💛🌻Capítulo 17🌻💛
NARRA IU🌻
-¿También eres el mejor besando? - Oh Mierda! Eso lo acababa de vocalizar. Cuando yo lo digo. Tienes que dejar de pensar en voz alta Lee JiEun -
Por razones obvias, Jungkook me miraba con la mandíbula descolgada. Esa ninguno de los dos la había visto venir. Eso le pasa a mi boca por quererse adelantar a mi cerebro.
Miré en otra dirección y di pequeños golpecitos sobre mis labios ocultándome inútilmente de él.
Bien. Ahora sí que el viaje iba a ser de lo más incómodo. Lo sentí aclararse la garganta como si tuviera arena en ella y no respondió a mi pregunta. Cosa que agradecí enormemente.
Yo opté por permanecer en mutismo. Me veía mejor calladita.
-JiEun. ¿Nunca te has puesto a pensar en cómo te verías el día de mañana?-de repente eligió quebrar la barrera de silencio que se había instaurado entre ambos, a causa de la incomodidad que yo misma había generado.
Su pregunta no venía al caso, pero digamos que prefería hablar de eso antes que estar haciéndole una explicación del porqué yo había soltado aquello sin más.
-Bu...Bueno. La verdad...-mi cabeza cavilaba de una idea a otra intentando organizar lo que quería decir sin que me saliera liado.
-Yo no me he visto específicamente en mi mañana, pero la verdad tengo cierta pasión por el arte. Quisiera ser como mi hermano Jimin y alcanzar mis metas. Suena loco, pero me gustaría ser un artista reconocido.-había empezado él, como dándome la oportunidad de pensar a mí. No me miraba a mí, sino hacia el paisaje fuera del vidrio de la ventana. Juraría que se veía bastante ilusionado.
-¿Y por qué deseas ser reconocido?-cuestioné.
-No. No lo has pillado.-una sonrisa nostálgica salió de sus labios, dándole un toque más gentil a sus duras facciones.-
-No es el hecho de ser famoso porque, realmente, eso traerá un cubilete de problemas cayendo en espiral hacia mí, se trata del hecho de que quiero ayudar y darle la mejor vida a mi familia. Traerla conmigo a Seúl si es posible. Pagaré el precio que tenga que pagar por ellos.-culminó su pequeño discurso, que me indicó una vez más que el chico junto a mí no era más que una incongruencia muy bonita. Podía ser todo lo tosco y gélido que quisiera, pero estaba cargado de emociones bonitas cubiertas de espinos. Era tan pesado y a la vez tan dulce que lograba confundir mis sentidos.
-¿Y bien?- esta vez redirigió su pregunta hacia mí.
¡Oh, vaya! Había estado tan idiotizada mirándole hablar, que ni siquiera había preparado algo para decir que tuviera fundamento.
-No lo sé Jeon. No suelo pensar demasiado en el mañana. Creo que el hoy se convertirá en mañana, y de nuestros actos del presente dependerá nuestro futuro. Por lo que mi conclusión es, que lo más importante es, concentrarnos en el presente. De nada sirve tener muchos planes si ni siquiera sabemos si al día siguiente estaremos muertos.-no había querido que aquello me saliera tan mustio, pero era mi realidad, lo que yo creía.
-¿Se puede ser más pesimista?-su mueca de irritación traspasó mis ojos.
-No tengo aspiraciones tan visionarias como las tuyas.-dramaticé abriendo las manos y dándole el tono exacto para sacarlo del paso, pero me ignoró el pequeño teatrito que me había montado.
-¿Entonces ni siquiera tienes un impulso que te ayude a seguir viviendo? ¿Algo que te haga querer luchar por ello?
Moví mi cabeza negando efusivamente.
-Digamos que mi respiración es lo único que me mantiene atada a la vida.-reí con angustia.
-¡Oh vaya! Tenemos una amargada de la vida. Cualquiera diría que eres algún tipo de emo en estado depresivo.-saltó a conclusión.
