Capítulo 1.- El Inicio de la Historia

Narradora

Edward y El Sheriff Thompson acababan de llegar por unas bebidas a la Cantina del Pueblo, después de un largo y pesado día de trabajo atrapando bandidos y sirviendo al pueblo en lo que necesite, ya saben, cosas que un Sheriff y su asistente deben hacer.

-Ahh... pero que día -suspiro cansado Edd sentándose en la barra donde siempre acostumbraban estar.

-Acostúmbrate Novato -respondió Thompson el Sheriff del Pueblo, gruñón después de un pesado día de trabajo como de costumbre, esperando a que lo atendieran- ¿¡Qué nadie atiende aquí!?

El Sheriff preguntó enojado y con voz alta por el servicio, todo con la esperanza que el cantinero le respondiera, pero no hubo respuesta alguna y eso le preocupó.

-¿mmm? Hey Tú -habló Thompson a alguien en la cantina- ¿has visto al cantinero?

-Salió hace poco por unas cosas, Sheriff -Respondió el hombre- No debe tardar en llegar.

-Ahg, odio esperar -exclamó es Sheriff irritado.

-¿Tan desesperado estas por verme? -pregunto el cantinero de forma burlona y coqueta apareciendo de la nada en la barra de la cantina- Hola Edd, hola Sheriff ¿me extraño? -Saludó burlón.

-Ja ¿Quién te extraña? -respondió sarcástico Thompson siguiendo el juego del cantinero.

La relación del Sheriff con el cantinero podría decirse que era la mejor amistad que tenía en el pueblo, ya que era el único a quien Thompson le tomaba real interés (desde antes que llegará Edward). Desde el momento en que se conocieron ya hace unos cuantos años. En cuestión de días Tord LeRoy "El Cantinero" Se había empezado a ganar la confianza del Sheriff Thompson y poco a poco comenzaron a conocerse mejor hasta el punto de que Tord se había vuelto su confidente "Su mejor amigo".

-Hola Edd, ¿Día pesado? -pregunto Tord empezando a atender a los clientes.

-Ni te lo imaginas -respondió Edd en un suspiro pesado- ¿sabes cuantos clavos tuve que clavar hoy?

-¿Clavos, por qué? ¿Hay bandidos de nuevo? -pregunto Tord curioso, ya hace meses que dejaron de usar los clavos para asegurar las cosas, ya que desde la llegada repentina de Edward quien ayudó a atrapar a los bandidos para salvar a príncipe Matt, nadie en el pueblo había vuelto a necesitar los clavos, hasta ahora.

-No, aun peor -Exclamó expresando terror y cansancio- El Sheriff tenía dudas del Banco así que decidimos ayudar a reconstruir el techo del Banco, eh investigar de paso, ¡Pero lo malo es que es Enorme! -se quejaba Edd- ¿Sabes cuantas tablas sueltas había en el techo? con razón acusaban al Banco de lavado de dinero.

-Oh, si había oído de eso pero ¿Por qué acusaban al Banco de lavado de dinero? -preguntó Tord quien no sabía mucho respecto al tema.

-Porqué siempre que ibas a retirar dinero, te entregaban dinero mojado, pero resultaba que era la humedad provocada por las tablas sueltas del techo -expuso Edward- con algo de ayuda de la vecina de al lado, sus plantas y la lluvia.

-Vaya, qué ironía, si qué trabajaron duro hoy para resolver ese misterio -exclamó Tord.

-Si, si, mucha charla, ya es tú turno de trabajar Tord, yo quiero... -antes de que Thompson logrará de terminar su pedido Tord le había servido un tarro de cerveza bien helada y a Edward un refresco de Coca~Cola- Ja nada mal, sigues adivinando mis pedidos.

-Qué te puedo decir Sheriff, te conozco desde hace ya unos años, se bien tus gustos para cada ocasión, aparte es mi trabajo saber cómo quieren ser atendidos mis clientes -mencionó Tord orgulloso de si 😌.

-¡Ja! Mejor cállate y vete a trabajar -respondió Thompson cortando el momento de gloria de Tord- Hay personas que queremos tomar a gusto.

-"Hii pirsinis qii qiirimis timir i gisti" -dijo arremedando a Thompson y le saco la lengua en forma infantil para después irse a seguir atendiendo a sus clientes- ya me voy pues, si gustan algo más, me avisan.

-Esta bien, gracias Tord -respondió Edward y Tord siguió atendiendo a sus clientes.

