https://youtu.be/EOrE2Qr1FMU

— Hemos aterrizado jefe central, todo parece desierto —Sarah mira a los edificios de la ciudad de Rosario, en ninguno parece haber señales de vida— permaneceré a cubierto detrás del auto de la derecha.

— Avanzo en dirección a la fuente —antes de llegar a ella se esconde a un lado de las escaleras, puede escuchar un sonido extraño, no son las palomas, es una especie de chillido— escucho algo —Angus lentamente asoma la cabeza— ¿¡Que son esos monstruos?!

Metros más allá tres figuras de cuerpo delgado y enorme cabeza están arrastrando el cadaver de una persona, al parecer escucharon la exclamación del soldado ya que se colocan a cubierto ocasionando que uno de ellos se pierda de vista.

— ¡No dispares! —grita Sheng mientras se refugia detrás de la estatua de un león— espera a que todos estemos en posición.

— Estoy detrás de la banca que está a tu espalda Angus —Ludmilla coloca su arma en guardia preparada para cualquier posible flanqueo.

— Come algo de plomo —dice Angus mientras dispara a una de las criaturas que se esconde detrás de una banca, pero el disparo se desvía hacia arriba— falle el tiro.

— No veo al enemigo —murmura Sheng— permanezco en guardia.

La criatura oculta detrás del bus comienza a emitir una extraña onda a su compañera, tras acabar procede a disparar al soldado Angus dándole de lleno en el pecho.

— ¡Me muero! —grita aterrado, alarmado por la sangre que brota de su cuerpo se coloca a cubierto.

La criatura escondida detrás de la banca avanza subiendo a la plataforma en que se ubica la fuente, se esconde en otra banca y dispara a Ludmilla pero falla.

— ¡Me duele! —vuelve a gritar Angus.

Ludmilla escucha un sonido a su izquierda, tres más de esos monstruos se aproximan por el costado —¡Nos atacan por el costado!— sus manos comienzan a temblar— no voy a morir a aquí— en su intento de disparar a la criatura que lastimo a Angus, pierde el equilibrio y por poco le da el golpe de gracia a su herido y aterrado compañero.

— ¡Contrólense! —grita Sheng mientras dispara al enemigo que agredió a Angus— falle, es demasiado pequeño.

— ¡Le he dado! —Sarah se coloca a cubierto— pero no ha sido letal.

— La cosa esta bajo control —Sheng se prepara para avanzar por detrás del bus— podemos manejarlo.

Sus palabras de ánimo son opacadas por un disparo a Angus, su cabeza estalla en pedazos y su cuerpo se derrumba.

— ¡No! ¡No! ¡No! —la respiración de Sarah se acelera— esto no está pasando, esto no está pasando.

— ¡Sarah! ¡Ludmilla! Tenemos que movernos ¡Ahora! —Sheng corre por el costado del bus, pero una de las criaturas estaba esperando ese movimiento, apretando sus dientes avanza hacia su pronta muerte, pero el disparo falla, saca la granada de su cintura y la arroja— ¡vete al infierno! —con la explosión el enemigo vuela en pedazos.

La recluta Sarah está paralizada por el pánico.

— Muevete Sarah —le ordena Ludmilla que ha recuperado la calma— no podemos acabar como Angus —escondida en un auto de la policía que se encuentra detrás del bus de Sheng, agacha su cabeza para evitar recibir los disparos.

— Tienes razón —Sarah se levanta y dispara al asesino de Angus, la bala hiere a la criatura pero sigue sin ser suficiente.

— Yo lo acabo — Ludmilla consigue darle el disparo letal a la criatura.

Sheng observa como una de las criaturas se esconde en el bus pero luego se aleja de él— ¡Llevamos dos! Solo quedan cuatro, podemos conseguirlo —aprovechando el momento de duda de la criatura se posiciona en un auto a su derecha y logra darle un disparo en la cabeza con su fusil de asalto— game over.

— Sheng, Sarah al habla, hemos perdido de vista a las otras tres criaturas.

— Sugiero retirarnos a los autos que están a nuestras espaldas —dice Ludmilla mientras se asegura que no exista rastro de un posible enemigo detrás de ellos.

— Estoy de acuerdo —autoriza Sheng.

https://youtu.be/hKRUPYrAQoE

Tanto Sheng como Ludmilla cargan sus fusiles mientras Sarah vigila, todo esta en silencio, no dan señales de vida.

— Me muevo al interior del bus —con extremo sigilo Sheng ingresa al transporte, lo único que puede escuchar es el agua de la fuente —Ludmilla, avanza al auto de adelante, Sarah, permanece en la parte trasera del bus, por ahora no veo señales del enemigo.

— Regreso a la estatua de león —informa Ludmilla— veo a una de las criaturas, está en la otra esquina, le he dado, pero no ha muerto, vuelvo a disparar, ¡Maldición! Falle el tiro.

Sarah se acerca al basurero de la esquina— sigo sin tener visión, permaneceré en guardia.

— Me dirijo a las escaleras de la fuente —Sheng salta por la ventana del bus, al otro lado de la calle dos de esos pequeños monstruos le disparan mientras avanzan, uno de ellos consigue acertar— me han dado, pero no moriré por un rasguño como este.

En cuanto acaba decir esas palabras una lluvia de balas comienza a caer sobre el soldado— Cuanto cariño —dice antes de que uno de los disparos le impacte en el lado derecho del pecho.

— ¡Sheng! —gritan Sarah y Ludmilla, las manos de Sarah vuelven a temblar.

— ¡Tienen la posición! —grita con todas sus fuerzas— avancen y tiren granadas, no moriremos acá.

— ¡Entendido! — dicen las dos soldadas mientras abandonan la cobertura.

— Voy por el de la izquierda —dice Sarah al percatarse que una de las criaturas huye hacia la camioneta de correos.

Antes de que el enemigo alcance a presionar el gatillo las dos soldadas arrojan sus granadas, Ludmilla consigue acabar con los dos que atacaron a Sheng y Sarah revienta al que se estaba ocultando detrás del camión de correo.

— Vigilen... el... perímetro —la respiración de Sheng se oye pesada.

Ambas revisan todo el sector en busca de otras posibles amenazas pero no encuentran nada.

— Aquí la recluta Ludmilla Vinogradova, solicito extracción, recluta Sheng Liang está gravemente herido, también debemos informar que el recluta Angus McGregor ha muerto en combate.

— Entendido, procederemos con la extracción.

— Lo conseguimos —Sarah se deja caer al suelo— pensé que moriría.

— Todos lo piensan —dice Ludmilla mientras revisa su arma— pero sea lo que sea que nos invada, nos aseguraremos de que se arrepienta de haber venido.