—Ya vámonos Zel, se nos hará tarde para poder llegar a la escuela— yo estaba desvelada, cruda y lo peor tenía que estar a las 8:30 en la escuela para poder llegar a la bendita clase de los fines de semana de inglés. A pero la señorita quería tomar cursos extras. Maldita sea. Me maldije mil veces ese día.

Elsa se subió a mi carro y nos fuimos a la escuela. A ella le tocó en un curso avanzado y a mí en un nivel abajo. Llegue y me presente con todos en el idioma y me senté acomodándome mis gafas para que no me molestara la luz. En eso entra el susodicho del GYM.
¿Acaso es el destino? ¿Qué me diga de una vez que es lo que necesita de mi?

—Puedo entrar ?— pregunta y el profesor lo dejo pasar, me ve y se sienta a un lado de mi. Me he quedado sorprendida pero no he dicho nada al respecto.

Pasaron las horas y yo cabeceaba por la cruda, el profesor dividió el salón en dos equipos y obviamente me tocó con el.

—¿Cuántos años tienes?— le pregunto una niña que para ser sincera no quería saber su nombre.

—Tengo 19—me quede en shock. Verga de mono, ¡es más chico! Esto va en contra de mis principios, salir con menores, que me gusten menores.

—¿Neta?—se me salió la palabra, no solamente pensé en que se veía acabado sino también lo expresé de una forma indirecta.

—así ¿por qué? ¿Me veo más grande?— me ve con asombro.

—Si, de hecho...pensé que eras más grande—todos asintieron dándome la razón. Posiblemente la cague,  pero no iba a pasar a mas esta historia o por lo menos eso era lo que yo pensaba.

(•••)

—Rapunzel, me voy a trabajar nos vemos al rato para comer—. Asentí ligeramente y me levante para ir al GYM. Me gustaba hacer ejercicio realmente es algo con lo que puedo desquitar mi energía y mis pensamientos se vuelven más claros.

Realmente este no era mi año, ni para ligar, ni para nada. O así lo veía, el chico que me gustaba me ignoraba y el otro era más chico, no le veo el caso de que siguiera intentando buscar un amor que posiblemente sería imposible para mi. Esta ciudad me recuerda a mucho aquella película que sacaron de Sex and the city. Dónde ellas van en busca de sus sueños, para encontrarse con ellas mismas, pero sobretodo, se van a enamorar. Yo he buscado, tratado de encontrarlo, supongo que no se me ha dado la situación correcta.

Estaba haciendo un ejercicio pensando justamente en todo eso.

—Vaya, tú entrenador tiene razón—alzó la vista. He pegado un brinco ya que me ha asustado al verlo. Quiero aclarar que aún no sé su nombre, sólo sé que es...perfecto.

—me espantaste—me he puesto muy nerviosa a así que decidí hacer ejercicio.

—Eres muy fresa— me detuve para voltear a verlo—. Siempre que te veo te volteas y no me saludas—. En mi madre. —¿Quiero saber por qué?—. Me da pena estoy confundida.

—¿Yo soy la que no te saludo? ¿Tú eres el que no lo hace? Vamos en la tarde la escuela es muy chica como para que no te des cuenta de lo que está pasando a tu alrededor. Pero te pido perdón, porque sé que soy muy distraída y vengo pensando en tantas pero en tantas cosas, que se me va el —pedo— la onda—. Concluí y me acerqué para besar su mejilla y él me ve asombrado— Fue un gusto verte...—quise decirle su nombre, pero no me acorde del suyo y él tampoco se iba a acordar del mío.