Así siguieron tomando en la cantina hasta el anochecer. Tord estaba limpiando el establecimiento para abrir el día siguiente en las mejores condiciones y Thompson ya estaba algo borracho y ya no había más gente en la cantina (con excepción de Thompson, Edward y Tord) así que asegurándose de eso, Edd le preguntó algo al Sheriff.

-Sheriff, le tengo una pregunta -habló Edward.

-¿Mmm? -Respondió Thompson.

Cuando Thompson esta borracho no se nota ya que sigue tomando y actuando tranquilo hasta que se duerme (y no despierta hasta el día siguiente) cuando ya no puede más, aparte cuando le hablan o preguntan algo en ese Estado Thompson trata de utilizar el menor número de palabras posibles.

-¿Cómo perdió el Ojo? -preguntó Edward en voz baja.

-Oh... ¿esto? -señalando su parche- Lo perdí cuando me enfrente cara a cara con "El Bandido Rojo" -respondió simple volviendo a tomar un trago de su cerveza.

-No Puede Ser -Decía emocionado Edd- ¡¿Thompson peleaste cara a cara con El Bandido Rojo?!

-Si -le muestra un afiche de "Se Busca" de dicho bandido- ¿Por qué, lo conoces niño de Inglaterra?

-Como no voy a conocerlo, allá en Inglaterra es bien conocida la historia sobre un Bandido de procedencia desconocida que va de ciudad en ciudad, aquí en Estados Unidos, cometiendo crímenes sospechosos y mayormente sangrientos, solamente a personas que han hecho cosas inhumanas, para después fugarse sin dejar rastro -menciono Edward emocionado- Algunos dicen que es el mejor Bandido de todos los tiempos y que su nombre se convertirá en ¡Leyenda!

-Ja ja Exagerados -exclamó Thompson- Cuando El Bandido Rojo se convierta en Leyenda, Yo me iré del pueblo, es más, ¡ME IRÉ DE ÉSTE BENDITO PAÍS! -exclamó sarcástico y burlón pues Tom estaba más que seguro de que nunca se iría del País y mucho menos de su amado pueblo que lo vio nacer.

-Si no crees que el llegué a ser leyenda, entonces, al menos dime ¿Cómo es él en persona? -preguntó Edward curioso y emocionado.

-Bien, te contaré -Dijo Thompson haciendo memoria- Veamos...

⋆ ˚｡⋆୨ Flashback ୧⋆｡˚ ⋆

Narra Thomson

Después de una larga búsqueda, por fin había logrado frustrar sus planes y encontrar el escondite del Bandido Rojo. Fue por eso que lo tome por sorpresa y lo logre atrapar, luchamos un rato hasta que finalmente lo logre derribar al dispararle en el brazo derecho con mi amada pistola, obviamente con la clara intención de arrestarlo.

-Bandido Rojo usted queda arrestado por un sin número de crímenes cometidos, que llevan desde falsificación de identidades hasta el asesinato. Será llevado a juicio para que un juez dicte su sentencia -decía Thompson apuntando con la pistola al Bandido Rojo- Aún que creo que usted ya sabe lo que le espera.

-S-sabes te subestime... Eres realmente alguien muy capaz -expresó sincero el Bandido Rojo- Nadie nunca me había logrado atrapar antes en este estado tan deplorable y vulnerable -Thompson se coloca arriba el, tomándolo de las muñecas para inmovilizarlo

-Ja, al fin te tengo pequeña mierda -se burló Thompson mientras sacaba una cuerda para amarrar al Bandido Rojo- [/esto es un poco decepcionante/] -Pensó el Sheriff ya que esperaba más acción.

-Sabes... Todo esto es una lastima, creo que me agradas -expresó El Bandido Rojo- ¿Alguna vez te han dicho que eres muy atractivo?

-¿Ehh? -Thompson se quedó algo confundido por las palabras del Bandido Rojo y eso hizo que este aprovechará la oportunidad, lo tirara al suelo y ahora El Bandido Rojo, tenía apresado a Thompson- Te doy un consejo, nunca bajes la Guardia Sheriff -se burlo.

-¡Tú, Maldito! -Thompson en un movimiento rápido lo vuelve a tirar- Eres ágil maldita sabandija.

-Ja Auch, gracias por el cumplido, yo también tengo que reconocerlo Sheriff, eres alguien muy especial, así que te diré un pequeño y nada importante secreto -Sonrió El Bandido Rojo- Ah, pero trata de que quede entre los dos.

-¿mmm? -Tom Lo mira confundido.

-Mi apellido real es "Larsson" y me agrada Sheriff -Se burlón El Bandido Rojo- habría sido lindo tenerte como amigo.