-Oh! ¿Qué tenemos aquí? Una serpiente diciéndole arrastrada a otra.-alegué claramente vejada.
-¿Me estás llamando serpiente? ¿O acaso emo depresivo?-su humor estaba pinchado. —Porque claramente no lo soy.-se defendió.
-Tómalo como quieras.-le resté valor a su pequeño berrinche encogiéndome de hombros.
-Deberías tener aunque sea algo que te guste.-volvió a alzar su voz. Se le veía tan consternado por lo que yo había dicho.
-¡Claro que lo tengo! Me gustan los dulces y escribir.-dije sin darle importancia a su mirada que empezaba a clavarme en las sienes.
-Ves! Lo tienes! Además cantas muy bonito! Deberías encaminarte en lo que te gusta.-dejó caer su consejo.
-Sí ya.-mi vista continuaba clavada en el celular, donde jugaba a un extraño juego de amontonar bolitas de colores y alinear las del mismo matiz para hacerlas estallar y, así, ganar puntos.
Lo escuché soltar un bufido. Parecía estar bien resentido con mi actitud e, infiero que, para intentar controlarse se paró del asiento a una velocidad que no midió la altura y chocó con la ventilación, lo cual me hizo destornillarme de la risa.
No me miró y tampoco a los de alrededor que lo observaban divertidos. Caminó por el largo pasillo para perderse al ala derecha en los sanitarios con una rapidez furibunda.
🌻🌻🌻
-Hyung! ¡Corre! ¡Hyung!-era la voz de un niño. Parecía consternado pero su imagen se veía distorcionada.
-¿Por qué llevas una cuchilla?- ante mi pregunta la escondió en su espalda como niño al que su madre coge infraganti.
JiEun! JiEun!-me llamaban. Se sentía lejano.
Reconozco esa voz.
¿Jungkook? -abrí los ojos.
-Sí. El mismo que viste y calza. Ya hemos llegado. ¡Vamos!- dicho esto comenzó a sacar las maletas que habían podido ser colocadas en las pequeñas puertecillas que se encontraban sobre la ventilación del tranvía, las cuales, se plegaban hacia abajo al ser abiertas por él. Yo en mi estado de letargo lo observaba sin mover un músculo. Esto me pasaba comúnmente al ser despertada de improvisto, hasta que me espabilaba a los pocos minutos.
Narra Jungkook🤠
Luego de que la stalker saliera de su estado casi zombie, tomé sus maletas y las mías y salimos. Ella se encontraba llamando por teléfono a su amiguillo mandón y yo solo esperaba a que me dijera si la acompañaba a casa o no. A lo mejor no tenía que hacerlo ya que de seguro el tal Woomi azucarado, o como ella le diga, venía a recogerle.
Su pregunta inicial no paraba de dar vueltas en mi cabeza y de hacer que me retorciera por tener que reprimirme. ¡Maldito sentido de la moral! Te había pedido con una indirecta que la besaras. Te puso la oportunidad en bandeja de plata, pero la rechazaste. O peor. La evadiste con una tonta pregunta acerca de las aspiraciones del mañana.
-Porque estás ruino y no quieres perder el control.-mis propios pensamientos hablándome.
-No! No es así! Bueno sí! Ash! Solo cállate.-si estuviera en una película animada de seguro tendría a un diablito flotando sobre el hombro izquierdo, y a un angelito del otro lado dándome la voz de la razón para marcar mis límites. En la realidad solo parecería que estaba bien chiflado.
-Dice Woominola que me vendrá a buscar.-sacó la paleta color rojo sangre de su boca para volverla a llevar dentro y otra vez tuve que apartar la vista .
Desde el día que había despertado con ella apretujada a mí como si yo fuera un peluche, había estado teniendo ciertos pensamientos salidos del plato.
-El roce hace el cariño.-la vocecita de mi cabeza hablando.
