Capítulo 5: Libertad
Al explorar junto a Léqù vi como habian mares y rocas prendidas en fuego
-¿Que clase de lugar es este?-
Los dos llegamos a una puerta enorme la cual parecia estar llena de sellos, intente abrirla pero al tocarla senti como una misteriosa sensación recorría mi cuerpo y era demasiado dolorosa asi que me aleje
Algo en mi cuerpo me gritaba que me alejara de ahi, al ver a un costado vi que decia
"Los Dominios de Hades"
Mejor me aleje de ese lugar, pero si encontre en el suelo un pedazo de roca con la forma de un cuchillo, pense que al venir del mismo lugar del que vive Hades, debe ser muy poderoso, vi un poso de agua enorme
La levante y la deje colgando a mi cintura
-¿Por que levantas una roca? No se ve linda-
-Es dura, y parece cortante con eso me basta-
Al intentar seguir vimos una grieta, no era necesario pensarlo mucho para notar que estaba conectada al castillo de hades, pero tambien recorde las palabras de Hefesto, puede que ahi encontremos lo que necesitamos para salir de aqui, pero tendriamos que tener cuidado... nadie quiere llamar la atención del dios de la muerte Hades
Pero Léqù me agarra con fuerza de sus manos
-Este lugar me da mucho miedo-
-Si... yo también lo siento, pero un guerrero se enfrenta al miedo-
-Pero yo no soy un guerrero, solo soy una niña-
-Pues es momento de que cambies esa forma de pensar, de donde yo vengo las mujeres son las más valientes-
-Enserio?-
-Sí, allí solo las verdaderas mujeres pueden traer al mundo a verdaderos hombres, pero cualquiera puede llegar a tener una gran valentía y fuerza, no hay límites de género cuando se trata de luchar por lo que creemos asi que tú también puedes ser valiente, Léqù-
Con esas palabras, vi como Léqù recupera la confianza y se niega a dejarse intimidar por el lugar oscuro y aterrador que teníamos frente nuestro
Nosotros nos adentrarnos en la grieta, sabiendo que nos acercábamos cada vez más al dominio de Hades
Las rocas eran afiladas y el ambiente oscuro y tenebroso, pero seguíamos avanzando hacia lo desconocido
Pronto nos encontramos en un pasaje subterráneo, donde el aire se volvía más denso y pesado
Podíamos sentir la presencia de almas perdidas y el eco de lamentos llenaban el lugar, Léqù, con sus ojos brillantes, se acurrucó contra mí tratando de encontrar algo de consuelo en medio de tanta oscuridad, hacia lo posible para ser valiente
Mientras caminábamos, un débil resplandor se hizo presente al final del pasaje, nos acercamos con cautela y descubrimos una pequeña fuente de agua pura y cristalina
La belleza y calma que transmitía era un fuerte contraste con el sombrío entorno
Léqù se acerco casi hipnotizada por el, pero al intentar poner su mano en el, de esa agua salio una mano la cual gritaba
-¡Déjame salir!- eso asusto mucho a Léqù, la cual logro soltarse de el, ella se asustó mucho y se alejo para subirse sobre mi, muchos mas comenzaron a extender sus huesudas manos y gritar sus lamentos
-¡Dame Tu piel! ¡Quiero sentirme vivo!-
-Aun tengo monedas! No es justo que me las quitaran-
-!Queremos tu piel para sentirnos vivos de nuevo!-
La situación se volvió cada vez más tensa y aterradora para Léqù, estaba temblando de miedo y yo sabía que debíamos encontrar una forma de escapar de allí rápidamente, si es el reino de Hades, es seguro de que no quiero entrar ahi
Observé a mi alrededor y noté una pequeña estatua en la esquina del pasaje
Tenía la forma de un hombre muy grando con una hoz en sus manos, se asemejaba a las estatuas de Apolo
De pronto la roca que habia tomado comenzó a quemarme, y acerque esa roca a la estatua, esta se quedo clavada, y de un empujón la roca se clavó en el corazón de la estatua, desencadenando un sonido ensordecedor que hizo que esos monstruos retrocedieran del dolor
El pasaje se iluminó de repente, dejando ver un camino hacia un tronó
-¿Que rayos eran esas cosas?-
-No lose, pero no me quedare para comprobarlo-
De pronto comenzamos a oír fuertes golpes contra el suelo, y de la oscuridad unos enorme ojos rojos, de las sombras se asomo un ser de tres cabezas imponente y aterrador, su pelaje era oscuro y desaliñado, con un brillo siniestro
