BaekHyun
The pirate and the merman 4
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BaekHyun
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-te dije que te levantaras como cien veces y no me escuchaste- se reía un burlón YiFan mirando como su primo se apresuraba en vestirse y peinarse
-¡debiste hacer algo más! ¡Seré regañado por el estúpido conde!- refunfuñaba SeHun vistiendo un traje de color negro con camisa blanca y corbata negra
-¿Qué diría la tía si te escuchara hablarle así a su hermano mayor?-
-me vale un comino, ese idiota solo es un asqueroso pervertido- SeHun siguió maldiciendo el nombre de ese conde hasta que salieron de su habitación
Para YiFan era bastante entretenido mirar las rabietas de su primo, el chico aborrecía levantarse temprano y más si tenía que ir a una aburrida junta con su aborrecido tío. Aunque su rostro reflejaba diversión su mente estaba enfocada a las posibles reacciones de SeHun, esa mañana lo fue a despertar y lo encontró con las manos en los ojos, se acercó curioso pero el chico estaba profundamente dormido. Espero media hora algún indicio se la pócima que le dio Tao pero no pasó nada relevante.
Movió el hombro de SeHun repetidas veces y este andaba por el quinto sueño, bufo varias veces y hasta le dio un almohadazo. SeHun tenía el sueño más pesado que un snorlax y levantarlo era toda una hazaña.
-¡ya no te rías o te golpeare!- exclamaba el castaño carraspeando y cambiando su pose
Cuando SeHun entraba en presencia de gente rica (miembros de la realeza, condes, sus padres etc) cambiaba totalmente, su rostro se convertía en una mueca inexpresiva, su cuerpo se mantenía recto y sus comentarios eran mordaces y solo hablaba de ser necesario. SeHun odiaba la realeza en su reino, estaban tan llenas de dinero que no dudaba que hasta su cerebro estuviera bañado en oro. Kris era el único miembro de su familia con el que se sentía a gusto y el único con el que se expresaba como realmente era: un muchacho con grandes ilusiones, con personalidad noble y aventurera. Un chico obligado a casarse joven y encadenado a una vida de reglas. Dejando eso de lado, SeHun era un hombre indomable y muy fuerte.
-buenos días, su alteza- saludo un sirviente que preparaba el caballo de SeHun y Kris –sus padres me han pedido avisarle que ira en su representación-
SeHun apretó el sombrero que portaba en sus manos mientras reprimía su enojo.
-gracias- subió a su caballo y se alejó junto al pelinegro
-supongo que lo hacen para saber cómo te la apañas solo- comento Kris con un poco de ventaja en el camino
-Y poder sermonearme cuando fracase- añadió sonriendo ladino –pero no lo hare- recibió otra sonrisa ladina de su primo
-eso es mi estilo, te ayudare a dejar en ridículo a esos payasos- ambos rieron y continuaron su viaje
El reino de Yehet era el segundo más grande después del reino Ohorat. Prospero en hermosas aguas y hermosos campos extensos, un reino con fuerte poder político. A diferencia de Ohorat, los reyes de Yehet eran obsesivos creyentes de que el mayor poder es el que se consigue relacionándose con gente de dinero, por eso mismo habían comprometido a su primogénito con la hija de un rico embajador, todo pensando en una jubilación llena de lujos. SeHun no pensaba lo mismo, se iba a encargar de romper aquel compromiso de cualquier medio.
Unos minutos más tarde llegaron a un gran jardín donde se llevaría a cabo la junta. Después de las presentaciones y una muy aburrida conversación sobre finanzas, milicia y riqueza, los próximos reyes se retiraron al balcón del jardín con una copa en mano.
