. Venir." Agitó un poco más su mano moviendo la cabeza de Sherlock y cuando terminó usó ese mismo agarre para atraer el rostro de Sherlock al de él.

John cambió su agarre a un simple roce de la yema de sus dedos en la mejilla de Sherlock, el chico había proferido un pequeño jadeo gracioso al momento de chocar sus labios y John lo disfrutó, saboreando por primera vez en toda la semana los sonidos y los dulces labios de su novio. No solo John pero también Sherlock notaba lo hambriento que estaba su novio por probar sus labios, lo notó mucho más cuando John decidió morder un poco su labio inferior logrando que sangrara. Al momento que sus labios ya estuvieron demasiado rojos y que probablemente la gente ya lo estuvieran observando de más, Sherlock se separó succionando su propio labio y después posando sus dedos en la pequeña herida que había dejado John.

"Levántate amor, vamos a ver esa nueva librería que tanto querías ¿Sí?" Una sonrisa se formó en el rostro de su novio al escuchar aquellas palabras y John observó la forma en que Sherlock estaba ocultando su emoción.

(...)

A John no le encantaba exactamente que Sherlock escogiera este centro comercial conocido por ser uno en dónde la gente con bastante dinero iba además de la zona de la ciudad donde se ubicaba, todo eso solo hacía que la mayoría de las cosas vendidas ahí costaran mucho más al igual que el estacionamiento. En definitiva era bastante bonito y casi siempre estaba lleno, lo único malo era ese detalle de vender cosas demasiado caras para el presupuesto de John, aunque el joven Watson siempre tenía esta idea de que casi no veía a Sherlock, así que debía aprovechar y consentirlo al máximo cada que se veían.

Habían ido directo a aquella librería nueva en el centro comercial, Sherlock le había estado contando que se moría por ir desde la semana pasada que abrieron y como era de una cadena que no había todavía en la ciudad, el chico quería checar las nuevas ediciones que traían de sus libros favoritos. Juntar las ganas de Sherlock de comprar cosas nuevas y la generosidad de John, era realmente una muy mala combinación para el bolsillo del joven Watson, porque por supuesto que John no dejaría ver como Sherlock pagaba él solo por los cuatro libros que se había puesto a escoger como por dos horas mientras que John le seguía por todo el establecimiento, claro que no, John pagaría por esos libros pesados y de edición limitada de pasta dura que Sherlock no paraba de hablar y explicar.

Desde luego que John tenía que cargar la bolsa con los cuatro libros y su casco mientras que su novio tomaba su mano libre y caminaban por el centro comercial, no es que se estuviera quejando pero tampoco quería dejar que Sherlock cargue todo el único que día que el estúpido de su novio podía ir a verlo, mientras más podía hacer por él mucho mejor. Ambos hablaban de la escuela, John hablando de cómo este era su último año y de sus turnos dobles en el trabajo y Sherlock de lo bien que le estaba yendo en su primer año en la universidad, el de cabello rizado casi no hablaba de eso ya que las clases le parecían aburridas pero esta vez tuvo para contarle a John la forma en la que había explotado uno de sus experimentos a media clase, John estaba fascinado y sonriendo como idiota todo el rato.

Lo que le siguió a su pequeño paseo fue al fin ir a comer algo, si John no se lo recordaba a Sherlock este se la pasaría solo hablando y viendo otras cosas o en su defecto, comiendo golosinas y cosas poco nutritivas.

Sherlock recomendó lo que menos se le antojaba a John, literalmente, tenía antojo de cualquier otra cosa que no fuera sushi y se le antojaba aún menos sabiendo que un rollo costaba casi lo mismo que uno de los libros que acababa de pagar, después de todo no era la primera vez que Sherlock le arrastraba a comer sushi ahí y John no tenía problema con el platillo si este fuera de cualquier otro lado que no le costara un ojo de la cara y dónde la gente no se le quedara viendo medio mal por su apariencia, John sabía de sobra que nadie entraba a ese restaurante con el casco de su motocicleta en mano.

