Murmullos.

Escuché murmullos, provenientes del exterior de la habitación donde había despertado.

En un instante, me levanté de donde estaba, que parecía ser un sofá en una sala de sonido. Vi algunos de los aparatos que sirven para mejorar, distorsionar, grabar, no lo sé, pero ahí estaban. Pasé las yemas de mis dedos por cada uno de los botones y controles que había ahí. Y, de repente, sentía que estaba tocando una parte de la música. Por todas las canciones que habían sido grabadas ahí.

Pero, ¿qué estudio era éste?

—Hey—dijo en un susurro George, quien se encontraba en el umbral de la puerta, recargado—, ven, es acá.

—George—dije, mientras caminábamos por un pasillo—, ¿dónde estamos?

—Los estudios Dark Horse.

—Entiendo—seguimos caminando—. Oye, quería contarte...

—Dime.

—Bueno, hoy, hace rato, al venir aquí, pues, bueno, vi... Una s-sombra...—se detuvo y, sin voltear a verme, me respondió.

—¿U-una sombra?—asentí—no puede ser, sólo nosotros pasamos por ahí. ¿Segura de que no es una alucinación?

—N-no. George, se lo que vi, era muy real, de hecho, ya lo había visto en otra ocasión, pero no estaba segura...

—Mar, recapitula, no puede haber nada allí, es como un portal exclusivo. Seguro lo imaginaste o algo...

—¡No fue una alucinación!—grité—estoy cansada de que siempre estés recordándome que estoy enferma, que estoy loca... ¡Me estoy recuperando, ya no tengo alucinaciones, desde que... Desde que llegaste!—dicho esto, podía sentir un nudo en mi garganta, las lágrimas que, atrapadas en mis ojos, amenazaban con salir a pulso, terminando con la poca cordura que me quedaba, esa noche.

George, él sólo me miraba con una expresión de susto. Instantáneamente, trató de detener mis gritos.

—Mar, por-por favor, no llores, no... ¡No quise decir eso!—se acercó—sólo me aseguraba de que no era producto de... Tú sabes, tú condición...

—E-en serio, George, que tú si sabes como hacerme sentir mal—voltee bruscamente hacia dónde nos dirigíamos, tratando de ocultar mis ojos cristalizados.

Rayos. En serio, me había hecho sentir como una basura, como una loca, enferma, paranoica, distraída, mentirosa, necia, insolente, impotente, llorona...

—Margot, en serio, por favor, no quise hacerte sentir así... Solo eran dudas, ya sabes, no eres tú...—dijo al tiempo que sentí su brazo tomar el mío en un intento por hacerme dejar de avanzar.

—Suéltame—dije sin voltear.

—N-no. No te voy a soltar—contestó mientras apretaba mi brazo.

—Que me sueltes, Harold—dije con una voz más frágil, producto del mar de tristeza y sentimientos que había inundado mis pensamientos.

—No voy a soltarte mientras estés así. Que no puedas pronunciar palabras sin que te tiemble la voz.

En ese momento, las lágrimas salieron.

—¡Ya, deja de hacer eso!—sacudí el brazo que había tomado, y mi voz se fue quebrando—¡suéltame ya!

—¡¿Hacer qué?!

—¡Deja de romperme!—fue lo que escuchó antes de, bruscamente, darme la vuelta y tomarme de los hombros para obligarme a mirarlo a los ojos.

—¡Cálmate, por favor!—decía con una gentil voz—, no te lastimaré, no era mi intención, perdóname—tomó mi rostro entre sus manos.

Yo sólo atiné a soltar unas cuantas lágrimas. Miré hacia sus profundos ojos oscuros. Descubrí que cuando está tenso, lucen más brillantes. Como cuando alguien está enamorado.

Me desplomé en sus brazos. Lo abracé fuertemente para acallar mis sollozos.

—Tranquila...—decía, mientras acariciaba mi cabello. Yo solamente atinaba a seguir llorando. Liberar este nudo que se había formado en mi estómago.

Sentía, junto a mi oído, los latidos de su corazón. Los latidos de un corazón. Los débiles latidos de un fuerte corazón que había sobrevivido a la muerte.

—¿I-interrumpo algo?

•Moon•

Les dejo un lindo capítulo, escrito con mucho lob y dedicación :D

Pregunta, hasta ahora, ¿cuál ha sido su capítulo favorito?

Pequeña encuesta que repetiré al final del fic.

Bueno, hasta el próximo, bai 7u7

Los quiere, Diana.