Cada una de sus cabezas mostraba una expresión diferente, una estaba furiosa, otra hambrienta y la tercera parecía indiferente pero alerta, de sus fauces babeadas dejaban ver filas de dientes afilados y puntiagudos, que parecían esperar ansiosos para devorarnos y sus ojos rojos, tan intensos como el fuego en el inframundo, parecían penetrar en nuestros miedos más profundos
El cuerpo de esa bestia era gigantesco y musculoso, con patas las cuales terminaban en garras enormes y de su lomo sobresalían espinas afiladas y puntiagudas, que parecían ser un reflejo de su propia ferocidad
Su cola, larga y peluda, golpeaba el suelo con fuerza, generando un estruendo que resonaba en todo el pasaje subterráneo
Ante la visión de esa bestia, Léqù se aferró a mí temblando de puro terror, sus ojos llenos de lágrimas reflejaban el miedo que sentía en ese momento y no la culpo, yo si no me mantenía bajo control seria darle la señal a la bestia para saber que somos presas fáciles y de su boca lanzo un enorme grito
**RUGIDO**
El rugido resonó en el pasaje y la bestia se abalanzó hacia nosotros con una furia desenfrenada
Actué lo mas rapido que mi cuerpo podia, tomando de la mano a Léqù y corriendo en la dirección opuesta pero la bestia nos perseguía, su aliento caliente y fétido golpeaba nuestras espaldas mientras corríamos por nuestras vidas
Buscamos desesperadamente una salida, pero el pasaje parecía infinito y la bestia se acercaba cada vez más
Mis fuerzas comenzaban a flaquear, pero no podía rendirme, tenía que proteger a Léqù y encontrar una forma de escapar
De repente, un destello de luz atravesó la oscuridad y vimos una pequeña abertura en una pared lateral
Sin pensarlo dos veces, nos metimos por ella y cerramos la entrada justo a tiempo antes de que la bestia pudiera alcanzarnos
Nos encontrábamos ahora en una pequeña cueva agotados, nos dejamos caer al suelo y tratamos de recuperar el aliento, Léqù temblaba todavía, pero al menos estábamos a salvo... por ahora
Poco a poco, el miedo y el temblor comenzaron a disminuir
-¿Que era eso Ischyrós-san?-
-Ya te dije, no lose- note como su cola denotaba su miedo pero se estaba forzando asi misma para no parecer la -Pero eres mas fuerte de lo que pareces niña- al decir eso ella me miro a los ojos y trataba de transmitirle seguridad, la misma que madre siempre me daba
Nos levantamos y exploramos la cueva, ya que aun debíamos salir para encontrar a sus hermanos, y yo aun deseaba mi revancha contra esos dos seres que nos tiraron aqui
En la cueva encontramos otra puerta ya abierta y al asomarme vi una enorme habitación, pense que era seguro, los dos salimos
-Que forma de entrar es esa?- Fue lo que una voz profunda dijo y comenzamos a buscar a nuestro alrededor pero solo vimos un piso oscuro y la puerta que usamos para entrar desapareció -Mortales aun con vida. ¿En mi reino?- En esos momentos ya no tenia armas, pero la voz seguía -Abriste mi puerta solo con una una roca de lava enfriada, eso me sorprendió un poco, ¿Acaso los Espartanos tienen ese tipo de habilidades? No recuerdo que se hablara de esto- Su voz me hacia temblar pero tome el valor y grite
-¿QUIEN ERES? ¿DONDE ESTAS?-
-¿Acaso los humanos no reconocen a la muerte?- algo cae al suelo con una hoz gigante -No reconoces al dios Hades- al decir eso sentí un escalofrío recorrer mi espalda, Hades, el dios de la muerte, estaba frente a nosotros, Léqù se escondió detrás de mí, asustada y temblando de miedo, con esa aura no podia seguir escéptico, este ser de verdad se trataba de un Dios, su sola presencia me mantenía temeroso, queria manterneme firme pero con su presencia no podía seguir, solo podia pensar en que tipo de palabras podria utilizar para no desatar la furia del dios
-Perdón, señor Hades, no sabíamos que estábamos en su reino, solo estábamos buscando la forma de salir de aquí -dije, tratando de mantener la calma y mostrando respeto al dios
-¿Escapar de mi reino? Interesante, los mortales usualmente tratan de entrar aquí, no de salir -respondió Hades con una sonrisa maliciosa.