"¡No! ¿Cómo vas a hacer eso?" Le regañó Sherlock cuando entraban al restaurante luego de que John bromeara diciéndole que él iba a comprarse una hamburguesa en la sección de comida y luego bajaba al restaurante a comerla con Sherlock.

John solamente se carcajeó por unos segundos en que el de la recepción les hacía esperar por una mesa y al momento de llegar a esta agradeció que al fin podía poner en una silla los benditos libros y en el suelo su casco.

La cara de fastidio de Sherlock al ver a John pedir su rollo de carne y arrachera empanizado en lugar de la forma tradicional, no tenía precio, no era que John no pidiera a veces de pescado pero le gustaba más comer algo que tuviera carne o pollo en ese momento.

"Encanto, quita esa cara." Le dijo John cuando le devolvió el menú al mesero y este se iba de su mesa con sus pedidos ya hechos.

"Es que el sushi no se come así." Le respondió Sherlock haciendo un pequeño puchero y John no pudo estar más enamorado de su novio en ese instante.

"Sherlock, a mí me gusta comerlo así, tú come el tuyo como tú gustes."

"¡Es que estás profanando el platillo!" Sabía que Sherlock no le estaba regañando por completo y le era gracioso la manera en que el más alto intentaba corregirlo.

"Mira amor, es mi problema si me gusta comer sushi profanado y faltandole el respeto a Japón, a mí me gusta como sabe." Le explicó justo en el momento que ya llegaban sus bebidas embotelladas y John agradeció al mesero.

"Lo estás profanando..." Susurró Sherlock entre dientes tomando un poco de su bebida, John se volvió a carcajear por el comentario de Sherlock y la cara de este solo se pintó de rojo leve por la risa de John.

(...)

Ya que Sherlock se había ofrecido a pagar la mitad de la comida, este se habían quedado casi sin dinero ya que solo eso le había dado sus padres, de todas formas no era como que Sherlock siempre fuese un aprovechado pero John sabía que su novio no tenía mucha noción del poco dinero que ganaba el de cabello rubio y lo mucho que le costaba darle la vida a la que Sherlock estaba más que acostumbrado.

Decidieron sentarse un rato en alguna banca que no quedara mucho a la vista y fue entonces que ambos aprovecharon para lograr estar un poco más melosos y así John podía robarle algunos besos no tan inocentes a Sherlock, este último al principio quejándose que no quería besarlo porque había comido sushi profanado. El cabello del joven Holmes se despeinaba fácilmente luego de alguna sesión de besos y quedaba completamente sonrojado casi llegando hasta la punta de sus orejas y John sabía personalmente que aquel sonrojo también se esparcía por todo su pecho, era divino.

"J-John." Sherlock se había separado volviendo a saborear aquella herida que John le había dejado temprano en su primer beso del día. "Me gustaría ir a comprar algo más antes de irnos del centro comercial." John asintió ante este mensaje y le robó un beso rápido al otro chico antes de contestar.

"Por supuesto, amor." El chico acarició la mejilla de Sherlock y comenzó a levantarse de su lugar de inmediato, acomodándose el casco y los libros en la mano izquierda para poder extenderle su derecha a su novio.

Sherlock fue el que guió a John hasta donde quería ir y fue así como rápidamente llegaron cerca a una de las entradas del lugar, era bastante conveniente así solo tendrían que comprar aquella cosa y podrían salir. Lo que Sherlock había estado esperando comprar luego de una hora de su comida había sido algo en la cafetería a la que ahora se dirigían, John estaba al tanto de lo mucho que Sherlock adoraba el té y el café de aquella cadena de cafeterías y casi siempre que tenía que ver a su novio intentaba llevarle uno por lo menos aunque sea pequeño para que Sherlock viera que lo recordaba.

