Epilogo

                                                                     07 de septiembre del 2023
Me encuentro demasiado nerviosa puesto que Armando llamo para citarme para ser más específicos al lugar donde me declare y comenzamos a andar. ¿Cuanto tiempo ha pasado desde entonces? ¿6 o 7 años?

Aparco el coche en el estacionamiento, desabrocho mi cinturón de seguridad y salgo del coche con una pequeña bolsa en mano, pongo la alarma y sigo mi camino.

Las cosas no han sido fáciles entre nosotros desde que entre a la universidad se me ocurrió trabajar y estudiar al mismo tiempo, cosa que me limitaba en ciertas cosas en mi vida familiar y sentimental, Armando siguió con sus estudios simplemente, al principio todo marchaba bien nos veíamos los miércoles sin falta cuando salía de la escuela y el iba a recogerme.

Sin embargo el año pasado todo cambió para nosotros, él con su tesis para graduarse y así conseguir la publicación de su primer libro "Versos perdidos" ganando un reconocimiento nacional y a lo largo de Latino américa, por mi parte me gradué al publicar mi primera novela de cuentos cortos "Antología Sámano" donde narró historias que mis abuelos contaban cuando era niña y con la ayuda de unos patrocinadores de mi trabajo conseguimos llevarlo a España, Colombia, Ecuador y Argentina.

Tomó el elevador, presionó el botón PB que indica planta baja y en menos de 5 segundos me encuentro a su lado. Vestía unos vaqueros color azul, una camisa acompañada de un saco negro, su espalda se veía más madura y la parte de su nuca mucho más atractiva, me acerqué con cuidado para cubrir sis ojos.

-¿Quién soy?-pregunté.


-Evelyn.-acarició mis manos despacio.-mi pequeña traviesa.

Sonreí por su comentario a lo largo de los años muy de vez en cuando decía los apodos que me fascinaban por ejemplo: "mi pequeña", "mi niña" aún no me acostumbro a ese cambio pero sigue causando el mismo efecto en mi cuando pronuncia esas palabras.

-¿Cómo estás amor?

-Bien.-se para sobre una pierna.- Quiero hablar contigo sobre algo pero antes.-gira hacia un lado para enseñarme un maletín de cuero que le regale al publicar su libro, busco adentro del objeto y saco una libreta encuadernada con la portada de un Águila decorada con chaquira de colores bajo un fondo colorido.-Esto lo abrirás cuando llegues a casa ¿vale?

-¿Por que?-cuestione, tenía mucha curiosidad por ver su contenido.

-Será una sorpresa.-acarició mi mejilla.-Te extraño Evelyn no olvides eso.

-Claro que no lo hago y lo sabes.-junte mi frente con la suya, su actitud era sospechosa.-¿Que te sucedió?

-Nada.-me abrazo.-Solo que ya vi lo que es la realidad... y duele mucho.

-Todo irá bien.-acaricié su espalda.-Te quiero.

-Te quiero.-respondió 30 segundos después, al ver que tardo en responder supe que algo iba mal.

Esa noche no me acompañado a casa pues según él quería estar sola después de ver el regalo que me dio.

Si aún no vivíamos juntos ya que quedamos de acuerdo en vivir separados para disfrutar nuestros hobbies por más tiempo y así cuando llegara el día de vivir juntos creáramos nuevos pasatiempos.

Llegue a mi departamento, coloqué mis bolsa en el sillón y Samantha me recibió moviendo la cola.

-Hola mi niña.-fue un regalo de Armando una pequeña siberiano.-¿te portaste bien?
<<Guau, guau>>

-Vamos a sacarte a pasear.-tome su correa y la amarre a su collar. En ese momento sonó mi teléfono.-¿Diga?

-Eve tengo noticias.-se trataba de mi editor Jaime.-La nueva propuesta de tu novela fue aprobada es momento de poner manos a la obra mi star writer.

-Vale muchas gracias.-sonreí.

-¿Como te sientes? ¿Cómo te tomaste la decisión?

-¿Ha?

-Ah no me hagas caso.-tosió.-Solo era eso lo que quería decirte. Buena noche.

-Bye.-aventé el celular.-Sam todos actúan extraño hoy.-acaricie su cabeza.-Algo está mal.-fije la vista en mi bolso.

-Tengo que hacerlo.-saque el libro y comencé a abrirlo.

La primera hoja contiene las iniciales de nuestros nombres bordado con letras doradas:
                                                                                       E&A
Voltee la siguiente página encontrándome con nuestra primera foto juntos en el cine por ir a ver Miss Peregrine, en el pie de página tenía escrito: "Dos meses de relación, mi mejor día a tu lado"

Seguí con la siguiente hoja, contenía pegado unos boletos y un collar de pandita que le regale a los tres meses, en el borde de la foto decía: "Tu me ganaste la idea como siempre"

La tercera hoja salía una foto mía dormida en un parque: "nuestra primera pelea y te alejaste en ese momento cuide de ti"

Conforme las fotos pasaban el miedo iba creciendo dentro de mi. ¿Por que? En algunas ponía lo malo que hemos pasado y que no pudimos resolver dando entender que después no se podría hacer en un futuro. Otras tenían las pocas cartas que nos dimos en la relación y ciertas referencias de los poemas que nos dedicamos.

Al final una carta cerraba el libro:
"Los primeros años de nuestra relación fueron una de las mejores experiencias, los dos éramos muy jóvenes para conocer todo del amor, fuimos aprendiendo poco a poco ya sea hablarnos con cariño o incluso el besar ¿recuerdas el primer beso? Yo lo hago fue en la clase de historia y yo di el primer paso".