-me quiero tirar al mar- bufo SeHun torciendo sus labios –esta gente solo tiene monedas en la cabeza-
-ya se entonces donde esconden su riqueza- soltó Kris causándoles risa –también odio a esta gente, espero que en mi reino no las haya tanto como aquí-
-idiota me dejas la peor parte, seguro inmigraron a mi reino- SeHun miro de reojo a su primo –-seguro tu reino es feo ahora-
-¡hey! No te agarres conmigo- YiFan golpeo su brazo con sus nudillos –Ohorat está lleno de grandiosas montañas y flores- defendió a su hogar
-si tuviera flores de cristal te lo cambiaria, o si fuera como el reino de cristal definitivamente me iría allá-
-¿Estás loco? Ya te hubiera ganado el reino- YiFan cubrió sus labios con el dorso de su mano para que su sonrisa no se notara –ese reino era el más hermoso de todos, sus aguas del color de los diamantes, sus flores de cristal, sus amplias montañas y llenas de nieve pura.... lo maravilloso de su gente...- suspiro mirando al océano
-el reino de cristal, Kkaebsong- el castaño recargo su cabeza en su palma, inundando sus pensamientos con imágenes de aquel reino que una vez existió
-el reino de la música y las flores de cristal- termino Kris mirando el momento donde el sol se adentra en el fin del océano
Su tranquilidad se vio interrumpida cuando escucharon gritos amorosos de las chicas en la reunión. Ambos suspiraron cansados, se miraron entre ellos y se dieron ánimo chocando sus puños. Uno de sus dolores de cabeza había aparecido y no necesitaron girarse o escuchar su nombre. Solo una persona podía alardear tanto de sí mismo que las chicas gritasen por su atención.
-¡pero que coincidencia encontrar a mis dos adorados amigos en esta reunión!- exclamo un alto castaño con ojos marrones –no esperaba encontrarlos aquí- su sonrisa engreída solo logro molestar más al par frente a el
-deja de fingir, gusano lambiscón- bramo YiFan molesto –a solas no necesitas arrastrarte-
La sonrisa prepotente del castaño oscuro se borró –perfecto porque no tolero desperdiciar palabras en mocosos inmaduros- levanto la barbilla con sorna
-dilo cuando SeHun sea tu rey, plebeyo- contraataco Kris con burla –aunque ya es superior a ti siendo tu príncipe- volvió a reírse haciendo enrojecer de ira al castaño
-es cierto, y YiFan es mi superior y tu señor- ahora SeHun se unió a la burla –dinos mocosos cuando seas más alto-
-insolente crio, soy mayor que ambos- bramo el castaño
-y por eso no me explico cómo es que soy más alto que tú y SeHun seguro te pasa también- el más alto de los tres se levantó dispuesto a irse –tendrás que disculparnos, SeHun y yo debemos atender asuntos más importantes-
El príncipe de Yehet aguanto la risa y se marchó junto a su primo, dejando a un enfurecido conde.
-esto no se quedara así, nadie se burla de Cho KyuHyun y vive para contarlo- musito tronando los dedos para que un sirviente se acercara y el pudiera susurrarle una perversa orden –disfruten lo que puedan, príncipes-
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-quisiera arrancarle la cabeza y lanzársela a los tiburones- bufo SeHun lanzando su corbata a su sillón
-sabes que ni ellos se comerían eso- YiFan se dejó caer en el mismo sillón y hecho hacia atrás su cabeza –tratar con buitres es agotador- comento cerrando sus ojos –aun no soy rey y ya andan sugiriendo enlaces políticos-
-pero pronto lo serás, de hecho lo serás antes que yo y te harán casarte-
-error mi buen primo SeHun, me rehusé totalmente a subir al trono si me obligaban a casarme- la confianza en las palabras de Kris convenció a SeHun de que ya era un hecho
-maldito suertudo- exclamo cruzándose de brazos en el balcón –si yo pido eso me exilian- torció los labios con pesadez –pensándolo bien, prefiero el exilio- asintió ante su idea
-en ese caso te hare mi asesor personal- carcajeo el más alto lanzándole un cojín
-¿Quién es el afortunado?- pregunto el menor atrapando el objeto volador
-¿Qué?- la risa de Kris se detuvo
-¿Quién tiene tu corazón?- volvió a preguntar mirándolo fijo -¿por quién estas dispuesto a renunciar a tu reino?-
-por alguien que renunciaría a su mundo por mí- SeHun se sorprendió al ver una sonrisa que no había visto antes, YiFan subió la mirada con cierto brillo que el menor solo había encontrado en los libros –alguien que ilumina tanto mi mundo que no necesito del brillo del oro o las joyas, él es mi joya-