Léqù se acercó un poco más a mi lado y le di una mirada que reflejaba el terror que sentia y como debiamos mantenernos en caoma, debíamos ser cautelosos con nuestras palabras y acciones
-Lo siento, señor Hades, pero tenemos nuestro propósito y debemos llegar a él lo antes posible, no tenemos intención de ofender o desafiar al dios de la muerte -dije con firmeza, tratando de hacerle entender que no buscábamos problemas
Hades observó detenidamente a Léqù y luego a mí, luego de un momento de silencio, soltó una risa burlesca
-Muy bien, Espartano, te dejare ir y pasare por alto la ofensa de entrar aqui- ambos nos podiamos sentir aliviados -Pero solo tu te puedes ir, me quedare con la chica Yokai- al darnos esa condicion lo miro atonito, Hades se veia tan... diferente a como lo habia imaginado, alto, mucho mas que yo, como 2 veces mas alto que yo, quizas mas, pero ahora queria tomar a Léqù para usarla, el decia que la queria como segunda esposa, aunque sabía que nunca ganaría... no me hiba a quedar con los brazos cruzados
-Eso jamas va a pasar- al decir eso recibí de pronto un golpe hecho de aire, este golpe me mando volando
-Para mi es mejor, Cerbero necesito comer algo, supongo que un espartano le servira- Volvimos a escuchar unas poderosas pisadas, sabia que se debían por esa bestia, la cual ahora sabia que era cerbero, Léqù corrió hacia mi y me hablo llena de preocupacion
El me sujeto con unas cadenas doradas atandome a un pilar de roca, y de su puerta entro la enorme bestia, su cerbero, mientras Léqù trataba de liberarme asustada por lo que veía.
Cerbero se acercó a mí, sus ojos carmesí brillaban con una sed de sangre insaciable, sus babas caían al suelo, generando un sonido siniestro que resonaba en el lugar
Léqù intentó desesperadamente soltar las cadenas que me ataban, pero Cerbero la empujó con su enorme pata, lanzándola hacia atrás
Léqù gritó de dolor y yo ya me daba por muerto
Mientras tanto, Hades se reía maliciosamente, disfrutando de mi sufrimiento y del miedo que estaba experimentando Léqù
-Espartano nadie puede escapar de las garras de la muerte- dijo Hades con una sonrisa siniestra
La rabia ardió dentro de mí, mi cuerpo sentia como ardia por dentro, no podía permitir que Hades se saliera con la suya
Hice acopio de mis fuerzas y utilicé mi entrenamiento de combate para librar mis manos de las cadenas doradas rompiendo uno de mis dedos deslizando mi mano por la cadena, me lancé hacia Cerbero, decidido a luchar contra él y proteger a Léqù
Cerbero rugió y saltó hacia mí, sus fauces abiertas estaban listas para devorarme, pero no pensaba ser una comida tan fácil, rode en el suelo y al chocar contra el pilar de roca lo rompió y tome pedazos de roca, cerbero antes de que se diera vuelta yo lancé con todas mis fuerzas varias rocas y una logro clavarse en uno de los ojos de la cabeza central, las otras dos cabezas intentaron devorarme
Pero tuve que aprovechar ese pequeño momento para correr hacia ella, pero escuche otro golpe en el aire el cual casi me da, y de pronto vi como Cerbero trataba de devorar algo que yo no podia ver, al acercarme a Léqù ella estaba casi hipnotizada y sangrando desde su nariz, no entendia por que pero al cargarla de pronto el camino por el que nos hibamos ir, la entrada que uso cerbero este fue rodeado por un enorme fuego
-Asi que esa Yokai tiene ese tipo de habilidades, Adonis- mientras yo corría con Léqù en mis brazos, un hombre musculoso casi me agarra con sus manos, pero me pateo lejos haciendo me estrellar contra Cerbero, este me mordió de la pierna y yo solte a Léqù mientras Cerbero me golpeó contra una pared