-¡Yo no creeré en tus mentiras Bandido Rojo! Se que tú sueles inventarte distintos nombres y apellidos adoptando diferentes personalidades, el duque William, Sebastián, Rutherford, estos y muchos más han sido diferentes nombres que has dicho y usado -Exclamó Thompson queriéndose soltar.

-¡Vaya! Veo que me conoces muy bien Sheriff, casi como la Palma de tú mano -Exclamó Sorprendido El Bandido Rojo, al ver el conocimiento de Thompson respecto a el- Sabes, lamento decirlo pero, yo ni siquiera se tú nombre.

-Recuérdame muy bien, soy Thompson Ridgewell y yo seré la persona que de fin a tú asquerosa existencia en este mundo -exclamó Orgulloso asegurando bien al Bandido Rojo.

-Ohh amenazador, Bien, si eso quieres será como tu digas, me gusta tú forma de ser Ridgewell -Dijo Larsson.

-Cállate, ahora si estas atrapado -exclamó Thompson asegurándose de haber atado correctamente al Bandido Rojo.

Creí que lo tenía, que por fin me desharía de el, que ya le había sacado todos los trucos y trampas posibles, pero no contaba con que tenía trucos bajo la manga y cuando intenté amarrarlo correctamente de las manos, actuó de manera rápida y precisamente me acuchilló en el Ojo.

-AAAAHHHHHGGGGHG -Grito Thompson de dolor mientras El Bandido Rojo se logra a desatar para poder huir de allí de forma rápida- Tú Hijo de

-¿P#r#a? tal vez, de algún lado debí haber salido, No lo crees -exclamó irónico y burlón el Bandido Rojo- Escuche no me crea si no quiere Sheriff Thompson, pero yo te digo que soy.... Larsson.

-Maldito.

-Bien Sheriff esta es la despedida, nos volveremos a ver, tal vez tu me encuentres y vuelvas a frustrar mis planes o quien sabe, tal vez yo te visite a ti y te arregle el otro ojo jajajaja -se va.

⋆ ˚｡⋆୨ Fin del Flashback ୧⋆｡˚ ⋆

-Así fue como el Bandido Rojo Me apuñalo en el ojo, escapo de mi y nadie he vuelto a saber de él en 6 largos años, aún que sus hombres siguen haciendo estragos. Lo busque por cielo y tierra desde ese día pero nunca volví a encontrar rastros de su ubicación. -término de contar su historia Thompson y tomó un buen trago de su cerveza- ¡Hey cantinero, otra ronda de cerveza y ven aquí para platicar!

-A la orden -menciono Tord yendo con 2 todos de cerveza y un refresco de Cola para Edd.

-Eso fue increíble -mencionó Edward después de escuchar la historia de Thompson.

-Y ¿Ya se rindió en la búsqueda del Bandido Rojo, Sheriff? -pregunto Tord.

-Pues... En ese año lo busque como loco, alguna pista, pero la información que tenía no era suficiente como para asegurar donde estaba su escondite. Aparte, el siguiente año, incrementaron los asaltos en la región, así que no tenía tiempo para buscar más información -aclaro el Sheriff.

-¿Y si ya está muerto? -preguntó Edward.

-No, yo se que sigue vivo, que sus hombres sigan activos lo demuestra -aseguró El Sheriff Thompson- aparte cada que cometen un crimen siguen dejando esa aura característica de los crímenes cometidos por el Bandido Rojo, así que se que siguen trabajando para el.

-Yo creo que ya estas delirando Sheriff -Exclamó Tord.

-*bosteza* uaaah... Pero que día -dijo cansado Edward mientras se estiraba.

-Mejor ve a descansar Edd, mañana tienen que seguir trabajando con el techo del Banco -Dijo Tord.

-Ni me lo recuerdes -Expresó cansado Edd- Vamos Sheriff te llevó a casa.

-No me puedo parar -expresó cansado y Borracho El Sheriff

-¿Por qué, acaso se siente mal Sheriff? -preguntó Preocupado Edward- Tord ¿crees que se encuentre bien? -ambos se quedan mirando a Thompson un momento

-La silla me ha aceptado como uno de los suyos, si me voy ahora perderé su confianza para siempre y será imposible de recuperarla, ¡¡¡Cantinero otra cerveza!!

-No definitivamente estas borracho -dijo Tord escuchando las tonterías que decía Tom

-Oh vamos Sheriff, no puedes dormir en la cantina -aclaro Edward, queriendo levantar a Thompson sin fuerzas.

-Sabes que Edd, mejor tú ve a descansar yo lo llevó a su casa -propuso Tord.

