Me Debe Una

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Me Debe Una

Fácil corrieron los rumores sobre la ruptura de Ron y Hermione,  la encargada de esparcir el chisme fue Lavender, después de todo le convenía que ellos hubieran terminado, así tendría la oportunidad de convertirse en la nueva novia oficial. No era que Ron le siguiera interesando como antes, lo cierto era que deseaba aprovecharse de la fama de la que se había hecho por ser amigo del gran Harry Potter.

Harry estaba sumamente enojado con Ron. El pelinegro siempre procuraba mantenerse al margen de su relación porque ambos eran sus amigos, pero lo que le hizo a Hermione, no tenia nombre.

-¡Eres un estúpido Ron! cómo pudiste hacerle eso. -Le reprocho al pelirrojo, apenas llegaron al colegio y se entero de lo que había ocurrido.

Furioso, esa era la palabra correcta, que describía su estado de ánimo, de ser otro cualquiera en ese momento ya le habría roto el cuello por lastimar a  su casi hermana.

-Se que estuvo mal, pero que querías que hiciera, Lavender se me insinuó y yo no soy de piedra. -Le contesto a la defensiva, con las manos en los bolsillos, evadiendo la mirada del pelinegro.

-¡Que justificación tan tonta! se supone que quieres a Hermione, como la puedes lastimar de esa manera. -Le dijo Exasperado por esa actitud indiferente, como si no fuera  capaz de entender los alcances de sus acciones.

-¡Lo siento, si! ¡La quiero!,  pero es solo que ella es tan… simple… tan poco femenina… le apasionan mas lo libros que… otras cosas -Ron trataba de explicarle que a pesar de cariño que tenia por la castaña, no creía que ella fuera lo que estaba buscando en una novia, deseaba a una mujer más hermosa y femenina, alguien a quien tomar de la mano y poder sentirse envidiado. Hermione era bonita pero demasiado sosa y obsesiva que simplemente no se sentía capaz de seguir con ella. 

Las palabras del pelirrojo le hacían hervir la sangre de coraje a Harry, hacia un gran esfuerzo por controlarse y no golpear a su amigo.

-Si no querías nada con Hermione le hubieras dicho, antes de enredarte con Brown. -Le contesto haciendo uso de toda su paciencia. -Es que sinceramente no te entiendo, hace apenas unos meses decías amarla y ahora haces esto.

-Se que hice mal, pero ya no puedo hacer nada para solucionarle. El daño ya está hecho.

-Que fácil  ¿No? te lavas las manos Ron, la lastimaste tanto. Que no creo que vuelva a ser la misma de antes.

-¿¡Solo me reclamas a mí!? -Le contesto ya enojado el pelirrojo. -Porque no la regañas a ella. La encontré muy abrazada de Malfoy, incluso lo beso.

-No justifico lo que hizo, pero entiendo que lo hizo por despecho,  acababa de ver a su novio en brazos de una cualquiera.

-¡Lavender no es una cualquiera! -Replico el pelirrojo y se acerco de manera amenazante a Harry.

-Si no es una cualquiera como te provoco sabiendo que tenias novia, eso no es muy decoroso de su parte, pero allá tu. Sabes lo mucho que te estimo eres casi mi hermano, pero sabes también que Hermione es mi mejor amiga y la quiero, por lo que te pido que no te le acerques, ya bastante daño le has hecho. Solo espero que cuando te des cuenta de tu error no sea demasiado tarde. Cambias a una gran mujer por alguien que en realidad no vale la pena. -Completamente contrariado se alejo de Ron.

Hermione trataba de mantenerse firme, aunque por  dentro se sintiera destrozada, ser premio anual tenía sus beneficios, entre ellos tener una habitación para ella sola en otra torre, claro que compartiría espacios comunes con Malfoy, pero al menos no estaría cerca de Lavender y de Ron.

Se llevada en ese momento la selección de casa de los alumnos de nuevo ingreso, la mayoría terminaron en Hufflepuff y Ravenclaw, el resto en Gryffindor y solo unos pocos en Slytherin. Antes de iniciar el banquete de bienvenida la directora Minerva Mcgonagall se levanto de la mesa de profesores para decir algunas palabras como ya era costumbre.