-¡Y una mierda!-solo era yo mimo reflexionando conmigo mismo. Que loco sonaba. Pero demás está decir que todos tenemos una vocecita en nuestras cabezas que aunque no escuchemos audible, nos habla. Algo raro pero real.
-Bueno stalker. Me tengo que ir.-comencé a retirarme.
-Espera!-me tomó de las mangas de mi camisa y depositó un beso fugaz en mi mejilla.
-Gracias por todo.-sonrió animadamente.
-No JiEun. Eso sí que no. Juego sucio.-
-¿A qué te refieres?-parecía ida. Claro que no entendía mi intención.
La tomé de las mejillas y deposité un corto beso en su comisura, uno muy delicado.
Me separé y la miré. Sus ojos me miraban brillantes y expresivos como siempre.
-Si continúas con esos acercamientos. No te garantizo que pueda permanecer quieto.-susurré cerca de sus labios y me separé lentamente dándole espacio.
-Debo irme. Mis abuelos deben tener la cafetería repleta a estas horas.-dicho esto me marché de ahí dejándola con la mirada perdida en un punto fijo. Se veía adorable aún con la paleta en la boca llenando su mejilla.
Al llegar a la casa, como era de esperar, el abuelo se encontraba en lo cocina preparando las órdenes de los clientes y mi abuela llevando los platos a sus mesas correspondientes.
-Oh mi pequeñuelo! Has vuelto!-sonrió mi abuela haciendo que sus ojos se achicaran y los pequeños pliegues de la piel del costado de ellos se hicieran más prominentes.
Su mirada enjuta, pero amable me brindó la misma calidez de siempre, solo que los pequeños círculos negros bajo la cuenca de sus ojos me indicaban que no había estado teniendo un buen descanso.
La abracé. -Su nieto está de vuelta. Iré a lavarme las manos y dejar las maletas dentro y en seguida vengo a ayudarles.-deposité un beso sonoro en su mejilla.
-Oh! ¡Ya te dije que no es necesario!-
-Ni se atreva a oponerse señora Jeon.-le solía hablar así, de forma jocosa, a la abuela cuando se ponía a decirme que no me esforzara y que solo vagueara. No, ese no es mi estilo. Yo no puedo estar holgazaneando mientras mi familia se rompe el lomo trabajando.
-Bueno. Pero antes come.-
-Puedo hacerlo después.-reí y saludé con un gesto afable al abuelo. Él me devolvió un asentimiento de cabeza y siguió volteando algunas verduras en la sartén.
Narra IU🌻
Bien....Ahora sí que el hámster en celo que usa sombrero de guano me había dejado estupefacta. Mis pies estaban clavados al suelo, tan fuerte, que podrían confundirme con una estatua viviente. De esas que andan por ahí ganando dinero debido a su talento de no mover un músculo.
¿No era lo que querías?
Sí sí.
No lograba salir por completo del trance en el que me encontraba sumergida. La impresión de su aliento cálido a escasos milímetros de mí, chocando mis mejillas y labios, unido a eso su voz melosa me dejaron así, de piedra. No señores. No exagero.
Quizás no me besó de la manera que había visto en series americanas, pero supongo que ese besó sutil fue una advertencia.
¿Qué sería capaz de hacer si sobrepasaba mis límites?
Tan solo esa interrogante me hacía escocer del miedo.
<<Ni se te ocurra chiquitina. El que juega con fuego sale quemado. Ya bastante has vacacionado con el príncipe rata>>
Aaaah!-pegué un bote al desbloquear el teléfono y leer aquello. Una corriente gélida recorrió todas las terminaciones nerviosas de mi espalda. Miré hacia todos lados. Pero entre tanta gente me era técnicamente imposible verle.
Estaba a punto de sufrir de un ataque de ansiedad. Me recordaba a mí misma usar el abdomen para respirar y contaba lento mentalmente. Repetía la acción una y otra vez.
