First Time Out
No estuve inconsciente tanto tiempo porque me desperté cuando sentí que Kris me dejaba en la camilla. Aunque mí cuerpo hubiera desfallecido nunca dejaron de salir lágrimas de mis ojos, me costaba trabajo aceptar que lo que había pasado no había sido una pesadilla.
Quise levantarme de la camilla, no quería estar ahí, solo deseaba estar sola, pero Kris me detuvo.
- Tengo que cerrarte esa herida ahora - fue por la bandeja de aditamentos, pero nunca me dejo vigilarme.
- Ella no era la persona quien debió morir ahí - dije sin saber bien entonces a quien me refería si a Minye o a mí - Fue mí culpa que pasara esto - me dolió admitirlo, aunque fuera al parecer solo la verdad.
- No fue tu culpa, hiciste todo lo que pudiste - comencé a sollozar más fuerte, él podía hablar y decirme mil cosas para hacerme sentir mejor, solo que esta vez ni él podría hacer que dejara mis sentimientos a un lado, pasaría mucho tiempo para que pudiera olvidar esto.
- Yo no pude salvarla, yo... - ya no podía ver nada, las lágrimas nublaban mí vista y esperaba fuertemente que el mundo desapareciera en estos momentos.
- Jinri - me tomó de los brazos sin hacer demasiada presión y yo empecé a golpear su pecho intentando que me dejara en paz, odiaba esto, en serio nunca había pedido esto.
- ¿Por qué no me dejaste morir ese día? - le pregunté dolida y realmente lo pensaba así.
Esa vez estaba preparada para morir, quería morir porque sabía lo que podría pasar si sobrevivía y sentí la muerte tan cerca hasta que el me salvó.
- Escúchame - tomó mí cabeza en sus manos para que lo viera y dejara de golpearlo - No puedes tratar de salvar a todo el mundo siempre - no entendía cómo podía estar tan calmado conmigo a pesar de que lo había golpeado y actuado como una desquiciada total - Siento que muriera, en serio lo siento - note la sinceridad en sus palabras - Sé que diga lo que te diga en este momento no me vas a escuchar, pero eres fuerte y sé que lo superaras - soltó sus manos y las dejo de lado.
- ¿Por qué Kris? ¿Por qué no me dejaste terminar con Minye? - a pesar de sus palabras yo seguía enojada, no con él, sino con ella y más conmigo misma, había sido tan débil.
Y me sentí mal, nunca me había comportado con el así, es más, nunca había visto esta faceta mía y me asustaba un poco.
- Porque no iba a dejar que te matara - dudo en decirlo
- No puedes salvarme siempre, tú mismo lo has dicho - no lo pensé mucho y lo dije sin más
- Yo te lo prometí - me miró dolido ante mí comentario - ¿Que acaso no lo entiendes?
- Kris...- hice una cara de molestia, me sentía como una maldita carga para él y quería que esto acabara aquí, yo no era su responsabilidad - ¿Qué quieres de mí? Solo soy un estorbo aquí, así que solo déjame morir, no me protejas más
Mis intenciones con esto era tratar de alejarlo de mí, así facilitaría las vidas de los dos, así seríamos libres de nuevo.
- Jinri - agradecí la distancia que había entre nosotros, eso me hacía menos vulnerable, hasta que comenzó a avanzar lentamente hacía mí - Yo no puedo - miré su indecisión en su mirada - Nunca lo hare, aunque me lo pidas, no - se acercó al borde de la camilla - Jinri yo...
En ese momento se abrió la puerta interrumpiéndolo y Sehun entro dudando por su interrupción.
- Perdón - no supo si decirnos o solo irse y un dio un traspié - Quería decirles que la tercera ronda empezara en una hora y todos tenemos que participar, Jinri también tienes que ir - mí miró apenado.
- Gracias Sehun - contestó Kris separándose un poco de mí y suspiro.
- Los veo después - diciendo eso se retiró dejándonos solos de nuevo.
Pasaron unos minutos de silencio y sentía la tensión entre los dos, mi mente solo estaba concentrada en que volvería al infierno una vez más.