-¡Queridos alumnos! inicia un nuevo curso, siéntanse dichosos porque al fin estamos en paz, demos las gracias a todos aquellos que lucharon sin descanso para lograr acabar con el mal que nos acechaba y también a todos aquellos que entregaron en esta lucha sus vidas para lograr un mundo mágico mejor. -Miro de manera significativa a la mesa de los leones. -Antes de dar inicio al banquete quiero informales que se unirán este año escolar dos alumnos nuevos la señorita Amber Turpie y el Señor Marcus Turpie, son hermanos y entraran al séptimo curso. Y debido a sus buenas notas compartirán torre con los premios anuales Hermione Granger y Draco Malfoy. -Después de la presentación se les coloco el sombrero seleccionador, la chica termino en Slytherin y su hermano en Ravenclaw.

Hermione no le dio mucha importancia el tener que compartir espacio con los Turpie, parecían agradables, además de guapos, solo la mirada triste del muchacho le intrigaba.

Los hermanos Turpie eran  mellizos  Marcus era alto y delgado, de cabello castaño claro y ojos grandes en color verde esmeralda, muy similares al color de ojos de Harry, pensó Hermione cuando lo observaba. Amber por otro lado era muy bonita, de facciones finas, delgada no tan alta como su hermano, de cabello corto hasta la barbilla y rubio, pero sus ojos eran en color azul profundo.

Después de la selección y las presentaciones correspondientes el banquete dio inicio, las cuatro mesas se llenaron de la más exquisita comida. Como ya era costumbre el primero en llenar su plato con comida y empezar a devorar lo que estaba a su alcanza era Ronald Weasley sentado a un lado de Lavender que no le dejaba de hacer cariños y acercarle más comida a su plato.

Hermione tenía tantas ganas de salir corriendo, en verdad ver esa escena le afectaba mucho, como tan fácil la había sustituido por Brown. Hacía apenas unas horas ella era la novia del pelirrojo y ahora sin más la había cambiado por Lavender. Pero se intentaba controlar, masticaba lentamente  la comida que le sabia insípida, porque tenía la garganta cerrada y seca por estar conteniendo el llanto.

Harry también veía con repulsión  la actitud de Lavender con Ron, mientras su amiga tenia la mirada triste y jugaba con la comida.

-¿Estas bien? -Le pregunto  el pelinegro a su amiga en voz baja.

Hermione levanto por fin la vista para mirar a su amigo, le sonrió de manera forzada logrando solo un gesto raro. -Estoy bien, es solo que no tengo mucha hambre.

-¿Quieres que hablemos?

-Gracias pero no hace falta. Pronto estaré bien. -Le mintió para no preocuparlo más. Imaginaba lo difícil que debía ser para el sentirse en medio del problema.

-¡Lo lamento mucho! -Le dijo con pesar Harry

-¡No fue tu culpa Harry! –dijo con sinceridad- además no quiero hablar de eso ahora, creo que es mejor que vaya a descansar, nos vemos mañana en clases. -Le dijo la castaña y se levanto con lentitud de su asiento, mientras miradas curiosas la seguían.

Hermione detestaba que la vieras de esa forma, con lastima, eso la hacía sentir aun mas mal. Pensaba que al menos nadie aparte de Harry y Ron, sabía que había besado a Malfoy, y estaba segura que el rubio muy pronto se cobraría su atrevimiento.

La torre de los premios anuales estaba a poca distancia de la torre de astronomía, la directora ya les había proporcionado la contraseña para poder entrar, la puerta se encontraba detrás de una armadura y al decir la palabra clave se hacía a un lado dejándolos pasar. La castaña pensaba que estaría sola ya que aun no terminaba el banquete, pero para su sorpresa al entrar se encontró con la chica nueva sentada en un sillón en color negro.

-¡Hola! -Saludo la castaña acercándose al lugar donde estaba la muchacha. -Soy… -Intento presentarse pero la interrumpió.

-Hermione Granger, la gran bruja que lucho al lado de Harry Potter para vencer al señor tenebroso. -Dijo en un tono que incomodo a la castaña, mientras se levanto para estar a su altura y la miraba de arriba a baja con descaro. -Te imaginaba diferente. -Soltó al final la chica de manera despectiva después de una extensa revisión y se volvió a sentar.