—Bien hecho Adonis—
—Gracias Amo—
En mi pierna habia un pedazo de colmillo de cerbero clavada, pero esta habia atravesado mi pierna y los mismos seres esqueléticos que hemos visto antes mientras caiamos habian vuelto con sus guadañas y capuchas negras, Hades tomaba un trago de su copa y dio una orden que hizo que esos seres prendieran sus ojos en llamas
—Segadores, matenlo de una vez, lo que quede dejenlo a Cerbero—
Vi que esos esqueletos con guadañas ahora alzaron su mirada y intentaron cortarme, pero logré defenderme como pude
Mi cuerpo estaba debilitado por la mordida de Cerbero y la herida causada por el colmillo, pero si podía respirar entonces puedo moverme
Léqù, vi que seguía recuperándose del ataque que sufrió, me miró con preocupación y trató de intervenir, pero fue inútil
Los segadores eran demasiado rápidos y poderosos para mi, con dificultad evadia sus cortes sin mucho exito ya que terminaba lleno de cortes en mi cuerpo, y esos cortes disminuían mi fuerza
Y Hades ya daba su victoria por hecha... pero recorde un movimiento... uno el cual hacia mi madre cuando la veia usar su espada, la misma que utilizó al tratar de protegerme
Su control de la mano y la respiración, lo único que tenia ahora, era un pedazo de colmillo, el tiempo ante mis ojos parecia detenerse mientras trataba de pensar en una forma de superar esta situación, no se me ocurria nada
—Tocalos—
—¿Ah?—
Fue un susurro de una voz suave y algo relajante
—Tocalos en los ojos—
La guadaña de uno casi me llega a degollar, pero estire mi mano con todas mis fuerzas y al clavarse en sus ojos este se quedo estatico, Hades estaba incluso sorprendido
De pronto ese monstruo se prendio en fuego y gritaba en agonía, de pronto este exploto liberando un golpe muy poderoso en el aire el cual me logro sacar afuera del castillo atravesando su pared
—¡Vuelve aqui si de verdad eres un guerrero de Esparta!— fue lo que me grito lleno de ira Hades, lo cual si me quiso hacer enojar pero me tire sobre una grieta algo estrecha con Léqù
—¡NO VOLVERE A DEJAR QUE LOS MORTALES ME VENZAN OTRA VEZ! ¡NO VOLVERA A PASAR!— Cuando grito eso, supe algo increible, si el puede ser vencido... quiere decir que los otros tambien lo pueden ser, la tierra se sacudia y la grieta se abrio aun mas, lo próximo que escuche fue como el salia de su castillo
—Tengo mucho miedo ahora— fue lo que me dijo susurrando lo mas despacio que podia mientras yo estaba sintiendo grandes cargas de adrenalina
Al volver a pisar con fuerza ese suelo por la grieta nos terminamos sumergiendo pasando por varios suelos duros y caimos en una especie de lago
Era extremadamente profundo con mucha potencia y brutalidad eramos arrastrados, hasta que salimos expulsados por un presión de agua estrellandonos contra un techo
Yo y Léqù estabamos recuperando nuestro aire y vomitando agua que habiamos tragado
—¿Espartano?— yo seguia recuperandome y vi de nuevo a Hefesto, aun estaba exhausto por tal momento y aun tenia el colmillo de Cerbero —¿Eso es? ¿Acaso tu?— de pronto Hefesto me tira encima una gota de agua, esta hace que mis heridas ardan —Esto te ayudara, hara que tus heridas comiencen, también senti la ira de Hades — tiro las mismas gotas sobre Léqù y ella estaba sintiendo lo mismo, Hefesto tomo el colmillo de cerbero —¿Esto quiere decir que el señor Hades ya no gobierna?—
Yo me estaba poniendo de pie con algo de dificultad, esa situación fue de lo mas intensa para mi
