Capítulo 1

INTRODUCCIÓN

Te has sentido alguna vez con tanta impotencia, la cual te carcome el interior cada vez que observas esas miradas y risas que comparten juntos. Claramente ese chico rubio apodado por las tontas niñas de la academia como el "Golden Boy" estaba comenzando a hartarme,

¿Por qué tenía que haber entrado por aquella puerta el día de nuestro castigo?

No es como si odiara trabajar en equipo, podría decirse que me he comenzado a llevar mucho mejor con cada uno de ellos, incluso les he tomado aprecio y un poco de cariño,

Bonnie podría parecer alguien muy frió, calculador e intelectual un completo ñoño, pero he descubierto que es un poco rarito, rarito de una buena manera, se le nota que es apasionado a lo que le gusta y piensa con positivismo ante cualquier situación que se le presente.

De Freddy, uff que podría decir, el en un inicio no obtuvo una buena impresión de mi parte, creía que el chico era un raro, si desde ese ughh beso.... P..Pero he comenzado a acercarme mas a el, y descubrir que es un chico normal, el cual también lidia con problemas pese a aparentar tanta alegría y disponibilidad ante cualquier problema, honrado y un buen chico diría yo, aunque aún no dejo que se me acerque tanto.. ya saben bueno ese ummh beso aghh.

Y.. por ultimo esa tierna y energética rubia, Chica, que podría decir de ella, cada día que paso escuchándola, verle reír, los momentos donde trata de animar a todo el mundo con sus amables palabras de aliento... Cada vez que simplemente le miro mi corazón comienza a acelerarse, mi respiración se agita de golpe y comienzo a tartamudear tontamente, claro sin contar el evidente sonrojo que se forma en mi rostro, Tengo suerte de que ella sea algo distraída a ese tema, porque si no fuera de esta forma yo ya estuviera... literalmente frito.

En pocas palabras estoy enamorado de ella, desde el primer día que la vi, el primer día de clases, como olvidarlo. Aún recuerdo que era más idiota que en la actualidad, estaba molestando a un chico el cual se había chocado conmigo por error, claro yo no andaba de buenas, ese era un mal día para cruzarse conmigo, le tome por el cuello de la camisa del uniforme escolar apretándolo con fuerza soltándole unos cuantos gritos de frustración. Claro no pasaron ni cinco segundos para que la rubia se interpusiera en la golpiza que tenía planeado propinarle al descuidado chico el cual estaba tan asustado y temblando esperando lo peor. Cuando la vi mi mirada se afilo un poco más amenazadoramente; Pero para mi sorpresa la de la chica igual cambio a una muy parecida a la mía, hasta llego a intimidarme por unos instantes por lo cual no evite desviar la mirada y soltar al chico.

Nunca antes una niña había causado aquella reacción en mi era extraño y de una forma me confundía, si que esa chica tenia pantalones para ponerse contra un chico mucho más alto y fuerte que ella. Cuando la vi alejarse junto a ese chico no evite el girarme para observarla de reojo un poco mejor y mis mejillas sin ninguna razón se colorearon, esa fue la primera vez que sentía algo parecido; Bueno quizá no la primera después de todo.

Una gran sensación de sorpresa y temor me invadió al saber que estaría en el mismo salón que esta, y hasta estos días aun aquel sentimiento ronda dentro de mi esperando un momento de debilidad por mi parte para salir y expandirse por todas partes, gritando ¡AMO A CHICA!

Pero eso no sucederá, soy fuerte y lograre encarcelarlo en mi interior, además ella ahora esta tan feliz con su tonto rubio cantante, lo detesto, nunca podría competir contra algo así.

Una excelente voz, familia distinguida y de sociedad, ha ayudado a tantas personas con campañas de caridad y contribuido a la sociedad, aparte de ser apuesto y caballeroso. Competir contra el solo me traería desgracia y mucha humillación.

Yo nunca podre ser como el..