- No puedo hacerlo - le dije antes de que pudiera decir algo más - No quiero, no soy tan fuerte -volvió esa sensación de escozor en mis ojos y la frustración en mis manos
- Sabes que si por mí fuera nada de esto existiría, pero debemos ir
- Kris no estoy preparada, nunca lo estaré - le dije tratando de sonar lo más calmada posible - Tu viste lo que acaba de pasar, no puedo luchar así -las lágrimas volvieron a surgir, corriendo un tras de otra.
- Apágalos - dijo el poniéndose enfrente de mí de nuevo.
- ¡No, no puedo! - le contesté cerrando mis puños.
- Mírame - se acercó más a mí buscando mí mirada y yo temía verlo ya que el producía ese efecto en mí, al igual que todos, podía hacer que dejara mis sentimientos a un lado, pero ahora solo quería hundirme y permanecer así un buen tiempo - Olvida todo como lo has hecho antes -subí mí mirada hacía el, encontrando calidez y compasión. Logro lo que él quería, mis lágrimas cesaron, el dolor mí pecho ya no era tan insoportable y fue dando paso al dolor físico de mis heridas - Esta bien -dijo cuando noto que mí cuerpo dejo toda la tensión y apoye mí frente sobre su hombro.
Quería quedarme un buen tiempo ahí dejando detrás todo, pero tenía que estar lista en menos de una hora.
Kris comenzó a limpiar mis heridas con una gasa y algo que creía yo que era alcohol, lo detuve porque yo misma podía hacerlo pero no me dejo y solo me dijo que descansara. La herida en mí sien ya no sangraba ni dolía, al igual que otras heridas menores que tenía por todo el cuerpo, después rompió mí playera de la parte de mí hombro para dejar al descubierto la abertura que había dejado el cuchillo en mí piel.
Me vio a los ojos antes de que empezada a limpiar con alcohol y yo asentí, cerré mis ojos cuando mí hombro empezó a arder como nunca, no le había dado gran importancia hasta que vi que se tardó demás, veía como usaba una gasa tras otra y las desechaba empapadas de sangre. Al final saco un hilo muy delgado transparente, gire mí cabeza a un lado, centraría mí atención en otras cosas para no pensar en la aguja entrando y saliendo de mí piel, cosió la herida con rapidez y después me puso una gasa por si salía más sangre.
Me ayudo a levantarme, caminamos hacía los dormitorios sin encontrarnos a nadie. Esperó afuera de mí cuarto en lo que buscaba ropa nueva y trataba de quedar en mejores condiciones. Dejé mí cabello suelto para que la herida en mí sien quedara oculta, después de varios minutos toco la puerta y temí que ya fuera hora.
- Aun no es tiempo, pero quería hablar contigo antes - me dijo viéndome de pies a cabeza ya lista y yo lo dejé pasar. Me senté en el borde de mí cama mientras que el seguía de pie - Tendrás que pelear como los demás en esta vez.
- ¿Qué? -le pregunte abriendo mis ojos de más.
- Los agentes tienen los ojos puestos en ti por lo que paso hace rato, así que tendrás que casi acabar con tu oponente para que te dejen en paz -me dijo un poco inquieto.
Él sabía lo que eso significaba para mí, sin embargo, sus palabras no me sorprendían, intuía que mí comportamiento había puesto en duda mí entrenamiento de los pasados tres meses y mí vulnerabilidad, yo podría ser un peligro para el sistema.
- Lo sé - me quedé tendida en mí cama queriendo dejar mis pensamientos de que lo estaba por venir en unos minutos.
- Se que no ayuda de mucho pero en la tercera ronda son los oponentes más fuertes y muchos de ellos se quedan por lo mismo - se sentó a un lado de mí - Estaré ahí y te prometo que no volverá a pasar nada - toco ligeramente mí mano para darme ánimos aunque luego se retractó. Quise preguntarle donde había estado en los primeros dos combates pero no era el momento, ya hablaríamos después - Vendré un rato por ti, trata de descansar - se levantó lentamente y después se fue cerrando dejándome sola.