—No.... significa que ahora todas mis creencias se fueron al pozo y que algunos dioses no merecen seguir siendolo—
—Pues la verdad eres impresionante, Hades aunque suele ser neutral y compasivo, los que se enfrentan a el normalmente dejan de existir, tu eres el único que conozco que al menos salio vivo de un enfrentamiento—
—Salimos vivos por que no nos considero una amenaza, solo tuvimos la suerte de no ser lo suficiente mente destacables para acabar conmigo en ese momento—
—Ahora se que los dioses Olimpicos son muy arrogantes en cuanto a su orgullo como Dioses—
—Interesante, lo voy a tener en cuenta, espartano—
Léqù se recuperó debido a que sus heridas eran las menos graves siendo mas el miedo lo que sentía, vi a Hefesto notarla y se dio la vuelta
—Sabes que, hay una forma de salir de aqui—
Al escucharlo me enoje ya que pudo habermelo dicho antes en vez de encontrarme con ese dios
—Ya se lo que quieres decirme, y te dire por que no dije nada, primero no me caes bien—
—Tu Tampoco!—
—Incluso ahora, pero con haber vuelto del reino de Hades y tomar un pedazo de colmillo a Cerbero creo que podrias superar casi todo— El puso frente a Léqù una especie de estatua de venado pequeño, este de pronto se comenzo a bailar frente suyo, esto distrajo a Léqù unos momentos —La forma de salir de aqui es atravez de la punta de Hyperion—
¿Hyperion? Que no era una especie de titan
—Necesitas el alma de un dios para usar la puerta Hyperion, Ischyrós—
El alma de un Dios, ¿Como rayos conseguire uno? No tengo ninguna oportunidad contra los dioses y los únicos que veo aqui son Hefesto, esos dos pedazos de mierda que me lanzaron aqui y Hades, Hefesto me seguía hablando
—Y esa puerta no se ha utilizado durante siglos, estoy seguro de que está rota, de lo contrario, habría visto a mi hermosa... bueno ya sabes, Ischyrós—
Se debe estar refiriéndo a Afrodita la diosa del Amor y la Lujuria
—Aunque lei que fue por ordenes de Zeus, me sorprende que ella aun asi aceptara casarse contio—
Léqù se subio encima de mi —Puede que simplemente haya visto mas haya de su solo exterior, el amor puede hacer cosas realmente increíbles aveces—
Al decir eso vi como en la cara de Hefesto se formo una sonrisa
—No siempre fui así.... Un monstruo, ya saben que vez fui el artesano más preciado de todo el Olimpo, aunque Zeus se dice que me recompensó con mi matrimonio con la hermosa Afrodita—
De repente Hefesto manipulo el fuego de su forja y con este le dio la forma de una bella mujer
—Pero la realidad, lo que nunca le cuentan a los mortales era, que yo y Afrodita ya nos conocíamos desde niños, o bueno, ella me conocío ami desde niño, fue la primera en fascinarse por mi deseo de cerrar cosas, innovar con mi talento—
Al escucharlo me daba cuenta de que mientras mas tiempo pasaba aqui, muchas de los creencias y pensamientos estaban en contradicción frecuentemente
—Le hice una promesa, si lograba hacerme notar entre los dioses de la máxima notoriedad ella se casaria conmigo, lo hice frente al arbol del mundo, Zeus solo nos dio su bendición—
Léqù dijo muy emocionada
—Es una hermosa historia, lograste tener al amor de tu vida
—Si, fueron buenos tiempos... je, este momento me hizo recordar el dia que un titan comenzo a retar a los dioses, beneficiando a los humanos—
Ese titan del que se referia, madre solia contarme sobre el, su nombre era
—Prometeo—
—Exacto, ese dia Zeus se comenzo a preocupar que mas razas se le comenzaran a oponer asi que lo castio de una manera horrible—
