20
Estaban consumidos por el abrazo. Aún la Hyuga lloraba amargamente mientras sacaba todo el dolor que ha estado reprimido durante todo este tiempo. Ya el llanto no era lo suficientemente alto para que invadiera el lugar, pero el pecho del Uzumaki seguía siendo mojado por sus lágrimas. Tal vez no entendía del todo el dolor de Hinata, pero esta dispuesto a apoyarla en todo lo que sea necesario, después de todo ella fue quien pudo lograr que el pequeño Uzumaki volviera a sonreír de la forma tan peculiar que siempre lo ha hecho. Quiere ser su fuerza en estos momentos, tal vez no encuentre palabras para ayudarla, pero un cumple acto como el que está haciendo es mas que suficiente. En verdad que está sorprendido, quien se creería que tras una dulce sonrisa existirían tantas lágrimas, tanto dolor. Por eso es que no se debería juzgar a quien está a tu lado, después de todo la persona mas feliz puede muchas veces ser la mas triste por dentro.
Naruto hubiera seguido siendo el apoyo de Hinata, pero el sonido que empezó a emitir su teléfono provocó que el abrazo terminara. Observa el teléfono y de inmediato mira a Hinata diciéndole con esta que contestará la llamada. Ella asiente y se separa.
- Naruto le habla.- Se presentó de inmediato al descolgar el celular.
- Lamento tener que interrumpir su trabajo señor Uzumaki, soy la maestra de Boruto y la llamada es para informarle que el día de hoy las clases terminaron más temprano. Lamento no haberle informado.- se disculpa la voz de quien es la nueva maestra.
- No se preocupe. Iré de inmediato a buscar a ni hijo- le informa y tras otra disculpa por parte de la maestra cuelga el teléfono. Naruto, luego de haber guardado el celular en sus bolsillos, gira para mirar a la mujer que estaba hace unos momentos en sus brazos. Hinata lo observaba fijamente con sus ojos llorosos, rojos de tantas lágrimas que ha desbordado.
- ¿Qué ha pasado?- pregunta tosiendo en la mitad de la pregunta para aclarar su voz. Naruto nota que está preocupada ya que el ha mencionado en la conversación a Boruto.
- Tengo que ir a buscar a Bolt- le responde mientras observa el reloj. Hinata comprende que las clases han sido mas cortas, así que se limita a asentir. - ¿Vendrá conmigo, o ...?- sabe que tal vez se niegue debido a que sus ojos están muy hinchados, pero le preocupa, en un estado como en el que ella se encuentra dejarla sola no es la mejor opción.
- No se preocupe, puede ir en busca de Boruto-kun. Debo tratar de quitar la hinchazón- explica mientras trata de sonreír. Naruto la observa con preocupación, pero entiende que quiere tener un poco de privacidad, después de todo no es tan fácil confesarle a alguien acerca de su pasado así que Naruto asiente, decide ir solo.
La maestra no lo ha pillado, así que al llegar toma asiento en el mismo lugar de siempre y suspira aliviado. Ha sido una experiencia nueva, inclusive aun siente la adrenalina pasar por su piel y su corazón bombardea más rápido. Boruto se encuentra feliz y lo demuestra al mover ambos pies de arriba hacia abajo. Apenas se ha despedido de la señora y ya la gustaría volver a hablarle. Ha sido una experiencia placentera y la quiere volver a sentir.
Saca de uno de sus bolsillos el papel que se ha arrugado y observa el número que lleva de título Kushina. Lo observa, sonríe y vuelve a guardarlo. Ya desea estar solo para marcar y llamarla, pero sabe que eso será casi imposible. Naruto de seguro que preguntará por qué el interés tan repentino y lo descubrirá y está seguro que su padre se enojara con él por haberlo ocultado. Aunque está seguro que luego se le ocurre una idea para poder salir solo y volver a ver a la pelirroja.
En esos momentos ve entrar el carro de su padre y se pone de pie de un salto. Se acerca corriendo hacia el, espera a que salga del vehículo y lo recibe con un abrazo. Todo estuvo bien, pero notó que Naruto estaba tenso.
- ¿Pasa algo, papá?- pregunta mientras se aparta de su padre para mirarlo fijamente.
Naruto lo observa con sorpresa, después de todo no es muy bueno ocultando, sonríe para reprimir lo que en verdad siente y sacude el pelo de su hijo.
- Digamos que han pasado varias cosas, pero no hay de que preocuparse- dice mientras vuelve a abrazar a su hijo. Este lo mira y asiente sabiendo que muy en el fondo en verdad esas palabras no hacen que se sienta mejor.
