Capitulo 27

La familia Taisho estaba desayunando con tranquilidad, pero Inuyasha entro justamente cuando Kaede le iba a llevar el desayuno a Moroha.

-Kaede ¿Ese desayuno es para Moroha?.- Pregunto Inuyasha.

-Si señor.- Kaede iba a subir las escaleras pero Inuyasha le quito la bandeja con el desayuno.

-Déjame llevárselo yo, después de todo es mi hi... mi sobrina.- Inuyasha mostro una sonrisa y subió las escaleras.

Inuyasha hizo tal acción sorprendiendo a la familia que estaba desayunando.

-Soy yo o el tío Inuyasha esta mas al pendiente de Moroha.- Comento Towa en voz baja para que Setsuna solo escuchara.

-Tienes razón.

...

-¿Puedo pasar?.- Inuyasha dio dos golpes en la puerta.

-Claro señor Inuyasha.- Moroha estaba sentada en la cama recargada en el respaldo de la cama.

-Te traje el desayuno.- Inuyasha puso la bandeja en frente de Moroha.

-Muchas gracias.- Moroha agradeció la comida y empezó con la sopa.

-¿Como sigues?

-Todavía me duelen un poco los pies.

-Es normal, después de desayunar te cambiare las vendas.

-Gracias.

Inuyasha solo observaba a Moroha desayunar, cuando ella termino Inuyasha le dio su medicamento y dejo la bandeja en la mesita de noche.

-Estuvo delicioso el desayuno.- Comento Moroha tomando lo poco que quedaba del jugo.

-Moroha ¿Puedo preguntarte algo?

-¿Que pasa señor Inuyasha?.- Era ahora o nunca, hablaría con Moroha de que el es su verdadero padre.

-¿Que pasaría si... encontraras a tus verdaderos padres?.- Quiso empezar con esa pregunta para no decirle la verdad de un golpe.

Moroha al escuchar esa pregunta dejo el vaso en la mesita y se acomodo mejor en la cama.

-A decir verdad siempre me he preguntado eso desde que era pequeña, si los encontrara quisiera preguntarles el porque me dejaron en el orfanato, me pondría muy contenta al encontrarlos pero también tengo miedo. No me quiero llevar una desilusión al pensar de que mis padres nunca me quisieron ¿Por que la pregunta?

-Solo por curiosidad.

Pasando los minutos hablando Inuyasha le cambio las vendas a Moroha y salió de la habitación dejándola sola, ahora sabia cual era la respuesta de Moroha, tal vez decirle la verdad no sea un problema.

...

Ambos bajaron del carro, la azabache estaba apunto de llorar al ver su antiguo hogar, aquella casa donde la vio crecer, jugar con su hermano menor y vivir momentos felices con su familia.

-Vamos.- El peliplateado la agarro de la mano y la guio a las escaleras.

Subieron las escaleras del templo y vio su casa y las partes del templo, no había cambiado nada. Se acercaron a la casa y tocaron la puerta, en pocos segundos la puerta se abrió y apareció una bella mujer, que a pesar de los años aun conservaba su belleza, aunque tenia unas pocas canas y un poco de arrugas.

La señora vio a dos personas, pero se impresiono al ver a la azabache, desde que la alejaron de su familia no hubo un día en que dejara de pensar en ella, su hija ya era una señorita, la ultima vez que la vio apenas estaba empezando su edad adulta.

-Eres tu... Kagome.- La señora se acerco a Kagome lentamente.

-Mama.- Ambas mujeres se abrazaron.

Años sin verse por culpa de Naraku, pero por fin estaban juntas, por fin se dieron el abrazo que tanto añoraban.

-Hija mia... regresaste.- La señora soltaba lagrimas de felicidad.

-He regresado... Mama.- Ambas se separaron y la señora limpio las lagrimas de su hija.

Detrás de Kagome estaba Inuyasha viendo la emotiva escena y limpiando las lagrimas que salían.

-Pasen por favor.- La señora Higurashi los invito a pasar  y los tres estaban en la sala.

-¿Quien toco la puerta Mama?.- Se escucho una voz desde las escaleras.

Esa persona bajo las escaleras y vio a Inuyasha y Kagome, pero al ver a Kagome se sorprendió.

-Kagome.