El castigo de prometeo, madre solia decirme que fue encadenado a una roca donde todos los dias un ave gigantesca se comia su higado, este se regeneraba todos los dias y todos los dias la misma ave volvia para comérselo, Hefesto siguió contándonos mas sobre Prometeo y luego nos dijo algo importante
—Cuando humille a Ares... fue la gota que derramo el vaso para los dioses, todo aquel que hoze hacer quedar mal a un Dios, recibia castigo, claro que la excepcion eran otros dioses, pero eso desde cuando le importa a Ares, me quito a mi hija Pandora, y se la entrego a Zeus, desconozco que hicieron con ella... y eso me aterra todos los dias desde hace miles de años—
Yo le respondí molesto
—Tu hija no es asunto mío, creeme, ya estoy bastante arto de ser una niñera—
Al decir eso Léqù me dio un golpe en la cabeza y me dijo
—Insensible—
Hefesto se rio de su acción y dijo
—Pero seguro que lo puedes entender, ya tuviste familia antes—
Le respondi molesto —No sabes nada sobre mi—
—Soy un dios, eh visto todo tipo de caras, puedo llegar a saber mucho de un mortal solo hablando con el—
Yo a regañadientes le di la espalda mientras seguía
—Debes entender lo que se siente perderla de manera tan injusta—
Al decirme eso, pude recordar la cara de mi madre antes y despues de morir... esa imagen aun me persigue, y mi búsqueda por el Tifon para vengar su muerte sigue intacta
—Ese desgraciado de Ares, sus hijos son igual de malvados que el, no sacaron nada de la bondad de mi esposa—
Lo que no habia notado bien antes, eran sus pies que estaban atadas a unas cadenas, al verlas vi que estaban atadas a sus paredes, me acerque a ellas y mientras mas me les acercaba... me sentia cansado
—Estan hechas por metal divino, cualquier mortal que las toque solo le espera desaparecer para siempre y jamas encontrar un camino de regreso a la si existencia—
Al decir eso Léqù se llego a asustar, mientras algo en mi... no sabria explicar, pero en mis brazos sentía una combinación entre pinchazos y comenzón mientras mas cercaba estaba a la vez que me sentia cansado
—Espartano, enserio, no lo digo de broma, es enserio, si tocas eso te espera una muerte horrible incluso entre los dio—
No entiendo por que... pero hice caso omiso a su advertencia y al tocarlas sentí como mi cuerpo quemaba por dentro, mi cuerpo ardia por dentro, con cada fibra de mis músculos senti que estuvieran apunto de romperse
Solte un rugido que ne hicieron sangrar de mi oidos mientras escuchaba los gritos de Léqù pidiendome que las suelte sin poder acercarse
El dolor continúo y mientras mas cansado me sentí, mi agarre lo sentía mas fuerte hasta que finalmente, las cadenas cedieron
El metal divino se deshizo en mis manos mientras mis músculos se rompían en un estallido de sangre y carne destrozada
El dolor me envolvía por completo, pero una extraña sensación de liberación se apoderaba de mí
Las cadenas se rompieron en mil pedazos, liberándome de su opresión a Hefesto pero mi cuerpo cayó pesadamente al suelo, incapaz de soportar el dolor intenso que me consumía
Los gritos de agonía se mezclaban con el sonido de mis huesos fracturados y mi sangre que manchaba el suelo
Sus rostros reflejaban la horrorizada incredulidad de presenciar mi sufrimiento de manera tan salvaje, Léqù corría hacia mí, desesperada por ayudar, pero era incapaz de acercarse debido al aura de dolor que emanaba de mi cuerpo destrozado
Mis músculos se retorcían y se contraían en espasmos violentos, mientras los huesos se desplazaban fuera de lugar y rasgaban mi piel, cada respiración era un tormento, y pensé que mi corazón finalmente se detendría por el dolor insoportable.