No estaba tan lleno y podían pasar de a dos personas a comprar y hacer final, así que Sherlock no se despegó de su novio en ningún momento soltándole la mano esperando a que los demás clientes delante de ellos les tomaran su orden. Sherlock estaba curioso viendo algunas adiciones al menú mientras discutía con John qué debería pedir o qué debería ponerle aunque John sabía de sobra que Sherlock terminaría pidiendo lo mismo de siempre con las mismas cantidades de siempre.

Al llegar al mostrador John fue el que pidió y para poder sacar su billetera le tuvo que decir a Sherlock que sostuviera la sarta de cosas que John había estado cargando, el cajero metió la orden a la computadora y antes de terminar le dijo el precio a John.

"Serían £8." Habló amablemente el cajero con una sonrisa en el rostro.

"¿D-disculpe?" John abrió los ojos intentando no hacer una escena o quejarse frente a Sherlock que para su fortuna ya no estaba exactamente al lado de él sino unos centímetros más atrás a su espalda.

"¡John, compra también una rebanada de cheesecake!" Sherlock le exclamó desde atrás y John volteó viendo al chico abrazar los libros y el casco intentando no tirar nada.

"¿Le gustaría que agregué lo que dijo el chico?" Le preguntó el cajero sin desaparecer su sonrisa.

"S-sí." A John le costó trabajo decir pensando por qué mierda estaba tan caro un maldito frappuccino grande con todos los demás ingredientes. "Sería todo."

Cuando John terminó de pagar y observó su billetera se llevó la gran sorpresa de que no le quedaba absolutamente nada de efectivo, había tenido exacto para lo que Sherlock había pedido y era una gran suerte. Ambos esperaron en una mesa los pocos minutos en que preparaban la bebida de Sherlock y mientras tanto este le había devuelto su casco y asentado los libros en la mesa.

El día en el centro comercial terminó con los dos saliendo por aquella entrada, John continuaba cargando su casco y los libros con la mano izquierda y con la otra llevaba a Sherlock de la mano, que se veía bastante satisfecho dándole un par de sorbos a su cafecito de precio bastante elevado, la rebanada de cheesecake le había sido alimentada a John por parte de Sherlock mientras caminaban hasta donde el mayor había dejado estacionada su motocicleta.

Sherlock se terminó lo que restaba de la rebanada mientras que John amarraba los libros al manubrio de la moto, luego le extendió su casco a Sherlock como ya era costumbre y Sherlock se lo colocó rápidamente, el mayor sabía que debía arreglárselas para comprar un segundo casco para él pero ya que Sherlock estaba a salvo con el suyo entonces no le importaba lo suficiente.

El camino hacia la casa de Sherlock fue bastante ameno a comparación del trayecto de venida de John que se la pasó conduciendo como un loco para poder llegar. Estaba disfrutando de una de las delicadas manos de Sherlock alrededor de su torso ya que con la otra el chico sostenía su café, por ello Sherlock no estaba por completo encima de John en ese instante como era habitual a la hora de ir en la motocicleta de John. El mayor antes de llegar a la residencia de los Holmes al fin salió de su trance de enamoramiento y recordó revisar cuánto le quedaba de gasolina y horrible fue su sorpresa al ver que la aguja casi marcaba el tanque vacío, en eso hizo de memoria de que había ignorado todas las gasolineras para poder llegar a tiempo con Sherlock.

John aparcó con cuidado en la acera de los Holmes y apagó de inmediato la motocicleta para no gastar más gasolina, esperó a que Sherlock bajara y entonces colocó el descanso para poder bajar él. Sherlock ya se había removido el casco para tomar lo que restaba de su bebida con bastante gusto mientras que John se acercaba a él, pensaba pasar un rato dentro de la casa de Sherlock pero antes de aquello sacó su billetera porque quería decirle a Sherlock que quería llenar el tanque de la gasolina y entonces regresaba.

Lo que se lo impidió fue que cuando abrió su billetera no pudo encontrar por ningún lado su tarjeta de débito en la que aún sabía que tenía algo para poder llenar el tanque, John entró en pánico de inmediato volviendo a buscar bien.

