11

Ambas  miradas  se habían encontrado, sus expresiones mostraban sorpresa. Tanto Naruto como Karin no pensaron volverse a encontrar y menos aquí y ahora. Las palabras no querían salir, solo se dejaron consumir por el silencio. Todo fue así hasta que Naruto cambió su expresión. Lentamente había fruncido el ceño.

— ¿Qué haces tú aquí?— le preguntó, pero mas bien se escuchó como si le estuviera exigiendo respuesta de su presencia.

— Y... yo...— la pelirroja bajó la mirada tratando de buscar una explicación, pero los nervios lo impedían.

— Repito ¿qué haces tú aquí?— volvió a preguntar, pero esta vez haciendo un énfasis en la palabra tú.

Karin levantó la mirada, encontrándose con esos ojos azul cielo, los recordaba tan alegres, al igual que los de su tío Minato, pero esos ojos alegres no estaban, en estos momentos solo transmitian odio y desprecio. Naruto no estaba contenta de volver a verla, y eso tenia sentido, no tenia derecho de encontrarse con él y hablarle como si nada. El pasado estaba marcado y esa herida aún seguía allí, sin posibilidades de ser curada.

— Papá ¿y Hinata sensei?— la mirada de odio desapareció al ver acercarse a Boruto quien minutos atrás se encontraba en el auto ya que Naruto le había dicho que esperara allí, la dirección que la había dado Hinata era en un lugar muy desolado y temía que si pasara algo también le ocurriera  a Bolt, así que por eso fue que le dijo que se quedara, pero la tardanza de su padre provocó que tuviera que ir a buscarlo.

Karin posó su mirada en el pequeño rubio al instante de su llegada.

— ¿El es...?

Naruto volvió a fruncir el ceño, como si cada vez que Karin hablaba fuera un bicho asqueroso que lo estuviera haciendo.

— Si, es él— respondió mientras sostenia la mano de Bolt alejándolo de Karin y poniéndolo detrás de él.

— El parecido es... increíble— dijo asombrada.

— Deja de hablarme como si tu fueras una conocida. Sabes que para mi tu y esa mujer ya no son nada... esa familia que tanto amaban ya no existe y ¡todo pasó por su culpa!— le gritó.

— ¡No fue nuestra culpa!— se defendió.

— ¡Si la fue!— golpeó la puerta que minutos antes los separaba. Naruto sentía que iba a salirse de control en esos momentos, tanta frustración y dolor agrupados, quería desahogarse, y lo podía hace con la persona que se encontraba frente a él, ya que ella en parte tiene la culpa de que el se sienta así, pero un apretón de mano lo sacó de esos pensamientos. Observó a Boruto quien lo miraba asustado, era la primera vez que veia a su padre tan enojado.

— Lo siento Bolt— se disculpó mientras forzaba su sonrisa mientras se ponía en cuclillas — parece que Hinata sensei nos ha dado la dirección equivocada, la llamaré para ver que pasa ¿si?

El pequeño asintió dejando de lado lo que había pasado. Naruto volvió a ponerse de pie para mirar nuevamente a Karin quien aún estaba asustada.

— Nos hemos equivocado de lugar— dijo mientras literal la mataba con la mirada.

— N-no... aquí esta Hinata, es a ella quien buscas ¿no?— le explicó mientras observaba otro lugar, no quería encontrarse de nuevo con esos ojos — i... iré a buscarla— dicho esto entró dejando a Naruto dudando ¿por que estaría en este lugar?

— Señor Uzumaki— apareció segundos despúes sostenida del hombro de Karin.

— ¡Hinata sensei!— Boruto no dejó que ella apareciera bien, cuando ya estaba abrazando sus rodillas.

— Boruto-kun— le sonrió mientras acariciaba su pelo — lamento hacer que venga a estas horas a buscarme— se dirigió a Naruto.

— No, no hay problema— dijo mientras acariciaba su mejilla con una sonrisa en el rostro.

— Karin, gracias de verdad, si no hubiera sido por ti...— dijo esta vez dirigiéndose a Karin.

— No te preocupes, no podía haberte dejado sola— sonrió al igual Hinata.

— Bueno... ya me tengo que ir.

— Si, nos vemos— volvió a sonreir la peliroja.

— Tengo... que hablar algo con... esta chica ¿me esperan en el auto?— preguntó Naruto mientras observaba como la sonrisa que hace unos segundos tenia Karin se borraba.

— Si, vamos Boruto-kun— Hinata quería darles un momento, ella esta segura que esa chica tiene algo que ver con ellos y lo han ocultado. Bolt asintió y se alejaron. Naruto sonreía hasta que ellos se fueron, su rostro estaba mas serio.

— N-naruto... yo...— Naruto se acercó a ella a tal punto que sus cabezas estaban a centímetros de lejanía.

— No se la razón por la que estas aqui— la interrumpió — pero no quiero volver a verte ni quiero que te acerques a Bolt, si eso llegara a pasar, te juro que te vas a arrepentir— la amenazó.

— No... lo haré.

Naruto asintió mientras se alejaba.

— ¿Ella... también vino?— preguntó dándole la espalda a Karin y llevándose las manos a ambos bolsillos.

Karin lo observó y soltó un suspiro.

— No... vine a trabajar, para ayudarla. Naruto, estamos en una situación difícil, deberías ayudarnos, después de toda ella es...

— No me importa lo que pase con ustedes, ya te lo dije, ya no son nada para mi— soltó sin una pizca de sentimientos para luego empezar a alejarse, dejando a Karin con un inmenso dolor.