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Era una mañana cálida, los pajaritos cantaban y el sol radiante brillaba a través de una pequeña ventana de la cual unos cuantos rayos de luz se colaba a una habitación reluciente y organizada, pese a que las paredes de la habitación estuvieran algo agrietadas y descuidadas. Una singular vibración se hizo presente acompañada de una melodía de esas que usan los teléfonos móviles en default, aquellas con esos tonitos irritantes que te levantan a la primera, aquel irritante sonido se producía desde un pequeño estante de color escarlata y a un lado se encontraba la espaciosa y cómoda cama en la cual dormitaba tranquilamente, en días anteriores me había desvelado un poco, los exámenes de fin de curso estaban a la vuelta de la esquina y necesitaba subir un poco mis calificaciones finales, Claro si quería entrar a la preparatoria para darle gusto a mi madre y al menos terminar una parte de los estudios. Los cuales aun continuaba solo por ella.

Ansiaba terminarlos pronto para conseguir un empleo y ayudarla a pagar las deudas, odio que se presione y fuerce solo para pagar mis estudios, lo mejor que puedo hacer por ella ahora era terminar con unas no tan excelentes notas así no le daría mas problemas por los cuales preocuparse.

Gruñí por lo bajo para acomodarme de una forma mejor y continuar durmiendo, aunque claro estaba el irritante sonido volvió a hacerse presente cinco minutos después y el tono había aumentado.

– Arrgh solo Cinco minutos mas - exclame entre balbuceos tomando las cobijas y cubrir parte de mi rostro con ellas. La melodía paro por segunda vez y de ahí no volvió a sonar. Sabía que era tiempo para levantarse así que solté un largo suspiro, y termine por estirar mis brazos y piernas a los extremos de mi cama, quedándome observando al techo sin ninguna expresión.

- El Baile será dentro de una semana... - solté sin ánimos. Si el bendito baile de fin de cursos se aproximaba a pasos agigantados, odiaba verlos a todos ya con sus planes y parejas casi listos para ese gran día, y yo seguía aquí tirado en mi recamara observando hacia el cielo en busca de un milagro que me llenara con la determinación para invitar a Chica y ser su pareja del baile. Ahh chica, mi mente se inundó con los tantos recuerdos de ella, su bella sonrisa, esos brillantes y expresivos ojos purpuras, su sedoso cabello corto el cual le sentaba de maravilla, los lindos atuendos que siempre vestía los cuales eran confeccionados por ella misma. Y así nuevamente comencé a sonreír de una forma estúpida y de un momento a otro la habitación se había puesto un poco calurosa, ante esto con brusquedad me di unas cuantas palmadas en el rostro y traté de calmarme. No me ayudaría para nada ponerme tan nervioso antes de los planes que tenía preparados para este día.

Me levante con brusquedad para dirigirme hacia el pequeño closet donde saque mi uniforme el cual se encontraba cuidadosamente doblado en uno de los estantes interiores. Con tranquilidad comencé a alistarme, desde mi camisa blanca, los pantalones de vestir azul marino, mis zapados bien pulidos y brillantes de mocasín negros.

- ¡Oh cierto!! – recordé la corbata, casi la olvidaba. Recuerdo que un día por accidente y andar con las carreras se me olvido llevarla y no me habían dejado entrar, no correría el mismo riesgo de aquella vez así que con cuidado la coloque alrededor de mi cuello y la apreté, no de na forma adecuada, pero si aceptable.

Al estar listo me dirigí hacia la cocina y utilizando las obras del día anterior, para no tardar demasiado en preparar algo más. Cocine dos porciones una para mi madre y la otra para mi. Comí con rapidez mi desayuno sin pararme a pensar mucho en el sabor tan agradable que tenía; De hecho, de tan apurado que estaba se me había olvidado prender la televisión para no distraerme mas de la cuenta. Al finalizar lave mi plato, tome mi mochila y Salí corriendo de mi casa hacia la parada del bus que se encontraba a unas cuantas calles. Si me daba prisa lograría llegar a la secundaria antes que nadie y la primera fase de mi plan comenzaría.