El rostro de la castaña se contrajo por el enojo. ¿Quién demonios se creía esa? para hablarle de esa manera, ni siquiera se conocían lo suficiente como para que la tratara con ese desprecio, bastante había tenido por un día como para continuar con mas humillaciones, por lo que llenándose de valor le contesto -Tu debes de ser Amber Turpie. -Le dijo en el mismo tono de desprecio que había utilizado ella, mientras le sostenía la mirada de manera retadora. -Pero me temo que nunca había oído hablar de ti, debe ser porque no eres muy conocida. Si me disculpas me retiro. -Fue lo último que dijo antes de seguir su camino por donde parecían estar las habitaciones, mientras que la Amber la miraba ofendida por aquella contestación, no estaba acostumbrada nadie le hablara de esa manera.

Hermione subió por unas escaleras de piedra, al final de las cuales había un pasillo semicircular y donde efectivamente estaban las habitaciones cuatro puertas con un  letrero indicando de quien era cada una, dos del lado izquierdo pertenecía a Amber y ella y las del otro lado  eran para Malfoy y Turpie, antes de poder entrar a su habitación aun enojada por la peculiar presentación de la chica nueva, una puerta se abrió sobresaltándola un poco.

-¡Lo siento! no quise a asustarte. -Le dijo el Marcus con una voz encantadora.

-No es tu culpa, venia distraída. -Le contesto un poco avergonzada, pero al menos el chico parecía más agradable que su hermana.

-¿Tú debes ser Hermione Granger? -Le pregunto cortésmente

-Sí -Contesto la chica. - Y tu, eres Marcus Turpie, un gusto conocerte. -Le dijo tendiendo su mano para saludarlo.

-El placer es mío, es un gran honor conocerte. -estrecho delicadamente la mano de la castaña y la beso en la mejilla, lo que hizo enrojecer a Hermione.

-Bueno… nos vemos mañana. -Cohibida por Marcus  intento girar el pomo de su puerta para entrar a su habitación, pero el chico aun no soltaba su mano.

-Lamento mucho la actitud de mi hermana. -Se disculpo

-¿Pero cómo lo sabes? -Le pregunto intrigada, no creía que él se hubiera dado cuenta de lo ocurrido con su hermana, si estaba en su habitación.

-La conozco muy bien, no es mala persona, solo un poco caprichosa.

-Creo que no le simpatizo mucho. -Le contesto sin ganas, no era que eso le preocupara mucho, bastantes problemas tenía ya como para entretenerse con tonterías. -Pero a lo mejor cuando nos conozcamos mejor las cosas cambien, así que no te preocupes. Ahora si, nos vemos mañana. -Se despidió la castaña y soltó su mano de manera suave del agarre del chico que la miraba de una manera un poco extraña.

En la sala común de los leones las cosas no estaban muy tranquilas, Ginny y Harry le reclamaba a Ron la canallada que le había hecho a Hermione, y que aparte de todo se luciera en el gran comedor al besarse de manera descarada con Lavender, era el colmo.

-No sé qué demonios tienes en la cabeza Ron, pero  como te atreves a hacerle eso a Hermione después de que  decías amarla.

-¡Déjame en paz Ginny!

-Si quieres estar con Brown es tu decisión, pero no está bien que te luzcas delante de Hermione de esa manera, y más cuando todavía hoy eran novios. -Harry estaba contrariado desconocía a su amigo, esa actitud no era propia de él, siempre fue distraído e incluso insensible pero no comprendía cuando se había convertido en alguien tan superficial que le importaba mas tener una novia despampanante aunque estuviera hueca. 

-Ya me tienen harto los dos, es mi vida y yo sabré lo que hago, después de todo fue Hermione quien termino conmigo. -Se defendió el pelirrojo

-Te termino no porque no te quisiera, termino contigo porque eres un patán y te encontró besuqueándote de lo lindo con Lavender. -Replico su hermana aun mas enfadada por el cinismo del pelirrojo.

-Pues ella fácilmente se arrojo a los brazos de estúpido Malfoy.  Así que no es tan buena y linda como la creen.

-¡¡¡Serás imbécil Ronald!!! como te atreves a hablar así de  Hermione, si no quieres nada con ella está bien, no te vamos a obligar, pero no es justo que la trates de esta manera. Ella ha hecho mucho por ti.

-Pues no necesito nada de ella. Y ya estoy cansado de sus reclamos –Grito  exasperado y subió a su habitación

Ginny se dejo caer abatida en un sillón frente a la chimenea y aun lado se sentó Harry.

-¡Cálmate Ginny! ya no tiene caso que te enojes, de cualquier modo Ron no entiende, solo espero que después no se arrepienta.