-¿En serio? ¡Gracias Tord! -exclamó animado mientras se retiraba de la cantina- Aquí tienes lo de las bebidas y nos vemos mañana -se va.

-Adiós -Tord se despide- y ahora Sheriff venga para acá que lo tengo que llevarlo a su casa.

En el camino

-Sheriff alguna vez le dijeron que usted es algo pesado -Exclamó Tord casando de estar llevando a rastras al Sheriff.

-Ahg cállate y suéltame si tanto te molesto -Sugirió Thompson.

-Bueno -Tord lo suelta y Thompson cae de cara al piso.

-Auch... No lo decía literal -exclamó Thompson levantándose del suelo ya que el golpe le había bajado un poco la borrachera.

-Lo siento Sheriff, pero ya llegamos y tenía que abrir la puerta de su casa para meterlo, aparte pensé que si podría mantenerse de pie -se justifico Tord- haber deja te ayudó.

Tord ayudó a Thompson a entrar a su casa ya que aún que ya estuviera algo consiente seguía estando borracho y se iba de lado al caminar. Al entrar Tord tiro en el sofá a Thompson y el se sento en una silla que había cerca.

-Bien al fin llegamos y logre traerte con vida a casa -Exclamó Tord a Thompson muy cansado.

-¿Y eso qué, te aplaudo? -preguntó Thompson mientas bostezaba y se le cerraban cada vez más los ojos por el sueño.

-Un Gracias habría bastado -aclaro Tord.

-Si, como sea -Se empieza a dormir.

Tord espero un rato en silencio para asegurarse de qué Thompson se durmiera y empezó a hablar.

-Sabe Sheriff, desde el primer día le había dicho que me agradaba y de hecho, cuando llegue recién jamás pensé en tener una nueva familia aquí en el pueblo, han sido unos geniales 5 años de diversión, pero me temo que mañana se acaba todo el show -exclamó Serio Tord mientras se levantaba y se dirigía a la salida de la casa- Recuerda lo que te rodea Sheriff, porque tú futuro va a ser diferente -mira una última vez la casa, sonríe melancólico, se acomoda su sombrero y se va con dirección a la cantina.

De camino a la Cantina, Tord iba contemplando y disfrutando esa noche hermosa cuando de repente alcanza a divisar a Edd a lo lejos muy apresurado hacia la estación de trenes, así que decidió alcanzarlo.

-¿Edward? -pregunto Tord.

-Oh Hola Tord -Edd se detuvo.

-¿Qué haces?

-Me llegó un telegrama urgente desde Inglaterra, el príncipe ya va a regresar a su país y quiere que lo despida en el muelle antes de irse -exclamó Edd- Tengo que tomar el tren nocturno hacia El Muelle Este para así llegar a tiempo.

-Oh, que repentino -Exclamó Tord.

-Si... Estoy pensando en ir a ver a mi familia en Inglaterra, pero todavía no estoy seguro de ir ahora o mejor después, al fin y al cabo prefiero ir cuando sea verano.

-Sabes mejor espera un poco antes de irte, y convencemos a Thompson de ir también, lo veo algo cansado, sería bueno que tomara unas vacaciones.

-mmm buena idea, si espero un poco podemos ir los 3 yo, el Sheriff y tu Tord ¿Qué dices?

-mmm suena bien, llevo casi 6 años sin descanso trabajando en la cantina, creo que merezco unas vacaciones -dijo pensativo Tord.

//Pasajeros El Tren esta a punto de marchar, Todos a Bordo//

-¡Ye! Bueno Tord, por favor me disculpas con el sheriff por no despedirme y le dices de nuestro plan -Edd empieza a correr hacia el tren- nos vemos.

-¡Adiós Edd! -se despidió Tord.

Edd se subió al tren y Tord llegó a la estación para ver como se iba, el tren empezó a avanzar, Edd se asomo por la ventana despidiéndose y Tord empezó a correr y gritarle algo.

-¡Edd saludas a Matt de mi parte!

-¡Eso haré!

Cada vez se alejaban más...

-¡Asegúrate de llevar al Sheriff a Inglaterra cuando yo ya no este!

-¡¿Qué?! -Edd no logró distinguir mucho de lo que dijo Tord o al menos pensó que escucho mal.

-Cuidate, Farvel venn Edd, ha det.

Edd al estar muy lejos no estaba seguro de si estaba escuchando bien ya que al último ni siquiera entendió lo que decía Tord... Aunque se le hizo extraño, parecía que Tord le habló en un idioma no muy conocido y eso dejó a Edward pensando en ello toda la noche.

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Publicación: 12/Abril/2022