Capítulo 3a
Puerta a Wonderland
Narra Bon
Ante mis ojos se mostraba un paisaje fantastico: las plantas y las flores poseían coloraciones que nunca había visto, el cantar de los pajaros también era de lo más extraño, igual que el color del cielo.
Camine unos pocos pasos, alejandome lentamente de la puerta por la que había entrado. La verdad era que me sentía bastante inseguro, pero la curiosidad en mí era muchisimo más fuerte.
Me alejé más de la puerta, algo más confiado. Oí un ruido detras de mí, similar al repiqueteo de un cascabel o unas campanillas. Cuando me dí la vuelta, pude ver como la puerta por la que había llegado a aquel onirico lugar se desvanecía lentamente ante mis ojos, como si nunca hubiera estado allí. De la misma forma que aquella chica que la había creado.
Mentiría si dijera que no me asuste al ver que aquello ocurría. De hecho, pensaba que el corazón se me iba a salir por la boca de lo rapido que latía. Tenía miedo, mucho, mucho miedo.
Estaba perdido en un lugar desconocido, lejos de mi hogar y de todos aquellos que me importaban.
Apoyé mi cabeza en el muro, mientras trataba de contener las lagrimas. Todos mis esfuerzos por no llorar fueron en vano. Llore, como lloran los niños cuando los apartan de su madre. Caí de rodillas al suelo, aunque lentamente me fui dando la vuelta hasta quedar con la espalda apoyada en el muro, mientras escondía mu cara entre mas rodillas.
Definitibamente, aquel era el peor día de mi vida. Primero, el chico que me gusta me rechaza. Luego, me pierdo y me caigo a un pozo en mitad de la nada. Y, finalmente, le hago caso a una rara desconocida y me meto por una puerta que me había llevado a quien sabe donde.
Llore durante una cantidad de tiempo que no soy capaz de especificar.
Hasta que algo cayó sobre mi cabeza: un pequeño papel enrollado y atado con un listón de color rojo sangre y sellado con un lacre de color beige. Mire inmediatamente hacia arriba para buscar el origen de aquel documento, pero no ví nada.
Secando las pocas lagrimas que quedaban en mi rostro, me decidí a leer lo que ponía en aquel papel caido de la nada. Al parecer, era una carta de aquella extraña chica que me trajo a este lugar. La carta decía así:
Confundido conejito azul:
Al parecer hay cosas que se te dan realmente mal. Te doy la oportunidad de empezar de cero, pero... ¿qué es lo que tú haces? Llorar como un recien nacido; aunque, por otra parte, los recien nacidos lo primero que hacen al llegar al mundo es llorar, asique... mejor olvida lo primero de la carta.
¡Bienvenido a Wonderland! ¡El lugar donde la locura está a la orden del día y lo más bizarro que se te ocurra puede volverse real!
Espero que disfrutes de tu estancia aquí, porque será muy, muy larga.
Más vale que empieces a explorar tu nuevo entorno, conejito. Estoy segura de que encontraras gente muy... peculiar.
Vive tu nueva vida, pasalo bien conejito azul.
Atte: La gata de Cheseir
El resto de la carta estaba cubierta de extraños garabatos cuyo significado no logre entender. Unos segundos depués, la nota se disolvió en el aire.
No sé porque, pero al leer aquellas palabras, todo los malos recuerdos del "otro mundo" se hicieron presentes en mi mente: la apatia y dejadez de mi padre para conmigo, el abandono por parte de mi madre para irse a viajar por el mundo con su novio, las casi constantes broncas de Mangle, el rechazo de Bonnie... todo aquello.
De la nada, la tristeza y el miedo habían sido sustituidos por un gran alivio y determinación. Realmente me había librado de un gran peso, nunca más tendría que preocuparme por ninguna de aquellas tonterias.
Con las fuerzas renobadas y la curiosidad por descubrir mi nuevo entorno, me levante de un salto y me aleje sin miedo o miedo de aquel lugar. Dejé todo atras.
******
Narra Niara
¡Vaya, vaya! Parece que este conejito se ha puesto por fin en marcha. Empezaba a pensar que la historia se iba a ir al garete y eso habría sido una tragedia, ya que apenas estamos llegando al nudo de la historia. Pero, tras un pequeño empujoncito, no ha decepcionado y se ha puesto en marcha con rapidez.
Esto ya toma cada vez más forma.
Veamos a donde se dirige este conejito azul tan gracioso.
******
¡Este lugar me encanta! Se llama el río Revertido, ya que fluye hacia atras. Es divertido lanzar algo y ver como el agua lo estrella contra las rocas.
Parece que al azulito también le está gustando, puesto que ya lleva un rato parado sobre el puente de Latsirc observando las aguas. Parece feliz.
No para de acercarse a curiosear todo lo nuevo que encuentra, se le ve muy ilusionado. Es como un niño en una tienda de caramelos.
Y, hablando de caramelos, parece que ha encontrado un árbol de Regaliz. Me pregunto que va ha hacer.
Veamos... extiende la mano hacia la copa, toma uno de los frutos y... ¡Se lo lleva a la boca! No esperaba semejante valor de un recien llegado, podía haber sido un árbol de Cicuta.
Parece que no le desagrada del todo el sabor, pero tampoco parece que le entusiasme mucho. Aunque a mí, he de decir, que me encanta el sabor de esos frutos.
Umm... Creo que ha decubierto el camino hacia la estación del tren de la falsa tortuga y se dirige hacia allí. Sin duda será interesante verlo relacionarse con otros habitantes de mi mundo; aunque, también he de decir, que la falsa tortuga no es precisamente uno de los que estan más locos. Sin duda los hay mucho peores; incluso, me atrevería a decir, que los hay más chiflados que yo.
Bueno, parece que ya ha llegado a la estación. ¡Pero que carita más graciosa ha puesto al ver a la falsa tortuga! Sin duda, esa cabeza de vaca y ese viejo caparazón confunden y desconciertan con bastante facilidad.
¡Oh! Parece que, aún con esas, el conejito azul está dispuesto a subir al tren y... ¡la Falsa Tortuga de ha dejado! Eso si que no me lo esperaba.
Nuestro amiguito se ha acomodado en uno de los vagones y... creo que se ha quedado dormido con la cabeza apoyada contra la ventana.
Dejame echarle un vistazo más de cerca... ¡Sip! Se ha quedado dormido.
¿Te parece si lo dejamos estar un rato? También hay que atender a los ositos y... parece que sus amigos han recibido mi pequeño mensaje. Todo marcha prefectamente.
Dejame ocuparme de unos pequeños asuntos y enseguida estoy contigo.
******
Palabras: 1124
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top