Mi cuerpo se rindió al instante que estuve sola porque sentí que apenas había cerrado mis ojos cuando Kris vino por mí. No sentía cansancio ni dolor, era una sensación muy extraña, él se dio cuenta y me miró fijamente buscando algo en mí.
- Estoy bien - le asegure.
- Minye no esta aquí, así que no te preocupes - dijo como leyendo mí mente
- ¿Por qué? Pensé que...- dije sintiéndome aliviada profundamente y esperaba que nunca más tuviera que verla.
- No te preocupes por eso y solo concéntrate - sabía que no me diría la razón hasta después. En eso hubo un anuncio en la sala principal que nos decía que nos prepararnos para iniciar - ¿Tu hombro esta bien?
- Si, creo que eres bueno cerrando heridas - sonreí ligeramente y pensé en lo que dije, era verdad, solo él podía llenar ese vacío y hacerme entrar en razón.
- Espero que no termines muy cansada - dijo más calmado cuando me vio sonreír y yo lo miré confundida sin saber bien a que se refería - Yo quería llevarte a un lado después de esto - no pude descifrar su mirada del todo pero podía jurar que se veía algo nervioso y quise decirle que no, aun me sentía devastada y seguía pensando que era mí culpa, en verdad quería estar sola pero no pude negarme y asentí - Lamento haberme perdido tus primeros combates, ahora estaré aquí - dijo cruzándose de brazos como si nadie pudiera moverlo de ahí.
Casi al instante llegaron los agentes y me llevaron a la sala tres, nunca había estado ahí, parecía una sala mucho más grande que las demás. Vi el fastidioso timer anunciándome lo que quedaba de tiempo, cerré mis ojos porque me empezaba a sentir insegura de nuevo. Tenía un mal presentimiento y estos nunca fallaban, me repetí a mí misma que tenía que olvidar mis sentimientos hasta que poco a poco surtió efecto.
Sonó el timer abriendo la puerta en automático, caminé lentamente por la sala y me sorprendí cuando caminaba a oscuras, no podía ver nada y aun así sabía que la sala si era más grande de lo que pensaba, me quedé parada sin saber que hacer. ¿En verdad este era el escenario?
No escuchaba nada por parte de mí oponente y supuse que tal vez aun no entraba hasta que una puerta se cerró tras de mí y en ese momento las todas las luces de la sala luces se prendieron cegándome al instante, parpadee varias veces acostumbrándome a la luz y vi que en efecto estaba en una sala que yo desconocía.
Habían pequeños aparatos en las paredes que nunca había visto pero no me daban confianza, más del doble de armas regadas por todos lados, el suelo esta mojado y de pronto donde habían grandes charcos empezaron a surgir llamas, si, sin dudas esto era un indicio que tenía que ser una masacre o una gran pelea.
Me distraje tanto con el escenario de la sala que dejé al último a mí oponente y era extraño que para estos momentos no intentara atacarme, pero vi que estaba muy lejos de mí, a unos pocos metros. No podía ver su rostro y caminé con pasos firmes hacía el tomando una lanza que estaba en el camino. El también comenzó a avanzar hacia mí tomando dos largos cuchillos en cada mano, un paso más y vi sus filosos cuchillos brillando por el destello de la luz.
Otro paso y noté que era un hombre decido ya que no lo había visto vacilar ni un momento en seguir avanzando hacia mí.
Seguramente era un hombre como el de mí primera ronda, dimos dos pasos más y el tomó sus armas listas para atacar en cuanto tuviera una oportunidad.
Cuando ya solo quedaban escasos metros de distancia entre los dos vi su cabello negro que no era tan largo, su expresión sería, su piel blanca como mármol, su forma de caminar. La posición de ataque, hasta que pude ver sus ojos y él centró su atención de lleno en mí, ahí fue cuando los dos paramos totalmente. Quedo una distancia minima entre nosotros y mi corazón se paró al verlo.
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Jijijiji ahora bieen justamente lo dejare en la parte mas interesante por una razon muy valida.
Quedan dos capitulos mas pero no actualizare hasta que jelly_jilli suba algo del fic de One of The Nights.
Lo siento, no me odien pero era muy necesario. 🙆
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