28
Examinaba a su alrededor con mucha cautela. Habían niños, adultos incluso abuelos esperando en esa sala, pero todos parecían tan saludables, no había ni una pizca de enfermedad a la vista. Boruto cuestionaba sereno si aquellas personas sentían ese mismo vacío que el y por eso estaban allí, y es cuando nota que quizá lucen sanos, pero sus miradas... sus miradas lucían tan apagadas, como si alguien les hubiera quitado la vida bruscamente y la alegría se había desvanecido, reflejándose en sus miradas. Entonces en esos momentos llego otra inquietud a su cabeza
¿lucía el también de esa forma?
El miedo consumió su pequeño cuerpo y se aferro a lo que en esos momentos calmaría aunque sea por unos segundos ese sentimiento. Hinata sintió las manos frías del rubio tocar sus brazos haciendo que se estremeciera. Lo observo y el horror se apodero de ella, esa mirada, era la misma que todas esas personas tenían, lo que ha provocado en ella sintiera pavor desde que había tomado asiento. Sintió unas inmensas ganas de gritar, pero ahogo su chillido ya que tenia que ser en esos momentos apoyo para Boruto.
— Bolt... ¿que pasa? tus manos...— las tomó con cierto malestar y de inmediato la frialdad había sido pasada a las suyas — ¿quieres chocolate caliente?
El pequeño asintió levemente, entonces Hinata le indico que esperara. Se acerco hacia la enfermera amable y esta tras unos segundos hablando con alguien por el teléfono, colgó y poso su mirada en la joven de ojos perla.
— Aun no ha llamado nadie para cancelar...— empezó a decir creyendo saber la razón de que Hinata se acercara— aun así he hablado con el doctor y me ha dado esperanza.
— Muchas gracias, de verdad se lo agradezco.— sonrió.
En el fondo si que se alegro con la noticia, podrán ayudar muy pronto a Boruto y eso era lo mas importante en estos momentos. La pelirrubia la observo esperando que mas querría la ojiperla. Hinata la observo por igual y recordó la verdadera razón de haberse puesto de pie.
— Al parecer hace mucho frío aquí, me preguntaba si podía subir la calefacción.
— De acuerdo, enseguida la subo.
— Gracias. Y también...— realizo una breve pausa— ¿cuida de Bolt por un momento? Le comprare chocolate caliente, esta tiritando del frío.
La enfermera asintió en forma de aprobación, se acerco junto a Hinata hacia donde estaba aun aterrorizado Boruto. Se inclino hacia el y le ofreció un corto, pero dulce beso en la frente. Tomo sus aun frías manos y las soplo levemente.
— Si que están frías...— sonrió para si misma, notándose la preocupación y provocando que pareciera mas una mueca — iré a traerte algo caliente, te quedas con la enfermera por un momento ¿de acuerdo?
Boruto miro a la enfermera y luego a Hinata. Entonces obedientemente asintió,lo que alivio a la ojiperla. Se puso de pie y tras acariciar el pelo del rubio, se alejo. De inmediato Boruto sostuvo el brazo de la chica que se habia sentado a su lado, ella lo miro cuestionante, aun así no dejaba de mostrar una leve sonrisa.
— Quiero... ir al baño— pronuncio casi en un susurro. La enfermera comprendió y se puso de pie y tomo de la mano al pequeño. Tras unos segundos habían llegado.
— ¿Quieres que te acompañe?— pregunto al ver el tipo de pantalón que llevaba Boruto.
— No... yo puedo hacerlo solito.
Ella asintió y se limito a esperarlo fuera.
En realidad Boruto no tenia ganas de ir al baño. Tras cerrar la puerta lentamente se acercó al espejo del lugar. Sus pasos eran torpes y lentos, pues estaba aterrorizado, no quería ver esa mirada en el, le daba miedo, ese lugar le daba miedo y lo peor es que no sabe la razón y eso es lo que le atemoriza mas. Tras unos cortos, pero largos segundos, estaba frente al espejo, aun así no miraba su reflejo pues no era lo suficientemente alto. Decidió estirarse un poco y así puedo mirarse, aunque fuera por un momento ya que lo que vio le tomo tan de sorpresa que se hecho para atrás y cayo de trasero al suelo. Su respiración se agito de forma violenta. Miro sus manos y no podía distinguirlas 'por el horror.
Los vio... lo que mas temía era una realidad. Su mirada, sus ojos... no eran como los había visto antes. Estaban... apagados.
— ¡Mamá! ¡ayúdame..!— ante los gritos la enfermera entro de forma brusca y lo encontró en el suelo llorando aterrorizado. Tenia ambas manos en cada mejilla.
— ¡Boruto!— se acerco desesperada.
— ¡mis ojos... están raros! ¡mamá, ayúdame por favor... no los quiero, llevátelos!
— Debes calmarte, por favor— golpeo levemente ambas mejillas del pequeño sin lograr nada.
— ¡Mis ojos, no los quiero! ¡mamá ven, quitamelos, quitamelos!
La enfermera trataba sin éxito calmar al pequeño. Su llanto invadió todo el lugar y de inmediato se acerco otro enfermero que no había estado en la sala con una jeringa llena de un liquido transparente la cual fue colocada bajo forcejos en el brazo derecho del rubio, quien lentamente se empezó a tranquilizar hasta que cerro los ojos.
