Extra #2
Andrés Briver׃
La verdad que no me impresiona su actitud después de saludarla. Ella siempre ha sabido disimular muy bien sus emociones y yo soy testigo de eso.
Pero… Después de tanto tiempo sin verme vas a seguir siendo así.
Por mi mente pasaba infinitas preguntas y respuestas, pero unas de ellas era ¿el por qué ella estaba abrazando a Javier en la entrada del lugar? y esa es una pregunta que no tiene respuesta.
―Ayyy ―suspiro mental.
A quien engaño con mis preguntas, está claro que están juntos. Soy yo el que no se quiere responder así mismo.
Después de un año
Vuelvo a casa de mi abuelo después de pasarme un año en Alemania estudiando contabilidad y finanzas y lo primero que hice fue ir a ver la fábrica y algunos negocios en cuestión de finanzas ya que a él le cuesta atender esos asuntos.
―Andrés tú avisaste a tu madre que vendrías a verme ―me pregunta y yo continúo revisando los papeles negando su pregunta moviendo mi cabeza― y si a ella le da por volver pensando que te fugaste. ¡Llámala! ―me ordena interrumpiendo mi trabajo.
―Lo hare después ―le digo mientras sujeto lo papeles y me quito los anteojos para refrescar un poco la vista.
―A esa bruja es mejor tenerla lejos y si ella vuelve no podré soportarla ―ya se me había olvidado ese asunto por completo. Creo que la relación entre suegro y nuera es muy difícil de llevar.
Riéndome a carcajada por burlarme de mi abuelo la llamo, pero no responde, así que vuelvo a insistir pero me cuelga.
¿Qué estará pasando? Normalmente cuando la llamo me responde al instante.
Cuando me empiezo a preocupar, me atiende la llamada una voz que se me hace muy familiar. Espera es Lucia, no, no espera quizás ya me estoy volviendo loco, aparte su voz era fría y breve, tal vez es otra persona que tiene una voz parecida a ella.
―Estaré allí en un momento ―le cuelgo teniendo la ansiedad verla otra vez, pero lo más preocupante era que hace mi madre aquí y lo peor que hacia cerca de la universidad de Lucia.
―¿Qué pasa? ―mi abuelo pregunta.
―Mi madre está en el hospital en estos momentos.
―¿En cuál hospital? ―vuelve a preguntar― el que se encuentra cerca de la universidad de ciencias médicas ―crees que estaba allí porque pensó que hiendo allí te encontraría.
―Puede ser ―le digo pero el reprocha al instante― esa señora no se cansa de ocasionar problemas.
A pesar de que el odie a mi madre a veces muestra un poco de afecto como ahora que gracias a él llegamos lo más rápido posible al hospital.
Entro y me dirijo a la sala de espera donde mi madre sale caminando despacio, pero para ella siempre le ha gustado la elegancia, así que no mostraba ni un poco de cansancio.
Lo primero que dijo cuando nos vio fue ―¿Qué hace ese viejo aquí?
―Oye viejo será tu padre y estamos aquí para ver que te había pasado, pero viendo tu estado de ánimo me doy cuenta que a ti nunca te pasara nada.
―¿Por qué? ―ella pregunta.
―Porque yerba mala nunca muere ―sin querer se me escapa una risita, haciendo interrumpir su debate.
―¿De qué te ríes Andrés? ―me pregunta.
―De nada ―no puedo creer que ahora el debate será conmigo.
―Sabes quién me acompañó hasta aquí ―me lo dice cruzando sus brazos alrededor de su pecho.
―¿Quién? ―pregunta el abuelo.
―Mi nuera ―con solo decirme eso me atore hasta con mi propia saliva.
―Lucia, pero que hacia ella junto a ti ―pregunta mi abuelo.
―¡Qué! Acaso no puede estar al lado mío ―y ahí vuelve otra vez la discusión entre ellos. Me cansé de escucharlos así que busqué a Lucia por el hospital. Estaba seguro que ella aún no se había ido, ella no sería capaz de dejar a mi madre sola en el hospital.
Empecé a buscarla y estaba rendida en unas de las sillas de espera que estaban al lado de la cafetería. Se había quedado dormida recostada al espaldar de la silla y aún sujetaba un vaso con ambas mano. No logro entender cómo puede tener tanta facilidad de quedarse dormida en cualquier lugar.
Agarro el vaso y ella ni se da cuenta, después me siento a su lado viéndola por primera vez después de un año. No ha cambiado en nada, aún sigue siendo la misma de siempre. Empieza a cabecear y con mi mano llevo su cabeza hacia mi hombro y es ahí donde escucho pequeños susurros de ella que decía ―No te vayas, no me dejes sola ―ni su costumbre de hablar dormida ha cambiado.