— Papá ¿por que tardaste tanto?— preguntó Bolt al ver a Naruto entrar en el auto y arrancar.

— Estaba agradeciéndole a la chica por cuidar a tu maestra— sonrió por el retrovisor al decirlo.

— Esta bien— sonrió el pequeño. Hinata se mantuvo en silencio. A diferencia del pequeño, ella sabia algo, aunque no era mucho.

Naruto mientras, se encontraba conduciendo, tranquilamente para Hinata y Bolt, pero en el fondo el Uzumaki se encontraba en una batalla contra sus pensamientos y emociones. Al parecer el pasado lo esta volviendo a seguir, malos recuerdos están invadiendo su alma, recuerdos de cuando toda la luz se había ido porque fue arropada por la oscuridad.

  Naruto, estamos en una situación difícil, deberías ayudarnos, después de toda ella es...  

Apretó el volante lleno de frustración. Ellos ya no eran su familia, para él desde ese día se volvieron nada y aunque a veces se siente mal por el simple hecho de estar ocultándole a su hijo que en realidad él si tiene personas con las que comparte la misma sangre aparte de la madre de Shion, no sera capaz de volver a llamarlos lo que las demás personas consideran una familia y volverá a ellos.

— Me... había desmayado, por eso estaba en esa casa— dijo Hinata acabando con el silencio que los invadía.

— Le había dicho que se preocupara por su salud — le dijo mientras la observaba por el retrovisor — la verdad es que me asuste mucho cuando recibí su llamada— soltó riendo nervioso.

— Lo siento... es que no podía llamar a otra persona y tenia la lista de los números de los padres de mis estudiantes y por eso...

— Hinata sensei, si se siente mal debe de decirlo, hoy la note rara y estaba triste por eso, si también necesita besos mágicos, yo se los puedo dar— pronunció Boruto quien no habia hablado en todo el rato debido a que miraba por la ventana, este bajó la cabeza.

— Boruto-kun...— la Hyuga levantó la cabeza del pequeño, para observarlo con una sonrisa sincera —no te preocupes, si los llegara a necesitar, con mucho gusto te los pediré.

Boruto asintió con una gran sonrisa. Naruto los observaba mientras esperaba a que cambiara la luz del semáforo a verde. En verdad se sorprendia cada vez que veia a esos dos juntos, por un momento piensa que en realidad no parecen maestra y estudiante, se hicieron mas cercanos sin él notarlo, y por alguna razón le alegraba. Es en Boruto que tiene que pensar, solo para él y por él es que Naruto tiene un propósito de levantarse todos los dias, para que esa hermosa sonrisa que tiene pueda brillar e iluminar a quienes son cercanos a él, asi que no tiene que preocuparse por nada mas, y dejar que esos problemas del pasado se queden donde deben estar, en el pasado.

Además... ellos ya no son de mi incumbencia— pensó mientras volvia a poner en marcha el auto.

Luego de varias esquinas, habian llegado al departamento de Hinata. Naruto se estacionó del lado izquierdo de la calle frente al pequeño edificio color crema, pero que con el paso del tiempo se ha puesto casi blanco. Salió del vehiculo pues iria a acompañar hasta la puerta a la Hyuga, quiere asegurarse de que no le pase nada en el trayecto hacia su casa, la acompañó solo, debido a que Boruto se habia dormido en el camino, ya era media noche y a esa hora el pequeño rubio se encontraba durmiendo, aunque Naruto cree que ha podido lograrlo ya que su maestra esta a salvo y la preocupación impedía que pudiera descansar.

— De nuevo, muchas gracias por ayudarme señor Uzumaki, creo que sin su ayuda, no hubiera podido volver a casa— dijo mientras subian las escaleras.

— No hay de que, fue un gusto ayudarla, ademas... me preocupa— soltó mientras rascaba su mejilla — usted se preocupó por Bolt y por mi y sin nisiquiera conocerme, estoy muy agradecido por eso— mostró una sonrisa sincera.

Hinata lo miró sorprendida ya cuando estaban frente a la puerta de su departamento. Nunca pensó que dos palabras pudieran hacer que se sintiera tan bien, y en esos momentos ese me preocupa esta resonando dentro de ella. Y queria romperse. Y queria sacar todo lo que siente. Y queria salir de esa prisión que le impide ser feliz, lo queria hacer, pero no podia, no queria hacerlo, no queria mostrar su lado debil. Se habia prometido ser fuerte y avanzar, demostrar que ella si podia salir adelante. Calmóesas ganas y lo único que pudo decir fue:

— Tambien le agradezco por preocuparse, de verdad.


Naruto se encontraba en su auto nuevamente, de regreso a su hogar. Mientras conducia, observó de reojo a Boruto quien se encontraba a su lado durmiendo ya que él lo habia pasado al asiento de copiloto. Lo único que pudo hacer fue respirar hondo, y soltar un ronco suspiro, no dejaba de pensar en cuando podrá ser feliz de nuevo, cuando toda esta desgracia que lo está siguiendo se acabaría. Lo único que podia hacer era esperar, esperar a que todo esto se acabara y hacer lo posible para que esa felicidad que está buscando venga pronto a él.

Habían llegado. Naruto se aparcó y salió para buscar a Bolt. L o tomó entre sus brazos y entraron. se dirigió directamente a su habitación. Colocó a Boruto del lado izquierdo de la cama, luego de hacerlo se acostó, apagó las luces y se dispuso a dormir.

— Que dia tan agotador...— murmuró segundos antes de quedarse dormido.


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