Cuando volvió en si, ya no estaba en el suelo del baño al lado de la enfermera, era Hinata quien estaba a su lado. Miro a todos lados, solo pudiendo notar el blanco de las paredes. Lentamente acerco su mano hacia la de la peliazul quien de inmediato levanto la mirada. Sus ojos reflejaban que había llorado.
— Bolt... ¿te sientes mejor? Mira...— dijo en un quejido mientras le pasaba un vaso con chocolate —ya no esta tan caliente, pero... es algo ¿no?— las blancas sabanas fueron marcadas con varias gotas las cuales caían de los ojos de Hinata.
Lentamente lo tomo de las manos delicadas de su madre y probo la bebida casi fría. Trató de sonreír.
— Esta rico, mami... gracias.
La Hyuga asintió con una dulce sonrisa la cual estaba siendo opacada por las lagrimas. La habitación en la que estaban eran para casos mas complicados. Tras haberle aplicado a Bolt un sedante fue atendido de inmediato por el doctor quien apenas había llegado. No fue necesario que estuviera despierto para saber que pasaba con el.
« Según lo que me ha explicado señora Uzumaki, la actuación de Boruto no se remonta a cuando el se entera de que tenia otra abuela, sino que mucho antes el niño vivía esa tortura... estoy seguro que el causante de este comportamiento es su propio padre... sabe, un niño no comprende la muerte y el dolor que este lleva, y al no tener un padre que le explicara al fondo... que prefiriera reservarse esa angustia en vez de compartirla con su hijo... en si fue mas doloroso haberse reservado eso que creer que con decirlo le iba a afectar. Boruto esta sufriendo el doble... que va,el triple de lo que un niño de su edad debería sufrir por la perdida de uno de los padres y en el fondo el solo quería que se lo dijeran... desde un principio, no esperar cinco años para que el conociera por primera vez el lugar donde su madre descansa. Los niños no tienen la culpa de los errores cometidos en el pasado por sus padres, el no estaba cuando su padre decidió dejar de lado a su abuela, entonces... ¿por que arrastrarlo a algo de lo que es inocente?»
Lo abrazo, porque era lo único que estaba a su alcance, porque si hubiera sabido que hace cinco años un niño tan dulce como el iba a nacer e iba a terminar en esto lo hubiera impedido a como diera lugar, lo hubiera cuidado, le hubiera dicho las cosas como debían ser dichas. Lo hubiera salvado de algo que ella padeció cuando era pequeña y de lo cual aun tiene caídas. Porque en realidad ella se ve reflejada en Boruto, la niña que soler y el niño que esta en sus brazos en estos momentos, ambos comparten un mismo hilo, quizá con situaciones diferentes, pero con las mismas dudas, el mismo vacío, el mismo por que..
— Lo siento, Bolt... lo siento Hinata... ¿por que debemos de sufrir los dos, eh..?
En esos momentos se escucharon unos toques en la puerta. Tras un pase por parte de Hinata apareció ante ellos el doctor Yamanaka con una gran sonrisa que transmitia confianza.
— Asi que ya has despertado, Bolt.— se acerco al pequeño que aun tenia el vaso en las manos y le acaricio el pelo— quiza no me conozcas, pero digamos que yo un poco a ti si. Un gusto, soy el doctor Yamanaka.
— U-un gusto...
— ¿Podemos hablar unos momentos tu y yo a solas?
El pequeño rubio miró a su madre y luego al buen señor que estaba frente a el. La verdad no le importaba quedarse junto a el, transmitía un bonito aura. El asintió y de inmediato Hinata se alejó, no sin antes mirarlo por ultima vez con miedo de que volviera a pasar lo de hace media hora. Al salir se dispuso que era momento de llamar a Naruto. Ambos miraron a la chica alejarse, cuando se quedaron solos, se apodero un leve silencio.
— Bien Bolt, hace media hora te pusiste muy triste... ¿podrías contarme por que? Sera nuestro secreto.
El pequeño se mantuvo en silencio como dudando de si decirle o no, pero entendió que ese señor solo quiere ayudarlo, al igual que su mamá y su papá.
— Mis ojos... estaban vacíos.
— ¿Pero... como vacíos?
— Tristes... como si no hubieran nada en ellos, se veían apagados...— dijo estremeciéndose, el doctor notó que le vaso que sostenía el rubio se movía ligeramente.
— Entiendo... ¿puedo hacerte varias preguntas?
Del otro lado Hinata recorría de un lado a otro el pasillo. Habia llamado varias veces a Naruto, pero al parecer o se ha agotado la batería o está en un lugar fuera de servicio. Decidió sentarse y respirar profundamente. Aun se ve a si misma confundida por no saber que estaba pasando, antes de decirle que iría a comprarle el chocolate el estaba calmado entonces... ¿que habría pasado en ese corto tiempo? A pesar de eso, lo importante es que ya está siendo atendido y pronto sabrán como ayudar a Boruto.
La inquietud y angustia aun se apoderaban de ella, cuando el sonido de su teléfono la puso en alerta, al mirar el nombre de la persona que le llamaba, se calmó totalmente y la tomo de inmediato.
— Hinata... ¿que ha pasado?
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