-¿el? ¿Entonces es un doncel?- SeHun se intrigo más y se sentó frente a su primo -¿vive en Ohorat? ¿Cómo es?- comenzó a bombardear al pelinegro con su curiosidad
Kris sonrió enternecido –es un doncel pero es algo complicado...no es como nosotros- el mayor rasco su nuca
-¿no? Entonces no pertenece a la realeza ¿y eso que?-Kris sonrió satisfecho de SeHun, el castaño no discriminaba a la gente que no era de cuna noble y también pensaba que el dinero no era lo máximo del mundo
-él vive muy diferente a nosotros pero lo amo con todo mi ser y seguiré buscando una forma de que podamos estar juntos, el en mi tierra y yo en su océano- cerro su puño con determinación haciendo sonreír a SeHun
-espera ¿su océano? ¿Qué es un tritón o qué?—soltó una risotada tensando a su primo
-¿q-que? Hahaha estás loco, solo le gusta estar mucho en el mar- termino levantándose y caminando al amplio balcón de la habitación de su primo –pero es mi tritón- y de nuevo salió esa sonrisa que a su primo menor le tomó por sorpresa
-también envidio eso de ti, primo- SeHun se recargo en la espalda de YiFan con su mirada hacia el océano –quisiera encontrar a mi tritón- susurro causando un nuevo estremecimiento en el pelinegro
-sabes que no existen- ni Kris se creía eso pero estaba bastante tenso, el tono con el que SeHun había mencionado lo último lo descoloco, había un sentimiento de calidez impregnado en su deseo
-no pero es agradable imaginar que sí, me da esperanza de que aún queda belleza en el mundo- el castaño suspiro
-hay más belleza de la que podemos ver- YiFan sonrió revolviendo el cabello de su primo –que descanses, soñador- se despidió saliendo de su cuarto para ir al propio
SeHun se mantuvo con una sonrisa y siguió mirando al océano, siempre era agradable platicar con Kris, el mayor le podía decir sus verdades cuando se lo mereciera y no necesitaba adornas las palabras para que el castaño entendiera. YiFan era como su hermano de sangre y a veces como el padre que necesitaba, uno que lo apoyara y lo impulsara con sus ideales... no uno que impusiera a otros y al dinero antes que a él. Muchas veces se sentía como un bien material o interés en manos de sus padres, deseaba ser Oh SeHun, un joven de 18 años con la libertad de decidir su vida y no El príncipe Yehet Oh SeHun.
Chasqueo su lengua dispuesto a enojarse de nuevo, llevo sus manos a su cuello y lo palpo varias veces
-¿Qué rayos?- abrió un poco más su camisa y la estiro buscando algo que debería estar rodeando su cuello –no puede ser, no puede ser- repitió buscando en el suelo de su habitación, en su ropa, sus muebles, su cama y sus cojines -¡maldición!- exclamo molesto
Así como estaba corrió a su pasaje secreto que solo el, YiFan y el arquitecto Changmin conocían. Bajo escaleras de caracol y salió directo al mar, cuando estuvo con sus pies en la arena se detuvo de golpe. Solo así se dio cuenta de que estaba en la costa brillante, donde podía estar a solas y su lugar favorito.
-¿Por qué vine aquí?- peino su cabello hacia atrás y camino mirando al mar –fue como si mi cuerpo me trajera aquí por algo- susurro mirando hacia la arena buscando aquel objeto preciado
Al avanzar un poco más escucho un grito ahogado y volteo rápidamente como si hubieran jalado su cabeza. Miro a varios lugares sin encontrar nada, a pesar de la oscuridad de la noche podía distinguir.
-¿hay alguien ahí?- espero unos segundos pero no escucho nada más, regreso a su búsqueda y escucho un leve golpeteo de agua que lo hizo voltear de nuevo
Enfoco su mirada hacia algo que dejaba un pequeño objeto brillante en la arena, lo identifico como su colgante y casi lanzándose hacia aquella criatura atrapo una delgada muñeca
-¡tú!- exclamo haciendo brincar del susto a aquella criatura que se removió en pánico para soltarse –no te hare daño, espera por favor- su voz logro calmar a aquella persona y cuando esta volteo SeHun se sintió embelesado
Ojos tan brillantes y hermosos como el sol, piel tan blanca como el marfil y tan suave como la seda, cabello tan blanco como las perlas y una belleza sobrenatural.