Luego de haberse despedido de la maestra, ambos Uzumakis entran al vehículo y se ponen en marcha hacia casa. Naruto en el fondo está un poco preocupado. Dejar a Hinata sola no era lo mejor, además de que espera que al llegar luzca mejor, ha llorado un buen rato y a lo mejor sus ojos están hinchados, no quiere preocupar mas a Boruto y menos con algo relacionado a su maestra, después de todo, es el quien ha cargado con todo esto que ha pasado.
Un pequeño indefenso llevando el peso de dos adultos. Aún no entiende como es que Boruto se ha mantenido todo este tiempo, le sorprende lo maduro que puede llegar a ser, en comparación con él quien era todo un dolor de cabeza cuando era pequeño. Sonríe por dentro mientras recuerda aquellos momentos donde lo único que le preocupaba era hacer los deberes, pero ahora... Aprieta el volante para borrar de su mente la imagen de esas dos personas que en un momento de su vida fueron lo mas importante, pero que ahora sólo son parte de sus recuerdos, personas que jamás en su vida quiere volver a ver y no dejará que Boruto los conozca, aunque ya sólo queda su madre con vida.
Llegan a casa. Naruto se estaciona lentamente hasta que el vehículo se detiene. No está seguro si Hinata ya se encuentra físicamente bien y teme entrar y que Bolt la vea en ese estado. Va a buscar su teléfono para llamarle y preguntarle. Maldice por lo bajo al recordar que no tiene su número, aunque si bien lo recuerda la vez que ella lo llamó fue desde el teléfono de Karin por lo que está seguro que o no tiene teléfono o aquella vez no tenia batería.
- ¿Pasa algo, papá?- pregunta desconcertado Boruto al ver que su padre no sale del auto.
-No pasa nada, Bolt, es que estaba buscando mi telefono, pero ya lo encontré- dice al momento de mostrar el aparato mostrando una sonrisa. El pequeño rubio asiente mientras que Naruto no se decide si entrar o no. Al final decide hacerlo ya que sabe que su hijo sospechara así que sale del auto y se dirige a la puerta que da donde está sentado Boruto. La abre y lentamente le quita el cinturón de seguridad.
Ya Bolt afuera se disponen a entrar a su casa. Naruto es quien abre la puerta mirando sigilosamente para buscar el rastro de la peli negra.
- Hemos llegado- anuncia al mismo tiempo que ambos entran.
No reciben respuesta lo que preocupa mas a Naruto, pero de pronto aparece ante ellos Hinata mostrando una sonrisa.
- Bienvenidos a casa- dice.
- Hinata sensei- grita Boruto al lanzarse a los brazos de su maestra. Esta lo toma y lo alza varias veces. Naruto mientras, la observa perpleja. No parece que unos minutos atrás estuviera llorando. Enserio que le aterra lo asombrosas que pueden llegar a ser las mujeres.
La peli negra posa sus ojos perla sobre los ojos cielo del rubio mayor y le sonríe lo que lo toma desprevenido ya que aparece un leve rubor en sus mejillas, no lo suficientemente intenso para que ella lo notara, pero si para que el lo hiciera ya que detrás de ellos se encuentra un espejo.
- ¿Cómo le ha ido en el trabajo?- pregunta mientras vuelve a poner a Bolt en el suelo.
- P-pues ha sido agotador el trabajo- miente un poco avergonzado mientras cubre su rostro para que el leve rubor de antes no se notara ya que se había tornado mas intenso.
- ¿Se quedará a comer?- pregunta mientras como si fuera algo normal toma el saco del rubio y lo pone en un gancho que hay a su izquierda.
- Cr-creo que si- responde aun perplejo.
- De acuerdo- sonríe de nuevo y luego se dirige a Bolt quien se ha encantado con la escena ya que era la primera vez que ve a su padre tornarse rojo. -Boruto-kun, ve a lavarte las manos.
Boruto asiente y se aleja no sin antes volver a ver el rostro de su padre y sonreír por lo bajo. Cuando se aleja Hinata vuelve a mirar a Naruto y dibuja un gracias con sus labios siguiéndole una sonrisa refiriéndose a lo de antes, pero esta es diferente, una más dulce, mas sincera y se aleja a la cocina no sabiendo que dejó el corazón del rubio mayor con un vuelco que ni siquiera el entiende. Pero lo deja de lado y también se dirige a la cocina.
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