-Es mi hermano y lo quiero pero Hermione no se merece lo que le hizo, se que si beso a Malfoy fue en un arranque para vengarse de Ron.

-Esa es otra cosa que me preocupa, no me gusta que Hermy comparta torre con Malfoy.

-Ella se sabe defender, además recuerda que no estará completamente sola también esta los hermanos Turpie.

Harry sabía que la castaña era fuerte y no dudaba que se pudiera defender, pero sabía también estaba muy afectada y eso era lo que más le preocupaba, la sentía vulnerable. 

*o*O*o*


Por la puerta de la sala de los premios anuales entraba Malfoy, se había entretenido con Pansy en uno de los pasillos y cuando por fin lo soltó después de una intensa sesión de besos y caricias, ya era muy tarde, por lo que se apresuro a llegar a su habitación. Inspecciono rápidamente el lugar, una sala amplia con varios sillones y una chimenea, cuatro escritorios para hacer los deberes, altas ventanas por las que entraba la luz de la luna, el lugar era iluminado por antorchas colgadas en las paredes de piedra, también contaban con una pequeña cocina y un comedor para cuatro personas.

Aun no tenia sueño, desde su encuentro con la desconocida le costaba trabajo dormir, no podía alejarla de sus mente, recordando su voz,  tratando de recordar si alguna vez ya la había escuchado, pero no le resultaba  familiar.

Se recostó en uno de los sillones de la sala frente a la chimenea, no quería subir aun a su habitación prefería contemplar el fuego y pensar en ella, como era posible que alguien que lo conocía se hubiera preocupado en ayudarlo. Claro que también Potter lo había ayudado cuando estuvo a punto de morir quemado, pero San Potter era una historia aparte, nadie en su sano juicio y conociendo sus antecedentes lo hubiera ayudado de ninguna forma.

Estaba tan absorto en sus pensamientos que no se dio cuenta que alguien bajaba los escalones de piedra y se encaminaba rumbo a la cocina sin darse cuenta de su presencia, hasta que el ruido del agua lo hizo salir de su ensoñación y se levanto lentamente y sin hacer ruido para averiguar de quien se trataba.

Era Hermione quien se servía un vaso con agua, al parecer ella tampoco podía dormir. La chica también tenía muchas cosas en la cabeza para conciliar el sueño.

Los ojos de Malfoy brillaron con malicia, era una buena oportunidad para molestarla y no la iba a dejar pasar. Se movió con una agilidad propia de un felino, sin hacer ningún ruido hasta quedar a espaldas de la castaña que de pie tomaba un poco de agua.

-¡Granger! -Le dijo al oído, haciendo que ella brincara de la sorpresa y soltara el vaso que se estrello con el piso de piedra rompiéndose en pedazos. La chica se giro asustada y se topo con el rostro del rubio que tenía una sonrisa reflejada en su rostro con burla.

-¿Qué demonios te pasa Malfoy? -Le dijo enfadada al ver la burla en su rostro. -¿Porque me asustas de esa manera?

-No pensé que fueras tan sensible. -El chico le contesto en tono burlón. -Yo pensé que los Gryffindor eran valientes, pero me doy cuenta que no es así.

-Y yo que los Slytherin son astutos y tenaces, pero tú eres la acepción. -Le contesto con molestia

Draco se enojo por las burlas de la chica y la tomo con fuerzas de sus brazos. -Pues no será tan malo puesto que me besaste. -Ironizo el chico

-Ya me disculpe por eso Malfoy, así que suéltame. –Sus reclamos la hicieron enrojecer.

-No será tan fácil, me debes un favor. Me robaste un beso Granger, un beso que no merecías por ser una….

-¿Una sangre sucia?, Que no puedes ni siquiera actualizar tus insultos al menos. -Se soltó del agarre del chico aventándolo con fuerza del pecho, haciendo que este perdiera el equilibrio y cayera. -¡Lamento profundamente haberte corrompido de esa manera! créeme que para mí tampoco fue agradable.

Malfoy se paro molesto y alcanzo a Hermione que ya regresaba a su habitación a toda prisa, pero el chico fue más rápido y la arrincono en una pared sujetando sus manos para que no pudiera defenderse. Presiono con fuerza a la castaña contra la pared y sus rostros quedaron a escaso centímetros.

-¡Me las vas a pagar Granger!

-¡No te tengo miedo! -Soltó la castaña con rabia, forcejeando para liberarse, pero claramente el rubio era mucho más fuerte y la tenía sometida.