JiEun! Céntrate. Soy yo. Wooyoung! No olvides de respirar con calma.- Estaba aquí. Mi amigo estaba aquí. ¿Nunca han experimentado la sensación de que de un momento a otro ven los cielos abiertos cuando ocurre lo que necesitábamos en el momento?
Digamos que no me relajé al instante. Yo estaba temblando como y me encontraba pálida como una hoja de papel. Aquello era más que claro pero la mirada de WooYoung me traía sosiego. Cuando ya me hiperventilación se hubo regulado y me encontraba más calmada y sentada en un pequeño banco,con mi amigo,sosteniéndome de los hombros pude abrazarlo como se debía.
-Te extrañé Woominola!!!-le abracé fuerte.
-Lo sé mi pequeña Candy.-
-Yah! Candy tenía 2 novios y yo no soy así.-le reproché e hice un puchero.
-Ni así dejas de hacer bromas. Sabes que no te lo digo por eso.-me dio un pequeño golpecito en la frente y reímos juntos.
-JiEun...¿Me puedes decir qué te puso así?-
-No es nada.-respondí tajante.
-¿Es ese tipejo de nuevo, verdad?-
Para qué mentirle si WooYoung me conocía muy bien. No sabía quizás todo porque eso me pondría en riesgo a mí pero estaba consciente de una buena parte del asunto.
-Bueno. No respondas. Sé que es eso. Estoy seguro.-dijo confiado y me ayudó a llevar mis bultos a su auto. Los dejó en el maletero mientras yo esperaba pacientemente en el asiento del copiloto y echamos a andar.
Aquella noche me la pasé contándole todo lo que había hecho en la granja en su casa. Porque mi padre aún no había vuelto de su viaje. A Wooyoungie no le agradó mucho Jungkook por lo que le conté, pero bueno...¿Qué se le iba a hacer? Pero a la vez me dijo que quisiera tener la oportunidad de conocerlo porque dice que me ayudó el día que me desmayé y siguió todas sus indicaciones al pie de la letra. Ya quisiera ver a estos dos juntos. Ni se van a resistir.
🌻🌻🌻
La rimbombante campana del inicio de clases había sonado. Woominola y yo la pudimos sentir desde la esquina. Nos habíamos retrazado un poco esta mañana por culpa de él, que es un dormilón resagado. Pero en parte no estaba muy enfadada porque era debido a mí que se había pasado la noche en vela escuchando mis relatos campestres.
Antes de entrar al salón me entraron unas inmensas ganas de hacer pis y me tuve que despedir de mi amigo diciéndole que le dijera al maestro que había tenido una urgencia y que por ello estaba retrasada.
Entré al baño y me senté en el W.C.
-¡Vaya que alivio! Cerré los ojos por instantes.
Lavé mis manos y mojé mi cara para espabilarme un poco.
Vi su sombra en el espejo.
-No! No! No podía ser! ¿Por qué seguía empeñándose en hacer mi vida un yogurt más amargo de lo que ya era? Sigo sin poder tomar la justicia por mis propias manos.
-Mira a quien tenemos aquí. Tu amiguito ese mosca muerta ya te abandonó?-se rió tan estridentemente que su risa llegó a mis oídos como el zumbido molesto de una abeja.
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Hasta aquí llegó el Capítulo de hoy mis nenxs.
¿Qué les está pareciendo?
¿Qué quisieran que pasara proximamente?
¿Piensan que el Kook y IU van muy lento o está bien así?
Acabo de terminar de escribirlo. Lo siento por la demora es que estaba bloqueda por completo.
Quiero agradecer a mis amigas Mel y Eli que me han ayudado mucho en aportar ideas para salir de mi bloqueo temporal. Jjajaja. Tranqui que ya estoy bien y todo está fluyendo.
Bueno me despido hasta la próxima actualización que espero sea pronto y me voy para la camita que solo he dormido 5 horas desde ayer. Besotes❤❤❤❤❤
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