-¿Sota?.- Ambos hermanos se dieron un abrazo y nuevamente Kagome volvió a llorar.

-Hermana, estas aquí.- Sota empezó a llorar y abrazo fuerte a su hermana.

Ambos se separaron y Kagome se sorprendió al ver a su hermano convertido todo en un hombre.

-Mírate, ya eres todo un hombre.- Kagome analizo a su hermano de pies a cabeza, la ultima vez que lo vio apenas era un adolescente. 

-Pasaron catorce años, es normal que creciera hermana.

-Lo se, pero yo quería que siguieras siendo el pequeño niño que cuidaba.

-A pesar de que ya soy adulto, seguiré siendo tu hermano pequeño.- Ambos volvieron a darse un abrazo.

-Sota

-Papa

Los hermanos se separaron y detrás de Sota estaban una mujer muy hermosa y una pequeña niña, ellos estaban al pie de las escaleras.

-Moe, Mei ella es mi hermana Kagome. Kagome ellas son mi esposa Moe y mi hija Mei.- Dijo Sota presentándolas.

-¿Que?

-¿Ella es Kagome?.- Moe se acerco a ella y agarro su mano.- Mucho gusto Kagome, Sota me ha contado mucho de ti.

-Hola, me alegra saber que mi hermano encontró a una hermosa.

-Me apenas.- Moe estaba un poco sonrojada.

-¿Tu eres mi tía?.- La pequeña Mei de cuatro años se acerco a ella.

-Así es pequeña.- Comento Kagome poniéndose a la altura de la pequeña.

-Mi Papa me enseño muchas fotos de ti, eres mucho mas bonita en persona.

-Muchas gracias pequeña.- Se levanto y vio a su hermano.- Me alegra ver la hermosa familia que formaste.- Sota solo le dedico una sonrisa.- ¿Y donde esta el abuelo?.- Todos empezaron a ponerse tristes.

-El abuelo... falleció hace un año.- Dijo Sota.

No lo podía creer, su abuelo, aquel señor que la quiso tanto falleció, empezó a llorar pero decidió tranquilizarse, cuando termine todo esto ira a visitar la tumba de su querido abuelo.

-Hija me alegra saber que te vas a quedar con nosotros y que ya no estarás en las manos de Naraku.- El rostro de Kagome cambio.

-Madre... respecto a eso...

-Señora.- Todos dirigieron su vista a Inuyasha.- Hay algo que tenemos que contarle.

Todos se sentaron en la sala y Kagome e Inuyasha empezaron a contar todo lo que paso en todos estos años, lo que vivió Kagome con Naraku y también hablaron de Moroha, cuando mencionaron a Moroha la familia de Kagome se llevaron una gran sorpresa.

-¿Tengo una nieta?

-¿Tenemos una sobrina?

-¿Tengo una prima?.- La señora Higurashi, Sota, Moe y Mei se llevaron una gran impresión al saber que había una nueva integrante.

-El problema es que ella un no lo sabe, queremos esperarnos unos dias para darle la noticia.- Comento Kagome.

-Espero que se lo tome bien, ya la quiero conocer.- Comento Sota.

-Nosotros ya nos vamos.- Inuyasha y Kagome se levantaron de los sillones.

-¿No te vas a quedar hija?

-Lo siento señora pero quiero mantenerla a salvo, Naraku vendrá a buscarla a este lugar. Por eso quiero que ella se quede en mi departamento hasta que detengan a Naraku.- Dijo Inuyasha, la señora Higurashi se levanto.

-Muchas gracias por proteger a mi hija Inuyasha, espero que después de esto se casen.- Lo ultimo sorprendió a los dos y se sonrojaron.

-Adiós Madre.- Kagome la abrazo, se despidió de su hermano, cuñada y sobrina y salió de la casa con Inuyasha y fueron al carro.- Me puse feliz al ver a mi familia nuevamente.

-Veras que pronto todo esto terminara.- La agarro de la mano.- Y yo te voy a proteger.- Kagome solamente se sonrojo.

Los dos subieron al carro y fueron al departamento. Ahora solo faltaban tres cosas, decirle a los demás que Kagome vivía en el departamento de Inuyasha, capturar a Naraku y decirle a Moroha la verdad.


Continuara...


¡Últimos capítulos!

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