-Me debes una y me vas a pagar. -Dijo con seguridad, sabiéndose dueño de la situación.

-¿Qué demonios quieres? para que me dejes en paz. -Pregunto la chica sin amedrentarse, aunque en el fondo tenia cierto miedo.

-Lo lógico sería con otro beso, pero no me apetece besar a una insipiente come libros como tú, ¿Por qué crees que el pobretón insignificante  de Weasley te cambio por Brown? eres tan fría que a veces dudo que seas una chica. -el rubio pronuncio cada palabra con lentitud sabiendo que esa era la mejor venganza contra Granger por la bofetada que le dio en el tren y por sus insultos.

Los ojos caramelo de la castaña brillaron con tristeza por las lágrimas que se acumulaban, por mucho que le doliera lo que había dicho Malfoy era completamente cierto, Ron la consideraba poca cosa, no era lo suficientemente atractiva o divertida, como deseaba que fuera. Pero esa tristeza se convirtió en furia cuando  vio la sonrisa burlona en los labios de Malfoy y se mordió la lengua para contener las lágrimas y ahora lo miraba furiosa.

-Así que te parezco insipiente como para besarme. -Le dijo de manera provocativa mientras lo miraba seductora, eso hizo que el rubio se desconcertara un poco y aflojara el agarre, lo que aprovecho la chica para soltar sus manos pero no se alejo, por el contrario permaneció en el mismo lugar frente al rubio. -Te demostrare lo insipiente que puede ser una come libros como yo. -Le dijo mientras le apoderaba de los labios del rubio, subió sus brazos y coloco sus manos en la nuca del chico haciendo que este se acercara todavía más.

No era un simple beso, jamás Hermione había besado a nadie de esa manera, era un beso pasional e incluso salvaje, movía sus labios acompasadamente  con furia, aprisionando la boca de Malfoy, quien no salía de su asombro y solo correspondía ese furioso beso. Tratándose de apoderar de la situación el chico profundizo el beso abriendo mas los labios esperando que la chica se intimidara, pero no fue así. Hermione mordía y lamia los delgados labios del rubio, jugueteaba con su lengua como si fuera una experta.

Malfoy estaba perdiendo el control con ese candente beso, la chica aprisionaba con fuerza su boca y sus manos acariciaban el cabello del muchacho, haciendo que este se estremeciera. Rendido aprisiono la cintura de la chica apretándola contra su cuerpo, el calor se apoderaba de su cuerpo.

Hermione Granger la insípida sabelotodo lo estaba excitando de una manera en que ni Pansy era capaz teniendo tanta experiencia.

Ella también disfrutaba de ese beso, pero era más el coraje que sentía, necesitaba probarse a sí misma que se equivocaban al catalogarla como insignificante e insipiente, ella era mucho más que alguien inteligente y si se le daba la gana también podía ser atrevida. ¿Eso querían? Pues que se atengan a las consecuencias, con ese pensamiento en mente empujo a Malfoy para separarse.

Draco se separo por el empujón que le dio la castaña, el chico tenía el cabello alborotado las mejillas sonrojadas y los labios hinchados por el frenético beso, al igual que Hermione. Pero no se amedrento aunque la miraba de manera desconcertada.

-Estamos a mano Malfoy, nada te debo ya. -Le dijo la castaña con toda seguridad mientras comenzaba a subir los escalones rumbo a su habitación, pero en el primer escalón, se giro para ver al rubio. -Para ser una sangre sucia, sabelotodo, aburrida e insípida, parece que al gran Draco Malfoy no le fueron indiferentes mis besos. -Le dijo con burla mirándole a los ojos para después subir lentamente por las escaleras.

Malfoy aun no salía de su ensimismamiento, estaba atónito por la nueva actitud de la castaña, no era que le gustara, pero en verdad que le había hecho hervir la sangre con un simple beso. Confundido se sentó de nuevo en uno de los sillones tocando sus labios con la yemas de los dedos, aun sentía el sabor dulce de la chica y el calor en ellos y por mucho que se quisiera engañar había sido agradable y excitante. Pero al momento recordó a aquella desconocida, a sus salvadora y comenzó a desear que ojala ella hubiera sido la que lo besara de esa manera y no la sangre sucia de Granger.

Si tan solo pudiera verla de nuevo y agradecerle. No tenía ni idea que sin saberlo aquella desconocida era la chica que hacía apenas unos minutos lo besaba de manera sensual.