"¿Entonces ya te vas?" Le interrumpió Sherlock acercándosele con la pajilla de su bebida entre los dientes, echando un vistazo a lo que hacía su novio.

"C-creo que no podré irme hoy aunque quiera." Bromeó resignandose en tanto guardaba su cartera de nuevo, pasó sus dedos por su cabello acomodandolo ya que todo el viento le había dejado un desastre. "Supongo que me iré caminando mañana o pediré un aventón."

"¿Qué? ¿Por qué dices eso? Pero tienes clases mañana ¿Le pasó algo a la moto?" Sherlock le miró bastante preocupado.

"No, no, la moto no tiene nada es que..." John no quería ser sincero por completo y tampoco quería darle lástima a Sherlock pero tuvo que hacerlo. "No tengo dinero para regresar, me gasté todo lo que traía y en la mañana olvidé cargar gasolina."

John observó la manera en que Sherlock se quedaba atónito y de reojo miraba su bebida y las demás cosas que le había comprado John, el chico mayor entendía qué era lo que estaba sintiendo su novio así que enseguida le detuvo.

"Sherlock, no te preocupes, no es tu culpa, en serio-"

"Claro que es mi culpa, no tienes cómo regresarte ¡John!" Sherlock exclamó acercándose casi chocando con él y al final posando su rostro en el pecho de John, encogiéndose mientras que aún sostenía su caro café con ambas manos. "John, lo siento, lo siento mucho..."

"Hey, hey." Musitó John ahora envolviendo a Sherlock con ambos brazos, los rizos de Sherlock chocando con su rostro. "Amor, escuchame cuando te digo que no es tu culpa." Sorpresivamente para John, Sherlock comenzó a hacerse a un lado y John aprovechó esto para tomar a Sherlock de la cadera y obligarlo a mirarle a los ojos.

"Pero es por mí que te quedaste sin dinero ¿Por qué? John, lo sient-" John le interrumpió porque con su mano libre había sostenido a Sherlock de la mejilla y llevar así los labios del más joven contra los de él por un segundo para poder callarlo.

"¿Por qué? ¿En serio, Sherlock?" John le dijo separándose un momento. "Porque tú lo vales, amor."

"J-John..." Sherlock se quedó en silencio y para arreglarlo John volvió a unir sus labios, primero moviéndose de forma lenta y delicada para después acentuar el beso con una pequeña mordida.

"Lo volvería a hacer, lo volvería a repetir si eso significa que te voy a ver igual de feliz que como te vi hoy." John estaba seguro de que Sherlock se encontraba reprimiendo sus lágrimas con mucho esfuerzo por la expresión y lo rojo que estaba su rostro.

"Lo que me hace feliz es verte, John."

Ahora era John el que se derretía por lo que su novio acaba de decirle y no tardaron mucho para que el beso continuara prolongandose por varios minutos hasta que fue tiempo de entrar a la casa de Sherlock.

Al principio Sherlock quería solucionar el problema y devolverle todo el dinero a John pero este se negó por completo, diciéndole que habían sido regalos y que no era necesario, así que lo segundo fue ofrecerle a John quedarse en su casa hasta el día de mañana, cuando sus padres llegaran de su viaje por la tarde y así Sherlock le daría algo de efectivo a John para poder cargar gasolina.

John estuvo de acuerdo ya que no siempre se quedaba a dormir en casa de su novio, ya fuera por las clases o por cosas del trabajo, como el día de ayer sábado que no había podido ir con Sherlock por hacer turno doble en el bar hasta las 12 de la noche, la razón por la que había estado tan cansado como para abrir los ojos. Pero pensaba que estaba vez podía dejarlo pasar, en verdad quería quedarse con Sherlock esta tarde y hasta el día de mañana, quizás en el proceso poder hacer algunas cosas indecentes ya que los padres de su novio no se encontraban, de todas formas, Sherlock lo valía siempre.

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