El príncipe de Yehet olvido como respirar.
-m-me lastimas- gimió aquella criatura y saco de su shock al castaño
-si te suelto... ¿prometes no irte?- pidió con ahogo
La criatura asintió y SeHun le soltó, el príncipe suspiro aliviado y se sentó en la arena sin importarle mojarse ni ensuciarse.
-veniste a devolverme mi colguije ¿no?- señalo el bello objeto enredado en su mano
-n-no sabía de quien era, solo lo iba a dejar ahí y... y cuando te vi pensé que podía dejarlo y que tú lo verías y te lo llevarías- aquella criatura mantuvo su cabeza gacha y su cuerpo sumergido de la mitad del pecho hacia abajo, aquello le hizo darse cuenta a SeHun de que era un chico
-me llamo SeHun y me acabas de regresar algo muy preciado para mí, gracias- el castaño sonrió sincero y creyó ver como el cabello de aquel chico se oscurecía en tonalidades rojas -¿Cómo te llamas? ¿Vives cerca? ¿Por qué no sales del agua y platicas conmigo un rato? Me gustaría agradecerte- pidió acercándose un poco
-ya lo hiciste, no es necesario que hagas algo más... aquí estoy bien- el chico retrocedió con facilidad en el agua
-entonces yo iré hacia ti- el príncipe hizo ademan de adentrarse al agua causando un susto en el chico frente a el
-¡no puedes!- exclamo negando con las manos a punto de darse la vuelta
-¡espera!- SeHun tomo el brazo del chico y sin medir su fuerza lo jalo provocando que chocara con su pecho –l-lo siento pero prometiste que no te irías- se avergonzó de tenerlo tan cerca y rio nervioso –solo dime tu nombre-
El ahora pelirrojo lo miraba con su rostro encendido de vergüenza –m-me llamo BaekHyun- susurro desviando su mirada
-¿BaekHyun? No lo había escuchado, es precioso como su dueño- tras decir aquello un sonrojo golpeo su rostro así como uno mayor inundo el cuerpo más pequeño –d-digo yo...que yo...tu eres...eres precioso y s-solo se me salió- más que avergonzado, SeHun movió sus manos por todo su cabello
-gracias SeHun- BaekHyun sonrió embelesando aún más al castaño y se alejó siendo detenido de nuevo por el mayor –t-tengo que irme-
-¿volveré a verte?- aquello sonó como deseo y ninguno pudo ocultar su emoción
-t-tal vez... suelo venir en la mañana y la noche-
-te estaré esperando entonces, BaekHyun- SeHun soltó su brazo y movió su mano mientras el menor se alejaba nadando
Una vez fuera de la vista humana, BaekHyun se sumergió con rapidez y usando su potente aleta nado a su hogar en la profundidad. Si alguien se enteraba de lo que acababa de hacer seria duramente castigado, acababa de romper todos los tabúes de su reino. Subió a la superficie, fue visto en parte por un humano, fue tocado por uno, le dijo su nombre y ¡prometió volver! No se arrepentía pero no conocía el calorcito que se extendió por su pecho hasta su estómago.
Regreso con una sonrisa en su rostro y a la hora de dormir rememoro el día. Despertó en su escondite con un dolor de cabeza, no recordó en que momento cayo dormido en ese lugar ni cuando fue que consiguió aquel bello colguije en su mano. Tampoco recuerda el momento en el que ascendió a la superficie ni cuando estuvo a punto de mostrar su aleta a un humano al momento de intentar dejar el colgante sobre la arena. No recuerda que lo impulso, fue solo una vaga sensación que lo llevo a ese lugar y le hizo hacer lo que había hecho.
SeHun, ese nombre le provoco sueños maravillosos y un nuevo color de cabello, rubio con destellos rosas y rojos.
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Pd: La imagen es del nuevo color de cabello de baek
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