Desde que conoció a Chūya, estando ambos aún vivos, siempre pensó que aquel rubio de metro cincuenta y nueve sería un quebradero de cabeza. En cierto modo, no se equivocó.

Y tras su muerte y que Alchemist los eligiera de entre tantos escritores a ambos, Dazai pudo comprobar, que seguía siendo así, puesto que cada vez que tenía la oportunidad, el rubio aprovechaba para meterse con él o burlarse de sus acciones, haciendo sentir mal al pelirrojo.

¡Venga ya! De tantos escritores que tenía la biblioteca, ¿por qué había ido a escogerlo a él? ¡Que molestase a Dan, a Ango, a quien fuera, menos a él!

Sin embargo, conforme pasaron más y más tiempo juntos, Dazai pudo comprobar que Chūya no era como él creía que era. En el fondo, el rubio sólo estaba roto, como la mayoría de ellos, los escritores de Alchemist.

Preguntó a las personas cercanas al rubio en varias ocasiones sobre su persona, y éstos le contestaron que había sufrido por mucho estando en vida, pero nada más.

Entre día de burlas y día de quejas, el pelirrojo aprendió a descifrar las palabras y gestos de su compañero, aprendiendo así que realmente le tenía un aprecio que pensaba era inexistente. Por ejemplo, según Oda le contó, Chūya lo había cargado hacia un lugar más cómodo y seguro cuando fue corrompido por los Corruptores de "Indigno de Ser Humano".

Aquellos pequeños actos de Chūya hacia su persona fueron lo que hicieron a Dazai comprender que tenía cierta estima al rubio, a pesar de que éste siguiera con sus burlas inconstantes que le hacían chillar con enfado y que le generaban un sentimiento de querer aplastarle la cara.

*

Dazai definiría los eventos que sucedieron la semana después de vencer al Corruptor que se hacía pasar por Akutagawa como "sorprendentes" y "tristes", aunque no por él.

La razón:Chūya fue manipulado por un Corruptor debido a las tragedias relacionadas con uno de sus dos difuntos hijos, Fumiya Nakahara, el único al que pudo sostener adecuadamente en brazos. El pelirrojo tuvo la tarea de deshacerse de ese Corruptor haciendo uso de palabras amables y sinceras, para después tener la labor de consolar a Chūya, que tras volver en sí, lloró amargamente hasta caer rendido por el cansancio.

Aquel día, Dazai aprendió algo nuevo sobre la personalidad y el pasado del escritor rubio, sintiendo empatía por su situación, y notando cómo su vínculo con el rubio se estrechaba.

*

Aquellos breves pensamientos resonaban en la mente del pelirrojo conforme miraba a Chūya, que dormía pacíficamente con la cabeza apoyada sobre sus brazos en la mesa de la sala común. Dazai se encontraba sentado a su lado, en la misma postura.

El pelirrojo salió de sus pensamientos y se centró en mirar al rubio y su bello rostro, con expresión serena al estar dormido.

Chūya se removió en sueños y susurró:

—Idiota flor de melocotón, deja de actuar como una nena y acerca tu cara bonita y tus patitas aquí, a ver si puedes hacer algo de utilidad.

Dazai frunció el ceño y los labios al mismo tiempo que se sonrojaba furiosamente. ¡Ni en sueños lograba deshacerse de las burlas del rubio! El pelirrojo repitió aquellas palabras en sus cabeza varias veces.

Espera... ¿El rubio acababa de decir en sueños que Dazai tenía una cara bonita? El sonrojo en el rostro de Dazai aumentó debido a aquello, y su corazón comenzó a latir con fuerza.

—¡Chūya, eres un tonto!—exclamó el pelirrojo, agitando los puños.

Dazai miró de nuevo a Chūya, que aún seguía durmiendo a pesar del grito. El pelirrojo suspiró y se acercó al rubio, colocándose tras él y echándose hacia delante, apoyando las palmas de sus manos en la mesa con tal de no tocar a la persona contraria.

Ladeó la cabeza y quedó un par de minutos así, pensando en qué hacer ahora. Suspiró de nuevo y besó la sien del rubio antes de susurrar:

—A veces, siento que me odias, y quiero que desaparezcas de mi vida por hacerme burlas. Pero debo admitir que te extrañaría si no estuvieras en ella, y me preocuparía si te ocurriese algo malo. Duerme bien, Chūya.

El escritor se separó de su compañero y salió de la sala con paso lento. Acto seguido, se colocó tras las puertas y se llevó una mano al pecho mientras se sonrojaba de nuevo. Puso sus pensamientos en orden, dejando de lado aquellos que le decían que aceptase aquello que su corazón le decía que sentía.

Dazai se dijo que prefería tomar diez platos enteros del horrendo curry de Ango antes de aceptar sus sentimientos. Aquello se iba diciendo el pelirrojo conforme se alejaba de la sala en silencio.

Si se hubiera quedado un poco más en la sala, Dazai hubiera podido apreciar cómo las mejillas de Chūya se coloreaban y sus labios se fruncían en una mueca de vergüenza.

-MGGBBRAE

Pequeño shot Dachū que forma parte de un AU de una historia de BTA que estoy escribiendo.

Sólo he visto el anime y quiero jugar el juego, pero no lo encuentro por ninguna parte, así que de ahora en adelante, si saco más historias de BTA, sólo aparecerán cosas que he visto en el anime o que como mucho haya leído en la Wiki.

Espero os guste ^^