La cara de Hefesto y Lèqù era una de asombro total, mientras escuchaba los rechinidos de ese supuesto metal divino en el suelo
—¡No! Esto es imposible!—
Logre romper las cadenas y el dios Hefesto se puso de pie y lo escuche tronarse los huesos de su cuerpo con mucha fuerza mientras yo estaba agonizando en el suelo sintiendo como el suelo se estremecia
Las cadenas de pronto se volvieron muy pequeñas y Léqù me abrazó, mientras agotado con los ojos entre cerrados el me dijo
—Te lo agradezco demasiado... Espartano... no, Ischyrós—
Hefesto se arrodilló a mi lado, su gigantesca mano temblorosa tocó mi mejilla, sintiendo el calor abrasador de mi piel mientras me retorcía de dolor
—Lo siento... lo siento tanto... no quería que pasara esto...— susurró Hefesto con voz temblorosa
El dios del fuego y la forja, conocido por su habilidad para crear armas divinas, no pudo hacer nada para aliviar mi sufrimiento, me tiro una gota de agua sobre mi cuerpo, de pronto todo mi cuerpo sintio espasmos, ahora solo aumentaban mi tormento
Mis músculos continuaron retorciéndose y creciendo a medida que se regeneraban
Los huesos se crispaban y se vertían sobre sí mismos antes de volver a encajar en su lugar, mi carne desgarrada se cosía a una velocidad alarmante, haciendo que mi cuerpo pareciera en constante metamorfosis
Léqù dijo alarmada —¿¡Que estas haciendo?! ¡Lo estas lastimando!—
—Antes sus heridas no eran tan graves, pero al ser un objeto divino lo que le causo este daño, te va causar mucho dolor curarte— fue lo que me dijo Hefesto
El dolor me sumergía en una oscuridad sin fin, mis gritos se mezclaban con los rugidos de una bestia herida, pero ninguna cantidad de fuerza divina podía detener el dolor que me consumía por dentro
Lágrimas de agonía y desesperación brotaban de mis ojos, mezclándose con la sangre que manaba de mis heridas
Sentía como si mi cuerpo se estuviera desgarrando desde dentro, como si cada célula de mi ser estuviera siendo torturada
Este proceso de curación, lejos de ser sanador, era una tortura sin igual, cada vez que mi piel se cerraba, sentía como si estuvieran clavando miles de agujas ardientes en cada centímetro de mi cuerpo, el dolor era insoportable, como si mi piel estuviera siendo arrancada de golpe una y otra vez
Mis músculos se tensaban y se estiraban, como si fueran a desgarrarse en cualquier momento, cada latido de mi corazón era una cuchillada incandescente, resonando a través de mi ser, mi respiración se convirtió en un jadeo agonizante, mientras mis pulmones se sentían apretados y llenos de fuego
En medio de este tormento, sentía como si mi conciencia se desvaneciera y volviera a la realidad una y otra vez, sumergida en un tormento sin fin
Mi mente se adentraba en un delirio de dolor, donde los límites entre el sufrimiento y la existencia se difuminaban
Cada vez que mis heridas se cerraban, abruptamente se abrían de nuevo, como si alguien estuviera rasgando mi piel con garras afiladas, los hilos de sangre fresca se mezclaban con la sangre coagulada, formando un macabro mosaico de mis heridas y mi dolor
El dolor parecía interminable, una agonía que se prolongaba más allá de lo que mi mente podía soportar
Finalmente, después de lo que pareció una eternidad, sentí cómo el dolor comenzaba a menguar, como si mi cuerpo hubiera llegado al límite de lo que podía soportar, la agonía disminuyó, dejándome exhausto y con algunas cicatrices en mis brazos
Me apoye en Léqù luego de continuar, me sentia muy aturdido luego de tal momento
Pero Hefesto me dijo mientras nos subia a ambos en sus manos —Supongo que te debo una... si, creo que te dare una recompensa por haberme liberado....— me miro a los ojos —Algo que estoy seguro te ayudara mucho—
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¿COMO ESTA EL CAPITULO?
¿BUENO O MALO?
¿ENTRETENIDO O ABURRIDO?
¿ALGUNA ANÉCDOTA O DATO CURIOSO QUE SE LES OCURRA?
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