*o*O*o*

Hermione compartía baño con Amber el baño tenía dos puertas que conectaban con las habitaciones de las chicas, no era mucho de su agrado esa chica, pero intentaría que las cosas mejoraran o al menos que no se mataran en el intento. Por lo que para evitar confrontaciones se levanto temprano para bañarse y dejar el baño desocupado para cuando ella lo quisiera usar. Se cambio rápidamente y recogió su cabello en una coleta alta.

Cuando estuvo lista bajo las escaleras, aun se sentía triste y dolida por todo lo ocurrido con Ron, pero estaba decidida, no se dejaría vencer por eso, le demostraría lo que ella valía. Al bajar el último escalón se topo con Marcus.

-¡Buen día! -Saludo animada la castaña y el sonrió al verla.

-Hola Hermione. ¿Cómo dormiste?

-No dormí mucho, pero estoy muy bien. Y que haces tan temprano levantado, aun  falta para el desayuno. -Le pregunto amablemente la chica

-Lo mismo te iba a preguntar. -Le dijo el chico sonriente.

-Bueno yo siempre me levanto temprano, para aprovechar el tiempo, además voy a la biblioteca.

-¿Te puedo acompañar?

-Claro y si quieres te enseño el resto del colegio, para que no se te dificulte llegar a tus clases.

-Te lo agradecería mucho Hermione.

Hermione le dio una visita por todo el castillo, por la torre de astronomía, la biblioteca, las mazmorras, el Hall, los jardines del castillo y el lago negro, así como la cabaña de Hagrid, en la que se entretuvieron unos minutos.

-Hola Hagrid, te presento a Marcus Turpie, el y su hermana Amber entraron este año al colegio

-Mucho gusto Marcus yo soy el guardabosques del colegio.

-El gusto es mío. -Dijo estrechando su mano con la enorme mano del semi gigante

-Bueno Hagrid ya nos tenemos que ir, paso después a visitarte.

-Me saludas a Harry y a Ron, por cierto felicidades, se que ya son novios.

-No Hagrid ya no somos novios. -Le dijo con tristeza la castaña tratando de controlarse para no llorar.

-Perdón, no sabía… -Le contesto con pesar el semigigante

-No te preocupes Hagrid, no pasa nada, nos vemos después. -Le dijo despidiéndose con la mano y alejándose de ahí al lado de Marcus.   

Caminaban rápido ya era tarde y no alcanzarían a desayunar si no se apuraban.

-Así que eras novia de Ronald Weasley, el otro de integrante del trió de oro.

-Era… -Le contesto incomoda la castaña. -Pero ya no somos nada, ni siquiera amigos. Pero no quiero hablar de eso, mejor apúrate o nos quedaremos sin desayuno. -Le dijo la castaña mientras comenzaba a correr por los pasillos hasta llegar al gran comedor.

-Bueno nos vemos después. Gracias por el recorrido -Se despidió Marcus  con una gran sonrisa y se dirigió a su mesa. Hermione también se despidió y se sentó lo más alejada de donde ya estaba Ron y Lavender.

Ginny se cambio de lugar para sentarse a un lado de la castaña y hacerle compañía.

-Hola Hermione, ¿Como estas? -Le pregunto preocupada

-Bien Ginny, estaré bien, esto no me va a superar, si Ron no me quiere fue mejor que terminara todo de una buena vez, no necesito su lastima.

La pelirroja no supo que contestar, conocía a la castaña lo suficientemente bien como para saber que detrás de esa aparente tranquilidad ella se encontraba devastada.

No desayuno mucho la castaña, aun no le había regresado del todo el apetito, mas aun cuando a lo lejos veía como se besaban Lavender y Ron, lo que le hizo recordar el beso con Malfoy y eso hizo que se sonrojara bastante y volteara a ver por inercia a la mesa de los Slytherin.

Ya que se le haba pasado el coraje por las palabras de rubio, se dio cuenta que fue una imprudencia de su parte haberlo besado de esa manera, el seguía siendo su enemigo, aunque besara delicioso. Aun con las mejillas sonrojadas se despidió de su amiga y salió rumbo a su primera clase de pociones, que compartía con los Slytherin.

Draco por  su parte veía disimuladamente a la castaña al salir, aun no olvidaba el tremendo beso que le dio  y aunque sabía que le debía de causar repulsión por ser una impura, en realidad le había encantado aunque se negaba en aceptarlo.

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