-Cómo olvidarlo.-sonreí, estábamos en clase, era el segundo día que andábamos y no tenía ni idea de cómo acercarme a saludarlo cuando llegara-si Armando en la prepa tenía un problema de puntualidad- recuerdo que en mi mente pensaba "¿le doy un beso en la mejilla?, ¿de mano o con unos cinco?" En lo que me perdía en mis pensamientos apareció por la puerta, entro de volada para que el profesor no lo regañara, dejó su mochila a dos mesas de distancia al verme hizo un gesto con la mano que indicaba "dame un minuto" a lo que yo asentí y volví a mi trabajo en un momento levante la cabeza y me dio piquito diciéndome <<buenos días>>.

https://youtu.be/VlWlbVIelsc

"Tu expresión se quedó muy grabada en mi mente, la primera vez que conocí a tu familia, la primera vez que sentimos celos el uno del otro, tu primer cumpleaños que festejamos juntos solo tu y yo, las vacaciones en boca del Río, la primera noche que dormimos juntos, las pequeñas riñas que terminaban en risas y muchas cosas mas que me hubiera gustado hacer contigo pero ambos sabemos que eso no pasará más"

La primera lágrima cayó por mi mejilla.
"Y no culpó a nadie, éramos unos niños cuando iniciamos esta historia sin saber que al llegar ser adultos vendrían más responsabilidades que impedirían nuestro paso, últimamente nos veíamos, si, aunque no sé si yo era el único que me sentía con alguien desconocido que contenía recuerdos de alguien que conocí mucho tiempo atrás, ya no coincidíamos como antes, yo tenía mi criterio y tú el tuyo que sin querer nos conducían a peleas, la comunicación que teníamos se perdió al reconocer que algunas palabras dañaban al otro y preferíamos guardarlas para nosotros mismos demostrando así la inmadurez de cada uno, llevándolo a un límite en el cual explotábamos...."

Tire la libreta y escondí mi cara entre mis manos "¿que estaba pasando? En verdad todo había acabado, no podía ser posible." Abracé mis rodillas de repente la temperatura descendió  por primera vez oía el silencio de mi apartamento ¿cuánto tiempo pasó desde la ultima vez que estuve sola? 

<<No es contigo en el camino, es caminar solo conmigo y que te vengas tu también>>

Lo llame por teléfono sin pensarlo. Contestó al cuarto pip.

-¿Con quién desea comunicarse? -su voz cortante no ayudó en lo absoluto, ni mucho menos la pregunta que hizo.

<<Parece que te FALLÉ>>

-Veo que ya borraste mi número.-comenté.-tan poco fui para ti.

-Sabes muy bien que no es así.-corrigió.- Y lo demostré en esa carta.

-¿Entonces por que me estás dejando?-cuestione.

-Un profesor de la universidad una vez menciono algo: Cuando inicias un poema por mas largo que sea lo tienes que terminar de alguna manera que el espectador quede satisfecho a lo largo del viaje, si lo pones a tu rama de novelas, no importa cuantos libros saques para evitar que acabe tu historia tarde o temprano los protagonista encontraran su camino ya sea un final feliz o fatal.

-Pero no es lo mismo.-corregí.-Esto es muy diferente que un par de libros.

-Las relaciones son así, mientras más pasa el tiempo la conexión que alguna vez unió a esas personas evoluciona, si se sabe cuidar, otras veces se va apagando poco a poco hasta que no queda nada que los una en común.-suspiro.- Lamentablemente nos tocó la segunda opción.

Mi pecho ardía, lo que me negué a creer en un principio se volvió realidad. La llama se apago por completo, no había vuelta atrás.

-Se que es difícil aceptarlo a mi me tomo varios meses procesarlo y entenderlo.-afirmo.-Como te lo escribí cada uno tomo el rumbo donde está sin pensar en el otro.

-No, siempre pensaba en ti aunque no estuviéramos juntos, siempre estabas ahí.-aclaré.-quizá no lo demostraba pero así fue como me conociste y eso al principio no te importo.

-Eso fue en un principio quería tratar de llevar bien la relación y evitar discusiones absurdas.-elevo su voz.-¿Por que no lo aceptas de una vez?

-Por que aún ¡TE AMO!-grité, grite lo que no quería decirle, no quería verme tan vulnerable, tan necesitada de él.-¿Aun sientes lo mismo por mi?

Un silencio inundo la línea, podría escuchar mi respiración agitada a punto de caer en las lagrimas.

-No.-fue su respuesta.-No quería hacerte daño.

-¿Por eso tardaste en decírmelo?

-Yo quería hacerme la idea.

-¿Qué idea?

-Pues...-el sonido de una puerta abrirse y cerrarse se escucho.-Espera...

-¿Quién es?

-Nadie.-guardo silencio.-Tengo que colgar.

-Aun no he terminado...

-Yo sí.-antes de decir una palabra colgó, no sin antes escuchar una voz femenina diciendo "¿estas bien cielo?"

El viento se lleva el humo del cigarro que se posa en mis labios, lo deje por seis años ahora veo el por que me ahogue al dar la primera calada. Trataba de imaginarme a la chica mediante su voz, alta con cabello largo negro, tez clara y figura de modelo. Si quizá su ideal de Armando nunca me di cuenta de lo que él necesitaba de mí, mi cabello lo deje largo al principio de la relación, cuando mamá enfermo de cáncer prometí tenerlo igual que ella, así que decidí cortarlo, jamás menciono si le molesto de igual modo nunca pregunte.

Samantha se hecha a mis pies tratando de llamar mi atención.

-Descuida estaré bien.-acaricie su cabeza.-solo tengo que borrarlo y seguir sin él ¿qué tan difícil puede ser?

De la nada me hecho a llorar. Sabiendo que nunca más lo volvería a tener a mi lado, sabiendo que esto había acabado.



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