―No lo haré ―y se queda tranquila durmiendo.
―¡Andrés! ―me llama mi madre y le hago una seña para que baje la voz― tu abuelo dice que tiene que volver a la fabrica ya que estoy bien porque no vas con él ―miro a Lucia rendida y me dan ganas de verla hasta que se despierte, pero tengo que terminar con el trabajo primero.
Le acaricio suavemente un mechón de su cabello ―Te extrañé mucho, así que prepárate para que nos volvamos a ver muy pronto.
―Yo la despertaré, así que apúrate que tu abuelo te está esperando en el carro ―dice mi madre apresurándome.
Para ser sincero ya sabía que la volvería a ver, porque Elisa me había invitado con dos semanas con antelación desde que estaba en Alemania. La verdad que estaba súper intensa. Desde que me llegó la invitación de ella sabía que Lucia iba a la fiesta ya que son compañeras de aula.
Lo que nunca esperé fue ver la presencia de Javier abrazando a Lucia en la entrada del lugar. Eso fue una gran decepción y yo que pensaba impresionarla con mi presencia.
¿Qué es esto? Acaso él fue el que te ha complacido cuando yo no estaba presente. Andrés, sabes que estos celos no son bueno, así que cálmate. Esas palabras me decía una y otra vez.
Ya ni me reconozco, me pongo celoso, la persigo con la vista y ahora ya no sé ni que hacer. Aunque hay algo que me da curiosidad ¿Por qué ellas están hablando en secreto y se van para mi grupo de trabajo?
Empiezo a pensar cosas que no quería ni idealizar, pero ahora me maldigo por ser impulsivo.
―Ahh― suspiro― no puedo creer que ahora tenga ganas de jugar con ella.
***
Sentía su mano sudorosa mientas le acariciaba con mi pulgar y su primera reacción fue soltar su mano al instante. Su mirada era aterradora, de esas miradas que con solo ver sus ojos sabes que la perdiste.
Aunque eso nunca sucederá.
No sé de donde saco tanta confianza para pensar de esa manera. Ella se retira y yo solo le sigo con la mirada hasta girarme por completo hacia su dirección.
Y es ahí donde me sorprendo verdaderamente su actitud. Ella también se gira hacia mi dirección y con ambas manos me señala el dedo del medio, maldiciéndome por completo.
Me quedé congelado al ver su actitud, pero no tardé mucho en reír. Con este gesto ha respondido todas mis dudas.
Aún no me ha olvidado.
Me paso la mano por la frente y al momento ya la estaba agarrando de la cintura y la cargo sobre mi hombro hasta el patio donde se encontraba la piscina.
―¿Qué haces? ―reprocha de muy mal humor― no soporto que personas desconocidas me carguen sin previo aviso.
―Qué extraño porque la primera vez que nos vimos ―me quito las gafas mientras la miro directamente a los ojos― no te quejaste cuando te cargué para mojarte toda ― y estas últimas palabras se las digo susurrándole al oído y después le paso lentamente mi lengua por el lóbulo de su oreja haciendo que se le erice la piel.
Me aparta con rapidez ―Que extraño porque yo me acuerdo de lo que usted está hablando.
Sin pensarlo me río y le digo ―¿Quieres qué te lo recuerde?
―No eres nadie para hacerme recordar cosas sin sentido ―empezó a provocarme recogiéndose el cabello, reluciendo ese vestido blanco que hace notar muy bien su figura.
―Pues lo veremos ―la agarro y ambos nos arrojamos a la piscina.
―Éstas loco ―me dice exaltada.
―Lo estoy gracias a ti ―le agarro por la cintura estando prácticamente en el centro de la piscina― tengo que aceptar que perdí contra ti, desde el primer día en que te vi ―le digo viendo directamente a los ojos.
―Yo también perdí ―sonríe traviesamente― porque desde que te vi supe que serías mi perdición.
Con solo decir unas cuantas palabras ya la estaba besando sin consuelo, como si no hubiera un mañana. Pero no importa el tiempo que pase nuestra forma de seducirnos nunca cambiará en nada, porque siempre nos enamoraremos cada vez más de nuestra mirada.
→Nota de la autora←
Es hermoso ver que a través de la distancia ellos nunca se han olvidado. Esto es un extra apoyado a la situación de hoy en día en donde muchas parejas tienen dificultades para tener relación a larga distancia, pero recuerden que en este mundo nada es imposible...
Ahora si quiero avisarles que empezaré a publicar "Todo comenzó con tu sonrisa"
Nos veremos en la próxima historia ~~~~~~~~~
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